Boinas verdes

En plena guerra de Vietnam cuando las tropas americanas empezaban a pasarlo mal, la opinión pública estadounidense comenzó a criticar la presencia de tropas yankis en ese remoto país asiático. Para contrarrestar dicha opinión Hollywood y John Wayne con la colaboración del ejército produjeron este abochornante engendro propagandístico que ni siquiera funciona como película de entretenimiento. Apena ver a todo un John Wayne en plan patriota vestido de militar M-16 en mano meterse de lleno en una guerra en la que no pega ni con cola. Los Boinas verdes y El conquistador de Mongolia son los peores trabajos del mítico John Wayne en ambas producciones metió el zancarrón hasta la ingle.

Un periodista de un diario crítico con la guerra decide acompañar a Wayne y los suyos para conocer de primera mano lo que sucede en Vietnam. Una vez allí descubre lo malos que son los vietnamitas del norte y el excelente trabajo humanitario que desarrolla el ejército americano. Más de dos horas de duración en la que de una forma maniquea y parcial se trata de justificar la intervención armada de los americanos en dicho país. Sin rigor y seriedad la película es una pantomima, hasta ahora la obra que mejor refleja lo que pasó en aquella guerra fue Platoon. Lo único reseñable del film es la presencia del carismático secundario Aldo Ray y la de un joven George Takei que en aquel tiempo gozaba de una gran popularidad gracias a su papel en la serie de Star Trek.

John Wayne rueda el espinoso conflicto de Vietnam como si fuese una película más de la segunda guerra mundial sin aristas ni discusión, incomprensible en un conflicto tan mediático, que tanta polémica creó en su dia. El periodista, interpretado por David Janssen, que supuestamente representa a una opinión publica contraria a la participación en la guerra, es una mera figura de cera manipulada por el guion -nunca escribe, solo le cuelga la máquina de escribir y acabará, incluso ¡empuñando un arma!-. Resulta difícil sentir empatía por una de las intervenciones estadounidenses menos afortunadas, especialmente cuando sólo cuenta las atrocidades del Vietcong. Nada de ello sería grave si la película fuese, al menos, buena, pero la verdad es que cinematográficamente es absolutamente plana -parece dirigida por un Andrew McLagen cualquiera o uno de esos incoloros imitadores de John Ford-, y está rodada con una estólida y aburrida corrección. Con mucho lo mejor de todo es el asalto a la base militar, bastante bien rodado, que sigue las reglas de los asaltos a los fuertes de las películas clásicas del Oeste –sustitúyase indios por Vietcong- con el ataque por sorpresa de los indios y la crueldad extrema de los asaltantes –hay incluso una escena donde parecen arrancar cabelleras-. Estas escenas o la buena partitura, de raigambre clásica, de Miklós Rósza, no sirven para quitarnos de encima la impresión de que estamos ante una película sencillamente mediocre.

Lindon B. Johnson, el Presidente que sustituyó a John Fitzgerald Kennedy tras su asesinato, fue el principal responsable de la participación estadounidense en la Guerra del Vietnam, perteneciendo al Partido Demócrata.

Los primeros reveses para los americanos y la gran cantidad de muertos que se iban produciendo, llevó a la opinión pública americana a hacerse preguntas, sobre todo el porqué su país enviaba a sus jóvenes a morir en un país desconocido del sudeste asiático. De hecho así empieza la película, con una rueda de prensa de los militares donde David Janssen, conocido por su papel en la serie "El fugitivo", da vida al periodista que viaja a Vietnam a cubrir el conflicto.

John Wayne, al que recurrieron por su conocida adscripción al Partido Republicano, se embarcó a dirigir y protagonizar esta película bélica, para hacer ver al pueblo norteamericano la imperiosa necesidad de salvar al pueblo vietnamita del Sur contra el Vietcom y el Vietnam comunista del Norte de los desmanes y los crímenes atroces que cometieron contra su propio pueblo, algo que se demostró en otras películas, donde destaca sin duda "Platoon", no fue del todo cierto, sino más bien al contrario.

Película por lo tanto propagandística, y si le quitamos su embustero mensaje como causa de su realización, se queda como una vulgar película bélica, que en ocasiones parece un Western de los que estaba acostumbrado a protagonizar John Wayne, incluso yo le veo parecido inconfundible con "El Álamo".

A pesar de todo, y como curiosidad, se puede ver.

Aprobado, 5.

John Wayne protagonizó durante la Segunda Guerra Mundial varias películas bélicas de propaganda que se pueden ver hoy en día con cierta benevolencia ya que, al fin y al cabo, se trataba de una guerra justa (con todo lo que de contradictorio que conlleva esa definición para una guerra, claro) por parte de los aliados. Mas de veinte años después y en plena guerra de Vietnam interpretó esta película con las mismas características propagandisticas que aquellas viejas películas con nazis y japoneses perversos, pero con los vietnamitas comunistas como villanos de turno, que les daban cien vueltas en maldad a los enemigos de la Segunda Guerra Mundial.
Evidentemente , esta película no se puede ver hoy en día con esa benevolencia, ya que, aparte de que la calidad artística brilla por su ausencia, al tratarse de una guerra injusta y mezquina por parte de los Estados Unidos resulta especialmente repugnante su mensaje propagandistico. Mensaje, por lo demás, bastante zafio en el que, por ejemplo, encontramos a un periodista "incrédulo" que pone en cuestión la participacion de los Estados Unidos en esa guerra, pero que tras pasar una temporada con los soldados en Vietnam y comprobar lo buenos que son los americanos con los vietnamitas "buenos" y las atrocidades que cometen los vietnamitas "malos",(con lacrimosa historia por medio de una niña vietnamita que los americanos cuidan con primor y los vietnamitas malos van y la matan sin piedad) cambiara radicalmente de opinión respecto a esa guerra.
Además, la película tiene muy poco ritmo narrativo y aburre durante casi toda su larga duración, con un John Wayne en medio haciendo "su papel"...¿este hombre sabia hacer otro?.
Afortunadamente años después, con esa bendita autocritica que tiene el cine americano respecto a su historia, se realizarían otras películas que se acercarían mas a la verdad de esa guerra y el papel de los yanquis en ella.

Wayne afianza su imagen de patriota americano con este film, que interpreta y dirige, sobre la formación y posterior entrada en el conflicto vietnamita de un comando de asalto, que el mismo dirige.
Ensalzamiento de los ideales americanos ante un conflicto que creó controversia en la sociedad de la época. Años más tarde Kubrick nos legará un film con la misma estructura, pero de ideología contrapuesta a esta: "La chaqueta metálica".