El guerrero nº 13

Muy mal lo tuvo que pasar McTiernan cuando el Crichton lo echó a la calle, siendo productores los dos. Reconozco que la película tiene sus fallos, y el final es demasiado acelerado. Pero es que me encanta esta película. Antonio Banderas hace suyo el personaje principal, Vladimir Kulich tiene una gran presencia y Dennis Storhoi es un cachondo. La música de Jerry Goldsmith es épica y se te queda grabada. El diseño de producción es genial, y eso que no hacía falta demasiado para reconstruir un poblado vikingo, pero ves que no es cartón piedra, por lo menos. Además habría que decir que el resto de los actores y el barro también cuenta como diseño de producción. Y vaya planos. Se te cae la baba. Ese panorámico y esos movimientos de cámara son geniales. Realmente preciosos. Y la escena de la batalla final, cuando dicen todos aquello de "...los atrios de Valhalla..." McTiernan tiene mala suerte con sus productores. ¿Saldrá algún día un montaje del director? Mucho me temo que no.

Gran película de aventuras dirigida por John Mctiernan, con una banda sonora impresionante, a cargo de Jerry Goldsmith. Las actuaciones principales están a gran nivel. Vladimir Kulich y Dennis Storhøi son las grandes sorpresas y Antonio Banderas demuestra seriedad y contención. Muy buen trabajo.
Momentos de grandeza, diseminados a lo largo de la película, hacen de esta, algo digno de ver y recordar. Cuando se empiezan a levantar uno a uno, los doce guerreros y llega el turno del extranjero, todo cargado con esa dosis de locura bárbara y valor en lo alto. Como para decir que no a la aventura.
Épica, grandiosa, tremenda y culminada con un final de leyenda.

Existió alguna vez una época gloriosa en la que Conan y sus vástagos cinematográficos (desde Willow hasta He-Man) protagonizaban un sinfín de emocionantes peripecias en un mundo de cartón piedra, poblado de malignas hechiceras, reyes brujos, bestias salvajes y épicas cabalgatas por el desierto de Almería. El cine cambia, las modas van y vienen y nadie volvió a rodar películas como aquellas hasta que a John McTiernan ("La jungla de cristal") se le encargó dirigir la adaptación de una novela de Michael Crichton llamada "Devoradores de cadáveres". Eliminó el cartón piedra en favor de una tecnología superior, contrató a Antonio Banderas, Omar Sharif y Diane Venora y narró la improbable historia de un árabe que se va de aventuras con los vikingos. La música de Jerry Goldsmith, con claras referencias a la bso de "Conan, el bárbaro" hizo el resto. Por Odín, que funcionó.
Y se produjo el milagro: allí, con los ojos muy abiertos en la oscuridad de la sala de un cine, los que hemos crecido con "El Señor de las Bestias" recuperamos nuestra juventud por 105 magníficos minutos de la más entrañable aventura clásica, como hacía años que nadie rodaba.
Sólo por eso, "El guerrero nº 13" merece estas siete estrellas que le adjudico.

Debe ser que siento debilidad por las películas de aventuras y por todo lo que tenga que ver con la espada y brujeria, pero en esta ocasión creo que también hay algo más. La historia me encanta, los vikingos me encantan, Banderas y su cuchillo de niña me encanta. No me importa que Banderas aprenda vikingo en dos días, ni que los vikingos sean más altos y vivan en sitios donde no tienen que vivir porque la historia diga esto o lo otro. Muy buenos diálogos con frases memorables que llegan donde no lo hacen las espadas.

En mi opinión una película infravalorada no apta para historiadores aficionados ni cínicos gafapastas.

Muy entretenida. Porque tiene momentazos; a todos aquellos a los que nos apasiona la historia de los pueblos guerreros, es mi caso, lo mismo nos da ver batallas entre godos, suevos, alamanes o francos, siempre que estén bien hechas (tipo Breif Jart). En esta tenemos algo de eso, mucho espadazo y grito y alguna cara manchada de sangre. Además está el atractivo vikingo, a destacar: la ambientación, el poblado, la cueva, el rio, el asombroso paisaje, las armas, vestuarios y demás vituallas, la tierra, la niebla, los cuernos, las olas, las vikingas... todo lo que se ve.

En su contra: mal desarrollo de los personajes; La película va un poco de que los guerreros del 1 al 12 están acostumbrados a todas las cosas feas y abruptas propias de ellos, y el nº 13 que es el nuevo lo tiene que pasar mal, pero poco a poco va a demostrarles que ni su caballo es un perro ni el una nena. Además en unos días de senderismo aprende a contar chistes en danés que ni te cuento. Luego está el rollo ese que se traen tan de Brooklyn. No se lo cree ni Odín. Ni colegueos ni ostias, que somos vikingos, no un equipo de baloncesto. Y qué es eso de que las vikingas vayan por ahí subiendo caballos y casi dando órdenes al resto para buscar niños muertos. Increible, en estas sociedades que una mujer levantara la cabeza sobre el resto. Tuvo suerte de que no pasara Kirk Douglas por ahí cerca...
Precisamente, pasado ese momento el líder del grupo dirige a su comando como Arnold en 'Depredador' y cierra y abre el puño, mueve un poco la mano en plan: "Sshh... Quietos. Johnny, tú dirígete hacia esa ensenada por el flanco derecho, el resto dispersaos." Y todos lo hacen... qué control de la situación, qué maestría, de película oiga.

Un final algo forzado, o mejor dicho... Faltan escenas de la batalla final. No me creo que 4 planos de caballos cayendo y hombres cornudos gritando justifiquen tanto rezo y tanto canto antes de la batalla -Pero volviendo a lo positivo- qué elocuentes momentos, señor. hombres de Alá y Odín juntos por el bien de todos, por la gloria con mayúsculas... Muy bonito. Scream for me ODIN...

Si os gusta la épica, las aventuras 'oscuras' y podéis olvidaros de que Ibn Maracuyá Alrrajá es malagueño, se os puede hacer muy entretenida.