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Chris Herren, un yonqui en el basket (TV)

7,2
314
Documental Chris Herren fue una estrella de baloncesto de instituto, lo que le permitió cumplir su sueño: ser jugador en la NBA. Sin embargo, la drogadicción acabó destruyendo su carrera. (FILMAFFINITY)
Críticas 2
Críticas ordenadas por utilidad
14 de mayo de 2013
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
En mi opinión nos encontramos frente a un documental que resulta muy ilustrativo respecto al poder que tienen las drogas para arruinar la vida de muchas de aquellas personas que se cruzan en su camino. Destacable por su discurso narrativo, que nos va presentando adecuadamente las bases de una promesa del mundo del baloncesto, y que a su vez denota reunir diferentes factores de riesgo para ser un adicto a las drogas.

Conforme avanza la historia, vamos viendo cómo ambas facetas de la misma persona eclosionan, y alcanzan su punto más álgido, llegando a ser seleccionado en el Draft de la NBA de 1999 por Denver Nuggets, siendo traspasado a los Boston Celtics antes del inicio de la temporada siguiente, momento en el que ya ha iniciado su proceso adictivo con los opiáceos (concretamente con la Oxicodona), que será el que acabe arruinando su vida, llegando a límites insospechados para cualquier persona, y menos aún para lo que se presupone de una estrella de la NBA.

Pero durante toda esta historia, podemos apreciar también el apoyo incondicional de su hermano mayor, la estima de un entrenador que lo quiere cómo a un hijo, y por supuesto, el amor de su mujer e hijos, a los que más hiere con sus mentiras y errores, y que a su vez son los que jamás le abandonan y se muestran cómo los verdaderos héroes de esta historia.

En definitiva, una historia dura y cruda, pero también emotiva y esperanzadora, y que vale la pena ver, puesto que nos recompensa con un aprendizaje sobre la vida.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Lombo22
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19 de julio de 2013
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las estadísticas sobre la fortuna acerca de los jugadores NBA después de terminar su trayectoria en la liga no son nada halagüeñas. El sesenta por ciento de las estrellas de la NBA se arruina después de su retirada en el término de cuatro años. Muchos de los jugadores son tratados desde niños como auténticas estrellas y antes que cuidar su educación se intenta que los muchachos se conviertan en máquinas de hacer dinero. Si a eso le añadimos que muchos de ellos provienen de núcleos familiares conflictivos tenemos una combinación explosiva. Desde luego hay casos y casos. Uno de los más sonados fue el de Len Bias, jugador que con tan sólo 22 años fue seleccionado en el segundo número del Draft por los Boston Celtics. Ese mismo día fue a celebrarlo con los amigos, muriendo de sobredosis esa misma noche. Sin duda alguna una broma macabra de muy mal gusto.

Chris Herren ha tenido una vida muy particular. Consumió la vida por los dos lados y que este vivo aún, después de cuatro sobredosis y un largo periplo por el infierno, es un auténtico milagro.

Chris Herren nació en Fall River, una pequeña población de los Estados Unidos situada En Massachussets y ya de muy joven empezó a destacar en el baloncesto. Muchos han comparado el estilo de juego de Chris Herren con el de Jason Williams y realmente tenían bastantes coincidencias. Los dos pese al color blanco de su piel hacían un juego que muchos calificaron como explosivo y al propio Williams le apodaban con el sobrenombre de Chocolate blanco por su facilidad por hacer el último pase la manera más complicada posible (el inventor del pase con el codo). Con su 1’90 de estatura, Chris Herren se convirtió en uno de los bases más populares y rápidamente fue llamado para jugar en distintas universidades. Uno de sus primeros equipos fue el Eagles de Boston, donde Herren se trasladó para estudiar. Desgraciadamente su pesadilla empezó en esta universidad de Boston.

Chris Herren ya se había revelado como un chico problemático. En el instituto se había propasado con el alcohol diversas veces incluso antes de disputar partidos. Pero una cosa era el alcohol y otra muy diferente la cocaína. Herren dio positivo en un control y fue traspasado a la universidad de Fresno en . Su particular infierno había empezado. Se había convertido en una vergüenza para el pequeño pueblo que lo había visto nacer. Todo el mundo, incluyendo por supuesto su familia, había depositado sus esperanzas en él, pero el jugador les había decepcionado. Empezó entonces una de las muchas promesas incumplidas en las que el jugador prometió no volver a tomar ninguna sustancia. Todas y cada una de estas promesas rompió el jugador.

Aunque hay que decir que pese a los desvaríos que el jugador tenía en la Universidad de Fresno se convirtió en uno de los mejores jugadores de la liga, promediando grandes números. Quizá era demasiado irregular, pero todo el mundo veía en él amplias posibilidades de entrar en el draft de la NBA, como sucedió finalmente.

A partir de ahí sucede un giro decisivo en la vida de Chris Herren. Un giro que hace que hoy en día aún se conozca su historia y no haya pasado por el mundo como un drogadicto más. Herren se casó y tuvo un hijo con su esposa, Heather, que resultó un apoyo moral incondicional durante las múltiples recaídas del jugador. Chris pareció tomar responsabilidades y dejo de lado sus propios demonios. Fue seleccionado por el Draft de la NBA por los Nuggets de Denver.

Allí cumplió su primer año en la NBA, donde fue vigilado de cerca por los jugadores del equipo, entre ellos Antonio McDyess y Nick Van Exel, auténticas estrellas. Nada más verlo le dijeron-Chaval, conocemos tu historial, así que te vigilaremos de cerca-Así fue y afortunadamente y en palabras del propio Herren fue uno de sus años más sanos.

Había cumplido su sueño. Estaba jugando en la NBA y contaba con mucho dinero en sus manos. Pero no tenía control. Y empezó a perderlo todo. Fue traspasado a los Boston Celtics, uno de los equipos más prestigiosos de la NBA. El hijo predilecto volvía a la ciudad. O eso Parecía. Primero fue la Oxicodona, un analgésico que muchos jugadores utilizaban para aliviar el dolor durante las lesiones. Pero Herren empezó a tomarlo de manera compulsiva. Los relatos del jugador resultan estremecedores y pese a que parecía mantener el tipo se consumía por dentro.

Después de una temporada irregular empezó el exilio del jugador. Se marcho de los Estados Unidos para aterrizar en el Galatasaray Turco donde realizó una temporada bastante correcta. También en China hizo unos buenos números y es que al igual que había sucedido en su etapa universitaria, nadie se quejaba si el jugador cumplía. A nadie le importaba la cara humana del jugador mientras cumpliera de manera profesional.

El problema es que ya no era sóla la oxicodona. Chris Herren consumía prácticamente todo. Ya había empezado además con la heroína, una de las drogas más letales. Las anécdotas que cuenta el propio jugador resultan totalmente desesperantes. cuenta un hecho bastante demoledor, en todos los países que visitó, y en cualquiera de los momentos tuvo acceso a todo tipo de drogas, legales o ilegales.

El jugador se perdió en el infierno que él mismo había creado. Pese a los dos hijos que tenía con su esposa, había abandonado totalmente la esperanza y era un fracaso andante. En varios momentos se le pasó la idea del suicidio porque ¿qué podía aportar sino a su familia? Cada vez que recaía era una carga constante para su familia, que volvía a hundirse con ellos un poco más. Herren cuenta que durante uno de sus múltiples delirios estuvo a punto de abandonar a su familia y seguir la vida de vagabundo, después de compartir una botella de alcohol con uno de ellos.

Sigue en Spoiler


http://neokunst.wordpress.com/2013/07/19/chris-herren-y-las-drogas/
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kyrios
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