Shaolin. La leyenda de los monjes guerreros

Pues sí, me ha gustado mucho. Puse esta película esperando encontrarme un wu-xia de los mediocres (en parte por la sinopsis, que poco tiene que ver con la película real) donde tras una primera explicación de los personajes principales, todo acaba por resolverse a hostias sin sentido, ¿y cuál fue mi sorpresa? Pues que para nada.

Antes de hacernos una idea equívoca, no nos engañemos. La película es claramente de artes marciales (¡con este título sólo faltaba!), y éstas juegan un papel muy importante en el desarrollo. Y se nota que se ha destinado empeño, talento y dinero para que las coreografías (muy buenas, por cierto) de las escenas de lucha tengan un buen peso sobre la misma.

Sin embargo, y aquí es donde quería llegar, aparte de pintorescos combates que cualquier practicante o aficionado a las artes marciales apreciará, la película también nos relata una trágica historia donde caben los momentos crudos, los giros de guión y el desarrollo de la personalidad de los personajes (cosa que muchas veces se echa en falta en las películas de artes marciales, donde el bueno es bueno y el malo es malo porque sí). Aparte de eso, otra cosa que me gustó es el papel que desempeñan las armas de fuego a lo largo de la película; se puede hasta tomar la metáfora de cómo éstas sólo sirven para destruir, aunque los simbolismos ya os los dejo a vosotros que no se me dan tan bien y además cada un tiene su visión.

Para terminar, me ha parecido espléndida de principio a fin la actuación de Andy Lau, personaje que va madurando junto con la película. La otra parte del bocado se la lleva Nicholas Tse, que también está enorme.
El resto de actores hacen un papel correcto aunque nada destacable (alguno más sobreactuado que otro) y Jackie Chan (el cuál no sale en los créditos aquí en FA) hace unas pocas apariciones en su papel de antihéroe de buen corazón que pasa de los problemas y vive a su rollo. Se agradece pues dota la película de una breve parte cómica, aunque después de haber visto Little Big Soldier -película que recomiendo a todo el mundo- todos los papeles de antihéroe cómico de Jackie hasta la fecha quedan ensombrecidos.

Sólo por situar mejor el argumento.

China años 20. La rebelión bóxer, el fin del Imperio Qing, el nacimiento de la corta República impulsada por Sun Yat-sen, la época de los señores de la guerra son los que marcan el contexto de la película. Durante los años 20, mientras la República de China intentaba modernizarse y sobrevivir, los ejércitos modernos ejércitos que el Imperio Qing había desarrollado se convirtieron en los ejércitos particulares de los diversas camarillas que controlaban las diversas regiones chinas. Alrededor de una decena de señores de la guerra se establecieron y empezaron a controlar y expandirse por las regiones limítrofes. Los ejércitos se habían formado gracias a la ayuda de las potencias coloniales europeas y mantenían un asesoramiento occidental a cambio de concesiones en el territorio chino que aún hoy son consideradas por los chinos como un saqueo. Atención a este detalle para comprender el rol de los occidentales en la película.

En una época tan convulsa el protagonista, en la mejor tradición budista, lucha por limpiar su alma de todo el mal generado y posibilitar que su espíritu pueda alcanzar la iluminación en un futuro. Óptima elección de actores y espléndidas localizaciones para un argumento manido y un desarrollo un tanto plomizo.

Una gran super producción directa de Hong Kong, una cinta de artes marciales con una cuidada estética. El director Benny Chan viene siendo nominado en varias ocasiones en el Hong Kong Film Awards, sus realizaciones están siempre enfocadas al genero de aventura, comedia y fantástico, mezclando la acción con la ciencia ficción en ocasiones, otras son producciones históricas llenas de esos elementos, como es el caso de Shaolin. Tal mezcla consigue un producto homogéneo y llevadero, dentro del género de las artes marciales destaca por encima de la media, es una película muy visual que cuida muchos detalles.

La verdad es que no se puede imputar nada negativo a la película desde el apartado técnico, el diseño de producción de la película es desmesurado. No se puede decir que la película sea mala, podría ser mucho mejor por lo mismo que podría ser mucho peor, quizá ese sea el problema, que la película no transciende más allá del gusto personal. Quien se ponga a buscar defectos y carencias seguro que encontrará, ahora bien, las virtudes son más escasas; la suerte es que las que tiene son firmes y pesan. La historia de la película es muy correcta, emotiva y con gancho, el defecto es que se podría haber resuelto en menos tiempo. Al alargar la historia durante 131 minutos queda como poca mantequilla untada sobre demasiado pan, es una lastima, pues la película contiene esos elementos de cine de aventuras, pero no queda potenciado como deberían.

Los personajes son una de las menciones junto al diseño de producción, que más pueden destacarse. Desde los secundarios hasta los principales se trabajan a fondo, la evolución y lazos afectivos está muy cuidada. Es de agradecer una película de artes marciales donde cada acción tiene una reacción que desemboca en emoción, los pequeños detalles que se cuidan durante la película florecen durante su desarrollo. Todo en conjunto hace de Shaolin una película atractiva que hará las delicias para quienes disfruten de las películas de artes marciales. Su banda sonora, su cuidada estética y sus hipnóticas coreografías tienen mucha fuerza. Su duración podría haber sido algo más ajustada, aunque es mi gusto personal, al igual que con los elementos de cine de aventuras familiar, que no está bien definido ni se explota correctamente, queda más como una pequeña porción encajada durante el desenlace. Para mi su mayor defecto es que no deja de ser una película de artes marciales al uso, destaca por encima de muchas de su mismo estilo, pero no destaca lo suficiente. El tema que trata la película queda algo ridiculizado o simplemente al servicio de la acción, no es una mala película pero podría haber sido algo mucho más grande.

Excelente película en todos los sentidos, por la fotografía, el contenido del guión, el desarrollo de la historia, la producción, las actuaciones de los actores, la dirección, la música. Esperaba encontrarme otra película más de artes marciales más bien mediocre y me llevé una estupenda sorpresa. El protagonista está espectacular, con una capacidad de transmitir emoción prodigiosa. Una historia sobre el bien y el mal, sobre el odio y el amor, con algunos momentos sublimes que llegan al corazón. Absolutamente recomendable.

Enrevesada historia de luchas por el poder en la antigua China con un abanico de ambiciones, traiciones, giros y redenciones muy amplio y que se desarrollan a una velocidad, quizá, algo excesiva para los estándares europeos y con un brilli-brilli al que tampoco estamos acostumbrados a la hora de contar tramas serias. Porque detrás de su apariencia exótica, su vistoso kung-fu con sus patadas megavoladoras y cierta exageración interpretativa, “Shaolin, la leyenda de los monjes guerreros” es una película seria que quiere contar una historia seria… aunque a veces cueste verlo con esa manía del cine chino de no descartar absolutamente nada: todo el material rodado le va bien y siempre encuentra acomodo para que un figurante simpático haga un chiste o para una pelea más.

A ratos pesada, a ratos emocionante, generalmente simpática y extravagante casi siempre. Dos horas largas de vaivenes dramáticos y filosofadas dichas con mucha solemnidad y trascendencia. No tiene la majestuosidad exterior de un Zhang Yimou, pero tampoco está hueca por dentro: tiene un argumento y un propósito narrativo. “Shaolin, la leyenda de los monjes guerreros” hace que valga la pena salir de vez en cuando de la zona de confort y ver qué estilos se llevan por otros continentes.