El prodigio

La buena de Florence Pugh sigue empeñada en lucir palmito —y que siga— en ese tipo de películas que, momentáneamente, y a falta de otro nombre mejor, denominaré como: historias donde Miss Flo se mete hasta el cuello en comunidades ligeramente apartadas y llenas a rebosar de peña un pelín trastornada. La senda iniciada con obras como "Midsommar" (Ari Aster, 2019), "No te preocupes querida" (Olivia Wilde, 2022) o "Mujercitas" (Greta Gerwig, 2019) es ahora continuada con la magnífica —seguramente la mejor de todas las citadas— "El prodigio". Cinta de Sebastián Lelio, con la que además me estreno en la filmografía del chileno, que casi me apetece etiquetar también como folk horror.
Esta adaptación de la novela homónima de Emma Donoghue, con la propia autora haciendo las veces de co-guionista, me ha recordado también a ratos a la "Camino" (2008) de Javier Fesser. Y no ahondo más en ello a riesgo de caer en spoilers.
"El prodigio" es además de esas historias que supeditan gran parte del bienestar final del espectador respecto a ellas en base a su desenlace, y como en mi caso me ha resultado más que satisfactorio, pues más contento he terminado aún si cabe.
Y antes de que se me olvide, Kíla Lord Cassidy, la otra mitad del dúo central de la cinta, me ha encantado.

Interesante película de época con un giro que te spoilea Netflix con sus mierdas de etiquetas al ponerla, por lo que recomiendo encarecidamente verla "de otra forma". Si no hubiera visto esas etiquetitas, me hubiera sorprendido más "eso" que se desvela hacia el final de la peli y la nota sería más de un 6. Pero a Netflix no le importan los espectadores, no les importamos una mierda, por eso no cuidan estos detalles, al igual que no cuida su contenido, y cuando uno encuentra algo interesante como es el caso, te lo joden.

En cuanto a la película, para mí es un muestrario de todo el mal que pueden provocar las religiones, puesto que es horroroso ver cómo la gente perdía y sigue perdiendo la cabeza por ellas con ese estúpido fanatismo, mucho más exacerbado antiguamente al haber tanta miseria, guerras y la necesidad de encomendarse lo supraterrenal.

Atención, atención, señoras y señores, una mano por aquí una mano por allí, nada en las mangas y...Abra!...Cadabra! Y te has quedado sin película, desapareció....Que ha pasado? Un misterio, un dilema, algo.... patatín patatán.... "Prodigioso" y sobre esto y algún paseo sobre la turba irlandesa, construimos una película que dura, lo que dura...108 min......108!!!
Está calificada como una "Intriga' e intrigado estoy yo, de verdad, pues esta brilla por su ausencia... Así como "vida rural", yo sinceramente tengo otro concepto de vida rural, para mí es incalificable.
Infumable no la recomiendo en absoluto.