Judas y el mesías negro

El segundo largometraje dirigido por el cineasta estadounidense Shaka King es una película que cuenta una historia real que mezcla el drama y el suspense y que, manteniendo un tono de cine independiente, consigue mantener el interés con varias situaciones que se desarrollan a gran ritmo, y que nos da a conocer los movimientos de las Panteras Negras a finales de la década de los 60 del siglo XX (el mismo periodo en donde se desarrolla "El juicio de los 7 de Chicago", que son complementarias y de gran nivel).

El proyecto está ganando enteros con el paso de las semanas en la actual temporada de premios, teniendo en cuenta que se estrenó en Estados Unidos hace poco más de un mes, ganando el Globo de oro en la categoría de actor secundario (Daniel Kaluuya) y es candidata a 6 Premios Óscar incluyendo el de mejor película. En nuestro país se ha estrenado directamente en plataformas VOD, ya que Warner ha decidido que "Godzilla Vs. Kong" y "Tom y Jerry" se puedan ver en los cines y al mismo tiempo "Judas y el mesías negro" en video on demand.

La película se inicia con un vídeo de archivo real que se grabó en marzo de 1989, en la que fue la primera y única entrevista de Bill O´Neal, un miembro de las panteras negras que aceptó un trato con el FBI para evitar entrar en la cárcel, actuando como confidente policial, en el que será el asunto central del proyecto. A partir de ese prólogo la propuesta da un salto temporal hasta 1968 para introducirnos en un pub en el que se encuentran bebiendo y jugando al billar miembros de los Black Panthers, con una música jazz de fondo.

Posteriormente nos presentan al miembro del FBI Roy Mitchell, en el interrogatorio a O´Neal, acusado de usar una placa policial falsa para robar un coche, y ofreciéndole un trato para evitar entrar en prisión. A partir de ese momento capital en el desarrollo de la trama, la película se centra en ese personaje de infiltrado en las panteras negras, y en otros miembros de ese grupo, en especial de su líder Fred Hampton (personaje que también aparece en "El juicio de los 7 de Chicago") y su novia Deborah Johnson.

La película mantiene el interés hasta el final en la trama central y en las diferentes subtramas, aunque cuesta entrar en lo que nos quieren contar, además de que el espectador vaya por delante de algunos personajes, ya que conoce desde el principio que O´Neal es un confidente del FBI, con unas escenas de acción y tiroteos y otras más dramáticas muy bien filmadas, en parte gracias a la excelente dirección de Shaka King.

El cineasta consigue sacar adelante un proyecto de nivel, con unos planos muy bien filmados y aprovechando al máximo el reparto, en especial Daniel Kaluuya (nominado al Óscar y ganador del Globo de oro) que interpreta a Fred Hampton, pero también a un gran LaKeith Stanfield en el papel del protagonista, el infiltrado del FBI (aunque de manera sorprendente está nominado al Óscar en la de actor de reparto cuando es el protagonista de la película), y una Dominique Fishback cuyo personaje va ganando peso con el paso de los minutos como Deborah Johnson, en especial en una gran escena dramática junto a Kaluuya en la parte final.
Por contra, me parece más convencional la interpretación de Jesse Plemons, que interpreta a Roy Mitchell, que no imprime suficiente carácter a su personaje.

La película cuida al máximo todos los detalles a nivel artístico y técnico, en especial la dirección de fotografía del veterano Sean Bobbitt nominado al Óscar por su trabajo en esta película, en la que es junto a "Nomadland" el mejor trabajo en ese apartado de las que compiten en la actual temporada de premios. Se emplea de manera precisa unos colores vivos u otros más oscuros, según lo que necesita esa escena, con una textura que nos sitúa muy bien en esa época.

Me gustaría también destacar el montaje de Kristan Sprague, y un gran guion original nada sencillo por abordar muchos asuntos y desarrollarlos bien. El argumento central y a nivel estético recuerda a las películas de Spike Lee. Hay que recordar que este último filmó "Infiltrado en el KKlan" con un infiltrado policial como en esta película de Shaka King, aunque me quedo con "Judas y el mesías negro" que desarrolla mucho mejor las historias planteadas.
En los títulos de crédito finales vuelve a situarnos en la entrevista de 1989, con ese vídeo de la época, y posteriormente indicarnos mediante unos textos explicativos lo que sucedió en los años posteriores a que finalice la trama que vemos en la película.

LO MEJOR: Las actuaciones de Kaluuya, Stanfield y Fishback. La fotografía. La dirección.
LO PEOR: Cuesta entrar en la historia.

Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net, http://habladecine.com y https://www.estrenosdecine.online/

Últimamente, estamos viendo mucho de la historia de los Panteras Negras en el cine. El año pasado, sin ir más lejos, también aparecieron en El juicio de los 7 de Chicago.
Pero es que, ciertamente, la historia reciente de Estados Unidos y del movimiento por los derechos de los afroamericanos no se puede entender sin el partido fundado por Huey Newton y Fred Hampton. Y es precisamente la vida de Hampton, o más bien cómo terminó, lo que nos cuenta Judas y el mesías negro, una cinta valiente, dura, con un tono narrativo sobresaliente y muy bien rodada por Shaka King en su primer trabajo verdaderamente relevante, y así se está reconociendo en la temporada de premios.
Es innegable el poder emotivo de las imágenes, sobre todo en su impactante tercio final, y ayuda enormemente el soberbio trabajo de Daniel Kaaluya como Hampton, en una actuación llena de fuerza, y de Lakeith Stanfield, que borda los demonios de William O'Neill, el informante del FBI.
Una película quizás larga, quizás algo pasada de minutos (como muchas "importantes" de la temporada de premios), pero sin duda notable y, además, que llega en un momento de importancia y relevancia histórica inigualable. Máxima actualidad y un excelente resultado.

Lo mejor: El tono, duro y violento, como la historia, y la excepcional interpretación de Daniel Kaaluya y Lakeith Stanfield.
Lo peor: Quizás es un poco larga.

En una temática que se ha reiterado como leit motiv del cine hollywoodense del último quinquenio, los temas raciales de ayer en la sociedad estadounidense nuevamente asoman como el reflejo de conflictos que aún hoy dividen grietas que quizás nunca cierren.

"Judas y el mesías negro" (2021) es una historia basada en hechos reales que juega con el suspenso, el horror de vivencias y personajes históricos y aunque es melodramática en su mirada, enfatizando los polos, califica como una buena película que si bien se basa en la temática de los derechos civiles, también  se impregna con calidad del género de thriller policial y político.

Los prejuicios de ayer y hoy inmersos en un relato ciertamente lineal pero bien matizado y de ritmo ligero considerando sus ingredientes y el peso de sus argumentos, donde dos horas pasan sin mayor fatiga para heredar un antecedente a considerar dentro de este tipo de cintas.

Si algo se le puede retrucar es algún grado de cliché o romantización de una de las partes, generar bandos marcados y sin mucho margen para las zonas grises, pero es innegable que es un film recomendable, entretenido a la vez que crudo y que suma mucho como antecedente para entender el por qué del eterno divorcio racial y social en el país del norte.

Recomendación:
Buena. Más que una cinta más de derechos civiles, una mezcla sólida de film histórico con thriller policial y político. 

=Cité de Buyinski= www.buyinski.wordpress.com

Acudo a este film después de ver "El juicio de los 7 de Chicago" de Sorkin y quedar atrapado por el momento histórico donde el empuje social de las nuevas generaciones vieron cercenadas sus aspiraciones sociales revolucionarias por una maquinaria gubernamental que no dudó en emplearse a fondo para ello. El film complementa y ensancha la película de Sorkin, pero desgraciadamente no es Sorkin y al verlas tan de seguido se notan las diferencias, sobre todo en la puesta en escena. Aquí, a mi juicio, Shaka King no acaba de desprenderse del todo de su curriculum televisivo.

Sigo con interés la figuara del lider de Los Panteras Negras Fred Hampton y los problemas de conciencia de su Judas particular pero no me emocionan tanto las actuaciones de Kaluuya y Stanfield como los ensalza la crítica. Supongo que andaba algo dormido cuando la vi. En cualquier caso este acercamiento a Los Panteras más allá de los clichés a los que nos teníab acostumbrados en las pantallas y a un Hampton que buscó la unión de los diferentes grupos étnicos para inpulsar los derechos civiles y las mejoras sociales merece la pena. El FBI de Hoover lo añadió a la lista de Luther King y Malcom X y desgraciadamente la cosa aún colea.

cineziete.wordpress.com

Es cierto como dice mucha gente que la película se sostiene gracias a Kaluuya y Stanfield, para mí, un dúo que me gustaría ver en más películas, pero la historia también atrapa y más sabiendo que todo lo que se cuenta, pasó, con diferencias a la realidad obviamente.

La narración de la película está muy bien hecha, cuenta la historia como se debe contar aunque a veces parecía poco cronológica, o mejor dicho, que había saltos en el tiempo demasiado largos. Aún así es se entiende la película y nos enteramos de la historia en casi toda su totalidad.

Pero no veo que sea una película que destaque demasiado, dejando de lado, claro está, las actuaciones del dúo protagónico. La historia es la que es y poco más se puede hacer con ella, aunque si se pudiera contar con un tono más ameno, hubiera ganado más.