Juegos sexuales

Creo que la clave cuando se habla de esta adaptación de "Las amistades peligrosas" es no caer en la comparación entre adaptaciones y texto original; porque hay que tener muchos huevos como guionista para adaptar un clásico dramático a cine para adolescentes, y creo que Kumble sale muy bien parado de esa encrucijada.

Por eso opino que el error y lo que le juega en contra es el que se considere a la película un drama cuando en realidad es una comedia. Y está muy claro desde el comienzo que es una comedia, con tintes dramáticos, erótica, pero en definitiva una comedia romántica para adolescentes. Lo que ocurre es que es "tan muchísimo" más seria que las otras comedias románticas para chicos que nos cuesta descifrar lo que es y le terminamos diciendo: drama. El personaje de Michelle Gellar -que increíblemente ahora hace una sitcom con Robin Williams- está tan bien logrado desde los matices que en ningún momento parece paródico o exagerado, sino que por el contrario: está en lo justo. Y eso es lo que confunde a muchos y se olvidan de que es comedia, porque nos han acostumbrado a que las comedias sean sinónimos de parodia o exageración de situaciones. Entonces cuando nos enfrentamos a comedias como esta donde los personajes no se exageran, nos cuesta leer que es una comedia, sin embargo ésta lo es.

Y lo es por varias razones, no sólo por la historia, sino porque el director nos está diciendo: "es una comedia". La película comienza en un diván donde un joven le termina tomando el pelo a la psicoanalista y tomándonos el pelo a nosotros que nos habíamos creído el mismo cuento que la psicoanalista; eso es una comedia. Es también comedia el plano final -de lo decepcionante hablamos luego- de Witherspoon al estilo "Negocios riesgosos", Tom Cruise con anteojos de sol y auto a todo lo que da con vientito en la cara. Es comedia Selma Blair, por Dios, sino es comedia qué es; lo es también la madre racista de ésta; y un largo etcétera. Pretender que el film sea drama es un error.

Después el guión cae en la tentación de resolver todo por la más fácil. El planteo tan inteligente del comienzo se desmorona en un final estúpido. Lo poco creíble no es la evolución del personaje de Phillippe -que está bastante correcta dentro de todo- sino que lo absurdo es la resolución por medio de un "accidente" que dará lugar a una venganza improvisada. Es decir, final "arreglador": había que terminarlo de alguna forma y sólo se nos ocurrió esto.

Pero el film tiene otros dos grandes aliados. Uno es la banda sonora armada con canciones teenage muy bien elegidas y que le dan un punch muy importante. Y lo otro es el trío -cuarteto con la Blair- protagonista que está muy bien. Es lo mejor que le he visto a Saritah Michelle Gellar, una actriz que hacía: o terror muy malo, o comedias muy ridículas -la Daphne de "Scooby Doo"-. Witherspoon es una muy buena actriz a la que el rol virginal le cae como anillo al dedo. Y Phillippe es un actor que en lo personal no me gusta demasiado pero que aquí está muy bien como niño manipulador adinerado.

Si en "Romeo + Julieta" de DiCaprio se hablaba de una amor prohibido... En Crueles Intenciones se hace énfasis en la naturaleza perversa del amor.

Aunque es inevitable compararla con Valmont o Las Amistades Peligrosas... Creo que Crueles Intenciones logró trascender a su propia naturaleza "teen" para perdurar en el imaginario colectivo de aquella generación como un relato amargo de amor y odio desbocados.

Una película atípica para el target al que iba dirigido: desde el libreto en el que se basaba hasta el aura de sensualidad y erotismo kitsch que desprende por cada poro de celuloide.

Perversión y destrucción de toda ilusión de amor, pero entre tanta oscuridad y maldad, prevalece una historia de redención.

Sarah Michelle Gellar no es la Glenn Clouse de mirada aviesa y fogonazos psicóticos. Gellar venía de representar a la heroína de Buffy. Aquí era la zorra número uno dispuesta a todo con tal de ganar su apuesta a Sebastian.

Clásico teen de los 90'

No es otra tonta película sobre apuestas de conquista juvenil donde el galán promiscuo termina enamorándose de la doncella, va mucho más allá. Esta adaptación de la obra de Choderlos de Laclos fue llevada a una época contemporánea donde se muestra el apetito sexual de la burguesía y su contraparte una juventud inocente. Déjenme confesarles que resultó hasta risible esa extrema inocencia por parte de las adolescentes que caían rápidamente en las trampas del rubio y joven protagonista pero en fin, es un hecho que en la época que fue escrita la novela, siglo XVI, era común ver a la gente de la nobleza con gran depravación, aprovecharse de las personas puritanas.

La pareja interpretada por Ryan Phillippe (Sebastian) y Reese Witherspoon (Annette) estuvo fabulosa, se respiraba la química entre ellos dos. Realmente al comienzo de la película pensé que le iba a quedar gigante el papel a Ryan y que mejor hubiera sido un protagonista más conocido como Ben Affleck, Matt Damon o hasta Leo DiCaprio, pero sinceramente no defraudo en absoluto. Ese desenlace trágico e inesperado logró impactar al espectador y cuando eso pasa es que los protagonistas han hecho un excelente trabajo. Por otro lado, Sarah Michelle Gellar (Kathryn) estuvo jodidamente notable, derrochando sensualidad y maldad.

Debo reconocer que no he visto ninguna de las versiones anteriores, y por ello no puedo compararlas, pero sin embargo debo admitir que esta película no me ha decepcionado en absoluto. Un guión, que sin ser sobresaliente, sí funciona y nos brinda auténticos momentos sensuales como el beso que ya se ha citado, otros bien románticos muchas dosis de drama, cinismo y mala leche.

Las actuaciones están a buen nivel, con Sarah Michelle Gellar demostrando que se carrera está más allá de Buffy, un Ryan Philippe que parece muy a gusto en su papel, la recién oscarizada Reese Witherspoon en el personaje menos sobresaliente (aunque no por ello deja de hacer un buen papel) y una encantadora Selma Blair interpretando a una carismática y entrañable chica.

Impresionante argumento, exquisitas actuaciones de Ryan Phillippe, y Sara Michelle Gellar, la película de principio a fin avanza a pasos agigantados sin decaer en los estereotipos de una historia sobre casanovas, una historia de erotismo, manipulación, para llegar a ser popular.

Para Roger Kumble me demostró que es un director de mucho talento.