Juegos sexuales

Sebastian es un chaval guapo y rico, con un futuro prometedor, pero cuya vida social se basa, exclusivamente, en las relaciones sexuales. Es un obseso de las mujeres. No muy lejos de él, pero en materia de hombres, anda su hermanastra Kathryn, una golfa muy avispada, que apostará con Sebastian acerca del desvirgamiento de una casta muchachita, Annette, mientras lleva a cabo, al mismo tiempo, una nueva jugarreta para joder a su anterior novio, convirtiendo en una auténtica furcia a Cecile, la nueva amante de aquél.

En fin, igual resulta un tanto liosa la historia. Pero no está del todo mal. Ciertamente, es original (la adaptación de la novela digo), pero no llega a ser ninguna gran película. Es un producto realizado por y para el mundo teen (y sus respectivos bolsillos). En su esencia, no son más que adolescentes cachondos y lascivos, que en medio de tanto lujo y pomposidad de la alta clase neoyorquina, no tienen otra cosa que hacer que no sea pensar en sexo, en sus oscuros y pasionales juegos, repletos éstos de traiciones y engaños.

Un correcto guión lleno de un vocabulario rico sexualmente, pues hay cunnilingus, mamadas, orgasmos y un sinfín de recordatorios a la palabra “follar”, en el que Roger Kumble también deja espacio, en medio de tanto presuntuoso erotismo, para un amor cursi y repipi. En definitiva, un producto para que las emergentes estrellas juveniles (Ryan Phillippe, Sarah Michelle Gellar, Reese Witherspoon, Selma Blair) de aquel entonces se lucieran de lo lindo (con sus cuerpos, su sensualidad, sus palacetes, sus cochazos, sus vestidos y sus caras bonitas) encandilando a su fiel público, el mundo teen. Dentro de ese marco, es una película correcta. Si no estás en la edad, salvo que tengas mucha morriña, cógela con reservas. Lo digo por experiencia, no la ví en su momento (sino, igual sería de mis favoritas).

Si eres un joven de entre 14 y 25, de clase media, con afición por las buenas películas sin complicaciones, con guiones intensos (gran novela) y influenciado por la cultura pop de finales de los 90 (grandiosa banda sonora) con grupos como The Verve, Placebo o Blur esta se convertirá en la película de tu vida. Gellar enamora por su maldad y sensualidad, Phillippe esta casi perfecto (para variar) y la escena del beso...mítica. Pocas películas marcan como esta, y lo que se termina sintiendo por ella es puro amor. Siento que entre los adolescentes (entre los que me encuentro) no aprecien mas este tipo de films y no otros estilo "Viaje de pirados" o "American Pie".

Suerte.

Acabo de terminar de verla y, para mi asombro, cuando entré a ver las críticas que tenía me encuentro con que la ponen como una gran película. No sé si es que a lo mejor debería haberla visto cuando tenía quince años o qué, pero me parece una mala adaptación, con un guión ridículo hasta más no poder y con unas pésimas ``actuaciones´´ (la única que se puede salvar es Reese Witherspoon que ya apuntaba maneras). En fin, un tiempo de mi vida que no voy a poder recuperar.

Irregular historia que no termina de conectar con el espectador. Tiene buenos momentos que no terminan de encajar en un todo de la película. La parte final no está nada mal, así como la escena del famoso beso lésbico que en su momento supuso un auténtico revuelo. Poquitas cosas para una película que si tiene buen cartel, pero creo que mayoritariamente en un mundo juvenil y de impacto en su época concreta. Es de las películas que con el tiempo van perdiendo enteros.

La enigmática y compleja novela del XVIII, Les liasons dangereuses, se convierte aquí en un banal relato apto para pijos y pijos, con un Sebastian que es un monigote, interpretado planamente por Ryan Philippe.
Un fraude completo, con un erotismo cursi y falso y con una dirección superficial.
Los caracteres son epidérmicos, las interpretaciones como de cartón piedra, con un superficial barniz de sofisticación.
Hace tiempo que no veía nada tan ñoño y cursi.