Fuga en cadenas

Bellísima película que narra la aventura de dos hombres que aprovechan el accidente del autobús que les llevaba a prisión para emprender, encadenados, la huida de sus perseguidores.

Sin poder romper las cadenas que les une, han de posponer las diferencias y los odios que les enfrentan ante el interés mayor de alcanzar la libertad. Obligados a compartir la suerte del otro, van teniendo ocasión de necesitarse y de conocer la vida y las ilusiones del otro.

Al final de esa carrera hacia la libertad, ...

Genial tributo de Stanley Kramer a la igualdad, amistad y respeto que surge entre dos hombres con una cultura y unos valores opuestos. Bien es cierto que, en principio, lo hacen de una manera obligada puesto que se trata de dos presos (uno blanco y otro negro) que huyen encadenados durante un traslado a la prisión. Pero esto no desmerece ni mucho menos el mensaje transmitido por el director. Al contrario, ya que en un principio se refleja de manera muy marcada la postura de ambos personajes y se muestran los prejuicios que tienen el uno del otro (Hay que tener en cuenta la época del film). Pero conforme van pasando juntos los acontecimientos y las experiencias se puede observar un gran cambio entre éstos, dando lugar a un gran compañerismo y respeto entre ambos.


Todas las actuaciones son muy notables, destacando los papelones realizados por unos inspirados Tony Curtis y Sidney Portier y la narración es vibrante e intensa. Se muestra, de una forma magistral, la defensa antirracista que Kramer pretende reflejar, preocupado por los problemas raciales y sociales de su país. Gran mensaje y geniales diálogos.

Ahora sería imposible hacer una película con el tono que tiene “Fugitivos”. El tema del entendimiento y respeto entre las diferentes razas (que existen aunque lo nieguen), no se abordaría así. Ahora introducirían música étnica, un par de polvos interraciales, bastante violencia de la mal llamada de género y por supuesto todo tipo de primeros planos de un niño negrito mirando a cámara.

Afortunadamente Stanley Kramer no es un pusilánime, no necesita retórica ni marketing fácil para hablar de los prejuicios entre personas a priori diferentes y sobre todo de la amistad, sobre esto último, una de las más grandes películas que hayan tratado ese tema.

No me extraña por tanto que tenga una puntuación tan paupérrima, en “Fugitivos” los protagonistas no pertenecen a una ONG, al contrario son delincuentes y si al principio colaboran por interés, al final han creado unos vínculos más fuertes que el acero.

Una de las tres mejores películas de toda la carrera de Stanley Kramer, productor antes que director, y que ha pesar de ser un hombre liberal nunca fue perseguido por la Caza de brujas. ¿Saben por qué? Porque supo desde el principio que la verdadera libertad no se encuentra en una trinchera.

Nota: 8,3.

Existe una cadena invisible, entre todos los hombres, que muchos no logran ver, pero, que sigue ligada a nosotros por más que nos esforcemos por ignorarla. La rancia ideología, la política obtusa, la religión fanática y, sobre todo, el egoísmo que atenaza nuestros corazones, juegan siempre a dividirnos, a separarnos y a que compitamos rabiosamente los unos con los otros... y de esta manera, nuestra ansiada gran conquista, la Unicidad, se aleja de nuestras esperanzas, y más y más sufrimiento seguirá brotando en esta bella tierra.

John Jackson y Noah Cullen, dos fugitivos que ahora corren como animales de presa atados de una misma cadena, llevan en su mente la separatidad que les ha impuesto su rezagada cultura: “Blancos y negros no pueden vivir juntos, porque los negros son esclavos, inferiores y peligrosos, y los blancos son malvados, prepotentes y verdugos”... y así, el odio se alimenta de lado y lado, y la sociedad se ensucia cada día con el maltrato, el irrespeto y la infame violación de los más elementales derechos humanos.

Con esta premisa, el sensible sheriff, Max Muller, y demás cazadores que salen a perseguirlos, están convencidos de que no pasarán 24 horas sin que ellos se hayan matado entre sí; pero, la vida sabe, ¡bien que sabe!, que cuando dos hombres se dan –o tienen- la oportunidad de conocerse, es muy probable que aflore la mejor parte que cada uno, inamisiblemente tiene, y es entonces cuando los prejuicios y los sectarismos pueden venirse al piso, y la amistad y el respeto pueden hallar su lugar.

Escrito por Nedrick Young y Harold Jacob Smith, <<FUGITIVOS>>, es un filme que ejemplariza, magníficamente, este proceso de cambio; y con dos estupendos actores, Sidney Poitier y Tony Curtis, precisa una serie de situaciones forzadas por el destino, donde la verdadera esencia humana consigue salir a flote, y entonces, quizás nos demos cuenta de que, el color de la piel es solo incidental y que sus variables se producen con el propósito de hacer campo a la variedad, a la novedad y a los diferentes gustos que, por fortuna, tenemos los humanos.

Brillante la manera como el director, Stanley Kramer, va desgranando la toma de conciencia con sutiles detalles, relevantes confesiones y significativos eventos que, poco a poco van ensanchando los corazones, hasta llegar al punto en que él mismo siente que puede dejar en nosotros los espectadores la decisión final respecto al destino de los fugitivos.

Magnífico el rol de, Lon Chaney Jr. (Sam), demostrando que hay que haberlo vivido para comprenderlo fácil; y estupendo, Theodore Bikel (Muller), como el hombre de ley que ejerce con la certeza de que jamás un hombre puede ser tratado como si fuera un animal.

<<FUGITIVOS>> es un filme esencial para aquellos que todavía creen que, el color de la piel es razón válida para que vivamos separados. Solo la unión traerá la paz al mundo.

Título para Latinoamérica: FUGA EN CADENAS

Me sorprende mucho que una película que trata temas actuales como el racismo tenga tan poco nota en esta página.

"Fugitivos" es una película más que interesante y original, dos fugitivos, uno blanco y otro negro, huyen tras haber volcado el camión de prisioneros. En todo su largo viaje hacia la huida, la moral de cada uno y su punto de vista de las cosas será tensión y recelo para el otro.
Stanley Kramer retrata con acierto aquellos pueblos y gentes del suroeste americano, prueba de ello la escena dónde van a ser linchados.
También es de destacar esa amistad que surge entre ellos al estar unidos por una cadena, que da lugar a unos espléndidos diálogos.

Kramer saca partido del reparto con unas excelentes interpretaciones por parte de Tony Curtis, que cuando quería y le daban buenos papeles sabía actuar. Sidney Poitier está genial como ese hombre de color rabioso de todo. Theodore Bikel, queda perfecto de Sheriff, y Cara Williams está decente como mujer solitaria y necesitada. Todos estos actores estuvieron nominados al oscar.

Ésta es una película a tener en cuenta, que animo a que le vean y le suban la nota porque de verdad que lo merece.