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Críticas de Luis Guillermo Cardona
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Petro
Documental
Estados Unidos2023
--
Documental, Intervenciones de: Gustavo Petro, Francia Márquez
10
10 de abril de 2024
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En el primer capítulo de su valioso libro autobiográfico, “Una Vida, Muchas Vidas” (2021), es posible dilucidar que, el interés por la política del hoy presidente de Colombia, Gustavo Petro, provino en primer término de su mamá, doña Clara Nubia Urrego Duarte, una humilde mujer de Gachetá, Cundinamarca, que luego vivió en el barrio Las Cruces de Bogotá, en vista de que sus padres liberales, debieron huir de la amenaza conservadora durante la guerra partidista que tuvo lugar tras el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán.

Cuando se casó con don Gustavo Petro Sierra, un hombre de la costa atlántica, este la llevó a vivir a Ciénaga de Oro, Córdoba, donde nacería el ahora presidente de Colombia, pero, a los meses de nacido, marcharon de nuevo hacia Zipaquirá, Cundinamarca. Allí, la convencida gaitanista, doña Clara, se afilió a la Anapo… y el profundo amor de su hijo Gustavo por ella, lo alentó a seguirla en sus ideas. Después, sería el golpe de estado contra el presidente Salvador Allende, en Chile, el que impactó tanto a su hijo que lo animó a vincularse al Movimiento Revolucionario M-19, inspirado en Simón Bolívar y con propósitos de profundizar la democracia en un país que llevaba casi dos siglos de dominio oligárquico. M-19, se refiere al 19 de abril de 1970, fecha en que, con claras irregularidades de fraude electoral, se dio como ganador de la presidencia a Misael Pastrana Borrero, habiendo sido su adversario nada menos que Gustavo Rojas Pinilla... y curiosamente, Gustavo Petro nació el 19 de abril de 1960.

Sean Mattison, un joven documentalista estadounidense, se sintió atraído por la figura de este nuevo líder latinoamericano que ya era un fenómeno político, y decidió seguirlo durante su campaña como candidato a la presidencia, con la idea de hacer este largometraje que hoy nos pone ante los cruciales momentos históricos que llevaron, finalmente, a que por fin, Colombia, tuviera al primer presidente progresista de la historia.

En aras de hacer un documental objetivo donde pudieran verse las dos caras de la moneda, Mattison incluye fragmentos de entrevistas a gente de la oposición, y contrasta el sentir de cada uno mientras avanza, paso a paso, en el proceso electoral del Pacto Histórico.

Estructuralmente, el filme se mueve entre hechos del presente e insertos documentales que van relacionando importantes sucesos del pasado, más otros ocurridos durante el proceso de Petro como miembro del M-19 y durante su trayectoria política.

<<PETRO>>, es un documental que resulta imprescindible para historiadores… y para todas aquellas personas que quieran conocer a un líder coherente e irreductible, poseedor de una vasta cultura intelectual y sociopolítica muy superior a la de la gran mayoría de presidentes que han estado en la casa de Nariño; pero sobre todo, con un transparente y profundo compromiso con el pueblo que no veíamos desde Gaitán.

Quizás, el mayor atractivo de este oportuno y muy valioso documental, es el propósito de Verdad y Objetividad que se preserva a todo lo largo de sus 98 minutos, pues, lo reflejado en él, no es para nada la siempre manida y acomodaticia historia oficial, sino el punto de vista de un cineasta, independiente y estadounidense, para mayores garantías.

¡Imprescindible!
Luis Guillermo Cardona
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8
5 de abril de 2024
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Publicada en 1934, “Monpti”, es una novela del escritor húngaro, Gábor von Vaszary (1897-1985), la cual fue traducida a 28 idiomas. Contada como una comedia romántica, con cierto aire de tragedia, en 1956 interesó al director alemán, Helmut Käutner, quien la adaptó a guion en compañía del autor y con la colaboración de Willibald Eser.

La palabra, Monpti, es una contracción de la expresión, Mon petit (Mi pequeño), como suelen llamar algunas francesas, mimosamente, a sus hijos o a sus enamorados. Con este término y sin que pareciera importarle su nombre real (István Vaszary), la historia parece tener algo (o mucho) de autobiográfica, pues, incluso el propio director hace las veces de narrador disponiéndose a introducir y a cerrar esta romántica aventura.

Se trata de un joven dibujante húngaro de 22 años, quien recién llegado a París en condiciones bastante estrechas, en un parque conoce a una chica francesa de 17, Anne-Claire Jouvain, quien presumirá de pertenecer a una familia rica a quien recoge un chofer. Las reservas de la chica y su incuestionable encanto, hacen que el muchacho quede prendado de ella; y la simpatía del chico y su sinceridad, hacen que la joven adolescente quede con ganas de volver a verle.

Tendrá lugar así, un juego de atracciones… reservas… romanticismo… decepciones… ternura… confusiones… y situaciones inesperadas que marcarán a estos jóvenes para siempre. Todo condimentado con dinero que cae del cielo en beneficio del enamorado chico húngaro, y con saludables toques de humor (la situación con las bragas de la vecina del 17 o ciertos encuentros de la contrastante segunda pareja a bordo -Nadine y Monpti 2- son estupendos).

Una grata ambientación, una cuidada fotografía, y una efectiva edición que mantiene la dinámica a tono, se complementa con una cálida y emotiva actuación de, Romy Schneider, quien, a sus 18 años, ya era una estrella internacional recordada por, “Mädchenjahre einer Königin”, “Sissi” y “Sissi, Die junge Kaiserin”. La acompaña un simpatiquísimo, Horst Buchholz, actor alemán que ya había tenido un interesante rol en otro filme de Käutner titulado, “Himmel ohne Sterne” (1955), e hizo luego pareja con la Schneider en, “Robinson soll nicht sterben”, sobre un episodio de la vida de Daniel Defoe.

La pareja alterna, a la que el destino entrecruzará en una sorpresiva circunstancia, la interpreta, Mara Lane y Boy Cobert, con mucha gracia y solidez.

<<UN AMOR DE PARÍS>>, sirve para regresar a una época inolvidable.

Título para Latinoamérica: <<MONPTI>>
Luis Guillermo Cardona
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8
11 de marzo de 2024
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La meta última y esencial de la humanidad es la Unicidad, y todo lo que el hombre haga para separarnos a unos de los otros, es un paso atrás en el logro de esta gran meta. Cada frontera divide, cada segregación nos disminuye, y cada crimen que se cometa en defensa de estas barreras, lesiona a la sociedad entera. El Universo nos da permanentes pruebas de que Todo ha sido dado para todos: el sol, la luna y las estrellas son luz y belleza para todos; el aire es el sostén de vida para todos; la tierra da frutos y flores para todos; el mar con sus riquezas está al alcance de todos… ¡El Todo está en todo: en la semilla está el fruto y en el fruto está la semilla. ¡Todo es para todos! Pero, así como entre los recursos positivos de que nos dotó la vida están: el amor, la generosidad y el compartir; entre los recursos negativos están el egoísmo, la ambición y el acaparamiento. Así se juega, El Juego de la Vida: Cada uno elige. Cada uno asume las consecuencias.

Si entendiéramos como se debe jugar, el mundo sería de puertas abiertas. Cada persona debería poder ir a donde quiera ir, sin visas y sin discriminaciones de ningún tipo; y si viniste a hacer lo correcto; a respetar la cultura, las leyes y las personas; y si tu propósito es estudiar o trabajar dignamente, ¡Bienvenido! Pero si viniste a comportarte como un desadaptado, o peor aún, a hacer daño: ¡Te largas y las puertas de la nación para ti quedan cerradas para siempre… o se te cierran las puertas, pero quedando tú dentro de una celda!

Tras la II Guerra Mundial, las potencias aliadas se repartieron la torta de Alemania, y al dividirla, Berlín, como el resto del país, quedó partido en dos. El bloque oeste se llamó, República Federal de Alemania (RFA ), y el bloque oriental, República Democrática Alemana (RDA). Cuando se originó la llamada Guerra Fría –con el embargo de la RFA a los productos de alta tecnología, impidiendo que llegaran a la RDA-, tuvo lugar una fuerte crisis diplomática y una amenaza militar permanente de lado y lado, que llevó a que se pusieran alambradas a lo largo de la frontera y se militarizara el territorio desde ambos lados. Los estadounidenses apoyaban al ejército de la RFA, y los rusos protegían a la RDA.

Es en este momento histórico –después se construiría el famoso y vergonzoso, Muro de Berlín, que permanecería entre 1961 y 1989-, cuando veremos la suerte de penosas vicisitudes por las que pasaban los alemanes para poder comerciar o visitar a alguien al otro lado de la abominable frontera. Entre estos hechos, tendrá lugar una imaginaria, pero muy posible historia de amor, que tiene como protagonistas a una obrera de Broditz (RDA), llamada, Anna Kaminski, y a un policía de Oberfeldkirch (RFA), de nombre, Carl Altmann, quien, atraído por ella, decide ayudarla cuando cruza ilegalmente la frontera para reunirse con su hijo… y ese cielo que también es para todos, habrá de presenciar su apasionada historia de amor, la cual habrá de definirse según las decisiones que ambos finalmente tomen.

El director y guionista, Helmut Käutner, tiene aquí una difícil historia que tendrá que dirimir con la mayor sabiduría para no dejar mal parada a una nación u otra, pero, también con sutileza, irá dando puntadas que van ilustrando claras diferencias entre la gente de un lado y otro.

<<CIELO SIN ESTRELLAS>>, consigue una historia muy crítica con las fronteras y es muy emotiva ante las aspiraciones de sus personajes, dejando demostrado a plenitud, que nada podrá frenar, definitivamente, el ímpetu de libertad de las personas cuando las mueven intereses indeclinables.

Acertada interpretación de, Eva Kotthaus /Anna); Erik Schumann (Carl); Georg Thomalla (Willi); Eric Ponto (Sr. Kamisnki); y Horst Buccholz como Mischa, el soldado ruso.
Luis Guillermo Cardona
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9
10 de marzo de 2024
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En 1944, estaba en pleno auge la II Guerra Mundial: Los Aliados desembarcaron en Anzio, al sur de Roma y pronto la liberaron. Los alemanes ocuparon Hungría y obligaron a que se nombrara a un Primer Ministro Pro-nazi. Desembarco aliado en Normandía donde se crea un segundo frente contra los alemanes. En Bielorrusia, los soviéticos aniquilan a gran parte del ejército alemán; en Varsovia obligan a la rendición del comando nazi; y en Rumania, con ayuda de la oposición, derrocan el régimen del dictador Ion Antonescu, ejecutado, en 1946, por crímenes de guerra.

En este contexto histórico, el director alemán, Helmut Käutner, optó por rodar un guion que había obtenido de Walter Ulbrich, el cual ofrecía una historia pacifista; una preciosa exaltación del amor y la amistad; y un reconocimiento a aquella gente del común que, en ningún momento tomó partido por el nazismo, y en un silencio total frente a la situación política, hacía cada día su labor de supervivencia, sin más propósito que estar bien con sus familias, sus amigos, sus conquistas amorosas… y con sus compañeros de trabajo.

No faltaron, por supuesto, quienes cuestionaran esta actitud “apolítica” del director, al no haber tenido la valentía de asumir en su filme una posición directa en contra del fascismo… pero yo creo que Sí la tuvo de manera indirecta, pues, al exaltar la convivencia pacífica, el respeto por el otro, y el espíritu de solidaridad con el prójimo, claramente estaba planteando que el método fascista de agresión, invasión y exterminio, No es el camino que ansía la humanidad.

Cuando uno consigue adentrarse en, <<BAJO LOS PUENTES>>, se encuentra con una historia pletórica de belleza visual, romanticismo, sentido humano… y con unos personajes adorables que luchan por su futuro mientras sueñan con alguien a quien amar. Hendrik y Willi, dos hombres de mediana edad, son dos transportadores de carga -sirviéndose de una barcaza de su propiedad- cuyo principal pasatiempo es ver bajo las faldas de las mujeres que se estacionan en los puentes, por donde ellos pasan, para contemplar el paisaje. A cada regreso a Potsdam, visitan un Café donde ambos procuran conquistar a la camarera Vera… y es tal su aprecio que así llaman a una gansa que engordan en su barcaza a la espera de una buena cena.

Pero en una fría noche, al ver a una chica de aspecto melancólico que, desde el puente Glienicke arroja un billete de diez marcos, convencidos de que piensa suicidarse, ellos corren a auxiliarla y así comienza una aventura de amor y solidaridad, que exalta la vida y deja bien plantados al Amor y la Amistad como los grandes valores que dan sentido a la humanidad.

Carl Raddatz como Hendrik; Hannelore Schroth encarnando a Anna Altmann; Gustav Knuth en el rol de Willi; y Ursula Grabley haciendo de Vera, nos ofrecen unas memorables actuaciones y unos personajes que nos quedan tallados en la memoria.

Helmut Käutner, demuestra de nuevo que es un director de talla mayor y ahora entiendo lo que alguna vez dijo: “Hay una película mía que me encanta y casi siento que es mi mejor película, se llama, <<BAJO LOS PUENTES>>".

Adenda: Aunque se rodó en octubre de 1944, por haber prohibido los Aliados toda producción alemana, la película apenas pudo exhibirse dos años después en el Festival Internacional de Cine de Locarno, Suiza; y sería, en 1950, cuando al fin pudo verse en Alemania.
Luis Guillermo Cardona
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10
8 de marzo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un hombre con aspecto de vagabundo deambula por el desierto de Texas. No sabemos que busca ni adónde va… hasta que luego de ser atendido por un médico que lo cura de una deshidratación, su hermano, Walt, es localizado, y éste viene a su encuentro en plan de recuperarlo. Entonces, cuando al fin se decide a hablar, la primera palabra que dice Travis es, “París”… y así sabremos que quiere llegar a ese lugar, en Texas -no en Francia-, pues allí ha comprado una pequeña parcela donde esperaba vivir con su esposa y su hijo.

Han pasado cuatro años, y atrás han quedado un puñado de actitudes y comportamientos que serán los que expliquen la situación por la que venía pasando Travis. Han pasado cuatro años y su hijo, Hunter, tuvo en ese tiempo la fortuna de encontrar a, Walt y Ann, unos padres sustitutos que lo han formado de la mejor manera y lo han hecho sentirse amado… y en esos 4 años que han pasado, Travis nada sabe de Jane, su esposa y madre de Hunter, de la que, quizás, continúa enamorado.

Lo que nos ofrece el director alemán, Wim Wenders, en esta producción realizada en los Estados Unidos de América, es una magnífica historia en la que se ilustra la manera como los lazos rotos de pronto pueden anudarse de nuevo, si el ser humano aprende del dolor y la carencia que ha padecido, y se dispone de corazón a volver a ser aquel que alguna vez fue… porque mientras el cambio no sea interior y no brote del alma (metanoia), nada será duradero y todo estará siempre en el punto que tenga que estar.

Wenders, hace un perfecto uso del paisaje y de los planos lejanos para metaforizar la suerte de desierto que es el mundo para un hombre que siente un gran vacío en su corazón… y cuando ya es el momento, las tomas son más cerradas porque empieza a haber contacto afectivo y compromiso con la vida, y los espacios entonces lucen más acogedores.

En el guion escrito por, Sam Shepard y L.M. Kit Karson, pesa también la importancia del conocer y el comprender, porque el entendimiento que obtenemos del otro, de sus errores y sus afanes de rehacer su vida, logramos encontrar que es un ser en busca de sentido… y de esta manera logramos sentirlo como debe ser.

Harry Dean Stanton (Travis) y Nastassja Kinski (Jane), consiguen llegarnos al alma con sus personales experiencias… y la secuencia ante el cristal-espejo es de antología por su enorme carga emocional. A su lado, Dean Stockwell, Aurore Clément y Hunter Carson, son un excelente refuerzo para una historia cargada de humanidad y de todos esos valores que, a fin de cuentas, hacen que la vida sea muy digna de ser vivida.

Con el más alto merecimiento, <<PARÍS, TEXAS>>, obtuvo la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Se llevó el Globo de Oro y también el Premio César a Mejor Película Extranjera; y obtuvo el premio BAFTA a Mejor Director.

Esta es la suerte de filme que obtiene de inmediato el sello de la permanencia.
Luis Guillermo Cardona
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