Fuga en cadenas

El diector Stanley Kramer rodó muy acertadamente esta película en blanco y negro, cuando tuvo otras posibilidades más vistosas en el año 1958, pues los blancos y negros dan un tono más realista a este argumento y también, marcan más la diferencia del color de la piel de los dos protagonistas, obteniendo con ello un Oscar de la Academia.
A lo largo del film asistimos a una interpretación más que estimable de los actores Tony Curtis y epecialmente Sidney Poitier, magnificamente dirigidos, y donde tuvieron que mojarse a fondo en diversas secuencias del film, y no ya en el sentido figurado de la intepretación, sino en lo más directo del mojarse, pues son varias las secuencias de la película donde los dos se empapan de agua hasta la extenuación sin trucos de ninguna clase, así como el tabaco también tiene un protagonismo destacado, llueva o no.
El argumento nos muestra un estudio psicológico del ser humano son sus egoismos, su enfrentamiento racial y también, el poder de la amistad creada por las vivencias difíciles vividas a la fuerza por los dos protagonistas en la primera parte del film.
Película recomendable, que está entre las mejores de estos dos actores, destacando así mismo la dirección y el guión.

José Antonio ZG

Y unas cuantas cosas más es lo que dice la letra de la canción del negro fugado, una canción un tanto extraña pero para el que la hizo seguro que tenía algún sentido. Y el negro lo encontró. Tal vez eso es lo que quieren encontrar los dos fugados, algún sentido a su vida pero primero tendrán que ser libres.
Es muy fácil ver el mensaje sobre amistad, racismo, libertad, y chorradas como esas. Hipocresía en toda regla. Aquí lo que cuenta es que la gente se lo cree pero en realidad no son más que avatares de la fuga. Dicho en una película de abogados eso no serían más que pruebas circunstanciales. Lo que impera es el odio que mueve al hombre para mantener su dominio sobre los demás. ¡Imponerse! Ese es el objetivo. Es como el cuento de la solidaridad, a la hora de la verdad como se ha visto en estos aciagos día de confinamiento gracias a los putos chinos y su virus, es que cuando uno se ve agobiado, arrasará con todo lo que pueda y si tiene que pisar al vecino, lo pisará mil veces con tal de que pueda acaparar todo lo máximo posible.
Eso no quita que siempre haya un alma noble perdido por ahí. Aquí sale uno y lleva marcas en las muñecas. Es el buen samaritano.

¡Máquina de coser!

Ésta sí que es y no la tontorrona de "Encadenados" (1946) de Alfred Hitchcock. Sea como fuere drama racial rodado en un riguroso blanco y negro en distintos lugares de California, que llegó a optar a nueve Oscars de la Academia, incluido el de mejor película, pero que finalmente sólo se llevó dos: mejor guión adaptado y mejor fotografía, si bien la dirección de Stanley Kramer y las actuaciones de Tony Curtis y Sidney Poitier son notables. Basada en una historia de Nedrick Young ha llegó a hacerse al menos un remake, la de "Fugitivos encadenados" (1996) con Laurence Fishburne y Stephen Baldwin, y una divertidísima parodia en "Toma el dinero y corre" (1969) de Woody Allen.

"Fugutivos" va sobre dos presos que se han fugado pero con la particularidad de que están esposados uno al otro y además uno es negro y el otro blanco. En otras circunstancias esto último sería irrelevante pero nos encontramos en los Estados Unidos de los años 50, encima en el sur demócrata, por lo que el asunto racial es abordado con acierto en reiteradas ocasiones. Pero además existe una reflexión cargada de cierto lirismo sobre la amistad, los sueños o las vidas truncadas, al mismo tiempo que una feroz mirada a la ultraliberal sociedad norteamericana. Puede que peque de lineal, que la aparición femenina sea algo delirante o que le falte algún giro más, pero aún así es interesante.

En poca más de 90 minutos (lo que dura un partido de fútbol, por ejemplo) esta pequeña maravilla que apenas conocía me hizo pensar, sufrir y casi llorar por dos presos fugados con las grandiosas interpretaciones de dos grandes de esto llamado cine: Tony Curtis (nominado al Oscar por este papel) y Sidney Poitier.
El guión está plagado de grandes frases, mejores réplicas y trata de temas tan universales como el compañerismo, la amistad y la soledad hasta temas tan en boga (y tristemente muy actual), el racismo.
Esta película también deja ratos cómicos y muestra que el sistema penitenciario es injusto, es decir, que la justicia no es igual para todos (¿Verdad, Cristina?)
Bueno, y poco más que decir, miradla y ya me comentareis.
¡Y que viva el cine!

47/01(02/03/08) Buena cinta sobre el canto al entendimiento entre razas, con muy buena dirección de Stanley Kramer, con unos muy buenos secundarios, una preciosa fotografía que nos sumerge en la América profunda, una América llena de pantanos, sucia, asquerosa. Los fugitivos a través de su huida nos presentan una serie de personajes, al igual que en el lado de los perseguidores, que dan bastante fuerza a la historia, con un final que dá un sentido profundo al film. Recomendable para todos. Fuerza y honor!!!