Un día perfecto
2015 

6.6
16,792
Drama
En una zona en guerra, en la que los cascos de las Naciones Unidas tratan de controlar la situación, varios personajes viven sus propios conflictos; Sophie (Mélanie Thierry) quiere ayudar a la gente, Mambrú (Benicio del Toro) quiere volver a casa, y Katya (Olga Kurylenko) quiso una vez a Mambrú. Por su parte Damir (Fedja Stukan) quiere que la guerra termine, Nikola (Eldar Residovic) quiere un balón de fútbol, y B (Tim Robbins) no sabe ... [+]
21 de diciembre de 2015
21 de diciembre de 2015
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
He de confesar que el cine de Leon De Aranoa nunca me ha atrapado lo suficiente, lo encuentro de una gravedad innecesaria y se aleja del equilibrio que entiendo debería tener cualquier película entre la emoción y la reflexión. Quizás por eso recibí esta nueva película suya con mas reparos que ganas pero la sorpresa ha sido mayúscula al comprobar cuanto hay de buen cine (o del cine que a mi me gusta) en "Un día perfecto". Aranoa ha conseguido el milagro de lograr el y ha tenida la suficiente inteligencia para sacrificar sus excesos autorales en beneficio de un producto mas internacional (cosa que el producto agradece porque es mas global). La excusa de una cuerda y un cadáver en un pozo de agua es un excelente recurso menor para presentarnos unos personajes (muy bien escritos y mejor interpretados) de los que es imposible no enamorarte. El guión es simplemente perfecto y busca la descripción por encima de la acción. Y es que resulta que si alguien os preguntase de que va "Un día perfecto" y se lo explicáis, seguramente no iría a ver la película. Lo que parece una simple anécdota se usa como excusa para construir un inteligente alegato pacifista a modo de moderno western donde nunca pasa nada pero todo el rato se están contando cosas. El sentido del humor y el drama están en equilibrio perfecto, Benicio Del Toro está espectacular y el resto de actores están de lo mas creíbles (incluso ese delenguado cowboy que interpreta Tim Robbins). Además, deja espacio a la reflexión pero siempre desde el entretenimiento.
"Un dia perfecto" es quizás el mejor alegato antibélico que se ha rodado en nuestro país y está a la altura de cualquier clásico. Que no os distraiga su apariencia de melodrama comercial, esto es buen cine (pero muy bueno), magníficamente estructurado y maravillosamente interpretado. Toda una sorpresa, lo reconozco.
"Un dia perfecto" es quizás el mejor alegato antibélico que se ha rodado en nuestro país y está a la altura de cualquier clásico. Que no os distraiga su apariencia de melodrama comercial, esto es buen cine (pero muy bueno), magníficamente estructurado y maravillosamente interpretado. Toda una sorpresa, lo reconozco.
8 de febrero de 2016
8 de febrero de 2016
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Salvo muy contadas excepciones todos los grandes cineastas han tenido altibajos en sus carreras por unos u otros motivos. Desde la impagable y premonitoria "Los lunes al sol" (2002) León de Aranoa no acababa de reencontrar su tono. Afortunadamente ha dado un golpe de timón, un cambio de registro, sin abandonar su inquietudes sociales y nos regala esta película, que personalmente me ha encantado.
Gran adaptación de la novela "Dejarse llover" de la madrileña Paula Farias presidenta de Médicos Sin Fronteras, sobre la vida de un grupo de cooperantes al final de la guerra de los Balcanes en los años 90, para vergüenza de una Europa que no supo atajar un conflicto en su propia casa y que trajo el horror durante una década a millones de personas y cuyas consecuencias aún guardan rescoldos de futuro incierto.
Acaban de entregarse los Goya y Fernando León ha sido recompensado por esta adaptación y sin desmerecer al resto de candidatas merecía alguno más.
El reparto internacional cumple a la perfección con sus roles y el tono formal mesurado se agradece pero no evita que la crueldad, el caos, el miedo, la ineficacia y la avaricia de aquellos implicados en el conflicto esté siempre latente y que la tensión envuelta en brillantes diálogos y en un humor de subsistencia, no decaiga. Cada uno de los personajes principales representa una forma diferente de afrontar una realidad cruel y sin sentido en la que voluntariamente han decidido poner parte de sus vidas para ayudar a paliar el desastre. Un gran trabajo de los cooperantes reales y de sus alter egos en la pantalla.
Gran adaptación de la novela "Dejarse llover" de la madrileña Paula Farias presidenta de Médicos Sin Fronteras, sobre la vida de un grupo de cooperantes al final de la guerra de los Balcanes en los años 90, para vergüenza de una Europa que no supo atajar un conflicto en su propia casa y que trajo el horror durante una década a millones de personas y cuyas consecuencias aún guardan rescoldos de futuro incierto.
Acaban de entregarse los Goya y Fernando León ha sido recompensado por esta adaptación y sin desmerecer al resto de candidatas merecía alguno más.
El reparto internacional cumple a la perfección con sus roles y el tono formal mesurado se agradece pero no evita que la crueldad, el caos, el miedo, la ineficacia y la avaricia de aquellos implicados en el conflicto esté siempre latente y que la tensión envuelta en brillantes diálogos y en un humor de subsistencia, no decaiga. Cada uno de los personajes principales representa una forma diferente de afrontar una realidad cruel y sin sentido en la que voluntariamente han decidido poner parte de sus vidas para ayudar a paliar el desastre. Un gran trabajo de los cooperantes reales y de sus alter egos en la pantalla.
2 de septiembre de 2015
2 de septiembre de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todo lo que ha hecho Fernando León está a gran nivel.
Esta a pesar de no es de sus mejores me ha parecido una buena película, aunque tiene momentos que parece desfallecer, pero sabe levantarla con ese plantel de grandes actores con la que cuenta.
Es ante todo un film sobre el absurdo de las guerras. Tiene momentos de humor del absurdo, pero otros donde te llega a la boca del estómago y te retuerces en la butaca.
A mí me recuerda “En tierra de nadie” sobre el mismo conflicto, pero también M.A.S.H., la gran sátira sobre la guerra de Vietnam de Robert Altman de la que luego salió la serie del mismo nombre.
Esta a pesar de no es de sus mejores me ha parecido una buena película, aunque tiene momentos que parece desfallecer, pero sabe levantarla con ese plantel de grandes actores con la que cuenta.
Es ante todo un film sobre el absurdo de las guerras. Tiene momentos de humor del absurdo, pero otros donde te llega a la boca del estómago y te retuerces en la butaca.
A mí me recuerda “En tierra de nadie” sobre el mismo conflicto, pero también M.A.S.H., la gran sátira sobre la guerra de Vietnam de Robert Altman de la que luego salió la serie del mismo nombre.
8 de septiembre de 2015
8 de septiembre de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo más interesante de esta producción española –filmada en inglés- es mostrar lo que pasa más allá de las imágenes de destrucción y barbarie que suelen acompañar cualquier película de temática bélica. En “Un día perfecto” la acción se centra en un grupo de cooperantes que, a pesar de sus limitados medios, ofrecen todas sus fuerzas en pos de mejorar la difícil vida de los pobladores afectados, en este caso, por el conflicto en los Balcanes de la década de los noventa. La tensión se presenta cuando los obstáculos vienen de otros organismos que se suponen que tienen el mismo fin.
Basado en el libro “Dejarse llover” de Paula Farias, el reconocido director y guionista Fernando León de Aranoa –autor de “Los lunes al sol”- reúne un solvente reparto internacional que se convierte en una de las fortalezas del film. Benicio del Toro es el curtido líder de un equipo que tiene que sacar a un muerto del único pozo del pueblo antes de que éste se vuelva inutilizable. Se acompaña de Mélanie Thierry, experta en salubridad pero novata en misiones humanitarias y del divertido Tim Robbins, otro cooperante con mil batallas a cuesta, quien tiene una visión particular para solucionar las dificultades fuera de los cánones oficiales.
La principal problema de la película es que su argumento, atractivo pero sencillo, queda corto para un largometraje de 106 minutos de duración. A excepción del último cuarto de hora, el desarrollo es lento y algunas de las tramas secundarias –como la tensión sexual entre Del Toro y Olga Kurylenko, otra veterana cooperante que se integra al grupo a mitad de la película- no aporta nada al tema principal. Quizás es ese ritmo pausado lo que revaloriza a la discordante banda sonora –criticada por algunos-, con música de Ramones, Marilyn Manson y Lou Reed. Su estridencia anima las escenas de largos recorridos y solitarias carreteras.
Aunque está catalogada como comedia dramática, no tiene tanto ni de lo uno ni de lo otro, aunque existen algunos –pocos- diálogos que logran sacar una gran sonrisa. Filmado en las montañas de Granada, es destacable la fotografía de Álex Catalán –ganador del Goya de 2014 por “La isla mínima”- y el trabajado diseño de producción que nos traslada con acierto a un recóndito paraje de la antigua Yugoslavia. A pesar de sus flaquezas, es una película que deja una buena sensación al salir de la sala.
http://kikemorey.wordpress.com/
Basado en el libro “Dejarse llover” de Paula Farias, el reconocido director y guionista Fernando León de Aranoa –autor de “Los lunes al sol”- reúne un solvente reparto internacional que se convierte en una de las fortalezas del film. Benicio del Toro es el curtido líder de un equipo que tiene que sacar a un muerto del único pozo del pueblo antes de que éste se vuelva inutilizable. Se acompaña de Mélanie Thierry, experta en salubridad pero novata en misiones humanitarias y del divertido Tim Robbins, otro cooperante con mil batallas a cuesta, quien tiene una visión particular para solucionar las dificultades fuera de los cánones oficiales.
La principal problema de la película es que su argumento, atractivo pero sencillo, queda corto para un largometraje de 106 minutos de duración. A excepción del último cuarto de hora, el desarrollo es lento y algunas de las tramas secundarias –como la tensión sexual entre Del Toro y Olga Kurylenko, otra veterana cooperante que se integra al grupo a mitad de la película- no aporta nada al tema principal. Quizás es ese ritmo pausado lo que revaloriza a la discordante banda sonora –criticada por algunos-, con música de Ramones, Marilyn Manson y Lou Reed. Su estridencia anima las escenas de largos recorridos y solitarias carreteras.
Aunque está catalogada como comedia dramática, no tiene tanto ni de lo uno ni de lo otro, aunque existen algunos –pocos- diálogos que logran sacar una gran sonrisa. Filmado en las montañas de Granada, es destacable la fotografía de Álex Catalán –ganador del Goya de 2014 por “La isla mínima”- y el trabajado diseño de producción que nos traslada con acierto a un recóndito paraje de la antigua Yugoslavia. A pesar de sus flaquezas, es una película que deja una buena sensación al salir de la sala.
http://kikemorey.wordpress.com/
17 de septiembre de 2015
17 de septiembre de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fernando León de Aranoa ha destacado desde sus inicios por la realización y desarrollo de potentes dramas sociales, de historias de apariencia mínima pero de gran intensidad, desesperanza y amistad. Ejemplo de ello son sus anteriores trabajos: ‘Familia’, ‘Barrio’, ‘Los lunes al sol’, ‘Princesas’ y las más floja ‘Amador’.
Aranoa es sin lugar a dudas uno de nuestros directores en activo más galardonados (3 Goyas como director, 1 como guionista y otro como documentalista) pero sobre todo más interesantes, algo que no debe ser baladí a la hora de seleccionar la película a visionar en las salas. ‘Un día perfecto’ nos llega tras cinco años de pausa en el estreno de largometrajes.
La historia está basada en la novela de Paula Farias y a través de un elenco internacional nos cuenta y nos presenta las complicaciones que padecen un grupo de cooperantes internacionales a finales de los 90 en los Balcanes, cuya misión no es otra que la limpieza de un pozo de agua potable, vital para la supervivencia de los cientos de personas de las poblaciones más próximas a las que abastece. Una historia que a pesar de ubicarse casi veinte años atrás la encontramos muy en boga por la triste y grave crisis bélica y de refugiados que asola Siria. La película, tras unos primeros minutos de visionado, deja notar la impronta de un presupuesto más potente, a diferencia de lo que suele predominar en las producciones del director madrileño, sello que apreciamos por el empleo de cámaras aéreas -marca de la casa de Alex Catalán, premiado director de fotografía por su excelente trabajo en ‘La isla mínima- , las dificultades de filmar en territorios tan desérticos y hostiles visualmente hablando o por la presencia de actores de talla internacional como Benicio del Toro, Tim Robbins u Olga Kurylenko. En ‘Un día perfecto’ y con guion propio -como suele ser habitual- Aranoa pone el acento en dar valor al trabajo de todos aquellos colaboradores de ong’s y organismos colaboracionistas en conflictos armados que luchan por ayudar a los civiles de las regiones afectadas. Una labor vital y a la que no siempre se le da el valor que merece.
En ‘Un día perfecto’ acompañaremos a un grupo de cooperantes -un veterano con ganas de volver (Benicio del Toro) y debilidad por el sexo opuesto, una novata y concienciada colaboradora francesa (Melany Thierry), un alocado y desconcertante veterano (Tim Robbins), un traductor autóctono (Fedja Stukan), una supervisora con vínculos con uno de ellos (Olga Kurylenko) y un niño víctima de la guerra (Eldar Residovic)- durante 24 horas en las que sufrirán las dificultades y las incongruencias que se viven en los momentos previos al alto el fuego: Lucha de poder entre las etnias propias, los rebeldes, los militares internacionales trasladados, la pobreza y las inclemencias propias de la región. Todo ello a través de brillantes diálogos, una rica fotografía y un sentido del humor (canalizado en su mayor parte a través del personaje interpretado por Tim Robbins) que modula la tensión de lo vivido. El film arrastra cierto problema de ritmo y las situaciones pueden tornarse en ocasiones demasiado recurrentes concediendo al espectador esa extraña sensación de deja vú, sin embargo Aranoa trata de contrarrestarlo con una chocante e intensa banda sonora plena de éxitos roqueros y al máximo volumen. Ciertamente un contraste llamativo.
El guion es interesante y rico en diálogos, sin embargo denota cierta liviandad en detalles que quizás ni su tono cómico soporten. Interpretativamente la película es irregular, superando lo positivo a lo negativo: tanto Benicio del Toro como Tim Robbins muestran sus dotes interpretativas pero sin alardes (del Toro alterna además varios idiomas -una conversación en castellano con un Sergi Gómez que pasaba por allí-, de ahí que sea recomendable su visionado en versión original) y es sin embargo es Melany Thierry quien soporta la mayor carga dramática. Con quien no me acabo de reconciliar es con Olga Kurylenko. No hace suyo el papel y pasa por la película con más pena que gloria, en además, uno de los aspectos de guion más discutibles: el lío de faldas de Mambrú (del Toro) con Katya (Kurylenko) y las llamadas a su mujer.
‘Un día perfecto’ resulta un film muy correcto, una historia mínima con una temática interesante y que presenta una indefinición de tono (cómico y dramático) que no le ayuda. Interesante a pesar de –evidentemente- no ser el mejor trabajo de Fernando León de Aranoa.
Lo mejor: La fotografía y Melany Thierry. Las bromas de Tim Robbins.
Lo peor: Olga Kurylenko.
Valoración:
Banda sonora: 6
Fotografía: 7
Interpretación: 6,5
Dirección: 6,5
Guion: 5
Satisfacción: 6
NOTA FINAL: 6,2
@hilodeseda - www.habladecine.com
Aranoa es sin lugar a dudas uno de nuestros directores en activo más galardonados (3 Goyas como director, 1 como guionista y otro como documentalista) pero sobre todo más interesantes, algo que no debe ser baladí a la hora de seleccionar la película a visionar en las salas. ‘Un día perfecto’ nos llega tras cinco años de pausa en el estreno de largometrajes.
La historia está basada en la novela de Paula Farias y a través de un elenco internacional nos cuenta y nos presenta las complicaciones que padecen un grupo de cooperantes internacionales a finales de los 90 en los Balcanes, cuya misión no es otra que la limpieza de un pozo de agua potable, vital para la supervivencia de los cientos de personas de las poblaciones más próximas a las que abastece. Una historia que a pesar de ubicarse casi veinte años atrás la encontramos muy en boga por la triste y grave crisis bélica y de refugiados que asola Siria. La película, tras unos primeros minutos de visionado, deja notar la impronta de un presupuesto más potente, a diferencia de lo que suele predominar en las producciones del director madrileño, sello que apreciamos por el empleo de cámaras aéreas -marca de la casa de Alex Catalán, premiado director de fotografía por su excelente trabajo en ‘La isla mínima- , las dificultades de filmar en territorios tan desérticos y hostiles visualmente hablando o por la presencia de actores de talla internacional como Benicio del Toro, Tim Robbins u Olga Kurylenko. En ‘Un día perfecto’ y con guion propio -como suele ser habitual- Aranoa pone el acento en dar valor al trabajo de todos aquellos colaboradores de ong’s y organismos colaboracionistas en conflictos armados que luchan por ayudar a los civiles de las regiones afectadas. Una labor vital y a la que no siempre se le da el valor que merece.
En ‘Un día perfecto’ acompañaremos a un grupo de cooperantes -un veterano con ganas de volver (Benicio del Toro) y debilidad por el sexo opuesto, una novata y concienciada colaboradora francesa (Melany Thierry), un alocado y desconcertante veterano (Tim Robbins), un traductor autóctono (Fedja Stukan), una supervisora con vínculos con uno de ellos (Olga Kurylenko) y un niño víctima de la guerra (Eldar Residovic)- durante 24 horas en las que sufrirán las dificultades y las incongruencias que se viven en los momentos previos al alto el fuego: Lucha de poder entre las etnias propias, los rebeldes, los militares internacionales trasladados, la pobreza y las inclemencias propias de la región. Todo ello a través de brillantes diálogos, una rica fotografía y un sentido del humor (canalizado en su mayor parte a través del personaje interpretado por Tim Robbins) que modula la tensión de lo vivido. El film arrastra cierto problema de ritmo y las situaciones pueden tornarse en ocasiones demasiado recurrentes concediendo al espectador esa extraña sensación de deja vú, sin embargo Aranoa trata de contrarrestarlo con una chocante e intensa banda sonora plena de éxitos roqueros y al máximo volumen. Ciertamente un contraste llamativo.
El guion es interesante y rico en diálogos, sin embargo denota cierta liviandad en detalles que quizás ni su tono cómico soporten. Interpretativamente la película es irregular, superando lo positivo a lo negativo: tanto Benicio del Toro como Tim Robbins muestran sus dotes interpretativas pero sin alardes (del Toro alterna además varios idiomas -una conversación en castellano con un Sergi Gómez que pasaba por allí-, de ahí que sea recomendable su visionado en versión original) y es sin embargo es Melany Thierry quien soporta la mayor carga dramática. Con quien no me acabo de reconciliar es con Olga Kurylenko. No hace suyo el papel y pasa por la película con más pena que gloria, en además, uno de los aspectos de guion más discutibles: el lío de faldas de Mambrú (del Toro) con Katya (Kurylenko) y las llamadas a su mujer.
‘Un día perfecto’ resulta un film muy correcto, una historia mínima con una temática interesante y que presenta una indefinición de tono (cómico y dramático) que no le ayuda. Interesante a pesar de –evidentemente- no ser el mejor trabajo de Fernando León de Aranoa.
Lo mejor: La fotografía y Melany Thierry. Las bromas de Tim Robbins.
Lo peor: Olga Kurylenko.
Valoración:
Banda sonora: 6
Fotografía: 7
Interpretación: 6,5
Dirección: 6,5
Guion: 5
Satisfacción: 6
NOTA FINAL: 6,2
@hilodeseda - www.habladecine.com
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