London Boulevard
5.4
6,387
Thriller. Romance
Tras salir de la cárcel, un criminal del sur de Londres intenta olvidar su pasado y cambiar de vida; se convierte entonces en el protector de una joven actriz que tiene ciertos problemas. Debut en la dirección de William Monahan, guionista de Infiltrados (Martin Scorsese, 2006) y ganador del Oscar por ese mismo trabajo. (FILMAFFINITY)
3 de septiembre de 2014
3 de septiembre de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si Guy Ritchie hiciera un remake de "Carlito's Way", "London Boulevard" es exactamente lo que saldría. Lo único que le falta a Monahan para alcanzar a Ritchie es su sentido del humor, y ese es uno de los problemas de "London Boulevard": cuando aspiras a imitar a un director de videoclips de larga duración tu punto de partida es bajo.
Por culpa del guión, y sobre todo de la dirección, a la película le falta interés, acción y corazón. Y es una pena, porque tiene buenos mimbres, sobre todo gracias a Colin Farrell. Sin embargo se queda en eso, buenos mimbres. Queda lejos de "Carlito's Way", en este caso la comparación es tan odiosa como obligada.
Es entretenida, pero la olvidarás con facilidad. Es más de lo que se puede decir del 90% del cine actual.
Por culpa del guión, y sobre todo de la dirección, a la película le falta interés, acción y corazón. Y es una pena, porque tiene buenos mimbres, sobre todo gracias a Colin Farrell. Sin embargo se queda en eso, buenos mimbres. Queda lejos de "Carlito's Way", en este caso la comparación es tan odiosa como obligada.
Es entretenida, pero la olvidarás con facilidad. Es más de lo que se puede decir del 90% del cine actual.
10 de noviembre de 2014
10 de noviembre de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El guionista de Infiltrados (2006) William Monahan debuta en la dirección con un thriller inspirado en el tono que han creado cineastas como Tarantino o el propio Scorsese.
Un Farrell en el clásico papel de tipo duro redentor sale de la cárcel y quiere encontrar una normalidad buscando cualquier trabajo "normal", finalmente encontrará trabajo para una actriz que se esconde de su fama y con pánico a salir a la calle (interpretada por Keira Knightley).
Una cinta en la que no se encuentran grandes cosas a destacar pero que tiene en su tono cool su mayor baza; gracias sobretodo al acompañamiento musical con grandes canciones del rock de los 60 que le dota de un ritmo entretenido gracias al cual funciona como thriller; aunque es en su subtrama romántica (recuerda mucho a El guardaespaldas (19992), donde encontramos sus puntos débiles.
Aún así, estamos ante un digno thriller que no destacará por su originalidad pero si nos deja un villano digno de Tarantino ante la fantástica composición que crea Ray Winstone además de una atractiva pareja protagonista.
Un Farrell en el clásico papel de tipo duro redentor sale de la cárcel y quiere encontrar una normalidad buscando cualquier trabajo "normal", finalmente encontrará trabajo para una actriz que se esconde de su fama y con pánico a salir a la calle (interpretada por Keira Knightley).
Una cinta en la que no se encuentran grandes cosas a destacar pero que tiene en su tono cool su mayor baza; gracias sobretodo al acompañamiento musical con grandes canciones del rock de los 60 que le dota de un ritmo entretenido gracias al cual funciona como thriller; aunque es en su subtrama romántica (recuerda mucho a El guardaespaldas (19992), donde encontramos sus puntos débiles.
Aún así, estamos ante un digno thriller que no destacará por su originalidad pero si nos deja un villano digno de Tarantino ante la fantástica composición que crea Ray Winstone además de una atractiva pareja protagonista.
8 de abril de 2016
8 de abril de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy bien ambientada, sabe captar el hampa londinense. Atrapa desde el principio con un guión frenético y nada confuso, pero sobre la hora la película se hace un "pelín" lenta lo que da la sensación de que el director no sabe como darle fin. A parte de eso, gran film. Buenos mimbres que quizás otro director hubiese llevado a todo un éxito de taquilla.
6 de abril de 2024
6 de abril de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como si de un desafío personal se tratara, “London Boulevard” trata de llevar a la pantalla todos y cada uno de los elementos de la novela en la que se basa, sin sacrificar tramas o limar personajes. El esfuerzo para mantener toda la acción y todas las tramas en movimiento es notable y el resultado muy meritorio, pero paga un precio en cuanto a fluidez general. Si bien cada elemento por separado funciona, los continuos cambios de contexto restan mucha agilidad y son tan bruscos que, en ocasiones, cuesta adaptar el marco mental para pasar de una trama de amistades traicioneras a una de amor, luego a otra de acción y vuelta al romance sin que las cohesión mental, la sensación de estar viendo una película y no tres a la vez, se resienta.
El trabajo de realización y de guionizaje es muy bueno, con personajes tarantinianos en narrativas de Scorsese o De Palma complicados de integrar pero bien resueltos, muy atractivos y bien interpretados. Pero, si bien en estos casos suele haber un problema de desproporción entre objetivos a desarrollar y medios para alcanzarlos, lo que hay en este caso es un desequilibrio entre lo que ofrece “London Boulevard” y lo que se le puede pedir a la mente del espectador que aguante. Hay una máxima de la oratoria que dice que no puedes retener la atención de la gente más de diez minutos (hablando de un tema) y la cinta tiene como tres tramas principales que se desgranan en siete u ocho flujos de acción íntimamente relacionados pero de naturalezas y ritmos bien distintos con los que cuesta seguir el paso. Puede que sea mi sesgo personal, pero creo que la parte de acción, la parte mafiosa, está más lograda que el drama romántico con Keira, pero puede que a otros les pase justo lo contrario. En todo caso, ese es el problema: que la gente que sea más de acción le gustarán mucho unas partes y se aletargará con otras y viceversa.
Me sobró el final, una especie de moraleja metáforica de algo por concretar un tanto fuera de tono, muy artificial y ya visto en otras ocasiones… pero, a mí, el conjunto llegó a gustarme, aunque tuve que poner bastante de mi parte. Collin Farrell, todo un acierto, de los pocos intérpretes capaces de moverse entre varios mundos. Extensible al resto del reparto.
El trabajo de realización y de guionizaje es muy bueno, con personajes tarantinianos en narrativas de Scorsese o De Palma complicados de integrar pero bien resueltos, muy atractivos y bien interpretados. Pero, si bien en estos casos suele haber un problema de desproporción entre objetivos a desarrollar y medios para alcanzarlos, lo que hay en este caso es un desequilibrio entre lo que ofrece “London Boulevard” y lo que se le puede pedir a la mente del espectador que aguante. Hay una máxima de la oratoria que dice que no puedes retener la atención de la gente más de diez minutos (hablando de un tema) y la cinta tiene como tres tramas principales que se desgranan en siete u ocho flujos de acción íntimamente relacionados pero de naturalezas y ritmos bien distintos con los que cuesta seguir el paso. Puede que sea mi sesgo personal, pero creo que la parte de acción, la parte mafiosa, está más lograda que el drama romántico con Keira, pero puede que a otros les pase justo lo contrario. En todo caso, ese es el problema: que la gente que sea más de acción le gustarán mucho unas partes y se aletargará con otras y viceversa.
Me sobró el final, una especie de moraleja metáforica de algo por concretar un tanto fuera de tono, muy artificial y ya visto en otras ocasiones… pero, a mí, el conjunto llegó a gustarme, aunque tuve que poner bastante de mi parte. Collin Farrell, todo un acierto, de los pocos intérpretes capaces de moverse entre varios mundos. Extensible al resto del reparto.
17 de noviembre de 2011
17 de noviembre de 2011
7 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
El oscarizado guionista de “Infiltrados” William Monahan decepciona en su debut detrás de las cámaras con esta película en la que queda en evidencia su escasa habilidad para dirigir largometrajes. Aún diré más. A mí personalmente, después de ver este “London Boulevard” me surgen dudas más que razonables sobre las dotes del muchacho incluso como escritor. A fin de cuentas, la propia “Infiltrados” no era sino un remake de un éxito hongkonés, con lo cual la historia ya había sido escrita por otros, y el mérito era cuando menos compartido. Y conviene no olvidar tampoco que en tiempos el ahora director escribió para Ridley Scot el guión de “El reino de los cielos”, que además de ser una peli bastante regulera contaba con un argumento que hacía aguas en no pocos flancos.
Para estrenarse en la realización, Monahan ha elegido adaptar a la gran pantalla una novela del escritor británico Ken Bruen ambientada en el mundo del crimen organizado y los barrios bajos londinenses. Tampoco me ha parecido material de primera la verdad; la veo más bien como una historia algo descafeinada, aburrida la mayor parte del tiempo, y con algún que otro tópico más de la cuenta. Comparto además con una crítica precedente lo absurdo del punto de partida argumental (una megaestrella internacional del cine que contrata los servicios de un macarrilla de dudosa reputación ¡¡ ex – convicto ¡¡ para más inri con el fin de que la proteja del acoso de los paparazzi). Añádase a lo anterior, una narración tremendamente confusa y enrevesada debido a las múltiples subtramas que se van entrecruzando por el camino – sin mucha razón de ser la mayoría- y un dibujo paupérrimo de personajes en los que apenas se profundiza (especialmente sangrante en el caso del que interpreta Keira Knightley). Uno de los lastres de la película es precisamente la historia de amor entre los dos protagonistas que no funciona en ningún momento, y no es culpa sólo de los actores que quizá tampoco eran los más adecuados. Mal Farrell como casi siempre y algo mejor la Knightley, aunque desde luego tampoco en el papel de su vida.
Tampoco ayuda mucho la labor de dirección del debutante Monahan con una realización estridente y algo excesiva, con homenajes continuos y evidentes al viejo cine noir pero también con demasiadas concesiones al lenguaje postmoderno. La banda sonora es muy potente y los "oldies" que suenan además están bastante bien, pero ¿es necesario colocar uno de ellos cada cinco minutos sin que venga muy a cuento además en la escena? Es una película deudora del cine de Tarantino en sus formas- los títulos de crédito se dejan ver bastante bien- pero no en su fondo me temo. Monahahn carece de la chispa y de la gracia del autor de “Malditos bastardos” pero sobre todo de su capacidad para la caricatura y la autoparodia. En definitiva, un paseo de lo más aburrido.
Para estrenarse en la realización, Monahan ha elegido adaptar a la gran pantalla una novela del escritor británico Ken Bruen ambientada en el mundo del crimen organizado y los barrios bajos londinenses. Tampoco me ha parecido material de primera la verdad; la veo más bien como una historia algo descafeinada, aburrida la mayor parte del tiempo, y con algún que otro tópico más de la cuenta. Comparto además con una crítica precedente lo absurdo del punto de partida argumental (una megaestrella internacional del cine que contrata los servicios de un macarrilla de dudosa reputación ¡¡ ex – convicto ¡¡ para más inri con el fin de que la proteja del acoso de los paparazzi). Añádase a lo anterior, una narración tremendamente confusa y enrevesada debido a las múltiples subtramas que se van entrecruzando por el camino – sin mucha razón de ser la mayoría- y un dibujo paupérrimo de personajes en los que apenas se profundiza (especialmente sangrante en el caso del que interpreta Keira Knightley). Uno de los lastres de la película es precisamente la historia de amor entre los dos protagonistas que no funciona en ningún momento, y no es culpa sólo de los actores que quizá tampoco eran los más adecuados. Mal Farrell como casi siempre y algo mejor la Knightley, aunque desde luego tampoco en el papel de su vida.
Tampoco ayuda mucho la labor de dirección del debutante Monahan con una realización estridente y algo excesiva, con homenajes continuos y evidentes al viejo cine noir pero también con demasiadas concesiones al lenguaje postmoderno. La banda sonora es muy potente y los "oldies" que suenan además están bastante bien, pero ¿es necesario colocar uno de ellos cada cinco minutos sin que venga muy a cuento además en la escena? Es una película deudora del cine de Tarantino en sus formas- los títulos de crédito se dejan ver bastante bien- pero no en su fondo me temo. Monahahn carece de la chispa y de la gracia del autor de “Malditos bastardos” pero sobre todo de su capacidad para la caricatura y la autoparodia. En definitiva, un paseo de lo más aburrido.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here