Haz click aquí para copiar la URL

Los niños del paraíso

Romance. Drama París, 1820. Dos jóvenes artistas, Baptiste Debureau y Frédéric Lemâitre, debutan en el teatro de los Funámbulos y entablan amistad. Un día, Garance, una misteriosa y atractiva mujer, irrumpe en sus vidas. Mientras que el tímido Baptiste no se atreve a declararle su amor, Frédéric la convierte en su amante. Sin embargo, al estar implicada en una serie de crímenes, la mujer desaparece. (FILMAFFINITY)
<< 1 5 6 7 8 9 >>
Críticas 41
Críticas ordenadas por utilidad
18 de septiembre de 2006
8 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hay palabras. Un clasico desconocido. Lo tiene todo: diálogo, profundidad, mensaje, cinismo, idealismo. Juega a ver con que personaje te identificas. Al final te identificarás con todos.
oscarm2001
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
25 de junio de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el año 1979 la academia francesa de cine la declaró la mejor película francesa de todos los tiempos. Y los franceses no son precisamente mancos en este invento del cine, ellos lo crearon, y produjeron también innumerables películas, de las cuales bastantes tienen un nivel excepcional. Un enorme puñado de directores, guionistas, intérpretes y demás artistas de ese mundo tienen esa nacionalidad, y muchas de sus obras el sello especial que solo ellos le saben dar, y que el espectador que se haya perdido los créditos o que no haya leído ni escuchado referencias enseguida se daría de cuenta de que está viendo un film de ese país. Allí es esta una película de culto, un auténtico clásico, se puede comparar perfectamente con lo que para los americanos es LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ o CIUDADANO KANE.
Una obra vibrante, valiente, un canto a la libertad, con un guión plagado de frases geniales, de romanticismo, de poesía. Nació durante la ocupación alemana, la entrada aliada retraso en unos dos meses su rodaje, encareciendo enormemente su producción. A l final costó 60 millones de francos de la época, bastante más de lo previsto, se rodaron el doble de metros de lo estipulado, se manejaron cantidades enormes de extras, y fue la primera película que se estrenó en Francia después de la liberación. Sus personajes son entrañables. Baptiste, Frédéric, Garance, o Nathalie interpretada por María Casares, actriz española, gallega para ser más exactos, que desarrolló en Francia una gran carrera, especialmente en el teatro.
Como pretenden en algún momento esos personajes, emociona, conmueve, este homenaje al teatro ambientado en el turbulento Paris de 1830 no deja indiferente, ni incluso su título, en alusión a los jóvenes que llenaban la parte alta de los teatros, metafóricamente hablando la que está más cerca del paraíso, donde las entradas eran más económicas. Aquellos jóvenes estaban literalmente ubicados en el paraíso, y a mí durante tres horas, esta cinta en muchos momentos, aunque no en todos, también me llevó al paraíso de los sentidos.
picais
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
16 de octubre de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuanto mayor me hago menos tolero el cine clásico. No es exactamente que no me guste: es que tengo que estar en un estado de ánimo tan particular, que pocas veces puedo con la lentitud del cine añejo. Pero Los niños del paraíso es una excepción, porque me parece más literatura que cine. Tiene que ver con la dama de las camelias, con Madame Bovary, la Naná de Zola, con la Albertina de Marcel Proust. Ese tipo de novelas francesas que tiene una mujer en el centro, una mujer que frecuentemente vive de su belleza, o que al menos quiere vivir ella, y que en la mayoría los casos lo consigue, aunque eso implique una posterior degeneración. En este caso las tres horas del metraje de la película giran en torno al personaje de Garance. Todos la quieren, todos la desean, y ella se deja querer y desear. Y entre Baptiste, el mejor mimo de París, y Frederick, el mejor actor de la capital, se genera un trío que acaba en cuarteto cuando aparece el barón que convierta a Garance en una apática mantenida.

Entre la pantomima y el teatro hay un juego de antecedentes del cine. La gente se entretiene con historias mudas o habladas, saltimbanquis y óperas. Cada uno al nivel del poder adquisitivo que tenga. Unos en palcos reservados y otros en el gallinero, allí arriba, lejos del escenario pero cerca del cielo, cerca del paraíso. Son Los niños del paraíso, las clases bajas a las que todos los cómicos quieren agradar, esos que heredaron el hábito del cine como pasatiempo barato y democrático.
Jmpg2012
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4 de agosto de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que esta película se rodara en la Francia invadida por los nazis es un milagro. Pero que sea además una de las mejores películas de todos los tiempos (para la crítica francesa, la mejor) escapa de toda valoración.
Los "enfants", esa palabra con tantos significados en francés, no es aquí "los niños", sino, en un teatro, "la gente del gallinero". de la que dependía en gran parte el éxito o el fracaso.
Porque toda la película es un homenaje, lleno de una gran y profunda poesía, al teatro. A la vez una historia de amor imposible y posible a la vez, y una historia de crímenes. Los diálogos de Jacques Prévet, poeta de verdad, distan infinitamente de la mayoría de los diálogos que vemos en películas.
Y los actores están en estado de gracia: ellos, Barrault y Brasseur y ellas, Arletty y Maria Casares.
No se olvide que se rueda en 1944. Cuando escribo esto, han pasado 77 años de eso. Una prueba más, si hiciera falta, de que en el arte el tiempo no cuenta.
yoparam
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
23 de marzo de 2011
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es pretencioso el tan solo suponer que esta buena producción francesa se pueda emular al recordar a la fastuosa “Lo que el Viento se Llevó”
Si bien es cierto que “Los Infantes del Paraíso” se queda muy lejos, a años luz de lo que fue el melodrama de Tara tan solo en lo que a interpretaciones se refiere, ya que un Gable nunca será igualado en su rol del capitán Rhett. Sin embargo recordemos que el mismo Clark surge del mundo del teatro, ese mundo que aquí se ve homenajeado por los mimos galos, que juegan ese juego infantil donde tratan de vivir un hermoso sueño en el casi final de una guerra de hombres que se habían olvidado del teatro de las emociones para derramar sangre. “Los Infantes del Paraíso” es un merecido homenaje a el alma de los seres que surgieron del teatro y que en el cine se mitificaron, que durante media década descendieron al infierno entre humo de cañones y luego regresarían al glamur de del cine y del teatro. Hombres que el mundo no había olvidado, hombres como Gable, Tracy, Olivier y tantos otros nombres que volverían para plasmar esa alma de niño en un arte que los humanos guardamos como un gran tesoro. Un arte llamado cine.
RAMON ROCEL
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 5 6 7 8 9 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow