El capital
6.2
6,310
Drama. Thriller
Marc Tourneuil (Gad Elmaleh) es un cínico empleado de banca, un sector que está en plena crisis económica en todo el planeta. Desde la nada, Marc comenzará un ascenso imparable por los entresijos del mundo de la banca hasta convertirse en una de las personas más poderosas e influyentes del país. (FILMAFFINITY)
25 de junio de 2013
25 de junio de 2013
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine social y político de Gavras denunciando los excesos y crímenes de aquellos que nos gobiernan, entendiéndose esta última palabra en el peor de sus sentidos, poco o nada tiene ya que demostrar a sus 80 años. En nuestra memoria siempre quedará "Missing"( 1982)", como muestra de un buen puñado de "botones" al respecto.
Nunca pensé por tanto que abandonaria a la hora y diez minutos esta adaptación de la novela de Stephane Osmont cuyo guión a tres manos incluidas la del director es un ladrillo. Fria, sin gracia, si es que lo pretende, y sin capacidad de revolvernos lo más mínimo en la butaca con unos personajes y hechos que por mucho que sepamos tomados de un mundo mezquino e impresentable pero real, nos parecen falsos y vacíos.
Las puñaladas traperas internas de aquellos que especulan con nuestras vidas dan para mucho, pero no es este el caso. Gavras ha perdido el pulso cuando lo tenía más fácil cuando por todos los rincones se revientan las costuras de un sistema al que nunca como hasta ahora se le ve el forro podrido y cruel de sus entrañas. Quizás el director, maestro en sacar a la luz la porquería se ha quedado desconcertado al verla expuesta sin pudor y a la venta de cualquier reality para seguir sacando beneficios con ella. Que tiren la toalla de una vez.
Nunca pensé por tanto que abandonaria a la hora y diez minutos esta adaptación de la novela de Stephane Osmont cuyo guión a tres manos incluidas la del director es un ladrillo. Fria, sin gracia, si es que lo pretende, y sin capacidad de revolvernos lo más mínimo en la butaca con unos personajes y hechos que por mucho que sepamos tomados de un mundo mezquino e impresentable pero real, nos parecen falsos y vacíos.
Las puñaladas traperas internas de aquellos que especulan con nuestras vidas dan para mucho, pero no es este el caso. Gavras ha perdido el pulso cuando lo tenía más fácil cuando por todos los rincones se revientan las costuras de un sistema al que nunca como hasta ahora se le ve el forro podrido y cruel de sus entrañas. Quizás el director, maestro en sacar a la luz la porquería se ha quedado desconcertado al verla expuesta sin pudor y a la venta de cualquier reality para seguir sacando beneficios con ella. Que tiren la toalla de una vez.
21 de abril de 2013
21 de abril de 2013
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película imprescindible si pretendes orientarte por dónde y quién maneja el mundo hoy.
Es invisible para casi todos pero el sistema funciona así: avaricia y temor al riesgo, ventajismo, impiedad, cortoplacismo a ultranza...y el poder político apenas es parte del decorado...
Muy bien Gad Elmaleh y un ritmo narrativo preciso pero que, por lo complejo de la trama, cuesta un poco seguir. El tono realista, cotidiano ayuda a la credulidad. El mensaje es el mensaje, pero el medio está más que correcto.
La única pega (cariñosa): eso de los franceses de que Europa (sobre todo Francia) somos diferentes, que somo más morales (menos inmorales) haciendo negocios, que el entorno (mujer, familia) es "progre"...es intentar casar internacionalismo (clave en el film) con ese chauvinismo que llega hasta un dios como Costa Gravas.
Es invisible para casi todos pero el sistema funciona así: avaricia y temor al riesgo, ventajismo, impiedad, cortoplacismo a ultranza...y el poder político apenas es parte del decorado...
Muy bien Gad Elmaleh y un ritmo narrativo preciso pero que, por lo complejo de la trama, cuesta un poco seguir. El tono realista, cotidiano ayuda a la credulidad. El mensaje es el mensaje, pero el medio está más que correcto.
La única pega (cariñosa): eso de los franceses de que Europa (sobre todo Francia) somos diferentes, que somo más morales (menos inmorales) haciendo negocios, que el entorno (mujer, familia) es "progre"...es intentar casar internacionalismo (clave en el film) con ese chauvinismo que llega hasta un dios como Costa Gravas.
27 de marzo de 2014
27 de marzo de 2014
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un film donde el hombre es un lobo para unos lobos, Constantin Costa-Gavras con un enfoque diferente sobre está pesadilla actual, con un ritmo dinámico, combina con humor paródico y thriller, dentro de ese personaje trepa protagonizado por Gad Elmaleh, que está impecable, se pierde un poco en el resto de personajes con ciertos tópicos. Un film ACOSTUMBRADO
13 de mayo de 2018
13 de mayo de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No son poca las películas que se acercan a la crisis económica que aún hoy colea desde múltiples puntos de vista. Y las que no habré visto. Esta atrae por tratarse de un director militante y comprometido allá por los setentas, dónde forjo su nombre gracias a buenos filmes en los que se tocaban temas candentes y de digamos, alto interés, y que aún hoy lo son. Gavras encajaba perfectamente en ese subgénero de películas que roza lo paranoide en cuanto a los tejemanejes del poder, pero sin llegar a mostrar nunca una visión maniquea como la que hoy se lanza desde ciertos sectores conspiranoicos. Aquel cine tenía mucho de real. Películas como las de este Gavras, I como Ícaro o El último testigo, son buen ejemplo de ese cine. Aquí el realizador se pone moderno, haciendo una cinta rápida y superficial, aunque no tanto como parece. Hay más trastienda de la que vertiginosamente pasa por la pantalla en un cumulo tan rápido y desvalijado de escenas que el conjunto flojea. Pero la cinta es interesante, aunque solo sea por la huella que se percibe de sus maneras en otra posteriores como Cosmopolis o El Lobo de Wall Street... Sin más, no es ninguna joya, ni esperen al Costa más musculado, pero tiene un pase, y, si uno no espera grandes platos, entretiene.
10 de noviembre de 2013
10 de noviembre de 2013
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Hay ya tantas denuncias de los enjuagues financieros que Costa -Gavras, tan extremoso en su cine, tiene que tomarse esta casi como una fábula. Muy significativo el final, con Elmaleh mirando al espectador y diciendo que son como niños.
En otros tiempos estas denuncias provarían quizá indignación, pero me temo que hoy hace pensar a muchos y muchas que lo ven: quién tuviera esa pasta, esas tías, ese avión. Y es que la denuncia de la corrupción puede acostumbrar al hecho de la corrupción.
La película se deja ver bien, porque es lujosa. Pero tambièn hay mucho estereotipo algo simplista.
En otros tiempos estas denuncias provarían quizá indignación, pero me temo que hoy hace pensar a muchos y muchas que lo ven: quién tuviera esa pasta, esas tías, ese avión. Y es que la denuncia de la corrupción puede acostumbrar al hecho de la corrupción.
La película se deja ver bien, porque es lujosa. Pero tambièn hay mucho estereotipo algo simplista.
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