El capital
6.2
6,310
Drama. Thriller
Marc Tourneuil (Gad Elmaleh) es un cínico empleado de banca, un sector que está en plena crisis económica en todo el planeta. Desde la nada, Marc comenzará un ascenso imparable por los entresijos del mundo de la banca hasta convertirse en una de las personas más poderosas e influyentes del país. (FILMAFFINITY)
7 de marzo de 2021
7 de marzo de 2021
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Un empleado de banca, en plena crisis mundial asciende imparable hasta convertirse en una persona influyente.
Una de las peores películas francesas que he visto, difícil aguantar sin dormirse.
Plana como una pradera. Sin un solo momento que desperece.
Y la historia en ningún momento sientes que pueda ser creíble.
Mucho cinismo que le sirve para nada.
Costa-Gavras parece querer contar la economía a niños de 4 años, sin valorar al espectador con un guion que no destaca ni busca el interés del publico.
Una de las peores películas francesas que he visto, difícil aguantar sin dormirse.
Plana como una pradera. Sin un solo momento que desperece.
Y la historia en ningún momento sientes que pueda ser creíble.
Mucho cinismo que le sirve para nada.
Costa-Gavras parece querer contar la economía a niños de 4 años, sin valorar al espectador con un guion que no destaca ni busca el interés del publico.
1 de junio de 2022
1 de junio de 2022
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Recuerdo que vi esta película en su estreno hace diez años, y me gustó. Después me enteré de que críticos profesionales habían hecho comentarios despectivos, considerándola mala. Será que yo ya estoy desenfocado y pasado de moda, me dije. El caso es que, a raíz de la última del director griego octogenario, la excelente "Comportarse como adultos", me está apeteciendo revisitar varias de sus obras anteriores, y me ha vuelto a gustar "El capital", incluso más.
Gavras es el único director que conozco que pone el dedo en la llaga de la gran hipocresía socio-política que nos envuelve. "Cuanta más democracia mejor", dice en un momento el protagonista, cuyo despido masivo de trabajadores, para él embolsarse con ello millones de euros extras, es presentado como un audaz éxito, haciendo que suban las acciones de su empresa, etc.
Es verdad que la película es, más bien, esquemática y caricaturesca, pues quiero creer que en la realidad no les sería tan sencillo, pues los sindicatos y la gente, aunque cada vez más amaestrados y dóciles, todavía no están lo muertos del todo que a toda esta élite poderosa, y a muchos políticos (no importa su partido), les gustaría. Pero la película retrata por todas partes una realidad, unos caracteres y unas mentalidades.
Sí veo un fallo en el excesivo tiempo que se dedica a la extraña y pasajera obsesión del protagonista con la "celebridad supermodelo" que se pasa la vida de París a Nueva York a Tokio, etc., en hoteles de lujo, de fiesta en fiesta y de yate en yate, entre estos vampiros amos del dinero, y que a él le torea y le sangra, cuando su físico tampoco es tanto; son las "luces" y el "glamour" lo único que mueve a estos tipos. Más conseguida, y mucho menos tiempo le dedica, es la relación con la economista experta en Oriente, que habla japonés y chino y que es muy consciente del horrible mundo hipócrita en que se mueve.
De acuerdo que esta película no es una rotunda obra maestra, pero está a la altura de su autor y creo que se debe ver, pues sigue, y me temo que seguirá por mucho tiempo, siendo de total actualidad.
Gavras es el único director que conozco que pone el dedo en la llaga de la gran hipocresía socio-política que nos envuelve. "Cuanta más democracia mejor", dice en un momento el protagonista, cuyo despido masivo de trabajadores, para él embolsarse con ello millones de euros extras, es presentado como un audaz éxito, haciendo que suban las acciones de su empresa, etc.
Es verdad que la película es, más bien, esquemática y caricaturesca, pues quiero creer que en la realidad no les sería tan sencillo, pues los sindicatos y la gente, aunque cada vez más amaestrados y dóciles, todavía no están lo muertos del todo que a toda esta élite poderosa, y a muchos políticos (no importa su partido), les gustaría. Pero la película retrata por todas partes una realidad, unos caracteres y unas mentalidades.
Sí veo un fallo en el excesivo tiempo que se dedica a la extraña y pasajera obsesión del protagonista con la "celebridad supermodelo" que se pasa la vida de París a Nueva York a Tokio, etc., en hoteles de lujo, de fiesta en fiesta y de yate en yate, entre estos vampiros amos del dinero, y que a él le torea y le sangra, cuando su físico tampoco es tanto; son las "luces" y el "glamour" lo único que mueve a estos tipos. Más conseguida, y mucho menos tiempo le dedica, es la relación con la economista experta en Oriente, que habla japonés y chino y que es muy consciente del horrible mundo hipócrita en que se mueve.
De acuerdo que esta película no es una rotunda obra maestra, pero está a la altura de su autor y creo que se debe ver, pues sigue, y me temo que seguirá por mucho tiempo, siendo de total actualidad.
30 de abril de 2023
30 de abril de 2023
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La última película de Gavras, despedida de un director singular, distinto, europeo.
Me parece una gran película, no llega a Margin Call, que es la película canónica moderna sobre las crisis financieras y el capitalismo salvaje y running will.
A media película uno se pierde en el guión, no transita correctamente, no aprecias si el director del banco era así desde el principio o se va corrompiendo con el tiempo, si su actuación corresponde a un plan predeterminado o, de forma más sencilla, va evolucionando quizá de manera irreversible, hacia un ser depredador de dinero y de éxito.
El actor principal me era desconocido, pero Gabril Byrne es uno de esos actores que no olvidas.
Lo que me chirría en todo el film es el papel pasivo de los miembros del consejo de administración del banco. La realidad no funciona así. Claro que el presidente tiene un poder gigantesco, pero no tanto, al menos en la lógica que hemos aprendido, como para poder vender un banco a una empresa extranjera, convirtiéndose en una marioneta de ésta, sin que se implementen controles adicionales.
Es un visión un tanto estereotipada del fenómeno, de la realidad. Pero entretiene y te sitúa en un escenario más o menos real.
Lo de la modelo y su relación me recuerda a la frase que se le atribuía a Felipe González: "de que te sirve ser Presidente del Gobierno si no pueden follarte a quien quieras".
Me parece una gran película, no llega a Margin Call, que es la película canónica moderna sobre las crisis financieras y el capitalismo salvaje y running will.
A media película uno se pierde en el guión, no transita correctamente, no aprecias si el director del banco era así desde el principio o se va corrompiendo con el tiempo, si su actuación corresponde a un plan predeterminado o, de forma más sencilla, va evolucionando quizá de manera irreversible, hacia un ser depredador de dinero y de éxito.
El actor principal me era desconocido, pero Gabril Byrne es uno de esos actores que no olvidas.
Lo que me chirría en todo el film es el papel pasivo de los miembros del consejo de administración del banco. La realidad no funciona así. Claro que el presidente tiene un poder gigantesco, pero no tanto, al menos en la lógica que hemos aprendido, como para poder vender un banco a una empresa extranjera, convirtiéndose en una marioneta de ésta, sin que se implementen controles adicionales.
Es un visión un tanto estereotipada del fenómeno, de la realidad. Pero entretiene y te sitúa en un escenario más o menos real.
Lo de la modelo y su relación me recuerda a la frase que se le atribuía a Felipe González: "de que te sirve ser Presidente del Gobierno si no pueden follarte a quien quieras".
5 de mayo de 2025
5 de mayo de 2025
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Normalmente suelo coincidir en la mayoría de opiniones sobre películas -y sobre otras muchas cosas- con Carlos Boyero, no ocurre así con esta obra de Gavras. No voy a repasar la trayecotoria de este extraordinario director, eso ya no es necesario. Tampoco voy a explicar de qué va esta película; tampoco es necesario. Pero sí quiero que sepáis que he sentido un profundo asco desde prácticamente el primer minuto, y ese nivel de repugnancia se ha mantenido estable con leves oscilaciones a lo largo de toda la película, lo que quiere decir que la película es muy buena, mantiene la tensión en todo momento y retrata a la perfección y con precisión quirúrgica la hediondez y la miserabilidad de las altas esferas financieras. Todo mierda putrefacta en estado puro, fango, aguas fecales que se lo llevan todo por delante. Y todo, perfectamente creible.
30 de noviembre de 2012
30 de noviembre de 2012
7 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Capital, 2012 (Le Capital, Constantin Costa-Gavras)
Le Capital narra la historia del joven banquero Marc Tourneiul (Gad Elmaleh) que, tras la enfermedad del presidente del banco más importante de Francia, asume el cargo con todo lo bueno y malo que eso conlleva. Chantajes, celos y toma de decisiones de dudosa moralidad constituirán la trama de este intento de denuncia al sistema bancario.
Antes de nada comentar que me parece elogiable el compromiso que, película tras película, demuestra el director. Ataques al Vaticano, denuncias sociales varias y, en esta última película, crítica al comportamiento de la banca en tiempos de crisis. Todo mi respeto.
Ahora bien, comentado esto, tengo que decir que no suelo conectar con las propuestas de este director. A falta de ver “Z” y “Desaparecido”, películas que pueden reconciliarme (cinematográficamente hablando) con este director, me da la sensación de que recarga en exceso sus propuestas, dándole un aire de cine comercial que emborrona el mensaje inicial.
Es lo que le pasa a El Capital, tiene discurso pero no es convincente. Me es imposible creerme un guión tan hollywoodiano, con unos personajes dignísimos del mejor James Bond. De hecho, muchas escenas del joven banquero parecen sacadas de una novela de Ian Fleming, como el lío irreverente e insulso con la modelo o el control exquisito en el uso de gadgets.
Personajes estereotipados, frases demagógicas y guión digno del Hollywood más comercial van estropeando cada vez más el mensaje crítico inicial. Los consejeros del banco son malos malísimos, no podía faltar una chica de moralidad intachable que intentará hacer cambiar al joven presidente, o enemigos y matones varios, la modelo y sus colegas drogatas….vamos lo que te encuentras al pasar las puertas de la Ciudad del Santander en Boadilla del Monte.
Intentos de aplauso entre los asistentes al preestreno de la cinta que no tuvieron demasiado éxito. O la gente está muy necesitada aplaudir a cualquiera que se demuestre promotor de la crisis, o no soy capaz de entender la sonora ovación que se llevó este film en el Festival de San Sebastián. Mensaje sí, cine poco…por qué no un documental???
Le Capital narra la historia del joven banquero Marc Tourneiul (Gad Elmaleh) que, tras la enfermedad del presidente del banco más importante de Francia, asume el cargo con todo lo bueno y malo que eso conlleva. Chantajes, celos y toma de decisiones de dudosa moralidad constituirán la trama de este intento de denuncia al sistema bancario.
Antes de nada comentar que me parece elogiable el compromiso que, película tras película, demuestra el director. Ataques al Vaticano, denuncias sociales varias y, en esta última película, crítica al comportamiento de la banca en tiempos de crisis. Todo mi respeto.
Ahora bien, comentado esto, tengo que decir que no suelo conectar con las propuestas de este director. A falta de ver “Z” y “Desaparecido”, películas que pueden reconciliarme (cinematográficamente hablando) con este director, me da la sensación de que recarga en exceso sus propuestas, dándole un aire de cine comercial que emborrona el mensaje inicial.
Es lo que le pasa a El Capital, tiene discurso pero no es convincente. Me es imposible creerme un guión tan hollywoodiano, con unos personajes dignísimos del mejor James Bond. De hecho, muchas escenas del joven banquero parecen sacadas de una novela de Ian Fleming, como el lío irreverente e insulso con la modelo o el control exquisito en el uso de gadgets.
Personajes estereotipados, frases demagógicas y guión digno del Hollywood más comercial van estropeando cada vez más el mensaje crítico inicial. Los consejeros del banco son malos malísimos, no podía faltar una chica de moralidad intachable que intentará hacer cambiar al joven presidente, o enemigos y matones varios, la modelo y sus colegas drogatas….vamos lo que te encuentras al pasar las puertas de la Ciudad del Santander en Boadilla del Monte.
Intentos de aplauso entre los asistentes al preestreno de la cinta que no tuvieron demasiado éxito. O la gente está muy necesitada aplaudir a cualquiera que se demuestre promotor de la crisis, o no soy capaz de entender la sonora ovación que se llevó este film en el Festival de San Sebastián. Mensaje sí, cine poco…por qué no un documental???
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