Dunkerque
7.0
57,836
Bélico. Drama
Año 1940, en plena 2ª Guerra Mundial. En las playas de Dunkerque, cientos de miles de soldados de las tropas británicas y francesas se encuentran rodeados por el avance del ejército alemán, que ha invadido Francia. Atrapados en la playa, con el mar cortándoles el paso, las tropas se enfrentan a una situación angustiosa que empeora a medida que el enemigo se acerca. (FILMAFFINITY)
12 de septiembre de 2017
12 de septiembre de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Dunquerke" de Christopher Nolan es una película sobre uno de los episodios de la II Guerra Mundial más dramáticos y desastrosos: la capitulación sin honor de Francia, la destrucción de su ejército, y la derrota infringida al cuerpo expedicionario británico por el ejército alemán y, por ende, por el totalitarismo.
Aquí voy a romper un principio que me propuse cuando inicié mis colaboraciones en esta sección: no hacer una reseña negativa. Toda regla tiene su excepción. Ahí va. Sobre estos hechos la propaganda británica elaboró un episodio de heroísmo, como lo fue salvar a una parte de su ejército y a una parte del de sus aliados, con la intención de mantener el espíritu de resistencia de la metrópoli ante una inminente invasión nazi. En ese momento, 1940, era necesario y encomiable, y hasta justificable que se ocultara las miserias propias. Pero que Nolan nos quiera volver a vender esa propaganda en 2017 -la misma-, sin revisión ni crítica… Pues no. No me sorprende que nuestros vecinos y chovinistas franceses estén indignados.
Pero vayamos a lo cinematográfico. Nolan, director de grandes películas siempre al borde de la desmesura ("Origen", Interstellar…), no construye una película bélica sino una de acción, centrada en un conjunto de episodios que se desarrollan en una hora, un día y una semana. Este aparato conceptual no puede ocultar que su mera pretensión es transmitir sensaciones: las sensaciones de horror, miedo y angustia de los soldados cercados, con la incertidumbre de si podrían salir sanos y salvos de la batalla de supervivencia. Sensorialidad y fisicidad producidas para conmocionar al espectador, cercanas al concepto de videojuego, espíritu y concepto muy alejado al del cine clásico que persigue regalarnos emociones. En este film solo percibo impostura, solo impostura. A esto contribuye una de las más ramplonas actuaciones de Kenneth Branagh, de una pomposidad insufrible, a los que ya nos tiene acostumbrados como actor y director.
Es una película, además, sin personajes: no hay espacio para crearlos, por tanto no pueden evolucionar dramáticamente. Y, sobre todo, es una película sin narratividad. No hay historias de soldados que contar, y las que cuenta ya las conocemos, con toda su carga de tópicos y mentiras. "Clash", película egipcia comentada en estas páginas, funcionaba de la misma manera, intentando transmitirnos el miedo y la incertidumbre de unos detenidos en un furgón policía. Pero esa película de sensaciones lo conseguía, en mi opinión, mientras que esta de Nolan me deja frío, como si hubiera presenciado, como he comentado, un videojuego, con ese mismo distanciamiento ante figuras que no desprenden emociones, aunque sí sensaciones elementales.Si como dice Stephen King una película de terror es buena si experimentamos el miedo, esta película seguiría ese principio, pero sin el resultado buscado
Como dice Jordi Costa: “cabe preguntarse si todas las imágenes, sin el espectacular diseño de sonido y sin la banda sonora de Hans Zimmer, poseerían la suficiente elocuencia expresiva como para defender por sí solas…” Un servidor piensa que no.
Aquí voy a romper un principio que me propuse cuando inicié mis colaboraciones en esta sección: no hacer una reseña negativa. Toda regla tiene su excepción. Ahí va. Sobre estos hechos la propaganda británica elaboró un episodio de heroísmo, como lo fue salvar a una parte de su ejército y a una parte del de sus aliados, con la intención de mantener el espíritu de resistencia de la metrópoli ante una inminente invasión nazi. En ese momento, 1940, era necesario y encomiable, y hasta justificable que se ocultara las miserias propias. Pero que Nolan nos quiera volver a vender esa propaganda en 2017 -la misma-, sin revisión ni crítica… Pues no. No me sorprende que nuestros vecinos y chovinistas franceses estén indignados.
Pero vayamos a lo cinematográfico. Nolan, director de grandes películas siempre al borde de la desmesura ("Origen", Interstellar…), no construye una película bélica sino una de acción, centrada en un conjunto de episodios que se desarrollan en una hora, un día y una semana. Este aparato conceptual no puede ocultar que su mera pretensión es transmitir sensaciones: las sensaciones de horror, miedo y angustia de los soldados cercados, con la incertidumbre de si podrían salir sanos y salvos de la batalla de supervivencia. Sensorialidad y fisicidad producidas para conmocionar al espectador, cercanas al concepto de videojuego, espíritu y concepto muy alejado al del cine clásico que persigue regalarnos emociones. En este film solo percibo impostura, solo impostura. A esto contribuye una de las más ramplonas actuaciones de Kenneth Branagh, de una pomposidad insufrible, a los que ya nos tiene acostumbrados como actor y director.
Es una película, además, sin personajes: no hay espacio para crearlos, por tanto no pueden evolucionar dramáticamente. Y, sobre todo, es una película sin narratividad. No hay historias de soldados que contar, y las que cuenta ya las conocemos, con toda su carga de tópicos y mentiras. "Clash", película egipcia comentada en estas páginas, funcionaba de la misma manera, intentando transmitirnos el miedo y la incertidumbre de unos detenidos en un furgón policía. Pero esa película de sensaciones lo conseguía, en mi opinión, mientras que esta de Nolan me deja frío, como si hubiera presenciado, como he comentado, un videojuego, con ese mismo distanciamiento ante figuras que no desprenden emociones, aunque sí sensaciones elementales.Si como dice Stephen King una película de terror es buena si experimentamos el miedo, esta película seguiría ese principio, pero sin el resultado buscado
Como dice Jordi Costa: “cabe preguntarse si todas las imágenes, sin el espectacular diseño de sonido y sin la banda sonora de Hans Zimmer, poseerían la suficiente elocuencia expresiva como para defender por sí solas…” Un servidor piensa que no.
3 de enero de 2018
3 de enero de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando la película terminó y las luces se encendieron en la sala de cine, lo que más me sorprendió fue la reacción de un muchacho que había detrás de mí y que dijo “¡qué película más mala!, ¡Malísima!”. Yo respeto la opinión de todos los que ven una película, no puede ser de otra forma, pero este comentario me hizo pensar en que es bastante triste acercarse a ver una película con la mente llena de prejuicios. Todos los tenemos. Es obvio que este espectador entró en la sala a ver la última película de Christopher Nolan ya con una opinión preconcebida sobre ella, una opinión en contra, lo mismo que yo fui con una predisposición bastante positiva porque me han gustado mucho todas sus películas. Pero no pude dejar de cavilar durante un rato sobre esto y he intentado ser lo más objetivo que he podido.
¿Se puede decir que es una película mala seriamente? Pues yo creo que siendo objetivo, no. Vayamos por partes.
Técnicamente se trata de una maravilla como pocas he tenido la suerte de ver últimamente. Las escenas de acción están muy bien rodadas y si bien son pocas, son sorprendentes, sobre todo las de los aviones que parece que estemos ahí metidos con los pilotos. Nolan demuestra que tiene un dominio de la técnica colosal.
Narrativamente es un primor y Nolan nos vuelve a sorprender con el dominio del tiempo del relato aunque no de una forma tan portentosa como en “Memento” pero juega con las líneas argumentales con una maestría fuera de toda duda.
Las interpretaciones están bastante bien todas, desde los chicos que están en la playa esperando salir hasta los miembros de las embarcaciones civiles que van al rescate de sus soldados. Se llevan la palma para mí Cillian Murphy que está rompiendo en un actor fantástico y Tom Hardy al que cada día admiro más. Debe de ser uno de los actores con menos ego que hay porque no le importa estar todo el metraje con la cara tapada, transmite más con una ceja que otros con todo su cuerpo. En el aspecto negativo quizá destacaría a Mark Rylance que tiene la manía de hacer que sus personajes parezcan un poco lelos.
El episodio que cuenta, por lo tanto, el argumento es uno de los más apasionantes de la IIGM y quizá el fallo más gordo que tuvo Hitler en la contienda, el no aplastar al ejército inglés (gracias a Dios que no lo hizo). Ha habido muchas críticas porque no ha hablado casi de los franceses*. La manía que despierta Christopher Nolan es realmente inconcebible. Está contando un episodio británico y salen soldados británicos. Nadie criticó a Spielberg que no pusiera a soldados ingleses en el Desembarco de Normandía ni tampoco es que salieran muchos franceses que digamos. Era una historia desde una perspectiva yanqui y así debía ser. Santas pascuas. Son ganas de polemizar con polleces.
Por último, la BSO de Hans Zimmer es bestial. Dice un crítico de los de verdad que quizá sin ella, las imágenes de Nolan no serían tan bellas, o quizá sí. Son ganas de enredar. Ambas forman una simbiosis perfecta.
Comprendo que haya gente que se haya quedado un poco fría porque esperaba más escenas de guerra y más tiros, lo comprendo y casi lo comparto porque algunos esperaban ver otra especie de “Salvar al soldado Ryan”, pero a Nolan le interesan otras cosas. Esta es otra película. No se puede negar que es un retrato certero de la guerra y de sus recovecos morales y vitales, de los instintos de supervivencia y de la pérdida de la escala de valores cuando se trata de mantenerse con vida, de los traumas y aflicciones que la guerra conlleva. Una gran forma de contar cómo una derrota, cómo una humillación como puede ser una huida militar puede llegar a ser considerada una victoria gracias a un rescate que se llevó a cabo por tierra, mar y aire y que ha sido contado así.
Una gran película que hay que esforzarse por ver con la mente en blanco, sin prejuicios.
¿Se puede decir que es una película mala seriamente? Pues yo creo que siendo objetivo, no. Vayamos por partes.
Técnicamente se trata de una maravilla como pocas he tenido la suerte de ver últimamente. Las escenas de acción están muy bien rodadas y si bien son pocas, son sorprendentes, sobre todo las de los aviones que parece que estemos ahí metidos con los pilotos. Nolan demuestra que tiene un dominio de la técnica colosal.
Narrativamente es un primor y Nolan nos vuelve a sorprender con el dominio del tiempo del relato aunque no de una forma tan portentosa como en “Memento” pero juega con las líneas argumentales con una maestría fuera de toda duda.
Las interpretaciones están bastante bien todas, desde los chicos que están en la playa esperando salir hasta los miembros de las embarcaciones civiles que van al rescate de sus soldados. Se llevan la palma para mí Cillian Murphy que está rompiendo en un actor fantástico y Tom Hardy al que cada día admiro más. Debe de ser uno de los actores con menos ego que hay porque no le importa estar todo el metraje con la cara tapada, transmite más con una ceja que otros con todo su cuerpo. En el aspecto negativo quizá destacaría a Mark Rylance que tiene la manía de hacer que sus personajes parezcan un poco lelos.
El episodio que cuenta, por lo tanto, el argumento es uno de los más apasionantes de la IIGM y quizá el fallo más gordo que tuvo Hitler en la contienda, el no aplastar al ejército inglés (gracias a Dios que no lo hizo). Ha habido muchas críticas porque no ha hablado casi de los franceses*. La manía que despierta Christopher Nolan es realmente inconcebible. Está contando un episodio británico y salen soldados británicos. Nadie criticó a Spielberg que no pusiera a soldados ingleses en el Desembarco de Normandía ni tampoco es que salieran muchos franceses que digamos. Era una historia desde una perspectiva yanqui y así debía ser. Santas pascuas. Son ganas de polemizar con polleces.
Por último, la BSO de Hans Zimmer es bestial. Dice un crítico de los de verdad que quizá sin ella, las imágenes de Nolan no serían tan bellas, o quizá sí. Son ganas de enredar. Ambas forman una simbiosis perfecta.
Comprendo que haya gente que se haya quedado un poco fría porque esperaba más escenas de guerra y más tiros, lo comprendo y casi lo comparto porque algunos esperaban ver otra especie de “Salvar al soldado Ryan”, pero a Nolan le interesan otras cosas. Esta es otra película. No se puede negar que es un retrato certero de la guerra y de sus recovecos morales y vitales, de los instintos de supervivencia y de la pérdida de la escala de valores cuando se trata de mantenerse con vida, de los traumas y aflicciones que la guerra conlleva. Una gran forma de contar cómo una derrota, cómo una humillación como puede ser una huida militar puede llegar a ser considerada una victoria gracias a un rescate que se llevó a cabo por tierra, mar y aire y que ha sido contado así.
Una gran película que hay que esforzarse por ver con la mente en blanco, sin prejuicios.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
• Algunos le reprochan que el único francés que salga quiera huir… esto ya es el colmo de la manía. Hay 350.000 soldados ingleses intentando salir por piernas, pero los franceses se molestan porque uno de los suyos sale intentando escapar. Asombroso. Tampoco representa muy bien a los soldados ingleses. Primero no dejan que los franceses monten en sus barcos y después quieren matar al soldado francés para salvarse ellos. No parece muy patriota.
5 de enero de 2018
5 de enero de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quizá Nolan se adelanta, emocionalmente, al espectador, pues tiene esa capacidad y la exprime al máximo. Se convierte la película en un duelo emocional y estético, que con ayuda de la fotografía de Van Hoytema, derriba y quita el aliento. Hans Zimmer equilibra esa batalla y el resultado es una película magnífica.
23 de enero de 2018
23 de enero de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Observo que a quien menos a gustado Dunkirk es a los seguidores del Nolan más comercial. Es quizas, una peli que no esta echa para el gran público, no digo que sea mejor por eso, sino que tiene una estructura muy distinta a la que nos tenía acostumbrado con sus pelis más taquilleras y eso ha creado mucha division de opiniones.
En mi opinión, esta película representa lo mejor del arte cinematográfico de Nolan, superando incluso a la también fantástica Memento. Dunkirk es una obra que se sumerge de lleno en el lenguaje cinematográfico puro, dejando de lado explicaciones innecesarias y tramas secundarias que podrían distraer del verdadero núcleo de la historia: la lucha por la supervivencia. Precisamente, uno de los mayores problemas que arrastra Nolan como director, en la mayoria de sus trabajos, es cuando trata de dar explicaciones y sobreexplicaciones, olvidándose del lenguaje cinematográfico y del espectáculo, que es donde realmente brilla y es el rey.
El montaje, utilizando tres líneas temporales entrelazadas, contribuye a otorgar un ritmo aún más frenético a la película, mientras que la banda sonora, con el estresante efecto logrado mediante el Shepard tone, intensifica la sensación de tensión y nos sumerge por completo en la desesperada lucha de aquellos chicos en la playa de Dunkerke, haciéndonos sentir como uno más entre ellos en su angustiosa lucha por sobrevivir
El único pero que le pongo, es la parte del rescate heroico de los barcos, que aunque funciona muy bien como catarsis, no me pega con el tono sobrio del resto de la película.
Por lo demás, solo pido que Nolan siga haciendo CINE, sin más, en mayúsculas, ya sea del agrado del gran público o no.
En mi opinión, esta película representa lo mejor del arte cinematográfico de Nolan, superando incluso a la también fantástica Memento. Dunkirk es una obra que se sumerge de lleno en el lenguaje cinematográfico puro, dejando de lado explicaciones innecesarias y tramas secundarias que podrían distraer del verdadero núcleo de la historia: la lucha por la supervivencia. Precisamente, uno de los mayores problemas que arrastra Nolan como director, en la mayoria de sus trabajos, es cuando trata de dar explicaciones y sobreexplicaciones, olvidándose del lenguaje cinematográfico y del espectáculo, que es donde realmente brilla y es el rey.
El montaje, utilizando tres líneas temporales entrelazadas, contribuye a otorgar un ritmo aún más frenético a la película, mientras que la banda sonora, con el estresante efecto logrado mediante el Shepard tone, intensifica la sensación de tensión y nos sumerge por completo en la desesperada lucha de aquellos chicos en la playa de Dunkerke, haciéndonos sentir como uno más entre ellos en su angustiosa lucha por sobrevivir
El único pero que le pongo, es la parte del rescate heroico de los barcos, que aunque funciona muy bien como catarsis, no me pega con el tono sobrio del resto de la película.
Por lo demás, solo pido que Nolan siga haciendo CINE, sin más, en mayúsculas, ya sea del agrado del gran público o no.
4 de febrero de 2018
4 de febrero de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nolan es un director por el que siento respeto (tal y como detallé en mi reseña de Origen) al intentar acercar al público masivo obras más elaboradas y que no sean simplemente la decimoséptima entrega de Los Vengadores. Con Dunkerque parece que intentó salir de su zona de confort, trayendo una historia cuyo objetivo era retratar de la forma más verosímil posible lo que es la guerra y las pérdidas en ella... menudo palo se ha llevado.
El problema con esta cinta es muy sencillo: No tiene personajes. Hay monigotes corriendo de un lado para otro, sufriendo bastante y saltando por los aires, pero se queda en eso: Monigotes. No hay ni una sola parte del elenco que tenga el más mínimo trasfondo o personalidad con la que podamos encariñarnos, de forma que cuando están a punto de ahogarse al espectador no le importa, ya que no hay vínculo emocional ni inversión en los personajes. En consecuencia las escenas se sienten vacías, ya que ocurra lo que ocurra me importa un pimiento.
Y aunque entiendo que el objetivo de Nolan era representar la guerra desde la perspectiva más fiel posible, si a tu público no le das nada a lo que agarrarse entonces no pretendas que presten atención a lo que muestras, por muy bien dirigido que esté.
Mi otro gran inconveniente con "Dunkerque" es su ritmo. A mi parecer hay demasiados momentos de tensión máxima para los pocos de relax (los cuales aburren porque, al margen de las explosiones, ya he dicho que esta cinta no tiene ni personajes ni trama), de forma que a partir de la mitad empecé a sentirme tan ahogado como los soldados que pretendían escapar de la playa, sobrecargado de tanta grandilocuencia visual. Nolan tiene que entender el concepto de "dar un respiro", porque este problema lo lleva arrastrando desde hace bastante y deriva en que no pueda disfrutar de las escenas más punteras.
A la hora de valorar, creo que "Dunkerque" apenas se sostiene. La originalidad de su presentación y su buena dirección son un interesante experimento que sale rana, al no haber ningún nexo que haga al espectador conectar emocionalmente con lo que le muestran en la pantalla. Irónicamente, al intentar humanizar el conflicto, Nolan consigue que su público sólo piense en "uy, mira que petardazo más bonito" en vez del drama que se vivió en esa playa y la heroicidad de sus combatientes. Y por ello no la recomiendo.
Más reseñas y reflexiones de toda clase en "http://laesquinadelatostadora.blogspot.es"
El problema con esta cinta es muy sencillo: No tiene personajes. Hay monigotes corriendo de un lado para otro, sufriendo bastante y saltando por los aires, pero se queda en eso: Monigotes. No hay ni una sola parte del elenco que tenga el más mínimo trasfondo o personalidad con la que podamos encariñarnos, de forma que cuando están a punto de ahogarse al espectador no le importa, ya que no hay vínculo emocional ni inversión en los personajes. En consecuencia las escenas se sienten vacías, ya que ocurra lo que ocurra me importa un pimiento.
Y aunque entiendo que el objetivo de Nolan era representar la guerra desde la perspectiva más fiel posible, si a tu público no le das nada a lo que agarrarse entonces no pretendas que presten atención a lo que muestras, por muy bien dirigido que esté.
Mi otro gran inconveniente con "Dunkerque" es su ritmo. A mi parecer hay demasiados momentos de tensión máxima para los pocos de relax (los cuales aburren porque, al margen de las explosiones, ya he dicho que esta cinta no tiene ni personajes ni trama), de forma que a partir de la mitad empecé a sentirme tan ahogado como los soldados que pretendían escapar de la playa, sobrecargado de tanta grandilocuencia visual. Nolan tiene que entender el concepto de "dar un respiro", porque este problema lo lleva arrastrando desde hace bastante y deriva en que no pueda disfrutar de las escenas más punteras.
A la hora de valorar, creo que "Dunkerque" apenas se sostiene. La originalidad de su presentación y su buena dirección son un interesante experimento que sale rana, al no haber ningún nexo que haga al espectador conectar emocionalmente con lo que le muestran en la pantalla. Irónicamente, al intentar humanizar el conflicto, Nolan consigue que su público sólo piense en "uy, mira que petardazo más bonito" en vez del drama que se vivió en esa playa y la heroicidad de sus combatientes. Y por ello no la recomiendo.
Más reseñas y reflexiones de toda clase en "http://laesquinadelatostadora.blogspot.es"
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