La chispa de la vida
2011 

5.5
10,935
Drama. Comedia
Roberto (José Mota) es un publicista en paro que alcanzó el éxito cuando se le ocurrió un famoso eslogan: "Coca-Cola, la chispa de la vida". Ahora es un hombre desesperado que, intentando recordar los días felices, regresa al hotel donde pasó la luna de miel con su mujer (Salma Hayek). Sin embargo, en lugar del hotel, lo que encuentra es un museo levantado en torno al teatro romano de la ciudad. Mientras pasea por las ruinas, sufre un ... [+]
15 de enero de 2012
15 de enero de 2012
11 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Regular. Muy regular.
Da la impresión de que el director no ha tenido tiempo (o ha tenido prisa) para terminar la película.
Cuando entro al cine para ver una obra de Alex de la Iglesia espero, ante todo, sorpresa en la pantalla.
Espero impresionarme.
Espero sentir algo, para bien o para mal. Espero humor negro, espero acción, espero a los mejores villanos del cine, espero personajes tristes y carismáticos.
Hoy he encontrado solo de lo último, ya que José Mota aprueba con nota el examen de la gran pantalla.
Nulos giros en el guión, moraleja de serie de televisión. Humor forzado y actores desaprovechados.
Esa es la palabra.
Es una película desaprovechada.
Da la impresión de que el director no ha tenido tiempo (o ha tenido prisa) para terminar la película.
Cuando entro al cine para ver una obra de Alex de la Iglesia espero, ante todo, sorpresa en la pantalla.
Espero impresionarme.
Espero sentir algo, para bien o para mal. Espero humor negro, espero acción, espero a los mejores villanos del cine, espero personajes tristes y carismáticos.
Hoy he encontrado solo de lo último, ya que José Mota aprueba con nota el examen de la gran pantalla.
Nulos giros en el guión, moraleja de serie de televisión. Humor forzado y actores desaprovechados.
Esa es la palabra.
Es una película desaprovechada.
5 de abril de 2012
5 de abril de 2012
10 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película que tiene un fallo argumental bien grande. Alex de la Iglesia sabe rodar con calidad y un cine atractivo, con contenido. Pero esta vez la idea principal del guión hace aguas por todos los lados.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Alex... La película esta bien hecha técnicamente... PERO.
Me molesta mucho lo absurdo de la historia. Esa defensa de la dignidad me parece muy muy mal expresada... Esto lo podría hacer Mota en un ¨sketch¨ en su programa: el personaje quiere salirse con la suya y ganar pasta con su muerte pero viene su mujer y le da un sartenazo y le jode el plan.
Habría que hacerse estas preguntas antes de hacer la película....
Que sentido tiene hoy en día la defensa de esa ¨dignidad¨ y rechazar el dinero??
es dinero sucio o algo así?? No se lo ha ganado el con sus agallas? No se lo merece??
Se ríe la mujer de su viudo, que solo quería lo mejor para ellos?
No tendría una persona normal remordimientos por haber defendido su ¨dignidad¨ (por encima del deseo de su marido)
El personaje bien lo dice durante la película varias veces,,, y sigue vivo, hablando, convenciendo, trabajando (incluso con un hierro en la cabeza) como hace alguien que quiere a su familia.. igual que se cogen las pateras los inmigrantes o igual que todos nos esforzamos en el trabajo (perdiendo gran parte de nuestra dignidad la mayor parte del tiempo, aguantando abusos, etc) todos nosotros.
Acaso no se ponen ante la cámara? para que? para reírse de su marido? para seguirle el juego? Acaso no han salido en la tele de todas las maneras? (varias veces lo enfocaron los periodistas)
Lo digno es aprovechar esa ocasión, aceptar el dinero que tu marido te da a ti y a tus hijos con sus agallas y su coraje. Si la muerte trae consigo un regalo, una suerte, lo ¨digno¨ es aceptar esa suerte. Es como no aceptar una medicina que te quite el dolor durante una muerte dolorosa..... El si es digno o no pasar ese dolor es una discusión sin sentido, es una elección personal y ademas la mujer en la película toma la decisión contraria a los deseos del marido. Osea, le niega una medicina anti-dolor, en contra de su voluntad, y convierte así su muerte en doblemente absurda.
Por lo demás, todo bien. Osea: bien rodada.
Me molesta mucho lo absurdo de la historia. Esa defensa de la dignidad me parece muy muy mal expresada... Esto lo podría hacer Mota en un ¨sketch¨ en su programa: el personaje quiere salirse con la suya y ganar pasta con su muerte pero viene su mujer y le da un sartenazo y le jode el plan.
Habría que hacerse estas preguntas antes de hacer la película....
Que sentido tiene hoy en día la defensa de esa ¨dignidad¨ y rechazar el dinero??
es dinero sucio o algo así?? No se lo ha ganado el con sus agallas? No se lo merece??
Se ríe la mujer de su viudo, que solo quería lo mejor para ellos?
No tendría una persona normal remordimientos por haber defendido su ¨dignidad¨ (por encima del deseo de su marido)
El personaje bien lo dice durante la película varias veces,,, y sigue vivo, hablando, convenciendo, trabajando (incluso con un hierro en la cabeza) como hace alguien que quiere a su familia.. igual que se cogen las pateras los inmigrantes o igual que todos nos esforzamos en el trabajo (perdiendo gran parte de nuestra dignidad la mayor parte del tiempo, aguantando abusos, etc) todos nosotros.
Acaso no se ponen ante la cámara? para que? para reírse de su marido? para seguirle el juego? Acaso no han salido en la tele de todas las maneras? (varias veces lo enfocaron los periodistas)
Lo digno es aprovechar esa ocasión, aceptar el dinero que tu marido te da a ti y a tus hijos con sus agallas y su coraje. Si la muerte trae consigo un regalo, una suerte, lo ¨digno¨ es aceptar esa suerte. Es como no aceptar una medicina que te quite el dolor durante una muerte dolorosa..... El si es digno o no pasar ese dolor es una discusión sin sentido, es una elección personal y ademas la mujer en la película toma la decisión contraria a los deseos del marido. Osea, le niega una medicina anti-dolor, en contra de su voluntad, y convierte así su muerte en doblemente absurda.
Por lo demás, todo bien. Osea: bien rodada.
16 de mayo de 2012
16 de mayo de 2012
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
http://cineyotrasdrogas.blogspot.com.es/
Alex de la Iglesia siempre ha sido uno de mis directores españoles preferidos. Sus películas, tanto por temática como por forma de rodar, me han parecido un oasis dentro del, muchas veces triste, panorama cinematográfico español.
Muy a pesar mío, creo que la carrera del director vasco ha empezado a rodar cuesta abajo. En Los crímenes de Oxford podíamos ver una falta total de autoría, Balada triste de trompeta fue un experimento fallido que gustó a pocos, pero su última película deja a sus seguidores un poco lejos de recobrar la confianza depositada en el durante años.
La chispa de la vida es una burda crítica a la sociedad y a los medios de comunicación, en la que la originalidad y el buen acabado final brillan por su ausencia. No es que de la Iglesia haya sido la panacea del buen gusto y la perfección, pero casi todos sus films, con sus fallos, destilaban una sensación de intentar mostrar cosas distintas y hacerlo de una forma original. Aquí el guión es tan infantil y predecible, que hace daño escuchar muchos de sus diálogos y dan ganas de quitarse los ojos antes situaciones tan ridículas y desesperantes.
Como nota curiosa, decir que el guionista de la película española es Randy Feldman. El estadounidense ha escrito cosas como Tango y Cash, El negociador o el decente y poco conocido psychothriller ochentero, Noche infernal. Las malas lenguas dicen que Alex de la Iglesia retocó mucho su guión y es el culpable de echar por tierra una buena idea.
La gran cantidad de personajes, todos ellos arquetipos y muy poco desarrollados, hacen que el metraje se convierta en un intento fallido de película coral. Una verdadera lástima ver tal cantidad de buenos actores, sobre todo el plantel de secundarios, perdidos en la pantalla.
Aunque se puede ver la gran labor que hace José Mota por tomarse su personaje en serio, no creo que la elección para llevar el peso de la película haya sido la acertada. Aún así, está mucho mejor que un desesperante Juan Luís Galiardo, convertido ya en una caricatura de si mismo, Fernando Tejero y su ridículo acento no-andaluz o el siempre insoportable Eduardo Casanova. Todos ellos hacen que hasta Salma Hayek esté más que decente.
Mi consejo, si respetáis un poco el trabajo de Alex de la Iglesia, no veáis La chispa de la vida. Solo espero que el proyecto de Las brujas de Zagarramurdi siga adelante y pierdan más tiempo en hacerlo que este atropellado film.
No voy a cerrar esta crítica quedándome con las ganas de hacer el chiste: esta película tiene de todo menos chispa (¡festival del humor!)
Alex de la Iglesia siempre ha sido uno de mis directores españoles preferidos. Sus películas, tanto por temática como por forma de rodar, me han parecido un oasis dentro del, muchas veces triste, panorama cinematográfico español.
Muy a pesar mío, creo que la carrera del director vasco ha empezado a rodar cuesta abajo. En Los crímenes de Oxford podíamos ver una falta total de autoría, Balada triste de trompeta fue un experimento fallido que gustó a pocos, pero su última película deja a sus seguidores un poco lejos de recobrar la confianza depositada en el durante años.
La chispa de la vida es una burda crítica a la sociedad y a los medios de comunicación, en la que la originalidad y el buen acabado final brillan por su ausencia. No es que de la Iglesia haya sido la panacea del buen gusto y la perfección, pero casi todos sus films, con sus fallos, destilaban una sensación de intentar mostrar cosas distintas y hacerlo de una forma original. Aquí el guión es tan infantil y predecible, que hace daño escuchar muchos de sus diálogos y dan ganas de quitarse los ojos antes situaciones tan ridículas y desesperantes.
Como nota curiosa, decir que el guionista de la película española es Randy Feldman. El estadounidense ha escrito cosas como Tango y Cash, El negociador o el decente y poco conocido psychothriller ochentero, Noche infernal. Las malas lenguas dicen que Alex de la Iglesia retocó mucho su guión y es el culpable de echar por tierra una buena idea.
La gran cantidad de personajes, todos ellos arquetipos y muy poco desarrollados, hacen que el metraje se convierta en un intento fallido de película coral. Una verdadera lástima ver tal cantidad de buenos actores, sobre todo el plantel de secundarios, perdidos en la pantalla.
Aunque se puede ver la gran labor que hace José Mota por tomarse su personaje en serio, no creo que la elección para llevar el peso de la película haya sido la acertada. Aún así, está mucho mejor que un desesperante Juan Luís Galiardo, convertido ya en una caricatura de si mismo, Fernando Tejero y su ridículo acento no-andaluz o el siempre insoportable Eduardo Casanova. Todos ellos hacen que hasta Salma Hayek esté más que decente.
Mi consejo, si respetáis un poco el trabajo de Alex de la Iglesia, no veáis La chispa de la vida. Solo espero que el proyecto de Las brujas de Zagarramurdi siga adelante y pierdan más tiempo en hacerlo que este atropellado film.
No voy a cerrar esta crítica quedándome con las ganas de hacer el chiste: esta película tiene de todo menos chispa (¡festival del humor!)
15 de enero de 2012
15 de enero de 2012
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
A partir de la exageración argumental como principal punto de apoyo, de la Iglesia construye una tragicomedia coral y de "denuncia" para contarnos la historia de un pobre frustrado que no encuentra su sitio en el reino de lo amoral, donde la avaricia busca nuevos filones de oro entre la estupidez y el analfabetismo animal más puro que brillan en los millones de miradas fijas en la caja tonta, instrumento de manipulación por excelencia.
De la Iglesia, bebiendo directamente de fuentes clásicas como Berlanga y con bastantes tablas en esto del cine, sabe aportar el máximo dinamismo visual a esta historia que no aporta novedades y que, a cada momento corre peligro de desinflarse.
En resumen: para pasar el rato.
De la Iglesia, bebiendo directamente de fuentes clásicas como Berlanga y con bastantes tablas en esto del cine, sabe aportar el máximo dinamismo visual a esta historia que no aporta novedades y que, a cada momento corre peligro de desinflarse.
En resumen: para pasar el rato.
30 de enero de 2012
30 de enero de 2012
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
De nuevo vuelve Álex de la Iglesia a presentarnos una sátira de la condición humana en su más cruda realidad.
Muy recomendable para los que les guste el estilo de este director y a muchos de los que no, puede que también: a todos los que "La comunidad" les pareció una buena película, "La chispa de la vida" seguro que no será menos.
Grata sorpresa la de José Mota en un papel de esta índole.
Y me dio bastante pena y tristeza comprobar cómo, a los 10 días de su estreno, un miércoles por la tarde estábamos en la sala de un cine de un concurrido centro comercial tan sólo 2 personas: mi acompañante y yo. La condición humana, quizás, pero sin sátira esta vez.
Sigo en 'spoiler'
Muy recomendable para los que les guste el estilo de este director y a muchos de los que no, puede que también: a todos los que "La comunidad" les pareció una buena película, "La chispa de la vida" seguro que no será menos.
Grata sorpresa la de José Mota en un papel de esta índole.
Y me dio bastante pena y tristeza comprobar cómo, a los 10 días de su estreno, un miércoles por la tarde estábamos en la sala de un cine de un concurrido centro comercial tan sólo 2 personas: mi acompañante y yo. La condición humana, quizás, pero sin sátira esta vez.
Sigo en 'spoiler'
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Un hombre fracasado y que pasa desapercibido para el todo el mundo se convierte de la noche a la mañana en la principal noticia del país debido a un desgraciado accidente; para más 'inri', la acción se desarrolla en un teatro romano que ve como sus gradas se van ocupando de ocasionales espectadores que no quieren perderse el final del show, sea cual sea.
La condición humana no sólo queda reflejada en los espectadores de "lejos", sino también en los de "cerca", pues prácticamente todos los que pululan alrededor de nuestro protagonista buscan, en un momento u otro, obtener a cambio algún provecho personal de la situación o tener sus segundos de gloria delante de una cámara. Hasta el desdichado se atreve a negociar sus exclusivas dentro de su lamentable y precaria situación, lo cual acrecienta la magnitud del esperpento.
Los personajes van evolucionando, hasta tal punto que algunos de los que parecían buenos acaban siendo un poco rastreros, y otros que parecían malos (la directora del museo) acaban por ablandarse. Los dislates temporales (Madrid-Murcia en 1 hora) son altamente llamativos, aunque parecen claramente hechos adrede para ir añadiendo más y más personajes a este imposible teatrillo.
Pero centro este 'spoiler' en que de la Iglesia nunca cierra las películas con finales convencionales, porque parece que en esta sí que lo hace al rechazar la viuda una suculenta oferta por vender el video de la historia; y digo parece porque la secuencia final, con esa mujer saliendo del lugar de los hechos y ese instante de pausa donde uno puede contemplar claramente su expresión, refleja un rostro no dolido, no amargado, no triste... sino que más bien ahí se ve una mirada decidida, segura de sí misma, sabiendo muy bien por donde pisa... Esta buena señora se nos ha presentado toda la película como la perfecta esposa que ama incondicionalmente a su marido y que al final se mantiene por encima de todo y de todos íntegra ante la tentación, pero... ¡esa mirada!
¡¡¡Esa mirada me dice que no es nada descabellado que venda MÁS TARDE y hasta MÁS CARO!!!
La condición humana no sólo queda reflejada en los espectadores de "lejos", sino también en los de "cerca", pues prácticamente todos los que pululan alrededor de nuestro protagonista buscan, en un momento u otro, obtener a cambio algún provecho personal de la situación o tener sus segundos de gloria delante de una cámara. Hasta el desdichado se atreve a negociar sus exclusivas dentro de su lamentable y precaria situación, lo cual acrecienta la magnitud del esperpento.
Los personajes van evolucionando, hasta tal punto que algunos de los que parecían buenos acaban siendo un poco rastreros, y otros que parecían malos (la directora del museo) acaban por ablandarse. Los dislates temporales (Madrid-Murcia en 1 hora) son altamente llamativos, aunque parecen claramente hechos adrede para ir añadiendo más y más personajes a este imposible teatrillo.
Pero centro este 'spoiler' en que de la Iglesia nunca cierra las películas con finales convencionales, porque parece que en esta sí que lo hace al rechazar la viuda una suculenta oferta por vender el video de la historia; y digo parece porque la secuencia final, con esa mujer saliendo del lugar de los hechos y ese instante de pausa donde uno puede contemplar claramente su expresión, refleja un rostro no dolido, no amargado, no triste... sino que más bien ahí se ve una mirada decidida, segura de sí misma, sabiendo muy bien por donde pisa... Esta buena señora se nos ha presentado toda la película como la perfecta esposa que ama incondicionalmente a su marido y que al final se mantiene por encima de todo y de todos íntegra ante la tentación, pero... ¡esa mirada!
¡¡¡Esa mirada me dice que no es nada descabellado que venda MÁS TARDE y hasta MÁS CARO!!!
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