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La piel suave

Drama. Romance Pierre Lachenay, un famoso escritor, casado con Franca y con una hija de 10 años, abandona el hogar conyugal tras iniciar una relación con Nicole, una azafata de vuelo. Pero, a pesar de su decisión, tiene constantes dudas acerca de sus sentimientos... (FILMAFFINITY)
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28 de octubre de 2012 2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las películas de Truffaut tienen un motivo particular: las pasiones y cómo ellas arrastran al hombre (y a la mujer) a ciertas desventuras. La piel suave no es la excepción; sin embargo, aunque a veces está salpicada de recuerdos y formación literaria, el relato de esta pasión entre el escritor y la azafata (amantes que se van perdiendo hasta de su propia relación) resulta soso y poco encantador. O, si la impresión no me falla, tal vez ha envejecido mal.
Sin ser lo mejor del autor francés, las remembranzas literarias, las modas, las ideas de bohemia y fama atraídas por el libro y los lectores franceses, así como el a veces exagerado manejo de detalles para contar simplezas hacen que uno sienta que está leyendo un libro ya conocido, el libro de Truffaut y su cine.
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"La Peau douce" (1964). François Truffaut. Amor: de la mirada a la caricia, del deseo a la posesión. Un thriller lírico. Francisco Huertas Hernández

"L'amor che move il sole e l'altre stelle" (Dante Alighieri: "Commedia". Paradiso, XXXIII, v. 145) es el impulso que mantiene la vida y la especie, que hace del ser humano brisa o huracán. Su misterio es tan secreto como su final trágico. Y, sin embargo, no sabemos amar, como nos cuenta el realizador francés.

"La Peau douce" fue la cuarta película de François Truffaut (1932-1984). A partir de un guion escrito por el director con Jean-Louis Richard (1927-2012), basado en dos hechos reales -l'affaire Jaccoud, un crimen de origen pasional en Ginebra; y l'affaire Nicole Gérard, otro crimen, en el que ésta mató el 26 de junio de 1963 a su esposo infiel.

Pierre Lachenay (Jean Desailly) es un ensayista y conferenciante que dirige una pequeña revista literaria en París. Su matrimonio con Franca (Nelly Benedetti) es tan burgués como rutinario. Reparte el tiempo entre sus viajes, su trabajo, su hija Sabine (Sabine Haudepin) y sus amigos. En un viaje a Lisboa conoce a la azafata del avión, Nicole (Françoise Dorléac), por la que experimenta una irresistible atracción. Comienzan una relación de amantes en la ciudad portuguesa, y, luego, se reencuentran en París, pero la vida profesional de Pierre complicará la aventura, mientras la relación con Franca se irá deteriorando hasta el fatal desenlace.

"Un film où la femme, le mari et la maîtrisse sont à égalité" escribe el realizador. Sí, el marido, la esposa y la amante, en pie de igualdad, porque los tres aman, temen, yerran, huyen, o enloquecen.
El guion escrito mano a mano en Cannes en el verano de 1963 será "muy cercano a la vida, indecente, impúdico, bastante triste, pero muy sencillo" escribe Truffaut a Helen Scott. "Será escrito, rodado, estrenado y amortizado rápidamente". El realizador ya solo pensaba en "Fahrenheit 451". Este guion mezcla recuerdos personales, anécdotas recogidas de acá y de allá, sucesos reales, en un marco urbano: París, Lisboa, Reims.

"La Peau Douce" es un thriller lírico. Por esa época Truffaut veía una y otra vez las películas de Hitchcock, con el que preparaba su famoso libro de entrevistas. Por eso, desde el inicio, cuando vemos a Pierre salir del metro en dirección a su apartamento, el pathos de la "expectación" está presente. La extremada atención a los planos, las miradas y los gestos, la planificación minuciosa de los detalles, sencillos, pero reveladores siempre, todo eso es hitchcockiano.

Asistimos a una crítica del matrimonio burgués, con su hipocresía y rutina -la escena de las dos parejas aburridas, con la televisión encendida-. En Truffaut predomina un tono lírico, triste y subjetivo. Un Pierre atareado y siempre con prisas -increíble la escena hitchcockiana del inicio, en el auto a toda velocidad, camino de Orly-, como si su vida experimentara un terror absoluto al vacío: "J'ai découvert que tout le malheur des hommes vient d'une seule chose, qui est de ne savoir pas demeurer au repos dans une chambre" (He descubierto que todas las desgracias de los hombres provienen de una sola cosa: no saber permanecer en reposo dentro de una habitación). Esta famosa cita de Blaise Pascal abre la conferencia de Pierre en Reims, adonde ha llegado con Nicole para estar juntos, mas la vida tiene abismos insondables, y Nicole acabará sola, sin poder escuchar a su amante, junto a unos carteles de películas de Marcel Ophüls y Jean Cocteau, en el hall del cine. Pierre tampoco ha tenido tiempo para ella.

Lachenay es una persona que adopta las peores decisiones en los momentos más inadecuados. Conformista, convencional. Se encandila con la joven belleza celestial de Nicole, pero, tras conquistarla, no tiene tiempo para ella. Lachenay no es un hombre viejo, pero actúa como un prócer, acartonado, encorsetado en su rol de "grand homme de Lettres".

Para el papel del escritor indeciso y cobarde, Truffaut había pensado en François Périer, aunque finalmente el rol fue para Jean Desailly. El realizador de "Les Quatre Cents Coups" le explicó que la película tendría 1000 planos aproximadamente, de los que 500 serían primeros planos de Pierre, y otros 500 planos subjetivos de la mirada de Pierre. Esto es un "tour de force" para cualquier actor. Un film normal tiene unos 500 planos. Así la relación entre estos dos hombres no cesó de deteriorarse. Desailly compuso perfectamente la apatía (veulerie) masculina, esa incapacidad para vivir, sin el consuelo de las "grandes ocupaciones". ¿Cómo puede un ser humano -Pierre, Nicole, Franca- vivir sin amor? Nicole encarna la dulzura del fruto prohibido. Su inocencia es algo de lo que carece el intelectual atareado. Y Franca es un volcán dormido de pasión, de celos, de rabia. Ambas mujeres son independientes y modernas, pero aman al indeciso, cobarde y vacío Pierre. Lachenay en el film apenas está a la altura de lo que está viviendo. Una distancia, mezcla de su indecisión, cobardía y rigidez burguesa, le impide arrojarse como un niño en la felicidad descubierta, como en la portentosa escena del telegrama que escribe en el aeropuerto a Nicole: "Depuis que je vous connais, je suis un autre homme, et cet homme ne peut envisager de vivre sans toi. Je vous aime" (Desde que la conozco, soy otro hombre, y ese hombre no puede vivir sin ti. Os amo)

"La Peau douce" es un intermezzo lírico entre "Jules et Jim" (1962) y "Fahrenheit 451" (1966) -su film británico-, que cosechó un rotundo frac.aso de crítica y de público: "C'est un film désagréable à regarder", pero con los años se sitúa no solo entre las mejores producciones del autor, sino de todo el cine universal. ¿Por qué? Por su equilibrio de propósito, forma y ritmo, por su triste belleza donde el amor es imposible pero inevitable
5
3 de agosto de 2024 0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
292/24(27/08/24) Decepcionante melodrama ‘romántico’ francés dirigido por François Truffaut, escrito por él mismo junto a su guionista de cámara Jean-Louis Richard (“Fahrenheit 451”, “La novia vestía de negro” o “La noche americana”), adaptando una historia real sucedida en París ese mismo año 1963, un asunto de adulterio, pero también es influido por su propia vida de profesional de las infidelidades, de hecho en claro juego de metaficción, Truffaut mantuvo un romance con la protagonista de este film Françoise Dorléac, estando casado con Madeleine Morgenstern. Película que he visto con motivo del 60 aniversario de su estreno (20 de abril de 1964), pues venía avalado por buenas críticas, pero me he encontrado con una historia más antigua que el hilo negro, más sobada que los pechos de Julieta en Verona.

Es el simple relato de un triángulo amoroso, dónde un escritor casado y cansado (quiso Dios que entre estas dos palabras solo hubiera una letra de diferencia) del matrimonio comienza un romance con una azafata, nada nuevo bajo el sol, sin nada de originalidad, dónde los resortes del sub género son los esperados. Un análisis deprimente de la burguesía acomodada, ociosa, y superficial, ello desarrollado de modo plano, salvo por su metido con calzador rush final deudor de Alfred Hitchcock, admirado por Truffaut y que por entonces acometía su famosa entrevista que dio lugar al libro famoso. Dando grima la poca química que hay entre el adúltero encarnado por Jean Desailly y su amante a la que da vida Françoise Dorléac (hermosa hermana de Catherine Deneauve, que desgraciadamente murió por accidente de tráfico a los 25 años), no fluye pasión alguna entre ambos haga creíble su romance, no te puedes creer este tipo gris enamore a una sensual azafata con mucho mundo. Tampoco se transpiran dilemas morales en el protagonista y vértice del triángulo, se enamora de la sexy rubia y cuando le pillan decide dejar a su esposa sin más, no hay más en él. Como tampoco hay actuaciones reseñables, me es una muy sobrevalorada cinta.

Pierre Lacheney (Desailly), reconocido escritor y editor de una revista literaria, marido de Franca (Nelly Benedetti) y padre de la pequeña Sabine (Sabine Haudepin), llega tarde a su vuelo que le llevará a Lisboa. Acompañado en el coche por un amigo, consigue subir justo a tiempo. Llama la atención de Nicole (Dorléac), una encantadora azafata, con quien posa para una fotografía mientras bajan del avión. Pierre se registra en el hotel y luego sale para dar una conferencia sobre uno de sus libros, Balzac y el dinero. Al salir, ve a Nicole en la recepción del hotel. Una vez de regreso, toma el ascensor con Nicole. Luego la llama para ofrecerle tomar una copa con ella, ella se niega debido a que es tarde. Poco después de colgar, Nicole vuelve a llamar a Pierre, se disculpa y acepta su invitación. La noche siguiente, Pierre y Nicole pasan la tarde y luego la noche hablando. Al amanecer regresan al hotel y pasan la noche juntos. Al día siguiente, en el avión, Nicole le entrega una caja de cerillas donde ha escrito su número de teléfono. De regreso a París, Pierre intenta en vano llamar a Nicole varias veces.

Los enigmáticos títulos de crédito suceden sobre dos manos, de un hombre y una mujer, se acarician mutuamente. En el dedo anular de la mano varonil hay una alianza (hombre casado), la de la mujer no muestra anillo alguno (a buen entendedor…). Tras lo que nos cuelan una escena que a la postre se antoja ridícula porque no se sabe del porqué. Y es que vemos a Pierre, acompañado por su hija y conducido por un amigo, van a toda ‘caña’ al aeropuerto para llegar a tiempo a su vuelo, aunque su esposa le ha dicho que podría coger otro vuelo. Truffaut filma esto transmitiendo sensación de contrarreloj y tensión. Termina llegando a tiempo, y allí conoce a Nicole. Que aporta esta carrera a la trama? Truffaut al parecer no sabe del ‘Arma de Chéjov’.

El director intenta hacernos ver el mundo interior del protagonista convulsionado, cuando en realidad tiene muy claro este que detesta a su anodina (y neurótica) esposa y desea buscar nuevas sensaciones en otras féminas. Es un film que para lo que cuenta se estira demasiado, le cuesta avanzar, hace demasiados subrayados en lo ya consabido, pero es que el final es todo lo contrario, muy precipitado, como si el director se hubiera dado cuenta se le acaba el metraje que pretendía dar. Tampoco el carácter volátil de Nicole es de recibo en modo coherente.

El único toque bonito del film es una escena, cuando en la habitación de hotel Nicole saca fuera la bandeja del desayuno y un gato se acerca a la leche y bebe de ella mientras sabemos que tras la puerta hace el amor la pareja.

Por extraer algo de este ordinario film, destacar el personaje de Nicole como mujer libre, moderna, autosuficiente, se acuesta con los hombres que quiere, no ansía casarse, no le pide a su amante deje a su esposa, no está con él por su dinero, simplemente lo ama sin sumisión alguna. Lástima que la bella Dorleac no tenga mucha cancha para dar profundidad a este carácter feminista.

Truffaut trabaja con dos artistas en sus labores de los grandes en Francia, como son el DP Raoul Coutard, ha trabajado con grandes directores en el país gabacho (con Godard [“Al final de la escapada” o “El desprecio”], Costa-Gavras [“Z” o “La confesión”] y por su puesto Truffaut [“Tirad sobre el pianista” o “Jules y Jim”]), aquí jugando con el glorioso b/n , conttrastes suaves de grises, y notándose que adora a Dorleac en como se deleita con su beldad sensual; También colabora en el film el maestro musical George Delarue (habitual de Truffaut, también en films: “Un hombre para la eternidad”, “Ana de los mil días”, “A las 9 cada noche”, “Chacal”, “Julia” o “Platoon”), aquí sin ser de las mejores si deja huella en la melancolía que imprime.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Rush final: El momento difícil es cuando Pierre tiene que llamar a su mujer, ella sabe que mintió sobre su agenda y cuelga furiosamente. Pierre regresa a casa, ella le monta una escena, lo acusa de tener una aventura, Pierre lo niega sale a dormir a su oficina. Está pensando en alquilar un apartamento para Nicole y él. A la mañana siguiente, Franca lo llama y le informa que nunca le perdonará su afrenta y que su abogado se pondrá en contacto con él con vistas a divorciarse. Pierre y Franca se reencuentran, Franca se arroja alrededor de su marido y lo arrastra a su dormitorio, luego Franca echa a Pierre cuando él le dice que nunca podrán volver a vivir juntos. Pierre está angustiado, su mujer oscila entre la histeria, la depresión, los celos y el arrepentimiento. Más adelante esa semana, Pierre y Nicole cenan juntos, Pierre serio y preocupado, Nicole ligera, risueña. Al día siguiente, mientras él le muestra un apartamento en construcción, Nicole admite se arrepiente de esta aventura, no quiere vivir con él, ni casarse y rompe su relación. Franca se topa con las fotos Pierre les tomó a Nicole y a él durante su breve escapada. Al regresar a casa, toma un rifle de caza, lo arma, va al restaurante donde Pierre almuerza frecuentemente, le arroja las fotos a la cara y le dispara letalmente, tras lo que se sienta.

Aunque la película se inspira en noticias, también se percibe claramente un aspecto autobiográfico. La crisis matrimonial entre Franca y Pierre Lachenay podría inspirarse en la crisis matrimonial entre Madeleine Morgenstern y François Truffaut. Asimismo, la relación entre Pierre Lachenay y Nicole se asemeja a la relación de Truffaut con Liliane David; Truffaut rodó en su propio apartamento las escenas tienen lugar en el apartamento del matrimonio Lachenay. El apellido de los Lachenay hace referencia al cineasta Robert Lachenay, amigo de infancia del director (e inspiración para sus respectivos personajes en Los 400 golpes).

Dorléac estaba al borde del estrellato internacional cuando murió el 26 de junio de 1967 en un accidente automovilístico. Perdió el control de un automóvil Renault 10 alquilado y golpeó una señal a diez kilómetros de Niza en la salida Villeneuve-Loubet de la autopista La Provençale. El auto volcó y estalló en llamas. Iba camino del aeropuerto de Niza y tenía miedo de perder el vuelo (en este film “La piel suave” comienza con un hombre que a toda prisa va con el auto para llegar a tiempo al aeropuerto y no perder el vuelo ¿?). Fue vista luchando por salir del auto, pero no pudo abrir la puerta. Más tarde, la policía identificó su cuerpo solo con el fragmento de un talonario de cheques, un diario y su permiso de conducir.

La historia podría verse como un cuento moral cual por ejemplo la posterior “Atracción fatal”, exponiendo los peligros de salirte del ‘redil’, y buscarte unja amante cuando estas casado, esto podría provocar reacciones que no puedes controlar y que pueden arrasarte. Aunque este ‘mensaje’ viene de Truffaut, un mujeriego empedernido que saltaba de ‘flor en flor’, no era precisamente monógamo, tuvo muchas amantes y no siguió el canto a respetar la sagrada institución matrimonial que se puede interpretar propugna esta historia.

Historia mil veces contada, no me ha sacado de déjà vu constante. Gloria Ucrania!!!
5
5 de febrero de 2010
4 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
La piel suave y los pelos de punta. Esas medias que se quitan, con autorización necesaria, y esa piel que se rasga, táctil precioso. Contando una historia que la mayoría imaginaron pero que nadie tenía ocasión de realizarla, me refiero al final, sin desvelarlo, por supuesto, ya sea por miedo o temor a la justicia en caso extremo.

La cinta baila canciones y temas melosos, con la banda sonora se funden imágenes y situaciones, aunque hay poca variedad. Los sentimientos son correctamente representados por una serie de actores adecuados, incluso realizando interpretaciones colosales, ejemplo de ello es la foto que se saca con Ella, esa foto en la que deja el temporizador puesto, y que sale con una cara de gilipollas que no te digo na', siendo a la vez tan adecuada...

Pero Truffaut sabe lo que hace y sabe transmitir como nadie un beso en el cuello, mientras Ella está a un lado de la cama, reclamando lo que es suyo. El perdón infinito que se vuelve en efímero y a la vez eterno, situaciones dicen.

Las que tú me haces, tocayo.
9
10 de febrero de 2007
7 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Casi diría que es una película minimalista, no se pueden decir más cosas con menos elementos. Es precisa, concisa, sugerente, lo nimio se torna apabullante, esclarecedor.

Es un film sobre la vida cotidiana rodado en clave de "suspense", te hace mantener atento al desenlace aunque no quieras, no en vano Truffaut era un admirador del maestro Hitchcock.

Gran película, de las que ya no se hacen.
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