The Doors
6.8
16,620
Drama
Biopic del legendario Jim Morrison y su banda The Doors, desde sus inicios hasta la muerte del cantante en una habitación de hotel de París en 1971. En los primeros días de la formación del grupo, Morrison está en su momento más benigno; es sólo un tipo que pasa el rato en la playa escribiendo poesía. Pero pronto la fama de los Doors comienza a extenderse, con Morrison como centro de atención. A medida que el consumo de drogas y el ... [+]
23 de agosto de 2011
23 de agosto de 2011
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque un tanto exagerada, buena aproximación a la vida de "Jimbo" junto con sus inseparables "The Doors".
Excelente Val Kilmer en el papel de Morrison, y como no, gran banda sonora...siempre y cuando seas seguidor de "las puertas de la percepción".
Excelente Val Kilmer en el papel de Morrison, y como no, gran banda sonora...siempre y cuando seas seguidor de "las puertas de la percepción".
9 de febrero de 2014
9 de febrero de 2014
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Eran los años 90', el verdadero rock volvía a estar de moda con el grunge y el rock clásico copándo todas los charts y estadios.
Y en esa vorágine revival, se cumplía el viente aniversario de la muerte de un ídolo olvidado: Jim Morrison.
Digo olvidado, porque los Doors peregrinaron largo tiempo por el olvido colectivo hasta volver a ser reivindicados por gente como Axl Rose, (llegó a creerse la reencarnación de Jimbo xD) Eddie Vedder o Ian Astbury.
Si a eso añadimos que Oliver Stone era un fanático de la banda, pues ya tenemos los ingredientes necesarios para regresar a la era dorada de una banda y un lider irrepetibles.
La película ha sido tildada de pretenciosa, a ratos lisérgica y de no reflejar bien a la banda. Pero hay que entender que la película muestra una época y a un cantante en pleno desequilibrio psicotrópico y alcohólico. El papel de Val Kilmer bien podría haberle valido un Oscar ya que canta él mismo las canciones y su interpretación está tan lograda que logra elevar la imágen de Jimbo al nivel de mito.
Es una película hecha por un fan de la banda, para fans de su música. El resto que no logren conectar con su música, considerarán la película como un juguete pretencioso.
Pero es que los Doors eran eso: pretenciosidad, glamour, rock, pasión, sexo y exceso sin limites, todo ello sazonado de unas canciones increibles y unas letras que llevaban el rock a la mejor literatura, (dentro de unos limites obvios)
Por lo demás la película es un gran homenaje a la banda y aunque fue un fracaso en su día, consiguió reivindicar una época y unos artistas olvidados.
A destacar las actuaciones en el mítico Whiskey A Go Go, el Roxy o el mismo inicio de la peli con el Riders on the storm...
Locura, exceso, drogas, sexualidad, buena música y una excelente interpretación de Val Kilmer.
Y en esa vorágine revival, se cumplía el viente aniversario de la muerte de un ídolo olvidado: Jim Morrison.
Digo olvidado, porque los Doors peregrinaron largo tiempo por el olvido colectivo hasta volver a ser reivindicados por gente como Axl Rose, (llegó a creerse la reencarnación de Jimbo xD) Eddie Vedder o Ian Astbury.
Si a eso añadimos que Oliver Stone era un fanático de la banda, pues ya tenemos los ingredientes necesarios para regresar a la era dorada de una banda y un lider irrepetibles.
La película ha sido tildada de pretenciosa, a ratos lisérgica y de no reflejar bien a la banda. Pero hay que entender que la película muestra una época y a un cantante en pleno desequilibrio psicotrópico y alcohólico. El papel de Val Kilmer bien podría haberle valido un Oscar ya que canta él mismo las canciones y su interpretación está tan lograda que logra elevar la imágen de Jimbo al nivel de mito.
Es una película hecha por un fan de la banda, para fans de su música. El resto que no logren conectar con su música, considerarán la película como un juguete pretencioso.
Pero es que los Doors eran eso: pretenciosidad, glamour, rock, pasión, sexo y exceso sin limites, todo ello sazonado de unas canciones increibles y unas letras que llevaban el rock a la mejor literatura, (dentro de unos limites obvios)
Por lo demás la película es un gran homenaje a la banda y aunque fue un fracaso en su día, consiguió reivindicar una época y unos artistas olvidados.
A destacar las actuaciones en el mítico Whiskey A Go Go, el Roxy o el mismo inicio de la peli con el Riders on the storm...
Locura, exceso, drogas, sexualidad, buena música y una excelente interpretación de Val Kilmer.
7 de marzo de 2011
7 de marzo de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para empezar, Oliver Stone nunca ha sido santo de mi devoción excepto en contadas ocasiones en las que al menos he podido ver alguno de sus films sin arcadas varias,caso de Platoon o este biopic.
Resulta creible Kilmer en su papel de desbocada estrella del emergente rock psicodelico...el resto es harina de otro costal. ¿Alguien puede tragarse el encuentro con Nico en el ascensor, felación incluida y todo lo que conlleva con el tema de la Velvet Underground?
Y es que Stone es un artista adaptando la realidad a su propio mundo, cosa que no está ni bien ni mal.
Eso si , la música y el tema de la búsqueda del yo interior a través de las drogas es creible.
Resulta creible Kilmer en su papel de desbocada estrella del emergente rock psicodelico...el resto es harina de otro costal. ¿Alguien puede tragarse el encuentro con Nico en el ascensor, felación incluida y todo lo que conlleva con el tema de la Velvet Underground?
Y es que Stone es un artista adaptando la realidad a su propio mundo, cosa que no está ni bien ni mal.
Eso si , la música y el tema de la búsqueda del yo interior a través de las drogas es creible.
30 de abril de 2016
30 de abril de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El año, 1998. Me encontraba en el último curso antes de dar el salto a la universidad y formaba parte, como vocalista, de un flojísimo (a la par que ilusionado) grupo de rock, tremendamente 'amateur', con tres compañeros del ya extinto COU. Para tomarnos un descanso e inspirarnos, durante un ensayo en el garaje del guitarra rítmico, nos pusimos a ver 'The Doors'. La película, aún con todos sus desvaríos dramáticos, me dejó una profundo poso de curiosidad. Ya en 1999, 'estudiando' Periodismo en Salamanca, conocí al que se convertiría en uno de mis mejores amigos, que tuvo la gentileza de abrirme, de par en par, las puertas de la percepción. Desde entonces (y creo que hasta el fin de mis días), los Doors son y serán mi banda predilecta.
No es nada fácil llevar a la gran pantalla la historia de Morrison y compañía, pero se agradece el (a ratos fidedigno; otras veces exagerado e inexacto) homenaje del iconoclasta Oliver Stone, como coetáneo de sus andanzas. La puesta en escena y el tratamiento de la imagen es más que acertado. Por descontado, tanto el montaje como la banda sonora están a la altura. Es en el guión y la dirección de actores (Meg Ryan me sobra en todos los planos) donde el conjunto chirría. Manzarek, Krieger y Densmore, 'los puertas' supervivientes (reducidos a meras comparsas por el realizador), discrepaban profundamente de la imagen de Jim transmitida por el filme. En esencia, el protagonista (mimético Val Kilmer) resulta una desquiciada metáfora social de la segunda mitad de los 60 en Estados Unidos, que el realizador experimentó en carne propia como veterano de Vietnam.
Como 'biopic' psicodélico y rockero, la cinta funciona relativamente bien (teniendo en cuenta, insisto, la complejidad que entraña el inusual y filosófico legado de los artistas 'californianos'). Y, como fan acérrimo de Los Doors, disfruto de momentos puntuales (el concierto en el Whiskey a Go Go, la surrealista morada de Warhol, el adagio en Père Lachaise, el final con L.A. Woman). Pero si realmente estáis interesados en conocer, de manera fehaciente, las tribulaciones de 'Jimbo' y sus geniales camaradas, os recomiendo el documental 'When You're Strange' (Tom DiCillio, 2009).
No es nada fácil llevar a la gran pantalla la historia de Morrison y compañía, pero se agradece el (a ratos fidedigno; otras veces exagerado e inexacto) homenaje del iconoclasta Oliver Stone, como coetáneo de sus andanzas. La puesta en escena y el tratamiento de la imagen es más que acertado. Por descontado, tanto el montaje como la banda sonora están a la altura. Es en el guión y la dirección de actores (Meg Ryan me sobra en todos los planos) donde el conjunto chirría. Manzarek, Krieger y Densmore, 'los puertas' supervivientes (reducidos a meras comparsas por el realizador), discrepaban profundamente de la imagen de Jim transmitida por el filme. En esencia, el protagonista (mimético Val Kilmer) resulta una desquiciada metáfora social de la segunda mitad de los 60 en Estados Unidos, que el realizador experimentó en carne propia como veterano de Vietnam.
Como 'biopic' psicodélico y rockero, la cinta funciona relativamente bien (teniendo en cuenta, insisto, la complejidad que entraña el inusual y filosófico legado de los artistas 'californianos'). Y, como fan acérrimo de Los Doors, disfruto de momentos puntuales (el concierto en el Whiskey a Go Go, la surrealista morada de Warhol, el adagio en Père Lachaise, el final con L.A. Woman). Pero si realmente estáis interesados en conocer, de manera fehaciente, las tribulaciones de 'Jimbo' y sus geniales camaradas, os recomiendo el documental 'When You're Strange' (Tom DiCillio, 2009).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Antes de que el virtuoso Ray Manzarek abandonase esta dimensión, tuve la suerte de verle, junto a un demacrado pero entrañable Robbie Krieger, en La Riviera, formando equipo como los 'Riders on the Storm'. El vocalista era, nada más y nada menos, que Ian Atsbury (líder de The Cult), que estuvo, sencillamente, impresionante (como si Jim hubiera cumplido 60 años en plena forma). Uno de los mejores conciertos de mi absurda existencia.
El otro momento de realización personal, y con esto ya termino, tuvo lugar sobre el escenario de un garito madrileño, interpretando a voz en grito, como si no existiera un mañana, 'Love me two times'. Ahora sí, ya me puedo morir tranquilo, delirando sobre la angustia y la pérdida de dios...
El otro momento de realización personal, y con esto ya termino, tuvo lugar sobre el escenario de un garito madrileño, interpretando a voz en grito, como si no existiera un mañana, 'Love me two times'. Ahora sí, ya me puedo morir tranquilo, delirando sobre la angustia y la pérdida de dios...
31 de marzo de 2006
31 de marzo de 2006
6 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una película que no es mala pero tampoco buena. Sólo cuentan una breve historia de The Doors, creo que en la película se plasmaron muchas cosas superficiales como el sexo y las drogas y que faltó indagar mucho más acerca de lo que se oculta tras de toda esa superficialidad. Seguramente a los fanáticos de The Doors les parezca una película buena o excelente.
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