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5
28 de diciembre de 2015
28 de diciembre de 2015
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí, soy fan de Star Wars. Sí, soy un pelín friki. Y no, no me ha gustado el Episodio VII. La palabra para definir mi impresión (que no la película) sería decepción. Decepción porque el listón estaba tan sumamente bajo (tras las bochornosas precuelas) que era muy fácil superarlo. Decepción porque, después de ver los tráilers, la apuesta por las maquetas en detrimento del CGI, el retorno del reparto clásico y, sobre todo, la elección de Kasdan como escritor del guión (el Episodio V, mal que nos pese, es irrepetible), las expectativas eran máximas. Decepción porque ansiaba ver a Luke empuñando de nuevo un sable láser con la mítica banda sonora de John Williams.
Pero después de la tremebunda (y por otra parte lógica) operación de marketing, creo que a los admiradores de la trilogía clásica nos han dado gato por liebre. Algo que, en mi opinión, confirma los peores temores que muchos teníamos al observar cómo Disney se hacía con los derechos de Lucasfilm...
Pero después de la tremebunda (y por otra parte lógica) operación de marketing, creo que a los admiradores de la trilogía clásica nos han dado gato por liebre. Algo que, en mi opinión, confirma los peores temores que muchos teníamos al observar cómo Disney se hacía con los derechos de Lucasfilm...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
¿Qué esperaba de JJ Abrams? Ni más ni menos que lo mismo que había hecho con Star Trek: unas cintas repletas de acción que, si bien no encajaban con el legado trekkie, parecían sentarle como un guante al modelo 'space opera' de Star Wars. Sin embargo, en su afán por contentar a los fans de toda la vida y llegar a los neófitos, el responsable de la, a ratos prometedora pero finalmente timorata 'Lost', ha construido un film tan deudor de los Episodios IV-VI, que resulta ser un mero remake/reboot digno del siglo XXI (es decir, totalmente hueco, con personajes que sintonizan mejor con esa abominación adolescente llamada 'Crepúsculo'). La originalidad, dentro de las enormes posibilidades que brindaba el universo expandido, brilla por su ausencia. Y ése es un error que, con todos los recursos puestos a su alcance, me parece imperdonable. El espíritu de la saga, desgraciadamente, se perdió para siempre en el bosque de Endor. Una lástima.
13 de enero de 2017
13 de enero de 2017
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de tantas bofetadas, bañadas en siglo XXI, que me había llevado con 'Star Wars', RO es un inesperado soplo de aire fresco. Quizás librarse de la encorsetada narración episódica le ha venido de perlas (y eso que todos conocíamos el desenlace en cuanto al 'mcguffin'), algo que queda patente desde el comienzo (casi es un alivio, porque los 4 últimos textos de entrada parecían pergeñados en la cuñada cantina de 'Deportes Cuatro': sí, son así de malos).
Tras el párrafo jabonoso, con esencia a Heno de Naboo, un poco de pesimismo fan tradicional: la cinta tarda un pelín en arrancar y los protagonistas no son para tirar cohetes (aunque Felicity está muy guapa-alertadeheteropatriarcadoenelteclado-, Diego digamos que 'cumple' y a Forest, el mejor actor de largo, con permiso de Mikkelsen, deberían haberle dado más cancha). Pero también es cierto que la emoción va 'in crescendo' y la galaxia, gracias sean dadas al hacedor, se percibe al fin como territorio hostil (en contraposición con los infantiloides y edulcorados videojuegos de plataformas que sufrimos en las precuelas I-III). Aquí Han volvería a disparar primero...
Tras el párrafo jabonoso, con esencia a Heno de Naboo, un poco de pesimismo fan tradicional: la cinta tarda un pelín en arrancar y los protagonistas no son para tirar cohetes (aunque Felicity está muy guapa-alertadeheteropatriarcadoenelteclado-, Diego digamos que 'cumple' y a Forest, el mejor actor de largo, con permiso de Mikkelsen, deberían haberle dado más cancha). Pero también es cierto que la emoción va 'in crescendo' y la galaxia, gracias sean dadas al hacedor, se percibe al fin como territorio hostil (en contraposición con los infantiloides y edulcorados videojuegos de plataformas que sufrimos en las precuelas I-III). Aquí Han volvería a disparar primero...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Si algo aprecio de 'Rogue One' es que va de menos a más. Tras un comienzo demasiado 'familiar', la cosa se anima paulatinamente, salpicada de guiños a la saga que no molestan, resultan incongruentes o dan vergüenza ajena (¿Anakin, aparte de cretino, fabrica a C3PO?¿El padre de Boba Fett, mira tú por dónde, está detrás de cada casco stormtrooper?¿Amidala, que siempre estaba triste, muere en el parto?). El droide me resulta simpático y, por primera vez en la guerra espacial (menos mal), nos regalan un sacrificio coral que refleja algo de dramatismo bélico (con escenario nuevo para la última batalla, inspirado en Omaha Beach, pero más cercano a Dubai).
Tengo que visionarla otras 40 veces, porque cuando fui al cine aún estaba(mos) de luto por Carrie Fisher. Contemplar a Leia rejuvenecida (la recreación digital canta si la escena es luminosa; el oscurecido Moff Tarkin/Peter Cushing ni tan mal-delosderechosdeimagenhablamosotrodía-), previo despiadado y justificado despliegue sith (esta vez sí) 'made in Vader' (te echábamos de menos, Darth), me emocionó. La 'Tantive IV' es lo que tiene (y los AT-AT, y sentir la Fuerza sin midiclorianos, y la apreciable referencia al Gran Almirante Thrawn, y el necesario respeto por la continuidad).
Tengo que visionarla otras 40 veces, porque cuando fui al cine aún estaba(mos) de luto por Carrie Fisher. Contemplar a Leia rejuvenecida (la recreación digital canta si la escena es luminosa; el oscurecido Moff Tarkin/Peter Cushing ni tan mal-delosderechosdeimagenhablamosotrodía-), previo despiadado y justificado despliegue sith (esta vez sí) 'made in Vader' (te echábamos de menos, Darth), me emocionó. La 'Tantive IV' es lo que tiene (y los AT-AT, y sentir la Fuerza sin midiclorianos, y la apreciable referencia al Gran Almirante Thrawn, y el necesario respeto por la continuidad).

8.1
138,213
8
30 de diciembre de 2015
30 de diciembre de 2015
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fui iniciado en esta religión del siglo XX por uno de mis mejores amigos, fanático hasta el infinito y más allá, hasta la médula. Jamás tuvimos duda alguna: "El Imperio es la mejor". Un axioma irreductible para ambos por numerosos motivos, que paso a comentar. Si no has visto la película, dos cosas:
1) Te envidio y a la vez me alegro de que puedas disfrutarla por primera vez (aunque me parece algo complicado que la experimentes como en los años 80, dado que el giro de guión, marca de la saga, es harto conocido).
2) NO SIGAS LEYENDO, porque todo lo que viene a continuación destripa el argumento (no obstante, está escrito con la simple intención de compartir sensaciones).
A pesar de la victoria rebelde que cierra el Episodio IV, el Imperio está muy lejos de ser derrotado. Todo lo contrario. Y para mí ésa es la clave en una cinta de aventuras que aspire a ser entretenida: cuanto más complicado lo tenga el héroe (siempre que los obstáculos sean verosímiles, claro), mejor. Vader se muestra como un villano poderoso, inteligente y despiadado (primer detalle fundamental para el éxito de cualquier relato épico). Luke continúa su aprendizaje, para ser capaz de enfrentarse a él, gracias a un sensei de manual: sabio, misterioso, entrañable y exiliado. El resto de protagonistas son perseguidos sin descanso, evolucionan dramáticamente (sencillo y comprensible, es decir, perfecto el enamoramiento de Solo y Leia, sin ningún tipo de pasteleo) y sufren tanto física (desguace de C3PO, Han torturado y congelado en carbonita) como intelectualmente (traición de Lando). Generada la emocionante expectativa, todo está listo para el desenlace...
1) Te envidio y a la vez me alegro de que puedas disfrutarla por primera vez (aunque me parece algo complicado que la experimentes como en los años 80, dado que el giro de guión, marca de la saga, es harto conocido).
2) NO SIGAS LEYENDO, porque todo lo que viene a continuación destripa el argumento (no obstante, está escrito con la simple intención de compartir sensaciones).
A pesar de la victoria rebelde que cierra el Episodio IV, el Imperio está muy lejos de ser derrotado. Todo lo contrario. Y para mí ésa es la clave en una cinta de aventuras que aspire a ser entretenida: cuanto más complicado lo tenga el héroe (siempre que los obstáculos sean verosímiles, claro), mejor. Vader se muestra como un villano poderoso, inteligente y despiadado (primer detalle fundamental para el éxito de cualquier relato épico). Luke continúa su aprendizaje, para ser capaz de enfrentarse a él, gracias a un sensei de manual: sabio, misterioso, entrañable y exiliado. El resto de protagonistas son perseguidos sin descanso, evolucionan dramáticamente (sencillo y comprensible, es decir, perfecto el enamoramiento de Solo y Leia, sin ningún tipo de pasteleo) y sufren tanto física (desguace de C3PO, Han torturado y congelado en carbonita) como intelectualmente (traición de Lando). Generada la emocionante expectativa, todo está listo para el desenlace...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y aquí viene la explicación de mi título: la parte más desgastada del VHS, con la original y auténtica versión del Episodio V (la mayoría de los añadidos de la Edición Especial solo sirven para poner zancadillas narrativas), es el majestuoso (y aún no igualado) duelo de sable láser entre Vader (father) y Luke:
- "La Fuerza está contigo, joven Skywalker, pero todavía no eres un Jedi".
Una manera estupenda de anticipar la contienda: te brindo un halago, pero solo para, inmediatamente después, ponerte en tu lugar, como haría cualquier padre. No sabes ni la mitad, héroe idealista (y por extensión tú tampoco, espectador). La puesta en escena (oscura, opresiva), intensidad, duración y, por supuesto, conclusión de este enfrentamiento familiar es, en mi opinión, la esencia de Star Wars. Una de las críticas más habituales a 'El Imperio Contraataca' es que no hay batallas espaciales (a servidor le flipa la incursión del Halcón en el campo de asteroides; la música ya ni os cuento), pero esta secuencia vale un potosí, y funciona como una genial bisagra argumental al servicio de la trilogía clásica.
Para rematar la experiencia, el final abierto al son de la inolvidable partitura de John Williams (para mí co-responsable del tremendo éxito global de 'La Guerra de las Galaxias'), pone el broche de oro a la, insisto, mejor película de la saga. 'El Imperio' es de esas escasas cintas que hacen buena la archiconocida y, al mismo tiempo, errónea expresión española que reza "la excepción que confirma la regla", referida al famoso refrán quijotesco "nunca segundas partes fueron buenas". Pues esta vez sí.
- "La Fuerza está contigo, joven Skywalker, pero todavía no eres un Jedi".
Una manera estupenda de anticipar la contienda: te brindo un halago, pero solo para, inmediatamente después, ponerte en tu lugar, como haría cualquier padre. No sabes ni la mitad, héroe idealista (y por extensión tú tampoco, espectador). La puesta en escena (oscura, opresiva), intensidad, duración y, por supuesto, conclusión de este enfrentamiento familiar es, en mi opinión, la esencia de Star Wars. Una de las críticas más habituales a 'El Imperio Contraataca' es que no hay batallas espaciales (a servidor le flipa la incursión del Halcón en el campo de asteroides; la música ya ni os cuento), pero esta secuencia vale un potosí, y funciona como una genial bisagra argumental al servicio de la trilogía clásica.
Para rematar la experiencia, el final abierto al son de la inolvidable partitura de John Williams (para mí co-responsable del tremendo éxito global de 'La Guerra de las Galaxias'), pone el broche de oro a la, insisto, mejor película de la saga. 'El Imperio' es de esas escasas cintas que hacen buena la archiconocida y, al mismo tiempo, errónea expresión española que reza "la excepción que confirma la regla", referida al famoso refrán quijotesco "nunca segundas partes fueron buenas". Pues esta vez sí.
14 de mayo de 2014
14 de mayo de 2014
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si pensábamos que el Episodio I no era nada más que un mal sueño, El Ataque de los Clones consigue tocar fondo en lo que a la saga galáctica se refiere. En serio, Jar Jar Binks es lamentable, pero ver en lo que se ha convertido nuestro idolatrado villano, majestuoso y carismático a partes iguales, destroza de un plumazo toda la magia de Star Wars.
Hayden Christensen tiene el dudoso honor de enterrar el mito de Vader bajo una capa de horror interpretativo, pero la culpa no es sólo suya, ni mucho menos. Lucas se empeña en demostrar su decadencia a la hora de escribir guiones, y desciende al noveno círculo del infierno con los bochornosos diálogos. La historia de amor de Anakin y Padme está al nivel de un telefilme barato, y supone un auténtico suplicio para el sufrido fan de la trilogia clásica. Por qué Amidala, tan digna y democrática ella, se enamora de este cretino? Pues porque lo pone en el libreto. No os basta con eso?
Por si fuera poco Yoda, el venerable y anciano maestro que conocimos en el Episodio V (la mejor de la saga, sin duda alguna), se pone a girar como una peonza para enfrentarse al Conde Dracula, perdón Dooku (que bien traído, George). Suponemos que su nivel de midiclorianos (peor idea ever) está por las nubes de Bespin. Por supuesto, los Jedis no se enteran de nada (Palpatine es un Sith ladino, sigiloso y maquiavélico, perpetrador de ese absurdamente enrevesado plan quinquenal para dominar el cotarro), y terminan enfrentándose al 'temible' ejército droide en una batalla que pretende compensar lo que TODOS deseábamos ver desde que se anunciaron las precuelas. Sí George, las puñeteras Guerras Clon (marginadas en la serie de animación), que habrían venido de perlas para desarrollar a los protagonistas (puede ser más plano el trascendental personaje de Obi Wan, cuya evolución dramática se reduce a esos 'sugerentes' cambios de peinado?).
En fin, que la película hace aguas por todas partes, mientras Lucas intenta desesperadamente conectar con los fans de toda la vida (es decir, los que le han hecho multimillonario, elevando su obra a los altares de la iconografía pop). Que os mola Boba Fett? Pues su padre es el molde de un sospechoso ejército clon que apoya a la risible República (y está en el otro bando, pero vamos, nada raro para los perspicaces Caballeros defensores de la paz y la justicia en la Galaxia).
Por decir algo positivo de este engendro, supongo que la matanza de moradores de las arenas, a manos de nuestro 'querido' Skywalker de la inmaculada concepción, no está mal del todo. Pero, la caída de Anakin en el reverso tenebroso de la Fuerza es forzada y poco creíble, como se confirmará más adelante en La Venganza de los Sith (cuando, recién convertido en Lord Oscuro, Hayden-Vader le suelta un lastimero "gracias" a Sidious, no se si reírme o llorar).
Resumiendo: debido a sus notables incongruencias respecto a la saga clásica, los Episodios I-III no son Star Wars. Son otra cosa. Y dan bastante pena.
Hayden Christensen tiene el dudoso honor de enterrar el mito de Vader bajo una capa de horror interpretativo, pero la culpa no es sólo suya, ni mucho menos. Lucas se empeña en demostrar su decadencia a la hora de escribir guiones, y desciende al noveno círculo del infierno con los bochornosos diálogos. La historia de amor de Anakin y Padme está al nivel de un telefilme barato, y supone un auténtico suplicio para el sufrido fan de la trilogia clásica. Por qué Amidala, tan digna y democrática ella, se enamora de este cretino? Pues porque lo pone en el libreto. No os basta con eso?
Por si fuera poco Yoda, el venerable y anciano maestro que conocimos en el Episodio V (la mejor de la saga, sin duda alguna), se pone a girar como una peonza para enfrentarse al Conde Dracula, perdón Dooku (que bien traído, George). Suponemos que su nivel de midiclorianos (peor idea ever) está por las nubes de Bespin. Por supuesto, los Jedis no se enteran de nada (Palpatine es un Sith ladino, sigiloso y maquiavélico, perpetrador de ese absurdamente enrevesado plan quinquenal para dominar el cotarro), y terminan enfrentándose al 'temible' ejército droide en una batalla que pretende compensar lo que TODOS deseábamos ver desde que se anunciaron las precuelas. Sí George, las puñeteras Guerras Clon (marginadas en la serie de animación), que habrían venido de perlas para desarrollar a los protagonistas (puede ser más plano el trascendental personaje de Obi Wan, cuya evolución dramática se reduce a esos 'sugerentes' cambios de peinado?).
En fin, que la película hace aguas por todas partes, mientras Lucas intenta desesperadamente conectar con los fans de toda la vida (es decir, los que le han hecho multimillonario, elevando su obra a los altares de la iconografía pop). Que os mola Boba Fett? Pues su padre es el molde de un sospechoso ejército clon que apoya a la risible República (y está en el otro bando, pero vamos, nada raro para los perspicaces Caballeros defensores de la paz y la justicia en la Galaxia).
Por decir algo positivo de este engendro, supongo que la matanza de moradores de las arenas, a manos de nuestro 'querido' Skywalker de la inmaculada concepción, no está mal del todo. Pero, la caída de Anakin en el reverso tenebroso de la Fuerza es forzada y poco creíble, como se confirmará más adelante en La Venganza de los Sith (cuando, recién convertido en Lord Oscuro, Hayden-Vader le suelta un lastimero "gracias" a Sidious, no se si reírme o llorar).
Resumiendo: debido a sus notables incongruencias respecto a la saga clásica, los Episodios I-III no son Star Wars. Son otra cosa. Y dan bastante pena.
10
10 de junio de 2022
10 de junio de 2022
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para no andarme con rodeos diré que, si me preguntan cuál es mi película preferida, la respuesta obligada, con permiso de otras cuatro o cinco producciones, sería JFK (alrededor de 40 visionados, sin exagerar). Como os podréis imaginar, tal sentencia anula cualquier atisbo de crítica objetiva sobre este largometraje. Es digno de alabanza, aún con toda la filiación izquierdista que se le atribuye, merecidamente, a Oliver Stone (lo que ya supone una deriva valiente en los furibundamente anticomunistas/ultra capitalistas Estados Unidos), hacer un filme semi documental sobre el magnicidio de Dallas y salir airoso de tal empresa, en lo que a fluido, amén de contundente, entretenimiento revelador de 3 horas y media se refiere. Eso sí: los felices años 90 no tienen nada que ver con la terrible y macartista década de los 50 (que se lo digan a Dalton Trumbo).
El guion que articula la cinta es una maravilla, pero el director norteamericano se matricula Cum Laude gracias al extraordinario montaje, galardonado con un más que merecido Óscar (por no hablar de la formidable BSO de John Williams). Después de los sonados éxitos de 'Platoon' y 'Wall Street', Oliver Stone podría haberse labrado una cómoda carrera en el 'star system', pero el veterano de Vietnam decide ir un poco más al oeste, parafraseando al protagonista de su epopeya judicial. Claro que no estuvo solo, porque el espectacular reparto de JFK (Costner, Lee Jones, Oldman, Pesci, Bacon, Sutherland, Lemmon, Spacek, Matthau, Hoskins, Rooker, D'Onofrio, Larroquette, etc.) aglutina a buena parte de la camarilla demócrata de Hollywood (o 'progre', según los estándares españoles).
El guion que articula la cinta es una maravilla, pero el director norteamericano se matricula Cum Laude gracias al extraordinario montaje, galardonado con un más que merecido Óscar (por no hablar de la formidable BSO de John Williams). Después de los sonados éxitos de 'Platoon' y 'Wall Street', Oliver Stone podría haberse labrado una cómoda carrera en el 'star system', pero el veterano de Vietnam decide ir un poco más al oeste, parafraseando al protagonista de su epopeya judicial. Claro que no estuvo solo, porque el espectacular reparto de JFK (Costner, Lee Jones, Oldman, Pesci, Bacon, Sutherland, Lemmon, Spacek, Matthau, Hoskins, Rooker, D'Onofrio, Larroquette, etc.) aglutina a buena parte de la camarilla demócrata de Hollywood (o 'progre', según los estándares españoles).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hacia atrás y a la izquierda. Hacia atrás y a la izquierda. Hacia atrás y a la izquierda. La película Zapruder y la surrealista teoría de la bala mágica lo dejan meridianamente claro, en mi humilde opinión ¿Cómo es posible que un jefe de estado termine acribillado a balazos, disparo en la cabeza incluido, y el pueblo americano siga considerando plausible, chapucera comisión investigadora mediante, la ejecución a cargo de un tirador solitario y 'vengativo' (ex miembro de los marines, capaz de entrar y salir de la Unión Soviética en plena Guerra Fría, mediocre con un rifle en la mano, arrestado y asesinado inmediatamente después del crimen)?
Probablemente jamás sabremos con exactitud lo ocurrido el 22 de noviembre de 1963, pero coincidiréis conmigo en que resultan tremendamente sospechosas las conclusiones del caso a las que llegó la tristemente famosa Comisión Warren. Al menos como para preguntarse quién salió beneficiado con tamaño giro de la política exterior estadounidense en los revolucionarios años 60 ¿El lobby armamentístico? ¿Los mandamases del petróleo? Como razona el personaje de Jim Garrison, solo hacen falta unas cuantas manzanas podridas en los círculos de poder (ese inalcanzable, incognoscible para el vulgo, al que hace referencia Kubrick en su devastadora 'Eyes Wide Shut').
Para despedir esta diatriba, más política que cinematográfica, un apunte: estoy convencido de que Jack Kennedy (me encanta la sorna de Los Simpson al vincularle con el infierno) y su hermano no eran ningunos angelitos, pero les quitaron de en medio como en un sangriento capítulo de Juego de Tronos. Malos para el negocio, supongo.
Probablemente jamás sabremos con exactitud lo ocurrido el 22 de noviembre de 1963, pero coincidiréis conmigo en que resultan tremendamente sospechosas las conclusiones del caso a las que llegó la tristemente famosa Comisión Warren. Al menos como para preguntarse quién salió beneficiado con tamaño giro de la política exterior estadounidense en los revolucionarios años 60 ¿El lobby armamentístico? ¿Los mandamases del petróleo? Como razona el personaje de Jim Garrison, solo hacen falta unas cuantas manzanas podridas en los círculos de poder (ese inalcanzable, incognoscible para el vulgo, al que hace referencia Kubrick en su devastadora 'Eyes Wide Shut').
Para despedir esta diatriba, más política que cinematográfica, un apunte: estoy convencido de que Jack Kennedy (me encanta la sorna de Los Simpson al vincularle con el infierno) y su hermano no eran ningunos angelitos, pero les quitaron de en medio como en un sangriento capítulo de Juego de Tronos. Malos para el negocio, supongo.
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