El amor menos pensado
2018 

6.2
3,155
Romance. Comedia. Drama
Marcos (Darín) y Ana (Morán) llevan casados más de 25 años, pero ambos entran en una crisis existencial que los lleva a separarse. Al principio la vida de solteros les parece fascinante y excitante, pero pronto se torna también monótona para ella y pesadillesca para él. (FILMAFFINITY)
17 de marzo de 2020
17 de marzo de 2020
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dejo bien claro que en mi comentario, existen frases que he copiado, intercalada y ordenada a partir de las críticas que tan bien han expuesto sus autores. Muchas gracias a todos ellos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
De mutuo acuerdo una pareja decide separarse, tras la marcha del hijo a estudiar fuera. A raíz de la separación, los dos intentan rehacer sus vidas, buscando nuevas y diferentes formas de hacerlo, con nuevas compañías. La película habla sobre amor y enamoramiento, de la transformación interior de los personajes que va cambiando con sus nuevos descubrimientos, y que les lleva a la verdad de sus sentimientos.
El detalle que más me ha gustado de la película, es la escena en la que muestran el modo diferente en que afrontan la decisión del hijo, de abandonar sus estudios y viajar para conocer nuevas culturas y vivir de un modo diferente al que la pareja tenia pensada para él.
El detalle que más me ha gustado de la película, es la escena en la que muestran el modo diferente en que afrontan la decisión del hijo, de abandonar sus estudios y viajar para conocer nuevas culturas y vivir de un modo diferente al que la pareja tenia pensada para él.
31 de agosto de 2021
31 de agosto de 2021
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
“El amor menos pensado” no es una gran película, ni aporta nada a la historia del cine, ni innova ni rompe con nada, ni deja poso ni huella alguna, ni provoca ni crea desolación y, sin embargo… Para ser una comedia romántica, género que auspicia el mayor porcentaje de cine basura por metro cuadrado jamás conocido (en seria y sana competición con el género de terror), no está mal.
Imagino que ayuda a salvarla de la quema un guión firmado a cuatro manos por el propio director argentino Juan Vera y Daniel Cuparo que, de forma naif y sin querer molestar a nadie, tira de ingenuidad para presentar algunas verdades vitales incontestables.
Y, sobre todo, se eleva gracias a su pareja protagonista, dos profesionales intachables que siempre lo dan todo en cada escena, en cada plano: Ricardo Darín y Mercedes Morán. Darín es en sí mismo un género cinematográfico y uno de los actores más importantes del planeta. Su presencia, su credibilidad, la verdad que rezuma por cada poro de su piel, su omnímoda capacidad para representar al hombre normal y corriente, al ser humano sencillo apegado a sus rituales, marca la conciencia del cinéfilo más exigente. Mercedes Morán tiene el enorme mérito (no menor) de aguantarle el pulso interpretativo a Darín y estar a su altura. Ahí es nada.
La película, sin alarde formal o visual alguno, funcional en la historia que cuenta y cómo la cuenta, nos adentra en un matrimonio de cincuentones argentinos cuyo hijo se va a estudiar a una universidad madrileña. A partir de ahí, el síndrome del nido vacío y la sempiterna “crisis de los cincuenta” se ceba con ellos y acaba con su matrimonio. A partir de ese momento, “vuelven al mercado” y sus vidas se descabalgan en una amalgama informe de probaturas con diferentes nuevas parejas.
Todo ello narrado en tono de comedia romántica facilona que, paradójicamente, eleva el listón cuando sus protagonistas se ponen serios y desparraman algunos diálogos cortantes como un cuchillo y llenos del nihilismo que dan los años y el aprendizaje que regala el perder.
Todo es elegante e inteligente, aunque desde luego no brillante e inmortal. Un entretenimiento adulto para pasar el rato. Y es que no todo el mundo puede ser Woody Allen para hacer pensar al espectador mientras sonríe.
Imagino que ayuda a salvarla de la quema un guión firmado a cuatro manos por el propio director argentino Juan Vera y Daniel Cuparo que, de forma naif y sin querer molestar a nadie, tira de ingenuidad para presentar algunas verdades vitales incontestables.
Y, sobre todo, se eleva gracias a su pareja protagonista, dos profesionales intachables que siempre lo dan todo en cada escena, en cada plano: Ricardo Darín y Mercedes Morán. Darín es en sí mismo un género cinematográfico y uno de los actores más importantes del planeta. Su presencia, su credibilidad, la verdad que rezuma por cada poro de su piel, su omnímoda capacidad para representar al hombre normal y corriente, al ser humano sencillo apegado a sus rituales, marca la conciencia del cinéfilo más exigente. Mercedes Morán tiene el enorme mérito (no menor) de aguantarle el pulso interpretativo a Darín y estar a su altura. Ahí es nada.
La película, sin alarde formal o visual alguno, funcional en la historia que cuenta y cómo la cuenta, nos adentra en un matrimonio de cincuentones argentinos cuyo hijo se va a estudiar a una universidad madrileña. A partir de ahí, el síndrome del nido vacío y la sempiterna “crisis de los cincuenta” se ceba con ellos y acaba con su matrimonio. A partir de ese momento, “vuelven al mercado” y sus vidas se descabalgan en una amalgama informe de probaturas con diferentes nuevas parejas.
Todo ello narrado en tono de comedia romántica facilona que, paradójicamente, eleva el listón cuando sus protagonistas se ponen serios y desparraman algunos diálogos cortantes como un cuchillo y llenos del nihilismo que dan los años y el aprendizaje que regala el perder.
Todo es elegante e inteligente, aunque desde luego no brillante e inmortal. Un entretenimiento adulto para pasar el rato. Y es que no todo el mundo puede ser Woody Allen para hacer pensar al espectador mientras sonríe.
5 de agosto de 2018
5 de agosto de 2018
4 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Narra la historia de Marcos y Ana, que llevan casados más de 25 años, pero entran en una crisis existencial que los lleva a separarse.
Agosto de 2018 promete ser un mes histórico para el cine argentino en la taquilla y el puntapié inicial lo da este estreno que llego a 280 salas en todo el país, con un elenco convocante. Luego se incluirá a El Ángel, de Luis Ortega; Mi Obra Maestra, de Gastón Duprat; Cuando Dejes De Quererme de Igor Legarreta y La Quietud, de Pablo Trapero. Va a ver una pelea entre ellas, pero por ahora la gran ganadora argentina es Re-Loca con Natalia Oreiro que supero a Animal con Guillermo Francella (que él tiene otra oportunidad de ganar la taquilla con el film de Duprat) en la venta de entradas.
Ya adentrándonos en este estreno, que es la que inaugurara el Festival De San Sebastián de este año, era un film que, al igual que la mayoría de los estrenos que me llegan, no esperaba nada, un producto comercial para simplemente entretenerme y pasar un rato agradable en la sala. Había visto los dos adelantos, eran graciosos, interesantes, pero no me quise levantar las expectativas, para eso ya tengo El Ángel y Mi Obra Maestra que prometen ser espectaculares.
Así que fui al día del estreno (2 de agosto) a la función de las 20:30 hs con una sorprendente recepción del público. Cosa que nunca pasa en las salas de cine, mas con un producto nacional porque los jueves son comienzos muy flojos en general, pero la excepción más grande son con productos de Marvel o DC que ya en la primera noche te llena la sala entera. Otro caso sucedió con Yo Soy Así, Tita De Buenos Aires del año pasado (que me pareció muy buena, lástima que no fue un gran éxito) que fui a verla en su primer día -a último momento- y estaba lleno de gente.
Pero volviendo a la actualidad, El Amor Menos Pensado es un producto muy comercial… pero por dentro tiene un tema que es muy llamativo e interesante que hace que la propuesta levante mucho vuelo y se deje de lado lo comercial.
Juan Vera es uno de los principales ejecutivos de Patagonik, una de las compañías más grandes del cine argentino. Tras dedicarse durante casi dos décadas a producir a otros cineastas (Juan José Campanella, Pablo Trapero, Ariel Winograd y una larga lista), comenzó a desandar un camino paralelo primero como guionista (Igualita A Mí, Dos Más Dos, Mamá Se Fue De Viaje) y ahora también en la dirección, ya que debuta con esta comedia romántica de la que también es coautor. Por ser su opera prima realizo un gran trabajo destacándose en la parte de filmación. Concreta algunas escenas en que, la mayoría, no hay un corte. Decide hacerlo de forma lenta y tranquila que lo logra positivamente. La calidad visual es belleza pura.
Lo más llamativo, aparte de las actuaciones, es que el guion del propio Vera y Daniel Cúparo está narrado de una excelente -y arriesgada- manera. Digo arriesgado porque este film dura 136 minutos, en este tipo de tramas los realizadores pudieron haberlo hecho en 90 minutos pero, para nuestra suerte, deciden tomar su tiempo, no apurarse y cada minuto es muy disfrutable con diálogos y conversaciones bien escritas. También la historia funciona como un estudio sobre el romance, la separación y que los personajes secundarios le preguntan a los protagonistas: ¿Por qué te separaste? El guion va levantando vuelo y cada minuto que realizan es más disfrutable que el anterior. Se toma su tiempo para el humor y el drama, siendo los dos géneros muy conseguidos.
La música de Iván Wyszogrod es muy buena, en los créditos hay una canción que no puedo creer que lo haya cantado, tarareado y no me acuerde de la letra, ni mucho menos del título… que lastima. La única que si conocí fue Wando - Fogo e Paixão.
Después del guion, todas las actuaciones son muy buenas, siendo la química con Ricardo Darín (que aparte de actuar lo produce junto con su hijo Chino) y Mercedes Morán lo mejor. Ellos la elevan mucho mas, siendo muy convincentes y realistas como una pareja que, después de 25 años de amor con un hijo, deciden separarse. Se destacan cada uno por su lado teniendo su oportunidad de brillar. De Morán no puedo decir mucho porque cada papel (ya sea en la comedia o en el drama) la vemos por la vía correcta. Ahora la semana que viene la veremos en El Ángel en un papel muy distinto. Con Darín es un caso especial porque fue una gran mejora después de Nieve Negra y La Cordillera. La primera llego a entretenerme pero la segunda no me gusto mucho y fue muy decepcionante, pero aquí volvemos a obtener lo mejor de él. Aparte están muy bien acompañados por unos excelentes secundarios destacándose: Andrea Politti (se robo los estallidos de risa de todo el público), Claudia Fontán, Luis Rubio, Andrea Pietra, Jean Pierre Noher, Claudia Lapacó, Chico Novarro, Gabriel Corrado, Norman Briski, Juan Minujín y Mariú Fernández. Ninguno me pareció molesto o innecesario.
Pero el guion sufre unas tres fallas, no muy grandes, pero errores al final del día.
Punto uno, en algún momento los protagonistas le hablan al publico rompiendo la cuarta pared. Está bien, no me molesto, pero no era necesario. Lo mismo pasa en el principio con la voz en off de Darín que no hacía falta.
Punto dos, me hubiera gustado más desarrollo en el personaje de Andrés Gil que personifica al hijo del matrimonio. En algunos momentos sentí que lo dejaban muy abandonado, muy de lado.
Punto tres, aunque el guion no cae en golpe bajos si llega en algún punto ser muy predecible.
(Sigo en Spoiler por falta de espacio, no cuento el final)
Agosto de 2018 promete ser un mes histórico para el cine argentino en la taquilla y el puntapié inicial lo da este estreno que llego a 280 salas en todo el país, con un elenco convocante. Luego se incluirá a El Ángel, de Luis Ortega; Mi Obra Maestra, de Gastón Duprat; Cuando Dejes De Quererme de Igor Legarreta y La Quietud, de Pablo Trapero. Va a ver una pelea entre ellas, pero por ahora la gran ganadora argentina es Re-Loca con Natalia Oreiro que supero a Animal con Guillermo Francella (que él tiene otra oportunidad de ganar la taquilla con el film de Duprat) en la venta de entradas.
Ya adentrándonos en este estreno, que es la que inaugurara el Festival De San Sebastián de este año, era un film que, al igual que la mayoría de los estrenos que me llegan, no esperaba nada, un producto comercial para simplemente entretenerme y pasar un rato agradable en la sala. Había visto los dos adelantos, eran graciosos, interesantes, pero no me quise levantar las expectativas, para eso ya tengo El Ángel y Mi Obra Maestra que prometen ser espectaculares.
Así que fui al día del estreno (2 de agosto) a la función de las 20:30 hs con una sorprendente recepción del público. Cosa que nunca pasa en las salas de cine, mas con un producto nacional porque los jueves son comienzos muy flojos en general, pero la excepción más grande son con productos de Marvel o DC que ya en la primera noche te llena la sala entera. Otro caso sucedió con Yo Soy Así, Tita De Buenos Aires del año pasado (que me pareció muy buena, lástima que no fue un gran éxito) que fui a verla en su primer día -a último momento- y estaba lleno de gente.
Pero volviendo a la actualidad, El Amor Menos Pensado es un producto muy comercial… pero por dentro tiene un tema que es muy llamativo e interesante que hace que la propuesta levante mucho vuelo y se deje de lado lo comercial.
Juan Vera es uno de los principales ejecutivos de Patagonik, una de las compañías más grandes del cine argentino. Tras dedicarse durante casi dos décadas a producir a otros cineastas (Juan José Campanella, Pablo Trapero, Ariel Winograd y una larga lista), comenzó a desandar un camino paralelo primero como guionista (Igualita A Mí, Dos Más Dos, Mamá Se Fue De Viaje) y ahora también en la dirección, ya que debuta con esta comedia romántica de la que también es coautor. Por ser su opera prima realizo un gran trabajo destacándose en la parte de filmación. Concreta algunas escenas en que, la mayoría, no hay un corte. Decide hacerlo de forma lenta y tranquila que lo logra positivamente. La calidad visual es belleza pura.
Lo más llamativo, aparte de las actuaciones, es que el guion del propio Vera y Daniel Cúparo está narrado de una excelente -y arriesgada- manera. Digo arriesgado porque este film dura 136 minutos, en este tipo de tramas los realizadores pudieron haberlo hecho en 90 minutos pero, para nuestra suerte, deciden tomar su tiempo, no apurarse y cada minuto es muy disfrutable con diálogos y conversaciones bien escritas. También la historia funciona como un estudio sobre el romance, la separación y que los personajes secundarios le preguntan a los protagonistas: ¿Por qué te separaste? El guion va levantando vuelo y cada minuto que realizan es más disfrutable que el anterior. Se toma su tiempo para el humor y el drama, siendo los dos géneros muy conseguidos.
La música de Iván Wyszogrod es muy buena, en los créditos hay una canción que no puedo creer que lo haya cantado, tarareado y no me acuerde de la letra, ni mucho menos del título… que lastima. La única que si conocí fue Wando - Fogo e Paixão.
Después del guion, todas las actuaciones son muy buenas, siendo la química con Ricardo Darín (que aparte de actuar lo produce junto con su hijo Chino) y Mercedes Morán lo mejor. Ellos la elevan mucho mas, siendo muy convincentes y realistas como una pareja que, después de 25 años de amor con un hijo, deciden separarse. Se destacan cada uno por su lado teniendo su oportunidad de brillar. De Morán no puedo decir mucho porque cada papel (ya sea en la comedia o en el drama) la vemos por la vía correcta. Ahora la semana que viene la veremos en El Ángel en un papel muy distinto. Con Darín es un caso especial porque fue una gran mejora después de Nieve Negra y La Cordillera. La primera llego a entretenerme pero la segunda no me gusto mucho y fue muy decepcionante, pero aquí volvemos a obtener lo mejor de él. Aparte están muy bien acompañados por unos excelentes secundarios destacándose: Andrea Politti (se robo los estallidos de risa de todo el público), Claudia Fontán, Luis Rubio, Andrea Pietra, Jean Pierre Noher, Claudia Lapacó, Chico Novarro, Gabriel Corrado, Norman Briski, Juan Minujín y Mariú Fernández. Ninguno me pareció molesto o innecesario.
Pero el guion sufre unas tres fallas, no muy grandes, pero errores al final del día.
Punto uno, en algún momento los protagonistas le hablan al publico rompiendo la cuarta pared. Está bien, no me molesto, pero no era necesario. Lo mismo pasa en el principio con la voz en off de Darín que no hacía falta.
Punto dos, me hubiera gustado más desarrollo en el personaje de Andrés Gil que personifica al hijo del matrimonio. En algunos momentos sentí que lo dejaban muy abandonado, muy de lado.
Punto tres, aunque el guion no cae en golpe bajos si llega en algún punto ser muy predecible.
(Sigo en Spoiler por falta de espacio, no cuento el final)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Pero en estas partículas muy pequeñas de negación, hay un círculo muy sólido, positivo e interesante. El Amor Menos Pensado es una gran recomendación para que la gente (para mayores de 13 años con reservas) pase un rato muy divertido. Aunque tiene una pinta comercial, logran traspasar de ella creando una historia que, aparte de ser nacional e identificable, es muy universal -y por ese motivo habrá sido elegida para inaugurar este festival que acabo de mencionar-. Las partes de humor y drama tienen sus partes destacadas y memorables. Los actores saben que tienen un gran guion y lo hacen con mucha profesión que hace que la experiencia levante mucho más.
Nuevamente, no se la pierdan. Y ahora veremos cómo nos ira con El Ángel el día 9. Nos vemos.
Nota: 9/10
Verde, Pulgar Arriba.
Nuevamente, no se la pierdan. Y ahora veremos cómo nos ira con El Ángel el día 9. Nos vemos.
Nota: 9/10
Verde, Pulgar Arriba.
3 de septiembre de 2018
3 de septiembre de 2018
3 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una comedia inteligente. Reflexión movilizante sobre la madurez en la vida de pareja, el síndrome del nido vacío, la distinción entre el cariño de la convivencia y el amor después de los cincuenta.
Impecable la actuación del consagrado Ricardo Darín y de Mercedes Morán.
Película argentina que suma prestigio, para un momento de gran altura del cine nacional (Mi Obra Maestra; La Quietud).
Impecable la actuación del consagrado Ricardo Darín y de Mercedes Morán.
Película argentina que suma prestigio, para un momento de gran altura del cine nacional (Mi Obra Maestra; La Quietud).
9 de octubre de 2018
9 de octubre de 2018
3 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un viaje sin miedos al tedio y al miedo del post-amor, del amor después del amor. Llena de diálogos interesantes, hilarantes, desesperados, enfermizos, sensuales y sexuales. Diálogos de esperanza y sin esperanzas. Eterno retorno, vuelta a la búsqueda de la libertad solo para descubrir cuánto tememos a ella y cuanto podemos seguir calzando zapatos viejos solo para no incomodarnos en comprar unos nuevos. Magnífica película.
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