Gigantes de acero
5.8
20,783
Ciencia ficción. Acción
En un futuro no muy lejano el boxeo es robótico: en los combates ya no se enfrentan seres humanos, sino robots humanoides, sofisticadas máquinas diseñadas para luchar. Charlie Kenton, un antiguo púgil que casi llegó a alcanzar la gloria, está pasando una mala racha como promotor de combates. Un día, encuentra un viejo robot desechado y, al comprobar que es un gran boxeador, decide entrenarlo.
25 de julio de 2020
25 de julio de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando parecía todo inventado en lo que se refiere a películas de acción juvelines, “Shawn Levy” exprime el género y le da una vuelta de tuerca para hacer una película realmente destacable. La mejor de las pruebas es que tiene una nota de casi 6 en FA y todas las críticas profesionales de USA y España la ponen verde, señal de que debe tratarse de una película realmente entretenida.
Probablemente, el gran secreto de “Acero puro” sean los ingredientes. El guión no es novedoso, pero tiene todo lo que debe ser una buena base sobre lo que cimentar la película: un chico introvertido, perdedores con ganas de redimirse, un toque romántico, robots gigantes, villanos odiosos, decisiones valientes, peleas, muchas peleas y giros que, si bien son los esperables, están suficientemente escondidos como para no verlos venir y que te plantes en el último cuarto de hora con todo por decidir. La elección de casting también es otro acierto y el mérito no está tanto en la elección de valores seguros como Jackman y Lilly, como en la elección del chico protagonista que es el gran riesgo de este género, donde no tienes nada que ganar pero sí mucho que perder – una interpretación competente o buena va a pasar desapercibida entre tanta acción pero una interpretación mala se puede cargar la película. Las relaciones que se establecen en el triángulo que forman el mentor, el padawan y la chica funciona mejor que en otras películas ‘más serias’. De hecho, el triángulo que se convierte en cuadrado si consideramos – yo creo que sí-, que el propio robot tiene personalidad suficiente como para hacer sentir emociones al espectador, como una típica mascota adorable a la que no puedes dejar de mirar en la pantalla y a la que nos soportas que le pase nada.
Y todo envuelto con el espectáculo que supone un futuro mundo de peleas de robots gigantescos bien diseñados, unas peleas muy bien digitalizadas, con unos desarrollos creíbles y muy bien ambientadas en un marco estético oscuro, extensible al resto de la película, que nos sumerge en una sensación de intranquilidad habitual en las películas ambientadas en el futuro.
Sinceramente, por más vueltas que le doy, no se le pueden reprochar más que tonterías de poco calibre. Ejemplo perfecto de cine familiar que gustará a todas las edades y que se puede ver en cualquier momento.
Probablemente, el gran secreto de “Acero puro” sean los ingredientes. El guión no es novedoso, pero tiene todo lo que debe ser una buena base sobre lo que cimentar la película: un chico introvertido, perdedores con ganas de redimirse, un toque romántico, robots gigantes, villanos odiosos, decisiones valientes, peleas, muchas peleas y giros que, si bien son los esperables, están suficientemente escondidos como para no verlos venir y que te plantes en el último cuarto de hora con todo por decidir. La elección de casting también es otro acierto y el mérito no está tanto en la elección de valores seguros como Jackman y Lilly, como en la elección del chico protagonista que es el gran riesgo de este género, donde no tienes nada que ganar pero sí mucho que perder – una interpretación competente o buena va a pasar desapercibida entre tanta acción pero una interpretación mala se puede cargar la película. Las relaciones que se establecen en el triángulo que forman el mentor, el padawan y la chica funciona mejor que en otras películas ‘más serias’. De hecho, el triángulo que se convierte en cuadrado si consideramos – yo creo que sí-, que el propio robot tiene personalidad suficiente como para hacer sentir emociones al espectador, como una típica mascota adorable a la que no puedes dejar de mirar en la pantalla y a la que nos soportas que le pase nada.
Y todo envuelto con el espectáculo que supone un futuro mundo de peleas de robots gigantescos bien diseñados, unas peleas muy bien digitalizadas, con unos desarrollos creíbles y muy bien ambientadas en un marco estético oscuro, extensible al resto de la película, que nos sumerge en una sensación de intranquilidad habitual en las películas ambientadas en el futuro.
Sinceramente, por más vueltas que le doy, no se le pueden reprochar más que tonterías de poco calibre. Ejemplo perfecto de cine familiar que gustará a todas las edades y que se puede ver en cualquier momento.
6 de noviembre de 2011
6 de noviembre de 2011
12 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que un director tan mediocre como Shawn Levy no deje de trabajar es todo un misterio, y de bodrio en bodrio va haciéndose con una larga filmografía donde abundan las estrellas de hollywood del momento. Ahora le ha tocado el turno al australiano Hugh Jackman, todo un desperdicio de showman que se limita a poner cara de pillín malote. El guión, aunque brilla por su ausencia, es un híbrido entre "Rocky IV" (1985), de Sylvester Stallone, y "Yo, el halcón" (1986), de Menahem Golan. La película ha costado la friolera de 110 m. de dólares y se han recaudados 55 m. a las pocas semanas de su estreno. Lo dicho, una pena muy lamentable.
10 de diciembre de 2011
10 de diciembre de 2011
11 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estoy perplejo.
Entro pensando que todo quisque va a poner esta película, que es puro rocambole melifluo, a bajar de un burro... Y me encuentro que la puntuan por encima de seis y de que hay gente a la que le gusta. O soy muy raro, o no sé nada de cine, o me tengo que operar de algo.
Este remake horroroso de "Campeón" -pero con final feliz- a mí me parece un telefilme apañado que cuenta la "true story" del señor desastre-perdedor-golfo-simpatico al que todo le va muy mal, pero tampoco importa porque sabes desde el minuto uno que al final va a triunfar. Y no falta detalle, a cual más hediondo, en este pestiño dulzón de guión y coherencia argumental inexistentes: la señora que de tan buena parece tonta y el niño sabihondo y rompepelotas al que le pegarías un bofetón si pudieras. Todo muy en la línea del "entertainment" USA.
Vamos, un completo petardo.
Eso sí; a mis hijos de ocho y doce años les encantó. Por lo de los robots y eso, imagino, que tampoco se sabe mucho a cuento de qué vienen.
Entro pensando que todo quisque va a poner esta película, que es puro rocambole melifluo, a bajar de un burro... Y me encuentro que la puntuan por encima de seis y de que hay gente a la que le gusta. O soy muy raro, o no sé nada de cine, o me tengo que operar de algo.
Este remake horroroso de "Campeón" -pero con final feliz- a mí me parece un telefilme apañado que cuenta la "true story" del señor desastre-perdedor-golfo-simpatico al que todo le va muy mal, pero tampoco importa porque sabes desde el minuto uno que al final va a triunfar. Y no falta detalle, a cual más hediondo, en este pestiño dulzón de guión y coherencia argumental inexistentes: la señora que de tan buena parece tonta y el niño sabihondo y rompepelotas al que le pegarías un bofetón si pudieras. Todo muy en la línea del "entertainment" USA.
Vamos, un completo petardo.
Eso sí; a mis hijos de ocho y doce años les encantó. Por lo de los robots y eso, imagino, que tampoco se sabe mucho a cuento de qué vienen.
6 de enero de 2012
6 de enero de 2012
6 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acabo de ver la "peli" que iba a ver con mi hijo al cine, pero que por unos problemas informáticos me quede con las ganas y pienso que en pantalla grande hubiera estado bestial. Como film perteneciente a la categoría más infravalorada como es el cine de acción o aventuras para todos los públicos y especialmente dirigido a los más peques hay que decir que la recomiendo a pesar de que el sentimentalismo entre dos personajes como son padre e hijo (Jackman y D. Goyo) babea hasta hacerte echar unas lagrimillas ante tanta emoción contenida. A mi particularmente las películas al estilo Rocky, Cinderella Man, Alí, The Boxer o Million Dollar Baby siempre me han gustado, son movies donde la fuerza de voluntad del individuo virtualmente sin posibilidades ante la que se le avecina surge de forma sobrenatural para liquidar la cuestión a lo grande, a lo espectacular haciendo callar muchas bocas que no daban un céntimo por el. Y si a eso le sumas la tecnología pues tienes 2 horas de distracción asegurada para toda la familia.
17 de mayo de 2012
17 de mayo de 2012
6 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante una cosa a medio camino entre la ciencia ficción y el drama sentimentaloide de telefilme barato, propio de la sobremesa de un miércoles tarde y digno de cualquier siesta, por muy innecesaria que sea.
Empecemos con el guión. Es una historia que se ha visto en repetidas ocasiones por mucho que se trate de vestir con otros trajes. Contada ya mil veces: la relación entre un padre egoísta venido a menos, con su hijo, al que apenas conoce, valiente y con admiración hacia el mundo de su progenitor. Es un pobre drama, previsible, facilón y al que ni siquiera acompaña el esplendor del cine de acción o de la ciencia ficción.
Ambientada en un futuro no muy lejano, el boxeo entre púgiles de carne y hueso no logra satisfacer el ansia de peleas cada vez más violentas, por lo que se han acabado imponiendo las peleas de robots. Eso hace que la cinta se tiña con una excesiva dosis de violencia (a nuestro juicio), lo que nos ha causado cierta sorpresa. No dejaría de encaminarse hacia un público familiar y esa carga de "mamporros, chorros de aceite cual sangre emanando de cuerpos robóticos y cabezas por los aires" no nos parece del todo apropiada.
Un recurrente y mal empleado uso de frecuentes tópicos: un hombre duro, rudo y egoísta, que sólo se preocupa por si mismo y no cuida sus relaciones personales, que se ve en la situación de cuidar de su hijo, de rememorar viejas glorias y de reconducir su desordenada vida, tanto en lo profesional como en lo personal, haciendo buenos los no menos tópicos de el débil gana al fuerte y el hombre a la máquina, cual patético Terminator (y perdonen por mencionarlo, no se lo merece)…. Demasiado pobre y poco imaginativo. ¡Qué hace el papel de la chica metido con calzador y como florero de las relaciones personales del protagonista!
No nos queremos extender mucho más, porque no lo merece. Estos son sus principales defectos: guión poco imaginativo, tópica, típica, previsible, poco imaginativa, escasa y además, larga y violenta. Desde luego que si nosotros fuésemos los asesores del bueno de Hugh, no le hubiésemos permitido meterse en tal pastiche...
Mala de verdad.
Empecemos con el guión. Es una historia que se ha visto en repetidas ocasiones por mucho que se trate de vestir con otros trajes. Contada ya mil veces: la relación entre un padre egoísta venido a menos, con su hijo, al que apenas conoce, valiente y con admiración hacia el mundo de su progenitor. Es un pobre drama, previsible, facilón y al que ni siquiera acompaña el esplendor del cine de acción o de la ciencia ficción.
Ambientada en un futuro no muy lejano, el boxeo entre púgiles de carne y hueso no logra satisfacer el ansia de peleas cada vez más violentas, por lo que se han acabado imponiendo las peleas de robots. Eso hace que la cinta se tiña con una excesiva dosis de violencia (a nuestro juicio), lo que nos ha causado cierta sorpresa. No dejaría de encaminarse hacia un público familiar y esa carga de "mamporros, chorros de aceite cual sangre emanando de cuerpos robóticos y cabezas por los aires" no nos parece del todo apropiada.
Un recurrente y mal empleado uso de frecuentes tópicos: un hombre duro, rudo y egoísta, que sólo se preocupa por si mismo y no cuida sus relaciones personales, que se ve en la situación de cuidar de su hijo, de rememorar viejas glorias y de reconducir su desordenada vida, tanto en lo profesional como en lo personal, haciendo buenos los no menos tópicos de el débil gana al fuerte y el hombre a la máquina, cual patético Terminator (y perdonen por mencionarlo, no se lo merece)…. Demasiado pobre y poco imaginativo. ¡Qué hace el papel de la chica metido con calzador y como florero de las relaciones personales del protagonista!
No nos queremos extender mucho más, porque no lo merece. Estos son sus principales defectos: guión poco imaginativo, tópica, típica, previsible, poco imaginativa, escasa y además, larga y violenta. Desde luego que si nosotros fuésemos los asesores del bueno de Hugh, no le hubiésemos permitido meterse en tal pastiche...
Mala de verdad.
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