Haz click aquí para copiar la URL

Crimes of the Future

Ciencia ficción. Drama. Terror Cuando la especie humana se adapta a un entorno artificial, el cuerpo humano es objeto de nuevas transformaciones y mutaciones. Con la ayuda de su compañera Caprice (Léa Seydoux), Saul Tenser (Viggo Mortensen), célebre artista performativo, escenifica la metamorfosis de sus órganos en espectáculos de vanguardia. Timlin (Kristen Stewart), una investigadora de la Oficina del Registro Nacional de Órganos, sigue de cerca sus prácticas. Es ... [+]
Críticas 72
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
8
2 de agosto de 2022
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de los estrenos más esperados en la reciente edición del Festival de Cannes, fue la última realización del consagrado director canadiense, David Cronenberg, después de una pausa en su filmografía. El tono de “Crimes of the Future” revela una película para una audiencia que ha seguido y admirado a Cronenberg en sus artificios de terror corporal, desde “The Fly” o “Dead Ringers”, luego de films con otras temáticas, para un público más variado, como “A Dangerous Method” o “Eastern Promises”.

“Crimes of the Future” pone en pantalla un universo distópico, lúgubre y decadente, habitado por seres sobrevivientes a la devastación, quienes han desarrollado una extraña evolución, que provoca la aparición de nuevos órganos en su interior, con la ausencia de dolor, en la era del Síndrome de Evolución Acelerada.
El guión de Cronenberg pone a los personajes lidiando con estos nuevos comportamientos, tanto físicos como emocionales. Saul Tenser (Viggo Mortensen) experimenta en su cuerpo la inédita transformación interna. Junto a una cirujana y socia creativa, Caprice (Léa Seydoux), convierten en espectáculo artístico la auscultación y eventual extracción de los nuevos órganos, ante un intrigado público presente en el show. El clima de estas escenas exhala un erotismo barroco, donde se afirma que “la cirugía es el nuevo sexo”. Ella sondea las entrañas de Saul, acostado en una especie de media nuez flotante, conectada a tentáculos que lo monitorean. La imaginación de Cronenberg no para de volar con imágenes pictóricas en movimiento operístico.

El diseño de arte de Carol Spier, colaboradora histórica de Cronenberg, y la dirección de fotografía de Douglas Koch, imprimen una enorme sensualidad que aflora en la epidermis, que contrastan con las espeluznantes tomas de las gelatinosas entrañas de Saul. El score de Howard Shore crea el clima perfecto que acompaña estas reacciones emocionales y magnéticos placeres sexuales.
La performance de Viggo Mortensen, enfundado en una capa negra que cubre toda su imponente figura, transita un arco dramático complicado con este personaje que se ha convertido en un místico prototipo de la sorprendente evolución. Kristen Stewart, como Timlin, una empleada del Registro Nacional de Órganos, susurra al oído de Saul e intenta seducirlo con técnicas sexuales “a la antigua”.
Cuando se estrenó "The Fly”, la película fue interpretada de diferentes maneras por la crítica especializada, sobre todo porque coincidió con el estallido de la epidemia de SIDA, en la década del '80, y las mutaciones genéticas aterraban a la humanidad. Desde la misma ciencia ficción, “Crimes of the Future” abre interrogantes acerca de la amenaza que representan las transformaciones agresivas en el cuerpo, coincidentes con tiempos de pandemia, crisis climática y guerra.
“The Fly” tenía líneas de guión muy elocuentes, como "Have you ever heard of insect politics?" (¿Has oído de la política de los insectos?). La pregunta acá sería ¿Has oído de la política de los devoradores de plástico?.
Género: Ciencia Ficción. Duración: 107 minutos. Disponible en MUBI.
3
19 de septiembre de 2022
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
UNA ACTUALIZACIÓN DE “CRASH” ENSALZANDO EL ARTE, LOS ÓRGANOS INTERNOS Y EL COMER PLÁSTICO.

En un futuro distópico, en el que el humano ha perdido el sentido del dolor, por tanto, donde las infecciones ya no duelen y, por tanto, nada se limpia, todo está mugriento; una de las formas de arte es realizar intervenciones quirúrgicas que, siendo repelentes de ver, la gente disfruta con un agrado similar a ver cine porno.
En ese universo Cronenberg donde el protagonista es el bisturí y los secundarios son los órganos internos que se visualizan tras abrir el tajo con espátulas, es donde se mueve esta película, una versión actualizada de lo que ya antes mostró Crash, con unos acompañantes como Viggo Mortensen, Léa Seydoux o Kristen Stewart con unas interpretaciones sobreactuadas, de las de poner cara estática intensa cuando se sorprenden o para demostrar su excitación, que antes ya mostró Crash. Igualmente Cronenberg adapta la historia al cáncer medioambiental actual, la generación de plástico, haciendo una forma de evolución humana perfecta en los mutantes que han desarrollado un sistema digestivo para comer plástico.
El arte es el hilo de la historia: arte en el cuerpo de ciertos humanos que crean órganos nuevos e inservibles dentro de su cuerpo, como una especie de cáncer artístico. Arte en aquellos que les abren las entrañas para extirpárselos, formando un espectáculo y creándose fama. Arte en el éxtasis formado entre público y artistas, como sustituto del sexo que ya no disfrutan.

Esta vez Cronenberg remodela el placer: en lugar de lograr el éxtasis viendo o sufriendo accidentes de coches, el clímax se alcanza viendo operar y sacando vísceras del cuerpo de alguien. Misma situación visual con heridas y cicatrices que el Cronenberg-Crash/Cronenberg-Crimes. Ideas que, por otro lado, Cronenberg tiene en la cabeza desde los años 60, puesto que en 1970 ya hizo una película con el mismo título con una escena donde circulan en tarros de vidrio los órganos inútiles creados por el cuerpo de un hombre con cáncer creativo, con una puesta en escena propia de la época.

Aburrida, a veces desagradable de ver, interpretaciones estáticas-histriónicas y poca cosa de disfrutable.
5
3 de julio de 2022
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
La última entrega del director canadiense David Cronenberg abre varias puertas y propone preguntas que después quedan sin desarrollo ni respuestas. Quizás sea una película solo para fanáticos del realizador de Scanners (1981), Videodrome (1983) y Crash (1996), entre otras.

Por Nicolás Bianchi

El mundo creado por Cronenberg para Crimes of the Future funciona mucho mejor que la narración que transcurre en él. Cercano a los post apocalíptico, los personajes caminan por una ciudad que luce abandonada y sucia. Sin embargo, el escenario más importante del relato no son las calles o viviendas de techos altos sino el cuerpo humano y su desvarío evolutivo.

En el tiempo de la narración los seres humanos ya no sienten dolor ni sufren infecciones. Además, algunas personas registran el crecimiento de órganos adicionales, por llamarlos de alguna manera, que, en principio, no tienen ninguna función vital. Este contexto ha cambiado las nociones de arte, sexo y salud en la humanidad.

La pareja protagonista está conformada por Saul Tenser (Viggo Mortensen) y Caprice (Léa Seydoux), dos performers artísticos de esta nueva época. Saul experimenta el crecimiento de distintos órganos nuevos dentro de su cuerpo que Caprice en público extirpa con la asistencia de un equipo cirugía tan tecnológico como rústico, acorde al mundo en el que se encuentran.

Los artistas se ponen en contacto con otra pareja, de compañeros de trabajo en este caso, conformada por Timlim (Kristen Stewart) y Wippet (Don McKellar), que son parte de una nueva oficina estatal encargada de registrar el fenómeno del crecimiento de órganos. La preocupación burocrática reside en que si se registran nacimientos con órganos nuevos quizás los seres humanos se conviertan en una nueva especie.

A medida que avanza la película los temas que toca el relato son muchos y muy distintos. Por momentos el film parece reflexionar sobre la cultura del tatuaje, luego sobre la sexualidad, más adelante sobre la dieta y la posibilidad de vivir en un mundo sintético en el que ni la comida es ya de procedencia orgánica. Ahora bien, en ningún momento la intención de Cronenberg es centrarse sobre algunos de estos tópicos, sino simplemente exhibirlos, como si fuera una tormenta de ideas expresada en un punteo veloz.

Según el crítico Diego Lerer, uno de los más importantes de la prensa argentina, Crimes of the Future puede ser vista como un repaso o revisión de toda la carrera cinematográfica de Cronenberg hecha por su mismo autor. Esta mirada tiene sustento en el hecho de que la película carece de un único y sólido eje argumental. Hay algo indudablemente atractivo en el film, pero a medias.

La configuración de este mundo creado por Cronenberg no es del todo provocadora ni shockeante, ya que las escenas de las intervenciones en vivo que suponen un espectáculo no contienen imágenes que no se puedan ver en Discovery Health, o algún otro canal de cable similar. Lo mismo sucede con las escenas de sexo que incluyen elementos cortantes y sangre, porque la sensibilidad ha desarrollado una resistencia mayor (en el mundo de la película y en nuestra realidad también).

Crimes of the Future tiene matices atractivos, pero la falta de una historia con una línea fuerte y suficientemente definida deja muchas dudas sobre la consistencia, y la razón de ser, de una película extraña y original, como gran parte de la filmografía de Cronenberg. Quizás sea una obra solo para fanáticos.

Por ahora la película no está en ningún servicio de streaming. Se consigue online. Contacto: [email protected].
7
20 de julio de 2022
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El último film de David Cronenberg es crudo y visceral. Se sitúa en un mundo donde el dolor ya no existe y las cirugías son una nueva forma que genera placer en las personas.
Basta realizar un recorrido por los principales films de David Cronenberg para darse cuenta que el cuerpo, su mutilación y la provocación le sientan bien a este cineasta de 79 años que se mantiene vigente. Destacan en su filmografía Videodrome (1983), La Mosca (1986), Inseparables (1988), Crash, Extraños Placeres (1996) y Cosmópolis (2012). “Crímenes del Futuro” tiene una trama muy neonoir que se desarrolla con la sutileza y golpe a la vez con imágenes terroríficas y sensuales a pesar de contar con una banda sonora hermosa de Howard Shore.
La nueva cinta de Cronenberg, nos trasladará a un mundo oscuro y retorcido para los tiempo que corren donde el dolor ya no existe, todo es sintético, artificial y frío donde los cambios físicos, metamorfosis, alternaciones de la naturaleza biológica.
Así es el mundo de “Crímenes del futuro” en el cual el dolor se ha extinguido y ha quedado relegado al sueño de algunas pocas personas creativas. El resto de la población se dedica a practicarse aberrantes operaciones quirúrgicas y asiste a espectáculos como las performances de Saul Tenser y Caprice, una pareja de artistas interpretados por Viggo Mortensen y Léa Seydoux. Ahora ya los virus y gérmenes no existen y donde las cirugías son ahora los mayores placeres que reemplazan a las relaciones sexuales como las conocemos hasta ahora.
Esta vanguardia artística, que es generar cirugías como en un teatro provocando a todos los asistentes y como no también a uno como espectador.
La cinta es muy gore, sexual y provocativa y extrema, a pesar de los 79 años de Cronenberg, utiliza las imágenes son brutales por momentos, a veces me ocurrió que tuve que cerrar los ojos ya que no es muy agradable de asimilarla a pesar que tiene implícito alguna critica a los humanos que ya se cortan la piel por placer como Saul(Mortensen) y genera dentro de si nuevos órganos en sus perfomances públicas.
El presente y el futuro de la sociedad son los tópicos de fondo que va en búsqueda este provocador film que se plantea lo carnal , humano y la tecnología nos puede ir robando aún mas la humanidad que ira buscando nuevas formas de generar placeres e incluso donde la comida es sintética, detallando que ya en el planeta la comida no es tan abundante , más cuando ves a un niño comiéndose un basurero plástico.
Los actores están fenomenales Mortensen, Léa Seydoux y la perturbadora Kristen Stewart dan el tono colaborando con este viejo pero solvente realizador.
No disfrute mucho la película pero se agradece este cine de autor, provocador y que sale del molde de los contenidos tradicionales y obviamente genera muchos temas para debatir en torno a la sociedad consumista y devoradora de recursos naturales y las consecuencias futuras que pueda tener. Me costó conectar con el film y en eso tiene que ver con cierto grado de cine poco original que llega por diversas vías y este cine es necesario pero no siempre encuentra un público dispuesto a someterse a estos golpes que ofrece y con buen estómago.
7
28 de septiembre de 2022 3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Años después del notable film “Maps to the stars” el guionista y cineasta David Cronenberg ha podido volver a realizar un largometraje fiel a su estilo con este que se ha estrenado en salas. Cuando la especie humana se adapta a un entorno artificial, el cuerpo humano es objeto de nuevas transformaciones y mutaciones. Con la ayuda de su compañera Caprice, Saul Tenser, célebre artista performativo, escenifica la metamorfosis de sus órganos en espectáculos de vanguardia. Timlin, una investigadora de la Oficina del Registro Nacional de Órganos, sigue de cerca sus prácticas. Es entonces cuando un grupo misterioso aparece: desean aprovechar la fama de Saul para revelar al mundo la próxima etapa de la evolución humana… Esta coproducción canadiense es una cinta de cienciaficción que propone un mundo futuro en que los humanos no sienten el dolor físico y pueden alimentarse de plástico y la cirugía es el nuevo sexo. Cronenberg ha sido el padre de la llamada “nueva carne” y es curioso cómo el guion de su nueva obra funciona aunque se escribió hace años. Es una película bastante dialogada que expone ideas y no resulta tan impactante como la reciente “Titane” de Julia Ducournau que seguramente tenía como referente el cine del director. El que nos ocupa es un largometraje inquietante y perturbador que mantiene ln interés en parte gracias al reparto de actores encabezado por Viggo Mortensen como Saul, Léa Seydoux como Caprice, Scott Speedman y Kristen Stewart como Timlin. Además, hay que señalar una fotografía oscura, una dirección artística decadente y la banda sonora compuesta por Howard Shore. El film se presentó en la sección oficial del pasado festival de Cannes.

Valoración: 7
Lo mejor: sus ideas y el reparto de actores.
Lo peor: el final es abrupto.

https://josh-cine.blogspot.com/
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para