No habrá paz para los malvados
2011 

6.0
40,902
Thriller
Madrid, principios del siglo XXI. Un día, el inspector de policía Santos Trinidad, volviendo a casa muy borracho, se ve involucrado en un triple asesinato. Pero hay un testigo que consigue escapar y que podría incriminarlo. Santos emprende una investigación destinada a localizar y a eliminar al testigo. Mientras tanto, la juez Chacón, encargada de la investigación del triple crimen, avanza meticulosamente en la búsqueda del asesino ... [+]
16 de enero de 2012
16 de enero de 2012
15 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque fuí dispuesto a que me gustara, pues nada. Le falta ritmo, sólo acción al principio y al final, la tía de Delafé todo el rato con la misma cara... no sé, una compañera de curro me dijo que a su novio le dió la impresión de que parecía el proyecto de final de carrera de unos estudiantes de cine y no va muy descabellada la cosa... que sí, que Coronado muy bien, pero no puede sostener toda la peli.
La Caja 507 me gustó mucho más.
La Caja 507 me gustó mucho más.
23 de marzo de 2015
23 de marzo de 2015
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
A ver, esta película no es mala, pero yo la analizo y me resulta tremendamente fría y mecánica. Los medios son buenos, algunos planos son interesantes, las actuaciones son buenas (No esperaba menos con actores de tan alto nivel) y algunas imágenes de Madrid son bonitas, pero yo lo siento, cuando una película no te entra, no te entra, y ya puede ser la mayor joya del cine de la historia.
Y ahí está el tema, que aunque esta película sea buena y haya ganado el Goya a Mejor Película de 2011 a mí no me ha gustado.
Y lo siento en el alma, igual no he sabido ver su grandeza o su fuerza como película, pero me he aburrido viéndola.
Puntuación: 4 sobre 10.
Pd: No deseo ofender a nadie, "No habrá paz para los malvados" no es mala, pero a mí me ha aburrido.
Y ahí está el tema, que aunque esta película sea buena y haya ganado el Goya a Mejor Película de 2011 a mí no me ha gustado.
Y lo siento en el alma, igual no he sabido ver su grandeza o su fuerza como película, pero me he aburrido viéndola.
Puntuación: 4 sobre 10.
Pd: No deseo ofender a nadie, "No habrá paz para los malvados" no es mala, pero a mí me ha aburrido.
23 de septiembre de 2011
23 de septiembre de 2011
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lleva toda la semana Pedro Chucky Piqueras informando a sus televidentes de las excelencias de No habrá paz para los malvados. No es que el presentador de repente le haya cogido tanto cariño al cine como a las tragedias. Seguimiento tan especial tiene una explicación menos sentimental. Y es que la nueva película de José Coronado está producida por Telecinco Cinema y ya conocemos la afición de esta cadena por el autobombo, capaz de inundar toda la parrilla desde primera hora de la mañana hasta el último informativo de madrugada. Pero el corporativismo tiene dos graves problemas: es subjetivo y genera demasiadas expectativas.
Que la película ha recibido el respaldo unánime de la crítica no es una exageración. Todos los medios, y no únicamente los de Mediaset, han destacado la buena acogida que ha obtenido el filme de Enrique Urbizu en el Festival de San Sebastián. Algunas críticas la han condecorado incluso con el máximo número de estrellas. Un efecto contagio imparable que conviene matizar, puesto que película y actor no están al mismo nivel de brillantez, aunque ambos en su conjunto superen de lejos la media de calidad de nuestro cine.
El trabajo de José Coronado en No habrá paz para los malvados es indiscutiblemente soberbio. Un actor que siempre ha dado la talla en series de evidente y dudosa calidad (Acusados, ejemplo de lo primero, R.I.S., de lo segundo), que ya se hizo notar con papeles brillantes en La caja 507 o La vida de nadie, certifica ahora que es uno de los grandes del cine español. La alargada sombra de Javier Bardem se ha visto de golpe invadida por un clásico de nuestro panorama que hasta ahora no había obtenido el debido reconocimiento. Santos Trinidad es la catapulta que eleva a Coronado del terreno de los atores eficientes al firmamento de las estrellas con prestigio.
Sin embargo, no hay que dejarse llevar por la emoción de una interpretación a todos ojos magistral. No habrá paz para los malvados es una buena cinta de suspense, en parte también gracias al impecable trabajo del resto de actores, pero su excesiva meticulosidad a la hora de narrar una investigación que se inicia en un prostíbulo y termina en un atentado terrorista, pasando por el tráfico de drogas, la convierte en una maraña de nombres y conexiones de difícil digestión.
Entre el inicio y un final sugerente y magistral, de los mejores que se ha rodado en este país, conviene preguntarse qué objetivo persigue tanta minuciosidad. ¿Para denunciar la corrupción política y policial? ¿Cómo reflexión sobre el inseguro mundo en el que vivimos? Lo que está claro es que Urbizu sacrifica la intriga y la acción más propias de un thriller por un desarrollo que desinfla las enormes expectativas de la cinta. Mientras, Santos Trinidad, en solitario, sin el respaldo de un filme que no está a la altura de su protagonista, pasará a la historia como uno de los grandes personajes del cine español.
Que la película ha recibido el respaldo unánime de la crítica no es una exageración. Todos los medios, y no únicamente los de Mediaset, han destacado la buena acogida que ha obtenido el filme de Enrique Urbizu en el Festival de San Sebastián. Algunas críticas la han condecorado incluso con el máximo número de estrellas. Un efecto contagio imparable que conviene matizar, puesto que película y actor no están al mismo nivel de brillantez, aunque ambos en su conjunto superen de lejos la media de calidad de nuestro cine.
El trabajo de José Coronado en No habrá paz para los malvados es indiscutiblemente soberbio. Un actor que siempre ha dado la talla en series de evidente y dudosa calidad (Acusados, ejemplo de lo primero, R.I.S., de lo segundo), que ya se hizo notar con papeles brillantes en La caja 507 o La vida de nadie, certifica ahora que es uno de los grandes del cine español. La alargada sombra de Javier Bardem se ha visto de golpe invadida por un clásico de nuestro panorama que hasta ahora no había obtenido el debido reconocimiento. Santos Trinidad es la catapulta que eleva a Coronado del terreno de los atores eficientes al firmamento de las estrellas con prestigio.
Sin embargo, no hay que dejarse llevar por la emoción de una interpretación a todos ojos magistral. No habrá paz para los malvados es una buena cinta de suspense, en parte también gracias al impecable trabajo del resto de actores, pero su excesiva meticulosidad a la hora de narrar una investigación que se inicia en un prostíbulo y termina en un atentado terrorista, pasando por el tráfico de drogas, la convierte en una maraña de nombres y conexiones de difícil digestión.
Entre el inicio y un final sugerente y magistral, de los mejores que se ha rodado en este país, conviene preguntarse qué objetivo persigue tanta minuciosidad. ¿Para denunciar la corrupción política y policial? ¿Cómo reflexión sobre el inseguro mundo en el que vivimos? Lo que está claro es que Urbizu sacrifica la intriga y la acción más propias de un thriller por un desarrollo que desinfla las enormes expectativas de la cinta. Mientras, Santos Trinidad, en solitario, sin el respaldo de un filme que no está a la altura de su protagonista, pasará a la historia como uno de los grandes personajes del cine español.
25 de septiembre de 2011
25 de septiembre de 2011
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bastante después del recital de La caja 507, Urbizu vuelve a la carga por los derroteros del cine policiaco más clásico y visceral, usando fórmulas que, por algo será, casi siempre han funcionado. En estas lides le ayuda la inestimable ayuda de un José Coronado que literalmente borda su papel como protagonista.
Me duele un poco escribir esta crítica. Y más adelante desvelaré el motivo, aunque antes destacaré las virtudes del film. Ya se ha dicho antes pero vuelvo a afirmarlo yo: los primeros minutos de No habrá paz para los malvados dejan el sabor del mejor cine español (y de género) que se ha podido ver en demasiado tiempo. Y eso es gracias a un Urbizu que como he dicho utiliza momentos y planos que funcionan rotundamente, unido a la composición de un personaje para recordar que firma Coronado. De lo mejorcito. La trama nos llevará quizá por demasiados hilos enmarañados según avanza la cinta, y el espectador puede perderse fácilmente, pero la prácticamente omnipresencia de Santos Trinidad perdona alguna que otra falta de explicación necesaria. Este policía rudo y pendenciero está hecho a la medida del actor, que saca todo el jugo que puede en una interpretación sublime. Es el alma del film.
Los secundarios están correctos y además los hemos visto en papeles similares, destacando Helena Miquel como la tenaz juez Chacón. El resto del elenco cumple sin mayores estridencias dejando la gloria a Coronado. Es cierto que en algun momento podemos vislumbrar filtraciones de escenas clásicas del cine policiaco americano, pero nadie ha dicho que al trabajo de Urbizu le sienten mal, sino todo lo contrario.
Ahora es cuando llega la espinita. Urbizu se queda, literalmente, a uno o dos pasos máximo de crear una película para recordar. Algunas escenas que podrían haberse eliminado sin peligro alguno, sumadas a la falta de explicaciones y un final apresurado emborronan la cinta de una manera que duele. Duele porque otro desenlace menos presuroso podría haber sido el broche de oro. Pero nada es perfecto. Y es que he echado de menos una conexión de la trama más clara y una culminación digna del desarrollo que presenta el director. Sin embargo y a pesar de esto es una cinta muy destacable.
La mayoría del tiempo todo destila una realidad y aspereza que sientan como un guante, que sumados a la competencia del torturado e irreverente Santos Tinidad, crean el clima perfecto. Los momentos de acción están bien elegidos y rodados aunque la trama se desdibuja en los momentos cercanos al final. Algunas preguntas en la investigación merecían obtener respuestas más contundentes, pero Urbizu toma su propio camino y cierra la cinta a su manera.
Cine español altamente recomendable coronado (nunca mejor dicho) por una interpretación de las que dejan huella. Un brindis con ron manchado de coca cola por el gran Santos. Y es que como reza su título, los malvados no encontrarán paz mientras siga de servicio este detective.
Salud.
Me duele un poco escribir esta crítica. Y más adelante desvelaré el motivo, aunque antes destacaré las virtudes del film. Ya se ha dicho antes pero vuelvo a afirmarlo yo: los primeros minutos de No habrá paz para los malvados dejan el sabor del mejor cine español (y de género) que se ha podido ver en demasiado tiempo. Y eso es gracias a un Urbizu que como he dicho utiliza momentos y planos que funcionan rotundamente, unido a la composición de un personaje para recordar que firma Coronado. De lo mejorcito. La trama nos llevará quizá por demasiados hilos enmarañados según avanza la cinta, y el espectador puede perderse fácilmente, pero la prácticamente omnipresencia de Santos Trinidad perdona alguna que otra falta de explicación necesaria. Este policía rudo y pendenciero está hecho a la medida del actor, que saca todo el jugo que puede en una interpretación sublime. Es el alma del film.
Los secundarios están correctos y además los hemos visto en papeles similares, destacando Helena Miquel como la tenaz juez Chacón. El resto del elenco cumple sin mayores estridencias dejando la gloria a Coronado. Es cierto que en algun momento podemos vislumbrar filtraciones de escenas clásicas del cine policiaco americano, pero nadie ha dicho que al trabajo de Urbizu le sienten mal, sino todo lo contrario.
Ahora es cuando llega la espinita. Urbizu se queda, literalmente, a uno o dos pasos máximo de crear una película para recordar. Algunas escenas que podrían haberse eliminado sin peligro alguno, sumadas a la falta de explicaciones y un final apresurado emborronan la cinta de una manera que duele. Duele porque otro desenlace menos presuroso podría haber sido el broche de oro. Pero nada es perfecto. Y es que he echado de menos una conexión de la trama más clara y una culminación digna del desarrollo que presenta el director. Sin embargo y a pesar de esto es una cinta muy destacable.
La mayoría del tiempo todo destila una realidad y aspereza que sientan como un guante, que sumados a la competencia del torturado e irreverente Santos Tinidad, crean el clima perfecto. Los momentos de acción están bien elegidos y rodados aunque la trama se desdibuja en los momentos cercanos al final. Algunas preguntas en la investigación merecían obtener respuestas más contundentes, pero Urbizu toma su propio camino y cierra la cinta a su manera.
Cine español altamente recomendable coronado (nunca mejor dicho) por una interpretación de las que dejan huella. Un brindis con ron manchado de coca cola por el gran Santos. Y es que como reza su título, los malvados no encontrarán paz mientras siga de servicio este detective.
Salud.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Sienta bien un policiaco bien rodado a estas alturas. Al menos nos alejamos de los más que recurrentes temas centrales de este nuestro cine. Siempre refresca.
Destacan varios momentos donde Coronado está sembrado. Loa cubatas que se mete doblados son de antología.
Los primeros 15 minutos son francamente buenos. Rodar sin salirse de lo clásico siempre puede ser la mejor opción.
"A mi no me quiere nadie". Una frase para recordar dicha por un personaje para recordar.
Santos merecía otro final. Un personaje tan carismático hubiese ganado con un fin rubricado con tinta de oro. Quizá un tiroteo rodado con más garra.
Destacan varios momentos donde Coronado está sembrado. Loa cubatas que se mete doblados son de antología.
Los primeros 15 minutos son francamente buenos. Rodar sin salirse de lo clásico siempre puede ser la mejor opción.
"A mi no me quiere nadie". Una frase para recordar dicha por un personaje para recordar.
Santos merecía otro final. Un personaje tan carismático hubiese ganado con un fin rubricado con tinta de oro. Quizá un tiroteo rodado con más garra.
29 de octubre de 2011
29 de octubre de 2011
26 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hoy he ido a ver esta especie de cosa con imágenes y sonidos a la que algunos se atreverían a llamar película. No me ha gustado. No me ha gustado NADA. Bueno, miento: la película prometía al principio, pero tras los cinco primeros minutos, durante los cuales parece que la cosa cumple con lo que ofrece el trailer de la película, pasamos de estar en un thriller policíaco a una película sobre pasillos y andares muy lastrados. Lo que más recordaré de esta mierda es a José Coronado (sobrevalorado por la crítica en este papel, sin duda), yendo por pasillos, escondiéndose en coches, colándose en sitios y cagándose en la puta, transmitiendo poca cosa más que depresión, tedio y dando ganas de irse, irse muy lejos del cine y olvidarse de todo para siempre.
La película no sólo tiene una trama floja, basada en conceptos muy estereotipados y muy superficiales, sino que posee la más enojante colección de secuencias ABUSIVAMENTE LARGAS Y TEDIOSAS DE LA PUTA HISTORIA DEL CINE. Y además, la mayoría de ellas son secuencias que no llevan a ninguna parte. "Oh, soy Coronado, estoy enfadado y ando lentamente por un pasillo". Oh, soy Coronado, estoy deprimido y sigo a un sospechoso lentamente". "Oh, soy Coronado y vamos a jugar a ver quién frunce más el ceño, espectador". La sensación de tedio durante la película, sumada al poco apego que sus distintos personajes despiertan por ellos en el espectador, hacen que te sientas como si te hubieran metido en un zulo excavado en la Luna y te hubieran encomendado la tarea de clasificar la contabilidad de alguna empresa desaparecida en los años cincuenta y a quien nadie le importa. ES LA PELÍCULA MÁS ABURRIDA POR LA QUE HE PAGADO UNA ENTRADA DE CINE. La sensación de no importarme una mierda si morían inocentes, si disparaban a la juez ("interpretada" por Helena Miquel, ciudadana de un lugar llamado Tedio), si violaban a la madre de la chica desaparecida o si a Coronado le arrancaban las piernas en un potro irlandés, era directamente proporcional a las ganas de que acabara la película y pudiera salir de ahí para correr a la embajada de cualquier otro país y nacionalizarme lo-que-sea, excepto español. No quiero compartir nacionalidad con los responsables de esta basura. Si lo hubiera sabido, no la habría ido a ver aunque salieran todos en pelotas y agitando mofetas.
Mira... si lo que quieres es un thriller, no lo hagas! Ni te la descargues de internet, por el amor de Diós! No entres en ese juego, joder! Ponla de fondo y pinta un mandala, que por inútil que sea, seguro que al final te queda más bonito que esta película.
La película no sólo tiene una trama floja, basada en conceptos muy estereotipados y muy superficiales, sino que posee la más enojante colección de secuencias ABUSIVAMENTE LARGAS Y TEDIOSAS DE LA PUTA HISTORIA DEL CINE. Y además, la mayoría de ellas son secuencias que no llevan a ninguna parte. "Oh, soy Coronado, estoy enfadado y ando lentamente por un pasillo". Oh, soy Coronado, estoy deprimido y sigo a un sospechoso lentamente". "Oh, soy Coronado y vamos a jugar a ver quién frunce más el ceño, espectador". La sensación de tedio durante la película, sumada al poco apego que sus distintos personajes despiertan por ellos en el espectador, hacen que te sientas como si te hubieran metido en un zulo excavado en la Luna y te hubieran encomendado la tarea de clasificar la contabilidad de alguna empresa desaparecida en los años cincuenta y a quien nadie le importa. ES LA PELÍCULA MÁS ABURRIDA POR LA QUE HE PAGADO UNA ENTRADA DE CINE. La sensación de no importarme una mierda si morían inocentes, si disparaban a la juez ("interpretada" por Helena Miquel, ciudadana de un lugar llamado Tedio), si violaban a la madre de la chica desaparecida o si a Coronado le arrancaban las piernas en un potro irlandés, era directamente proporcional a las ganas de que acabara la película y pudiera salir de ahí para correr a la embajada de cualquier otro país y nacionalizarme lo-que-sea, excepto español. No quiero compartir nacionalidad con los responsables de esta basura. Si lo hubiera sabido, no la habría ido a ver aunque salieran todos en pelotas y agitando mofetas.
Mira... si lo que quieres es un thriller, no lo hagas! Ni te la descargues de internet, por el amor de Diós! No entres en ese juego, joder! Ponla de fondo y pinta un mandala, que por inútil que sea, seguro que al final te queda más bonito que esta película.
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