¿Os suena una serie televisiva de Netflix que tiene a un grupo de adolescentes por protagonistas en una isla con dinosaurios?
La idea es vieja. De hecho, el guión original de “Parque Jurásico III” consistía en un par de aviones en los que viajaban distintas familias. Si en un avión viajaban los padres, en el segundo iban sus hijos.
La tensión aparecía en el momento en que el avión de los infantes se accidentaba por error en Isla Sorna.

Éste script inicial de la tercera parte no fue aprobado por Universal, por lo que una vez iniciada la producción del film, el equipo tuvo que ponerse a filmar con un guión inacabado.
Me habría gustado ver en pantalla ese guión, por desgracia el segundo guión lo hicieron a todo correr.
Desde luego, hay que decir que para la prisa y presión que tuvieron los guionistas salieron del paso bastante bien.
Aún así, lo que más falla en esta entrega es la falta de originalidad. Evidentemente, “Jurassic Park” no puede ofrecer la misma variedad de contenido que otras obras más complejas, lo que sí puede hacer es abordar distintas temáticas dentro de un tema común. Pues además de dinosaurios y acción, “Parque Jurásico” tuvo por tema la incapacidad del ser humano para hacerse con el control de la naturaleza y “El mundo perdido” fue una película con trasfondo ecologista.
“Parque Jurásico III” no tiene un tema central más allá de los ya conocidos en la saga. Como mucho puedes sacar un mensaje a favor de la familia. Si tus padres se divorcian, enfrentarse juntos a un espinosaurio les recoinciliará de nuevo.
Es cierto que es una cinta de corta duración y ligera de ver. Por desgracia, el guión tiene demasiados agujeros como para poder ignorarlos todos.
Y aunque es cierto que se digna en traer de vuelta al doctor Alan Grant y en presentar criaturas como el gigantesco (Y poco realista) Spinosaurus y los pterosaurios, no tenemos la posibilidad de conocer a los héroes de esta aventura lo suficiente como para preocuparnos demasiado por ellos.
Me encanta el nuevo diseño de los raptores aunque no tenga ningún sentido. También está fenomenal que puedan aparecer nuevos dinosaurios como Ankylosaurus, Corythosaurus o Ceratosaurus. El problema es que no les dan demasiado tiempo ni escenas para lucirse.

La dirección de Joe Johnston es correcta, y el Spinosaurus, si ignoras que es un Baryonyx ciclado con una enorme vela, ofrece una magnífica escena de acción al final después de algunas un poco bochornosas.
En conclusión; “Parque Jurásico III” solo te gustará si eres muy fan de la saga y sientes un profundo respeto por sus dos predecesoras.

Puntuación: 4,5 sobre 10.

Tercera entrega de una de mís películas favoritas, que mata el gusanillo de volver a ver dinosaurios y poco más. El guión es penoso, muy malo, lo único que saco en limpio, de esta película, es la escena de la pajarera, sus protagonistas y al final de la película, su bello vuelo, también las escenas cuando salen todo un rebaño jurásico, muy bonitas. Una pena de película, destrozada por su patético guión. Aún así, resulta entretenida, si la ves sin ninguna expectativa. La nota tan alta que le doy, es simplemente, porque amo a los dinosaurios y siempre estará la excelente primera entrega y el magnífico libro en el que se basó.

Una pequeña aventura comparada con las de Spielberg, breve pero intensa y amena.Los efectos visuales no son tan buenos como los de hace 10 años, el guión brilla por su ausencia y apenas hay innovación. Joe Johnston vive bajo la sombra del gran pie de Spielberg y evidentemente es aplastado, porque no logra superar en ningún aspecto a las dos anteriores (a pesar de tener alguna que otra buena escena). De todas maneras un entretenimiento pasable para una tarde de domingo sin planes.

Una innecesaria y estúpida tercera parte. ¿Novedades? Nuevos dinosaurios y más grandes (e irreales, todo sea dicho). El resto lo mismo de siempre: carreras por la selva, muertes precedibles, moralina y escenas de acción vistas ya miles de veces en miles de películas. Y un desenlace de pura risa. Una tontería de secuela. Aun peor que la mediocre segunda parte.

No hay dudas que Spielberg no quiso arriesgarse dirigiendo y salir mal parado con esta tercera entrega que lo que mejor tiene son sus efectos digitales y sus sugestivos escenarios.
Lo demás, lo típico del cine industrial donde hay pocos riesgos y muchos formulismos que reditúan ganancias: una aventura de supervivencia donde un sabelotodo siempre tiene la carta ganadora para salir bien parado, una moraleja con previsible desenlace que se edifica de fondo en torno a la reconstrucción de una familia devastada por el divorcio, un guión bastante improvisado que disimula con dinamismo y con alto impacto técnico-estético sus falencias y sus absurdas resoluciones, unos toques cómicos como para que el espectador se distienda y no piense que lo que está viendo va en serio, muchas exageraciones que van en desmedro de una cinta de ficción hecha en serio.
Pero de algo hay que estar seguros, si el público exige diversión sin más pretensiones, esta cinta es un pasatiempo que no disgusta y que se tolera bien aunque de antemano hay que saber que no se rescata nada nuevo de lo que ya se ha visto anteriormente.