El tema del canibalismo es un asunto que pocas veces se ha tratado en el cine. Ravenous es una rareza curiosa y original, que cuenta la historia de un oficial del ejército de Estados Unidos recién ascendido por su coraje en el campo de batalla contra el ejército mejicano, que es destinado a una posición lejana y tranquila en California. Un buen día llega al fuerte un misterioso personaje que se identifica como siervo de Dios y que dice ser, junto a un oficial y su mujer, los únicos supervivientes de una travesía fallida por las montañas. El oficial y su esposa permanecen refugiados en una cueva y necesitan ayuda por lo que un pequeño destacamento de soldados guiados por el tipo misterioso acuden en su auxilio. Sin embargo al llegar allí descubren una terrible verdad. Y es que según una antigua leyenda india, si alguien come la carne de una persona se apodera de su alma y se hace más fuerte.

La película es entretenida y la intriga está bien llevada, hay varias escenas sangrientas que resultan desagradables, pero quedan compensadas con algunas dosis de humor negro y unos personajes pintorescos. El comienzo es prometedor, sin embargo, a medida que transcurre la acción el argumento se vuelve más rocambolesco. No obstante, el filme está bien hecho y ambientado, los efectos de maquillaje son muy sanguinolentos y por encima de todo destaca la peculiar banda sonora del rockero Damon Albarn y el compositor Michael Nyman.

Maravilloso y divertido alegato feminista firmado por la directora Antonia Bird. La película, que gira en torno a una compañía de soldados estadounidenses de un apartado fuerte durante el siglo XIX, muestra como la ausencia de mujeres conduce al inevitable y progresivo deterioro de toda la compañía. La falta de mujeres y de su espíritu práctico (la marcha de la nativa americana interpretada por el actor Sheila Tousey actúa como desencadenante) origina una sucesión antológica de disparatadas escenas de canibalismo, tabaquismo y violencia. Ésta sin embargo, no es en ningún momento gratuita, pues nos introduce rabiosamente hacia un debate epistemológico y deontológico de rabiosa actualidad.

La historia de Ravenous tiene muchos puntos comunes con el mito del vampiro. Es una salvaje fábula en la que se da un razonamiento a lo que lleva a estos hombres a comportarse de la manera que lo hacen, en un principio como una lucha por la supervivencia, que después se convierte en un vicio y una obsesión.
El cínico humor es un buen recurso para hacer más "digerible" la película, que tiene cierta estética de western sobre todo en algunas secuencias de persecución, lucha e incluso duelo.
Pearce y Carlyle serán como las dos caras de una moneda, cuyas fuerzas vendrán determinadas por la conciencia en uno y la perspicacia en el otro.

Como dice la frase inicial que se atribuye a Nietzche "El que lucha con monstruos debe tener cuidado de no convertirse él mismo en monstruo"... que se remata con un irónico "Cómeme".

Una película bastante desconocida que te hará pasar un rato verdaderamente desagradable. Original como muy pocas, la incertidumbre reina en todo lugar, aderezada por una exquisita y soberbia banda sonora.

Más que recomendable, no sólo para los amantes del gore y terror.

Buen western con el tema de canibalismo de fondo. Los actores me parecieron muy correctos en sus papeles. Y la banda sonora compuesta por Michael Nyman y Damon Albarn es sencillamente fantástica.