Tusk
5.0
6,518
Terror. Comedia. Thriller
“¡No quiero morir en Canadá!”, suplica Wallace Bryton, un popular podcaster al que una serie de circunstancias ha llevado hasta la frontera de Canadá, donde vive Howard Howe, que una vez fue salvado por una morsa. Misántropo recalcitrante, Howe tendrá una forma muy poco ortodoxa de sacar a Wallace su lado más “animal”. (FILMAFFINITY)
3 de febrero de 2015
3 de febrero de 2015
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Kevin Smith vuelve a la carga después de su controvertido premio en Sitges 2011 con Red State en otra locura pasada de rosca con bichejos más o menos simpáticos que acaban pervertidos por la calenturienta y enfermiza mente humana: véase castores, ovejas, ciempiés...
Tusk es una comedia bizarra que narra las desventuras de Wallace Bryton (Justing Long), al que le dan a probar una dosis tremenda de su propia medicina por dedicarse a burlarse del mal rollo ajeno.
Sabía que era una película de aquellas que no dejan indiferentes, o bien lees críticas que la dejan por los suelos, o en otras bitácoras la ponen por los cielos. A mí, desgraciadamente, me dejó bastante indiferente, sin saber a ciencia cierta por qué (espero descubrirlo al finalizar este post).
La primera parte de la cinta nos presenta a los personajes principales, un Justing Long en el papel de chico sobrado, cabroncete y pasota total con la vida; Haley Joel, el niño de El Sexto Sentido, que nos recuerda que nos hacemos viejos al verlo convertido en un tiparraco que se ha pasado un pelo con las hamburguesas y Génesis Rodríguez, que hace el pobre papel de novia apaleada.
Tras unos cuantos chistes que explotan los tópicos Canada-USA, nos encontramos con Wallace Bryton enfrentado al personaje de la obra, un fantástico Michael Parks que encarna a Howard Howe, un misterioso personaje con una suculenta historia que contar.
Aquí empieza la mala leche. Entramos entonces en el desarrollo de la historia en sí, en base a un buen guión y a una gran actuación de sus dos protagonistas, que rápidamente consiguen que el espectador se "divierta" en cierto grado con lo que está viendo.
Hasta aquí la cosa funciona más o menos bien. Los diálogos son buenos y Kevin Smith sabe transmitir muy bien la sensación enfermiza de agobio y tortura a la que el listillo de Justin Long se ve sometido, mientras se nos explica el motivo de tanta locura a base de innecesarios flashback.
Todo va bastante bien hasta la aparición de un irreconocible Johnny Depp en el papel de un absurdo policía que corta mucho el rollo de la acción. Este punto, junto al exceso de la transformación de Wallace hace que la película pierda bastante de la fuerza ganada hasta entonces, ganada a pulso en las escenas entre los dos personajes principales.
Se ha comparado Tusk con The Human Centipede, aunque para mí son dos opciones que poco tienen que ver una con la otra, además de que Tusk no llega ni por asomo a los niveles de desagrado de la locura del ciempiés.
Los excesos de su tramo final hacen que me pregunte sobre las pretensiones reales de su director, al decantarse por una especie de comedia negra, en una cinta que para mí habría funcionado mucho mejor en el ámbito del torture porn más alocado y enfermo; una especie de Misery mucho más demente, en el se desarrollara únicamente la historia de Wallace y Howard.
Rul T.
www.diasdeterror.com
Tusk es una comedia bizarra que narra las desventuras de Wallace Bryton (Justing Long), al que le dan a probar una dosis tremenda de su propia medicina por dedicarse a burlarse del mal rollo ajeno.
Sabía que era una película de aquellas que no dejan indiferentes, o bien lees críticas que la dejan por los suelos, o en otras bitácoras la ponen por los cielos. A mí, desgraciadamente, me dejó bastante indiferente, sin saber a ciencia cierta por qué (espero descubrirlo al finalizar este post).
La primera parte de la cinta nos presenta a los personajes principales, un Justing Long en el papel de chico sobrado, cabroncete y pasota total con la vida; Haley Joel, el niño de El Sexto Sentido, que nos recuerda que nos hacemos viejos al verlo convertido en un tiparraco que se ha pasado un pelo con las hamburguesas y Génesis Rodríguez, que hace el pobre papel de novia apaleada.
Tras unos cuantos chistes que explotan los tópicos Canada-USA, nos encontramos con Wallace Bryton enfrentado al personaje de la obra, un fantástico Michael Parks que encarna a Howard Howe, un misterioso personaje con una suculenta historia que contar.
Aquí empieza la mala leche. Entramos entonces en el desarrollo de la historia en sí, en base a un buen guión y a una gran actuación de sus dos protagonistas, que rápidamente consiguen que el espectador se "divierta" en cierto grado con lo que está viendo.
Hasta aquí la cosa funciona más o menos bien. Los diálogos son buenos y Kevin Smith sabe transmitir muy bien la sensación enfermiza de agobio y tortura a la que el listillo de Justin Long se ve sometido, mientras se nos explica el motivo de tanta locura a base de innecesarios flashback.
Todo va bastante bien hasta la aparición de un irreconocible Johnny Depp en el papel de un absurdo policía que corta mucho el rollo de la acción. Este punto, junto al exceso de la transformación de Wallace hace que la película pierda bastante de la fuerza ganada hasta entonces, ganada a pulso en las escenas entre los dos personajes principales.
Se ha comparado Tusk con The Human Centipede, aunque para mí son dos opciones que poco tienen que ver una con la otra, además de que Tusk no llega ni por asomo a los niveles de desagrado de la locura del ciempiés.
Los excesos de su tramo final hacen que me pregunte sobre las pretensiones reales de su director, al decantarse por una especie de comedia negra, en una cinta que para mí habría funcionado mucho mejor en el ámbito del torture porn más alocado y enfermo; una especie de Misery mucho más demente, en el se desarrollara únicamente la historia de Wallace y Howard.
Rul T.
www.diasdeterror.com
24 de febrero de 2015
24 de febrero de 2015
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película descerebrada, macabra y disparatada. Pero no os creáis, podría estar mucho peor, hasta se deja ver y entretiene. Quieres saber qué le pasa al pobre desgraciado del bigote. Unas actuaciones no estelares aunque correctas, con un Johnny Depp como extra de lujo (¿todo el presupuesto de la película se habrá ido en poder pagar sus honorarios?). No la recomendaría, pero tampoco puedo echar muchas pestes de ella. Es una idea loca, venida de una cabecita muy enferma.
Bajo todo el pastel de la película, se esconde una bonita reflexión de la que soy partidario: el único animal salvaje y realmente demoníaco es el ser humano.
Bajo todo el pastel de la película, se esconde una bonita reflexión de la que soy partidario: el único animal salvaje y realmente demoníaco es el ser humano.
18 de febrero de 2015
18 de febrero de 2015
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Francamente no se en que estaba pensando Kevin Smith al rodar esta pelicula, quiero pensar que se ha basado en La isla del doctor Moreau, porque otra cosa..., desde luego la peli es demasiado surrealista y disparatada como para tomársela en serio, e incluso dándole un pase finalmente te quedas en estado de shock...
Al verla desde luego uno, por lo menos por mi parte, guardando paralelismos entre director y el loco que hace de Justin Long un monstruo, pero con la película en general en si,no sabia si quedarme admirado por la precisión de su creación o quedarme de piedra por semejante estropicio, pero uno piensa en pelis como Frankenstein, Eduardo manostijeras,e incluso la primera que he dicho y ahí cambia la cosa, pero aun así tela...
Francamente todas las actuaciones son planas e irrelevantes salvo la de Michael Park,pero es que como van a actuar bien? entre Justin Long convertido en morsa y los otros dos en plan con cara de WTF, la misma cara que se te queda a ti al ver la pelcula? y un Johnny Depp desaprovechado con un papel secundario de detective francés con poca relevancia,debería haber tenido un papel mejor, lo mismo así la peli habría ganado enteros, pero vamos, en resumen, que al señor Howard dan ganas de decirle que se compre un mono, pero mejor no, que lo mismo también lo convierte en morsa...
Al verla desde luego uno, por lo menos por mi parte, guardando paralelismos entre director y el loco que hace de Justin Long un monstruo, pero con la película en general en si,no sabia si quedarme admirado por la precisión de su creación o quedarme de piedra por semejante estropicio, pero uno piensa en pelis como Frankenstein, Eduardo manostijeras,e incluso la primera que he dicho y ahí cambia la cosa, pero aun así tela...
Francamente todas las actuaciones son planas e irrelevantes salvo la de Michael Park,pero es que como van a actuar bien? entre Justin Long convertido en morsa y los otros dos en plan con cara de WTF, la misma cara que se te queda a ti al ver la pelcula? y un Johnny Depp desaprovechado con un papel secundario de detective francés con poca relevancia,debería haber tenido un papel mejor, lo mismo así la peli habría ganado enteros, pero vamos, en resumen, que al señor Howard dan ganas de decirle que se compre un mono, pero mejor no, que lo mismo también lo convierte en morsa...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Desde luego ver a Justin Long mutilado, con sus propias tibias clavadas en la boca, con apariencia de morsa y cuando parece que hace los sonidos propios de una morsa más bien son sus gritos de dolor...., no es apto para sensibles.
19 de mayo de 2015
19 de mayo de 2015
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Kevin Smith ha anunciado que deja el mundo del cine con esta maravilla. Una lastima, ya que Tusk es quizás su mejor película.
Con momentos delirantes y extraordinarios. Cuando parece que el film no va en serio, de repente, da un giro y ves que es un largometraje serio, muy serio. Tiene 20 minutos de tremendo terror, pero no ese terror de taparte los ojos para no ver, es un terror diferente, nuevo y delirante.
Y lo mejor, la gran actuación de todos sus actores y actrices.
Con momentos delirantes y extraordinarios. Cuando parece que el film no va en serio, de repente, da un giro y ves que es un largometraje serio, muy serio. Tiene 20 minutos de tremendo terror, pero no ese terror de taparte los ojos para no ver, es un terror diferente, nuevo y delirante.
Y lo mejor, la gran actuación de todos sus actores y actrices.
19 de diciembre de 2016
19 de diciembre de 2016
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Poesía pura la que nos transmite esta película. Cautivadora desde el inicio. Tras verla todavía no sé si me ha gustado o me ha encantado. Una dicotomía entre el patetismo y la tristeza llevada en clave de humor (con guiños directos y descarados al cine de los Coen). Se nos presenta la historia de un desgraciado (un pardillo vividor de internet, sobrado y chulo e infiel) que se esfuerza en caernos mal desde el inicio de la película, pero que se encontrará con su lado más animal a lo largo de ella. Un ser nauseabundo que se dedica a mofarse de los demás y sufre el alcance de la justicia poética más al estilo de "Human Centipede". Una broma de película sobre la naturaleza humana con un sobresaliente Michael Parks y un irreconocible Johnny Depp. La película es una enorme carcajada dentro de la que tienen cabida el malrollismo extremo, el gore y personajes para el recuerdo. Tusk nos habla de monstruos, y dentro de ellos al ser humano como su máximo exponente. Una locura deliciosa.
Más en spoilers.
Más en spoilers.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
- El báculo peneano. Ese hueso que la evolución ha hecho perder al ser humano (de los pocos mamíferos que carecen completamente de él), y que representa la misma condición de persona. Una metáfora salvaje de que, pese a la metamorfosis, lo nacido humano siempre será humano. Su ausencia fue interpretada bíblicamente como "la costilla de Adán" que dio origen a Eva. El director refleja esto en la actitud de la novia de William, fiel hasta el final pese a que su pareja sea una persona odiosa e infiel.
- La historia del pelapatatas y la simbiosis de la naturaleza con el hombre. El arrepentimiento por el asesinato del Sr. Tusk como símil al cambio climático y sus repercusiones. La locura de Howard Howe al haber destruido a su salvador, a su auténtico dios, y el vacío posterior (intentando reconstruir de forma chapucera la destrucción del verdadero Sr. Tusk).
- La teología desencantada y la naturaleza de la depravación, Howe deja entrever que las violaciones sufridas por religiosos en el orfanato en el que fue criado es un más que posible germen para su locura. La sentencia "todos son pederastas" representa el desencanto infantil de alguien que pierde su fe en la humanidad, y alimenta su obsesión por las morsas en detrimento de la naturaleza puramente humana.
- La batalla de las morsas es el punto culmen de la cinta. Una última lucha entre lo genuino (la morsa de William) y lo artificial (el disfraz de Morsa de Howe) y la victoria del primero pese al intento del segundo de saltarse las reglas. Representa la inferioridad del ser humano y su vocación como creador y arquitecto, viéndose superado tanto por la naturaleza (la morsa vengativa) como por sus propias creaciones (la morsa quirúrgica). El papel inferior de la humanidad como vector entre un mundo que está siendo destruido y una sociedad artificial en el futuro.
- La historia del pelapatatas y la simbiosis de la naturaleza con el hombre. El arrepentimiento por el asesinato del Sr. Tusk como símil al cambio climático y sus repercusiones. La locura de Howard Howe al haber destruido a su salvador, a su auténtico dios, y el vacío posterior (intentando reconstruir de forma chapucera la destrucción del verdadero Sr. Tusk).
- La teología desencantada y la naturaleza de la depravación, Howe deja entrever que las violaciones sufridas por religiosos en el orfanato en el que fue criado es un más que posible germen para su locura. La sentencia "todos son pederastas" representa el desencanto infantil de alguien que pierde su fe en la humanidad, y alimenta su obsesión por las morsas en detrimento de la naturaleza puramente humana.
- La batalla de las morsas es el punto culmen de la cinta. Una última lucha entre lo genuino (la morsa de William) y lo artificial (el disfraz de Morsa de Howe) y la victoria del primero pese al intento del segundo de saltarse las reglas. Representa la inferioridad del ser humano y su vocación como creador y arquitecto, viéndose superado tanto por la naturaleza (la morsa vengativa) como por sus propias creaciones (la morsa quirúrgica). El papel inferior de la humanidad como vector entre un mundo que está siendo destruido y una sociedad artificial en el futuro.
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