Quería comentaros algo a los que os estáis planteando ver la película. Algo de lo que parece que, viendo todas las críticas, pocos (o ninguno) se han dado cuenta; para que no os pille desprevenidos si os hace ver una peli de terror o un thriller de lo más oscuro:

Esta película es una broma.

Lo digo literalmente: Kevin Smith pilla un episodio de su podcast y lo convierte en película para reírse de los generalmente cutres y excesivos thrillers de terror 'basados en historias reales' (y de los pobres incautos que no saben quién es Smith).

Está todo un pelín mal intencionadamente, exagerado sarcásticamente, pero de manera muy sutil. Así, por si no te has dado cuenta a lo largo de la película*, la última secuencia hace de colofón para descojonarse de ti y que te quedes con cara de "qué cabrón... me la ha jugado". Y, aun así, estoy seguro de que muchos habrán salido del cine sin haberse dado cuenta de que les habían tomado el pelo.

A destacar: la dirección de la película me parece cojonuda y el reparto cumple, sobre todo Justin Long en su papel protagonista (el cabrón lo borda).

Vedla y juzgad vosotros mismos. Pero luego no digáis que no os habían avisado.

Por si os interesa, aquí os dejo el enlace al episodio del podcast en el que está basada la película: http://smodcast.com/episodes/the-walrus-and-the-carpenter/

*He de admitir que yo no me di cuenta del todo hasta que vi la primera escena en la que aparece Johnny Depp.

Todavía tengo el pensamiento puesto en la película y una sensación un tanto sobrecogedora tras el final de la misma ... Su director Kevin Smith (Clerks) logra perfectamente una dificultosa mezcla de géneros (entre ellos la comedia de horror), acertada y sin desentonar en ningún momento. 'Tusk' está basada en la historia de un podcast del director, y nos viene a contar una truculenta y perturbadora trama sobre la que cae todo el peso en los personajes principales interpretados por Michael Parks (alias el Dr. Frankenstein) y Justin Long (Jeepers Creepers). Como anécdota, también participan un mayor Haley Joel Osment (el conocido niño de El sexto sentido) y un casi irreconocible Johnny Depp como el investigador de homicidios. Es bastante grotesca, incluso hasta el punto de ser bizarra, todo hay que decirlo, y la correspondiente aberración (vaya grima) recuerda al Belial de 'Basket Case', pero tiene muy buen intercambio de escenas cómicas y dramáticas. Tiene buen guión, y la narración está bien llevada.

No se merece ni que le ponga un comentario pero debido a lo mala que es creo que es necesario avisar a las demás personas. No veáis esta película en la vida. Gracias por vuestra atención.

A la hora de presentar su último trabajo, Kevin Smith lo definía como una versión apeluchada de “The Human Centipede”. No le falta razón, más allá de que el personaje de Howard Howe sea un hermano moral estadounidense del Doctor Heiter. “Tusk” comparte con la polémica cinta de culto de Tom Six la visión del ser humano deshumanizado, despojado de toda dignidad, y teoriza sobre qué nos convierte en humanos una vez esa dignidad se ha perdido del todo. La cinta da un paso más allá y sentencia que, en tales condiciones, lo que nos diferencia de los animales es algo aparentemente tan nimio como una lágrima.

Pero hay un detalle que distancia esta propuesta enormemente de la del cineasta holandés, el entender la historia desde una perspectiva humorística. Ya sea humor de brocha gorda, ése que los podcasts exhiben con libertinaje en esa red inmensa que todo lo consiente –de hecho la idea nació de uno de estos programas en Internet-, o de brocha fina, en el que el cineasta acierta con un humor negro de lo más corrosivo. Smith acierta también enfrentando a dos actores en estado de gracia, a un Justin Long que da el tipo como cazador de historias rocambolescas salidas de las cuerdas vocales de auténticos friquis locales, y a un Michael Parks que se convierte en amo y señor de la función y en actor fetiche del director, y cuya interpretación es tan escalofriante como la trama que Smith nos presenta.

Provocativa, enfermiza, bizarra, macabra, retorcida… “Tusk”, al igual que aquel ciempiés humano, es capaz de sacar lo peor de nosotros como espectadores. Lo verdaderamente aterrador de ella es lo que no vemos, lo que llegamos a imaginar en contraposición con la poca sangre y vísceras que Smith nos sirve. Y con ella, el guionista y director logra un doble triunfo. Por un lado, demostrar que lo de la loable “Red State” no fue casualidad, y que este tipo de productos le vienen como anillo al dedo. Y por el otro, que esa comedia indie salpicada de incontinencia verbal con la que despuntara en los 90 sigue presente y puede casar a la perfección con su nueva etapa, aunque por el camino tengamos que pagar el precio de padecer cierta aparición estelar no acreditada de un actor tan insufrible y patético como el personaje que interpreta, y que hace que este apetecible Sr. Tusk no se eleve a cotas del género aún más altas. Sin él nos habríamos ahorrado diez minutos de metraje, cosa que agradeceríamos. Lo peor, que su próximo film se va a centrar en dicho personaje. Otra razón más para tener escalofríos.

A favor: Michael Parks, y el humor que destila la propuesta
En contra: el tramo dedicado a cierto actor y personaje bastante patético e insufrible

Como seguidor del señor Smith acudo a mi cita con su obra con la mejor de las predisposiciones ante una de las sinopsis menos estimulantes que pueda recordar. El inicio y nudo de la historia están a la altura, en la senda de la estupenda Red State y apoyándose en Michael Parks, indudablemente lo mejor de la función, mantiene el interés y consigue momentos de un mal rollo notable.
El tramo final es otro cantar, de los desenlaces mas anti-climáticos y chapuceros que recuerdo. El papel de señor Jhonny Deep es incomprensible, como extraído de una película de Tim Burton e insertado a la fuerza y el epílogo bochornoso.
Una película con detalles interesantes, atrevida, original, pero que finalmente resulta fallida, ganan los defectos a las virtudes.