Amanecer
Drama. Romance
Un granjero (George O'Brien) convive felizmente en el campo con su esposa (Janet Gaynor). Pero la aparición de una seductora mujer (Margaret Livingston) de la ciudad hace que comience a enamorarse de ésta, y a pensar que su mujer es un estorbo que se interpone en la felicidad entre él y su nueva y sofisticada amante. (FILMAFFINITY)
28 de diciembre de 2017
28 de diciembre de 2017
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hermoso poema romántico, cúspide del cine mudo. 'Amanecer' es la historia de un hombre que debe elegir entre dos mujeres y que, por ello, se verá envuelto en una vorágine de celos y maquinaciones. Un cuento repleto de personajes sin nombres, ya que su historia es universal.
El filme es una obra artística precursora y de insuperable calidad, que logra combinar el expresionismo alemán con el más refinado realismo, para concebir con ello, una película llena de purificada poesía. Murnau, recién llegado a los Estados Unidos, enamoró a Hollywood tras esta demostración de talento.
Su puesta en escena, de un magnetismo abrumador, contiene numerosos detalles en cada plano, eliminando así la necesidad de explicar la acción a través de intertítulos, como ya hiciera por vez primera en 'El último'. Un trabajo clave en el perfeccionamiento del lenguaje cinematográfico, que no fue reconocido apropiadamente en los años 20.
'Amanecer' se estrenó unos días antes que la primera película sonora de la historia, 'El cantor de Jazz'. Entre luces brillantes, danzas, y el ruido de las bocinas de los coches en este viaje de la naturaleza a la ciudad, se pone el broche de oro al fin del cine mudo, aquel que marcó toda una época.
El filme es una obra artística precursora y de insuperable calidad, que logra combinar el expresionismo alemán con el más refinado realismo, para concebir con ello, una película llena de purificada poesía. Murnau, recién llegado a los Estados Unidos, enamoró a Hollywood tras esta demostración de talento.
Su puesta en escena, de un magnetismo abrumador, contiene numerosos detalles en cada plano, eliminando así la necesidad de explicar la acción a través de intertítulos, como ya hiciera por vez primera en 'El último'. Un trabajo clave en el perfeccionamiento del lenguaje cinematográfico, que no fue reconocido apropiadamente en los años 20.
'Amanecer' se estrenó unos días antes que la primera película sonora de la historia, 'El cantor de Jazz'. Entre luces brillantes, danzas, y el ruido de las bocinas de los coches en este viaje de la naturaleza a la ciudad, se pone el broche de oro al fin del cine mudo, aquel que marcó toda una época.
21 de junio de 2006
21 de junio de 2006
41 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
-¿Ves? Esto es lo que pasa cuando se contrata a un mago y no a un director de cine.
Murnau soltó una carcajada.
-¿Quiere hacer el favor Sr. Murnau? ¿Tiene usted idea de lo que cuesta una aparato como ése? ¡Al menos sujétela con algo!
No respondía. Parecía estar sumido en un profundo trance.
-Tiene usted a su disposición plataformas, grúas, poleas... ¡úselas!
-Cadenas amigo mío, no son más que cadenas.
-¡¡¡¡La última vez, me oye!!! ¡¡¡La última!!! Me dan igual sus ideas revolucionarias.
Murnau, con los ojos vidriosos y una cortinilla de pelo pegada a la frente por el sudor, miró al productor y asintió sumiso – Vale, ahora la bajo.
La cámara descendió y se posó en el suelo torpemente como si fuera un gigantesco dodo de latón.
¡Corten!- dijo.
Murnau soltó una carcajada.
-¿Quiere hacer el favor Sr. Murnau? ¿Tiene usted idea de lo que cuesta una aparato como ése? ¡Al menos sujétela con algo!
No respondía. Parecía estar sumido en un profundo trance.
-Tiene usted a su disposición plataformas, grúas, poleas... ¡úselas!
-Cadenas amigo mío, no son más que cadenas.
-¡¡¡¡La última vez, me oye!!! ¡¡¡La última!!! Me dan igual sus ideas revolucionarias.
Murnau, con los ojos vidriosos y una cortinilla de pelo pegada a la frente por el sudor, miró al productor y asintió sumiso – Vale, ahora la bajo.
La cámara descendió y se posó en el suelo torpemente como si fuera un gigantesco dodo de latón.
¡Corten!- dijo.
16 de enero de 2014
16 de enero de 2014
17 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera vez que vi 'Amanecer', hace ya unos años, lo hice por recomendación de esta página. Al igual que ahora, la película gozaba de una puntuación excepcional, alabada por la crítica que parecía que estábamos ante el Quijote del cine. Bajo tanta recomendación no tenía más opción que verla. Es cierto que a veces, cuando uno espera mucho de una película, las expectativas pueden llegar a no satisfacerse. Esto ocasionaría, acaso, que uno juzgue lo visto desde una perspectiva errónea. En todo caso, lo cierto es que mi primer visionado dio como resultado una gran decepción, reflejada por la nota que le coloqué en aquel entonces: un 5.
¿Qué me decepcionó? Sencillamente fue lo plano que es su historia. En efecto, 'Amanecer' en la narrativa no es más que una simple y cursi historia de amor. Es sólo eso, una historia de amor entre dos personas; y no lo digo despectivamente, sino digo realmente lo que es. Es cursi por cómo se desarrolla la historia: el esposo que reencuentra el amor en su esposa, que de nuevo vuelven a ser sumamente felices, que reencuentran lo bello de la vida en cada rinconcito - en esencia, que todo es amor y felicidad, sonrisas. Y en esto seamos sinceros, no puede negarse que efectivamente la historia no sea así, cosa que suele estar generalmente muy en contraste con la realidad, no importa de cual época se trate.
En cuanto a lo técnico, el cómo se narra la historia, la genialidad de Murnau es totalmente innegable. Usa técnicas maravillosas, explotando al máximo los recursos disponibles en aquellos tiempos. Sus movimientos de cámara, la selección y superposición en contraste de distintos planos, su duración; todo es destacarle. No es, como he leído en algunas críticas, una película lenta ni mucho menos. La duración de sus planos es, creo yo, la necesaria para transmitir lo que se quiere. En resumen, no hay nada que renegar en este aspecto, y al contrario, yo creo que es uno de los puntos más fuertes y destacados que tiene la obra.
Ahora bien, antes de hacer esta crítica he vuelto a ver la película. Esperaba, como ya me ha pasado, ver quizás ahora las cosas desde otra perspectiva, y por qué no, subir algún que otro punto mi anterior votación. Sin embargo, perdónenme, pero no pude dejar de seguir notando lo mismo. Sólo pude subir un punto. La historia, a mis ojos, sigue siendo completamente cursi. Lo admito, tiene momentos destacables en la narrativa, como pueden ser los tramos iniciales y finales. Pero en el medio, en la ciudad, las secuencias las veo muy planas y simples, con un intento de sumar comedia en una suerte de 'sketchs'. Esta parte no me parece mala, por así decirlo, pero debo decir que me parece muy plana y que no amerita para nada que se alabe a esta película como se lo hace acá.
Entonces, me pregunto, ¿Por qué gusta tanto? ¿Por qué se tiene a 'Amanecer' en el altar? Creo que la respuesta es sólo una: por la universalidad de su historia de amor. Y es que si hay algo que conmueve a todo el mundo, a todo el público, son las historias románticas; son intemporales y universales. Es esa historia de amor, de 'esperanza' en el matrimonio, de su felicidad, de sus aventuras, junto con su notable apartado técnico, lo que atribuyo a tanta adoración por 'Amanecer'. Temas que, como digo, conmueven en general a todo tipo de público, como algo innato a nosotros. Porque en el fondo quisiéramos que nuestra historia de amor sea esa, esa felicidad y bienaventuranza que se nos muestra, esa esperanza, ese hijo, esa, llanamente, 'linda y buena vida'. Y claro, no hay que olvidar también que la película es de 1927, es muda, es clásica, de culto... si entienden lo que digo.
En todo caso, espero con esto haber justificado mi nota. Perdonen si ofendí a alguien, pero así es como veo las cosas. En lo personal preferiría que esta obra no sea considerada una cumbre de cine, pues creo que en éste existen muchas otras películas cuya inmortalidad y trascendencia alcanzan cotas mucho más profundas en cuanto a legado artístico. En definitiva, le pido al cine mucho más, porque sé que lo hay y que, por sobre todo, puede darlo.
¿Qué me decepcionó? Sencillamente fue lo plano que es su historia. En efecto, 'Amanecer' en la narrativa no es más que una simple y cursi historia de amor. Es sólo eso, una historia de amor entre dos personas; y no lo digo despectivamente, sino digo realmente lo que es. Es cursi por cómo se desarrolla la historia: el esposo que reencuentra el amor en su esposa, que de nuevo vuelven a ser sumamente felices, que reencuentran lo bello de la vida en cada rinconcito - en esencia, que todo es amor y felicidad, sonrisas. Y en esto seamos sinceros, no puede negarse que efectivamente la historia no sea así, cosa que suele estar generalmente muy en contraste con la realidad, no importa de cual época se trate.
En cuanto a lo técnico, el cómo se narra la historia, la genialidad de Murnau es totalmente innegable. Usa técnicas maravillosas, explotando al máximo los recursos disponibles en aquellos tiempos. Sus movimientos de cámara, la selección y superposición en contraste de distintos planos, su duración; todo es destacarle. No es, como he leído en algunas críticas, una película lenta ni mucho menos. La duración de sus planos es, creo yo, la necesaria para transmitir lo que se quiere. En resumen, no hay nada que renegar en este aspecto, y al contrario, yo creo que es uno de los puntos más fuertes y destacados que tiene la obra.
Ahora bien, antes de hacer esta crítica he vuelto a ver la película. Esperaba, como ya me ha pasado, ver quizás ahora las cosas desde otra perspectiva, y por qué no, subir algún que otro punto mi anterior votación. Sin embargo, perdónenme, pero no pude dejar de seguir notando lo mismo. Sólo pude subir un punto. La historia, a mis ojos, sigue siendo completamente cursi. Lo admito, tiene momentos destacables en la narrativa, como pueden ser los tramos iniciales y finales. Pero en el medio, en la ciudad, las secuencias las veo muy planas y simples, con un intento de sumar comedia en una suerte de 'sketchs'. Esta parte no me parece mala, por así decirlo, pero debo decir que me parece muy plana y que no amerita para nada que se alabe a esta película como se lo hace acá.
Entonces, me pregunto, ¿Por qué gusta tanto? ¿Por qué se tiene a 'Amanecer' en el altar? Creo que la respuesta es sólo una: por la universalidad de su historia de amor. Y es que si hay algo que conmueve a todo el mundo, a todo el público, son las historias románticas; son intemporales y universales. Es esa historia de amor, de 'esperanza' en el matrimonio, de su felicidad, de sus aventuras, junto con su notable apartado técnico, lo que atribuyo a tanta adoración por 'Amanecer'. Temas que, como digo, conmueven en general a todo tipo de público, como algo innato a nosotros. Porque en el fondo quisiéramos que nuestra historia de amor sea esa, esa felicidad y bienaventuranza que se nos muestra, esa esperanza, ese hijo, esa, llanamente, 'linda y buena vida'. Y claro, no hay que olvidar también que la película es de 1927, es muda, es clásica, de culto... si entienden lo que digo.
En todo caso, espero con esto haber justificado mi nota. Perdonen si ofendí a alguien, pero así es como veo las cosas. En lo personal preferiría que esta obra no sea considerada una cumbre de cine, pues creo que en éste existen muchas otras películas cuya inmortalidad y trascendencia alcanzan cotas mucho más profundas en cuanto a legado artístico. En definitiva, le pido al cine mucho más, porque sé que lo hay y que, por sobre todo, puede darlo.
21 de noviembre de 2009
21 de noviembre de 2009
16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Época de vacaciones. Como cada año, los veraneantes acuden en masa al pintoresco pueblo, situado a orillas de un gran lago, donde el joven granjero vive en una casita con su mujer y su hijo. Un idilio engañoso, puesto que el hombre está hecho un lío. Una turista le ha trastocado la cabeza, lo ha seducido y le ha despertado las ganas de vivir en la gran ciudad. Pero, sobre todo, le ha susurrado un plan para cometer un asesinato: en un paseo en barca a la ciudad cercana, tiene que ahogar a su esposa, puesto que se interpone en su felicidad.
La era del cine sonoro era ya prácticamente una realidad (unas cuantas semanas más tarde se estrenaría la primera película sonora “El cantante de jazz”) cuando Amanecer, hoy convertida en hito estético y culminación de un buen puñado de gloriosos años de cine mudo, apareció para cerrar un ciclo, y qué manera de cerrarlo tuvo el genial Murnau (creador de otras grandes obras como Nosferatu, Fausto o El último, entre otras). Ante las ya consabidas complicaciones de expresar sentimientos sin diálogos, Murnau va tejiendo una historia amorosa que va de menos a más. Tras un inicio algo irregular, una fuerza misteriosa irrumpe en la pantalla, el amor ha vuelto y uno mismo se sorprende al estar embobado ante la pantalla, regalando sonrisas cómplices sin siquiera darse cuenta. La ternura que desprende la pareja protagonista es muy poderosa, empatizas rápidamente con los personajes; en especial con Janet Gaynor (ganadora de tres Oscar a la mejor actriz en dos años), una mujer no especialmente hermosa pero sí con un toque de inocencia que la hace adorable, un aspecto frágil que todo galán querría cuidar. Las hipotéticas limitaciones antes mencionadas del cine mudo por tener que prescindir de la palabra hablada se transforman en “Amanecer” en un espacio libre que permite a Murnau narrar su historia como una leyenda sobre los aspectos esenciales de la existencia humana: el amor, la tentación, la culpa y el perdón. Los protagonistas no tienen nombre, son simplemente “el hombre” y “la mujer”. Los lugares donde transcurre la trama son tan típicos como los personajes: la gran ciudad americana, llena de promesas y con una actividad frenética y el romántico pueblecito europeo con su gran lago.
Sigue en spoiler, no cuento nada:
La era del cine sonoro era ya prácticamente una realidad (unas cuantas semanas más tarde se estrenaría la primera película sonora “El cantante de jazz”) cuando Amanecer, hoy convertida en hito estético y culminación de un buen puñado de gloriosos años de cine mudo, apareció para cerrar un ciclo, y qué manera de cerrarlo tuvo el genial Murnau (creador de otras grandes obras como Nosferatu, Fausto o El último, entre otras). Ante las ya consabidas complicaciones de expresar sentimientos sin diálogos, Murnau va tejiendo una historia amorosa que va de menos a más. Tras un inicio algo irregular, una fuerza misteriosa irrumpe en la pantalla, el amor ha vuelto y uno mismo se sorprende al estar embobado ante la pantalla, regalando sonrisas cómplices sin siquiera darse cuenta. La ternura que desprende la pareja protagonista es muy poderosa, empatizas rápidamente con los personajes; en especial con Janet Gaynor (ganadora de tres Oscar a la mejor actriz en dos años), una mujer no especialmente hermosa pero sí con un toque de inocencia que la hace adorable, un aspecto frágil que todo galán querría cuidar. Las hipotéticas limitaciones antes mencionadas del cine mudo por tener que prescindir de la palabra hablada se transforman en “Amanecer” en un espacio libre que permite a Murnau narrar su historia como una leyenda sobre los aspectos esenciales de la existencia humana: el amor, la tentación, la culpa y el perdón. Los protagonistas no tienen nombre, son simplemente “el hombre” y “la mujer”. Los lugares donde transcurre la trama son tan típicos como los personajes: la gran ciudad americana, llena de promesas y con una actividad frenética y el romántico pueblecito europeo con su gran lago.
Sigue en spoiler, no cuento nada:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Murnau parece sentir muy cómodo en todo momento, comodísimo. Su técnica es superior y lo demuestra fotograma a fotograma. Puede que hoy en día, es más, es prácticamente seguro que a cualquiera que mire “Amanecer” le parezca que está muy desfasado en cuanto a técnica y efectos, pero es obvio que estamos ante el no va más de aquella época. Fundidos, travellings, primerísimos planos para dotar de mayor emotividad los rostros, planos de trucaje, etc., hacen de “Amanecer” un bonito espectáculo visual. Es obvio que el director aprovechó la tecnología más avanzada del cine. Con todo, la película nunca rebasa el límite hacia la fantasía: las imágenes de Murnau siempre aluden a la realidad exterior, incluyendo las vivencias interiores de los personajes; por ejemplo: cuando, en una cita nocturna, la mujer fatal le describe al hombre con entusiasmo las cosas sensacionales de la metrópoli, el cielo se transforma en un escenario urbano agitado, como si los anhelos del campesino se proyectaran en él. Luego, cuando él se zambulle con su esposa en la vida nocturna y ambos quedan fascinados por el espectáculo, un rosetón enorme de luces brilla en el parque de atracciones como si fuera un grandioso iris humano. Dos imágenes que remiten simbólicamente al cine como lugar de espectáculo y sueños, en el que los milagros se hacen realidad.
15 de noviembre de 2005
15 de noviembre de 2005
18 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda una de las mejores películas de la historia del cine que influenció a directores como Hitchcock o Ford. Impresionan sus movimientos de cámara, (travelling siguiendo al hombre por el campo hasta la mujer), la utilización del espacio (todo tiene un doble uso), la fotografía, el uso de las transparencias, sobreimpresiones y encadenados. La duda que nos queda es saber que habría pasado si Murnau no hubiera muerto en el año 31 con tan solo 43 años.
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