Kursk
6.2
3,422
Drama
Narra la tragedia del submarino nuclear ruso 2000 K-141 Kursk ocurrida en agosto del año 2000, y la negligencia gubernamental que le siguió. Mientras los marineros luchan por sobrevivir, sus familias luchan desesperadamente contra los obstáculos políticos y las ínfimas probabilidades de salvarles. (FILMAFFINITY)
11 de septiembre de 2020
11 de septiembre de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Thomas Vinterberg, uno de los grandes nombres de la historia del cine danés, colega de Lars Von Trier con el que ha mantenido siempre constantes creativas comunes (ambos fundaron el Dogma 95), es un nombre apasionante del cine, porque sabe combinar pequeñas películas de autor con producciones de mayor tamaño a las que igualmente sabe dotar de dignidad y calidad artística.
El autor de “Celebración” (de las películas de mi vida) o “La caza”, también es capaz de afrontar con su carga autoral en “Kursk” la narración de la epopeya dramática de la tripulación del submarino nuclear ruso homónimo que sufrió un grave accidente en aguas del norte de Europa quedando parte de su tripulación superviviente atrapada en el interior del mismo a la espera de poder ser rescatada por la armada rusa.
La cinta de Vinterberg, que combina dos formatos de pantalla diferentes (más reducido y angosto para las escenas en tierra firme; y, paradójicamente, más amplio para el claustrofóbico interior del submarino), arranca, como si de “El cazador” de Michael Cimino se tratase, con una boda donde se nos presenta a unos personajes que rápidamente van a tener que partir rumbo a su trágico destino, pero que aún aparecen jóvenes e idealistas, cargados de camaradería y ansias de futuro.
A partir de ahí y de forma minuciosa, Vinterberg nos cuenta la odisea de unos seres humanos atrapados a cientos de metros de profundidad en el fondo del océano a la espera de ser rescatados con los medios en descomposición de una Rusia desmoronada económica y políticamente a la altura de 2000.
Mientras tanto, sus familias juegan la danza de la presión política en el exterior (la diosa Léa Seydoux, como siempre, espléndida como esposa en tierra del protagonista). La epopeya política y humana se va desarrollando de forma paralela creando un drama con tintes de thriller que atrapa e impacta y conforma otra notable película (en este caso comercial) del gran Vinterberg dirigiendo una coproducción europea a lo grande, que se beneficia y mucho de la partitura del gran músico Alexandre Desplat.
Una mucho más que correcta reconstrucción de unos hechos históricos en la línea de “Chernobyl”. Y ojo al plano secuencia subacuático, porque es de una brillantez apabullante y una dificultad técnica extraordinaria. Sólo por él, vale la pena ver la cinta.
El autor de “Celebración” (de las películas de mi vida) o “La caza”, también es capaz de afrontar con su carga autoral en “Kursk” la narración de la epopeya dramática de la tripulación del submarino nuclear ruso homónimo que sufrió un grave accidente en aguas del norte de Europa quedando parte de su tripulación superviviente atrapada en el interior del mismo a la espera de poder ser rescatada por la armada rusa.
La cinta de Vinterberg, que combina dos formatos de pantalla diferentes (más reducido y angosto para las escenas en tierra firme; y, paradójicamente, más amplio para el claustrofóbico interior del submarino), arranca, como si de “El cazador” de Michael Cimino se tratase, con una boda donde se nos presenta a unos personajes que rápidamente van a tener que partir rumbo a su trágico destino, pero que aún aparecen jóvenes e idealistas, cargados de camaradería y ansias de futuro.
A partir de ahí y de forma minuciosa, Vinterberg nos cuenta la odisea de unos seres humanos atrapados a cientos de metros de profundidad en el fondo del océano a la espera de ser rescatados con los medios en descomposición de una Rusia desmoronada económica y políticamente a la altura de 2000.
Mientras tanto, sus familias juegan la danza de la presión política en el exterior (la diosa Léa Seydoux, como siempre, espléndida como esposa en tierra del protagonista). La epopeya política y humana se va desarrollando de forma paralela creando un drama con tintes de thriller que atrapa e impacta y conforma otra notable película (en este caso comercial) del gran Vinterberg dirigiendo una coproducción europea a lo grande, que se beneficia y mucho de la partitura del gran músico Alexandre Desplat.
Una mucho más que correcta reconstrucción de unos hechos históricos en la línea de “Chernobyl”. Y ojo al plano secuencia subacuático, porque es de una brillantez apabullante y una dificultad técnica extraordinaria. Sólo por él, vale la pena ver la cinta.
1 de noviembre de 2020
1 de noviembre de 2020
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Thomas Vinterberg, muy alejado ya del movimiento Dogma que él mismo creó junto a Lars von Trier y que tiene en su película Celebración (1998) una de sus obras magnas, dirige en Kursk un acertado y elegante retrato del hundimiento del submarino Krusk en el año 2000 y la desastrosa gestión y posterior reacción del gobierno ruso de Putin.
Como decimos, Vinterberg hace años que se alejó ya totalmente del Dogma para adoptar un estilo mucho más conservador y tradicional, y la verdad es que, una vez recuperados los decorados, el vestuario, el atrezzo y demás elementos de los que prescinde el Dogma en estado puro, hay que reconocer en Vinterberg a un buen artesano y alguien que sabe muy bien dónde colocar la cámara para encuadrar un buen plano y cómo moverla. También es un buen director de actores, y además ha tenido el buen ojo de escoger a buenos intérpretes, como Colin Firth, Léa Seydoux, Max von Sydow, el tristemente fallecido Michael Nyqvist o Matthias Schoenaerts, con esa mirada tan incisiva e interesante que tiene.
Una película que, sin ser maravillosa, sí es correcta e interesante como para recomendarla.
Como decimos, Vinterberg hace años que se alejó ya totalmente del Dogma para adoptar un estilo mucho más conservador y tradicional, y la verdad es que, una vez recuperados los decorados, el vestuario, el atrezzo y demás elementos de los que prescinde el Dogma en estado puro, hay que reconocer en Vinterberg a un buen artesano y alguien que sabe muy bien dónde colocar la cámara para encuadrar un buen plano y cómo moverla. También es un buen director de actores, y además ha tenido el buen ojo de escoger a buenos intérpretes, como Colin Firth, Léa Seydoux, Max von Sydow, el tristemente fallecido Michael Nyqvist o Matthias Schoenaerts, con esa mirada tan incisiva e interesante que tiene.
Una película que, sin ser maravillosa, sí es correcta e interesante como para recomendarla.
27 de enero de 2025
27 de enero de 2025
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Me ha sorprendido mucho la calidad una película Belga.
Como guión nada nuevo, ya que la película tan solo ilustra el famoso incidente, poniendo en contexto, implicados ambiente de la época y la recreación magnífica de los escenarios.
Efectos, puesta en escena y música, todo en conjunto de forma magistral.
Lástima que no se han atrevido a meter a Putin, tal vez por no buscarse represalias. Finalmente se aprecia no el comunismo sino las carencias de un país corrupto a más no poder. Lástima por sus ciudadanos.
Como guión nada nuevo, ya que la película tan solo ilustra el famoso incidente, poniendo en contexto, implicados ambiente de la época y la recreación magnífica de los escenarios.
Efectos, puesta en escena y música, todo en conjunto de forma magistral.
Lástima que no se han atrevido a meter a Putin, tal vez por no buscarse represalias. Finalmente se aprecia no el comunismo sino las carencias de un país corrupto a más no poder. Lástima por sus ciudadanos.
28 de enero de 2025
28 de enero de 2025
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Me gustó mucho, más allá de si cuenta la historia parcialmente de un lado o de de otro, como está narrada y lo que muestra el filme logró convencerme y entretenerme.
La atmósfera es un gran punto a favor, lo que hace que te metas de lleno en la trama y compenetres con el padecimiento de los protagonistas.
También los actores principales se destacan soberbiamente, cada uno por su parte.
La atmósfera es un gran punto a favor, lo que hace que te metas de lleno en la trama y compenetres con el padecimiento de los protagonistas.
También los actores principales se destacan soberbiamente, cada uno por su parte.
28 de diciembre de 2018
28 de diciembre de 2018
9 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Podría hacer chistes y juegos retóricos en la temática del metraje y decir cosas como: "Jojojo, la creatividad del film es digna de estar a 108 metros bajo la superficie Jojojojo" o "Con otra película de este calibre, Thomas Vinterberg va a hundir su carrera"
Pero no, sencillamente voy a mencionar paso a paso problemas de la película que a mi modo de ver impiden hacerla disfrutable:
1º Pese a que la ambientación está conseguida, la inmersión es nula, la claustrofobia que podría haber llenado de encanto las secciones del submarino queda paradójicamente frustrada, ya que la cámara fluye con tal facilidad por todos los espacios que convierte el interior de un submarino ruso, en una apacible sala de estar.
2º La historia de los familiares a fuera del submarino no aporta nada, uy, si, nos dan a entender que los rusos son muy malos, vaya novedad, la frustración y el miedo de las familias se resumen en una mujer discrepando en una comisión, y una vieja gritando, guau, que pasión.
3º El relato del que se parte solo puede ofrecer un escenario para la elucubración y el acercamiento a los personajes que luchan por sobrevivir esperando, o, una autentica crítica política. En este caso, ninguna de las dos cosas se ha proyectado en las carteleras, por un lado los militares en el interior del Kursk muestran atisbos de conexión entre ellos cuando bromean, y ya, la tensión se refleja en un hombre que intenta escapar a nado del submarino (No muy listo), y ya, el miedo y resignación de los protagonistas se ve reflejado en una linea de guion, donde se habla de los propios hijos, y ya; por el otro lado, la crítica política reside en una ristra de ocasiones donde el ejército ruso va de prepotente y la caga, y donde los británicos son los perfectos ejemplos de la moralidad, y sus intenciones están "exclusivamente" relegadas al rescate altruista de unos militares.
4º El Niño, sobrio, seco y vacío, cobra un excesivo protagonismo para que sus aportaciones más notables sean las de mirar al horizonte con melancolía.
Pero para mí, con diferencia, el mayor error como obra de ficción es la absurda necesidad de avisar al espectador de lo que va a pasar, sea sé: El compuesto explosivo que, uy, sorpresa, explota; se menciona a un militar conocido, uy, se recurre a él en busca de ayuda, oh, un torpedo está sobrecalentándose, uy, explota, comprendo la finalidad de estas pseudointroducciones al desenlace le la trama, puesto que pretenden dar a conocer de forma sutil una explicación para lo que acabará por suceder en el futuro, pero esa manía le resta un importante factor sorpresa a todo.
El motivo por el cual le concedo el crédito de "floja" a una película tan vacía radica en su espectacular reparto y buenas interpretaciones.
Pero no, sencillamente voy a mencionar paso a paso problemas de la película que a mi modo de ver impiden hacerla disfrutable:
1º Pese a que la ambientación está conseguida, la inmersión es nula, la claustrofobia que podría haber llenado de encanto las secciones del submarino queda paradójicamente frustrada, ya que la cámara fluye con tal facilidad por todos los espacios que convierte el interior de un submarino ruso, en una apacible sala de estar.
2º La historia de los familiares a fuera del submarino no aporta nada, uy, si, nos dan a entender que los rusos son muy malos, vaya novedad, la frustración y el miedo de las familias se resumen en una mujer discrepando en una comisión, y una vieja gritando, guau, que pasión.
3º El relato del que se parte solo puede ofrecer un escenario para la elucubración y el acercamiento a los personajes que luchan por sobrevivir esperando, o, una autentica crítica política. En este caso, ninguna de las dos cosas se ha proyectado en las carteleras, por un lado los militares en el interior del Kursk muestran atisbos de conexión entre ellos cuando bromean, y ya, la tensión se refleja en un hombre que intenta escapar a nado del submarino (No muy listo), y ya, el miedo y resignación de los protagonistas se ve reflejado en una linea de guion, donde se habla de los propios hijos, y ya; por el otro lado, la crítica política reside en una ristra de ocasiones donde el ejército ruso va de prepotente y la caga, y donde los británicos son los perfectos ejemplos de la moralidad, y sus intenciones están "exclusivamente" relegadas al rescate altruista de unos militares.
4º El Niño, sobrio, seco y vacío, cobra un excesivo protagonismo para que sus aportaciones más notables sean las de mirar al horizonte con melancolía.
Pero para mí, con diferencia, el mayor error como obra de ficción es la absurda necesidad de avisar al espectador de lo que va a pasar, sea sé: El compuesto explosivo que, uy, sorpresa, explota; se menciona a un militar conocido, uy, se recurre a él en busca de ayuda, oh, un torpedo está sobrecalentándose, uy, explota, comprendo la finalidad de estas pseudointroducciones al desenlace le la trama, puesto que pretenden dar a conocer de forma sutil una explicación para lo que acabará por suceder en el futuro, pero esa manía le resta un importante factor sorpresa a todo.
El motivo por el cual le concedo el crédito de "floja" a una película tan vacía radica en su espectacular reparto y buenas interpretaciones.
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