The White LotusMiniserie
2021 

Mike White (Creador), Mike White
7.0
17,909
Serie de TV. Comedia. Drama
Serie de TV (2021). Primera temporada. 6 episodios. Retrata las vacaciones de varios huéspedes de un lujoso resort tropical, durante una semana, mientras se relajan y rejuvenecen en el paraíso. Pero cada día que pasa, surge una complejidad más oscura en la vida de estos viajeros perfectos, los risueños empleados del hotel y ese lugar idílico.
7 de septiembre de 2021
7 de septiembre de 2021
15 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si me dicen que la serie es de Bong Joon-ho, me lo creo. El director ha puesto muy de moda las sátiras, las denuncias sociales de muchos tipos con ese humor tan especial suyo. Ahora Mike White logra una empresa complicada, que es ponerse a la altura de este director coreano que es el máximo experto en este tema. Lo ha conseguido. Logras odiar más a los ricos, aunque tenga problemas ¡pues claro que los tienen! Tengo una amiga que cuando hablamos de algún contratiempo que podemos tener terminamos con la frase… ¡problemas del primer mundo! No es que seamos ricas y que lo nuestro sea menos, pero hay que verlo con perspectiva.
La serie se va cociendo a fuego lento. En cada capítulo hay alguien que ya está perdiendo la cabeza de alguna manera; uno de los problemas a nivel general y puede que en el fondo el más importante es de los privilegios heredados. Luego están los dramas de cada uno, tanto de los que más tienen, como de los que les sirven. White logra que nos riamos, que nos frustremos, incluso que lloremos y nos enfademos. Si una serie consigue emocionar tanto y de mil maneras, es que ha alcanzado su función. La banda sonora es absorbente; no la escuchamos tanto en los primeros episodios sino que se va haciendo más evidente según pasan los capítulos, como si quisiera acompañar el drama de todos, sus decisiones y en algunos casos, su egoísmo y tonterías.
No considero ningún problema pequeño, está claro que dentro de lo que posees tus preocupaciones serán de supervivencia o de otro tipo. Es probable que el que no tenga nada vea absolutamente penoso e intrascendente el caso de la periodista mediocre o los celos patológicos de la niña rica y su cinismo de jovencita al exponer sus ideas sobre un mundo mejor. Nos encanta revolcarnos en la mierda de los demás y el señor White ha sabido plasmarlo.
Los actores son todos unos fenómenos. Me quedo con el gerente. Armond (un brillante y veterano Murray Barlett que no tiene problemas en su vida real en contarnos que es gay y que le gusta hacer papeles de gay) es el gerente estresado que desde el primer episodio nos va a enamorar. El pobre vive al límite, trabajando para los dueños del resort. Su rol es el más delirante. Belinda (Natasha Rothwell) será la encargada del spa, la que da buenos consejos, la más inteligente emocionalmente, pero al igual que Armond, vive por y para los ricos. Dillon (Lukas Gage), uno de los camareros, aparece poco, pero lo vamos a pasar en grande con él.
En el lado de los ricos, muchas caras conocidas. Alexandra Daddario (La Invocación, AHS) que aquí es Rachel, una periodista pobre que se acaba de casar con el insoportable Shane Patton (Jake Lacy), un niño rico que depende completamente de su mamá. La veterana Jennifer Coolidge (Una Rubia Muy Legal), aquí como Tanya, una mujer rica y pasadísima que va sola al resort. Por último, el matrimonio compuesto por Nicole (Connie Britton; AHS) y Mark (Steve Zahn; Happy, Texas, entre otras muchas) y sus dos hijos, Quinn (Fred Hechinger; La Calle del Terror), en la que hace un papel brillante –aunque parezca de los más tontos en un primer momento- y su hermana celosa e insoportable Olivia (Sydney Sweeney; Euphoria), que viaja con su mejor amiga, Paula (Brittany O´Grady; Negra Navidad), que vivirá su propia realidad.
Todos están magníficos. La fotografía es excelente. Brillante, colorida, dan ganas de irte para allá. Sin duda, El Paraíso.
La serie se va cociendo a fuego lento. En cada capítulo hay alguien que ya está perdiendo la cabeza de alguna manera; uno de los problemas a nivel general y puede que en el fondo el más importante es de los privilegios heredados. Luego están los dramas de cada uno, tanto de los que más tienen, como de los que les sirven. White logra que nos riamos, que nos frustremos, incluso que lloremos y nos enfademos. Si una serie consigue emocionar tanto y de mil maneras, es que ha alcanzado su función. La banda sonora es absorbente; no la escuchamos tanto en los primeros episodios sino que se va haciendo más evidente según pasan los capítulos, como si quisiera acompañar el drama de todos, sus decisiones y en algunos casos, su egoísmo y tonterías.
No considero ningún problema pequeño, está claro que dentro de lo que posees tus preocupaciones serán de supervivencia o de otro tipo. Es probable que el que no tenga nada vea absolutamente penoso e intrascendente el caso de la periodista mediocre o los celos patológicos de la niña rica y su cinismo de jovencita al exponer sus ideas sobre un mundo mejor. Nos encanta revolcarnos en la mierda de los demás y el señor White ha sabido plasmarlo.
Los actores son todos unos fenómenos. Me quedo con el gerente. Armond (un brillante y veterano Murray Barlett que no tiene problemas en su vida real en contarnos que es gay y que le gusta hacer papeles de gay) es el gerente estresado que desde el primer episodio nos va a enamorar. El pobre vive al límite, trabajando para los dueños del resort. Su rol es el más delirante. Belinda (Natasha Rothwell) será la encargada del spa, la que da buenos consejos, la más inteligente emocionalmente, pero al igual que Armond, vive por y para los ricos. Dillon (Lukas Gage), uno de los camareros, aparece poco, pero lo vamos a pasar en grande con él.
En el lado de los ricos, muchas caras conocidas. Alexandra Daddario (La Invocación, AHS) que aquí es Rachel, una periodista pobre que se acaba de casar con el insoportable Shane Patton (Jake Lacy), un niño rico que depende completamente de su mamá. La veterana Jennifer Coolidge (Una Rubia Muy Legal), aquí como Tanya, una mujer rica y pasadísima que va sola al resort. Por último, el matrimonio compuesto por Nicole (Connie Britton; AHS) y Mark (Steve Zahn; Happy, Texas, entre otras muchas) y sus dos hijos, Quinn (Fred Hechinger; La Calle del Terror), en la que hace un papel brillante –aunque parezca de los más tontos en un primer momento- y su hermana celosa e insoportable Olivia (Sydney Sweeney; Euphoria), que viaja con su mejor amiga, Paula (Brittany O´Grady; Negra Navidad), que vivirá su propia realidad.
Todos están magníficos. La fotografía es excelente. Brillante, colorida, dan ganas de irte para allá. Sin duda, El Paraíso.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Se ve venir la decisión de Rachel con respecto a su marido. Otras historias que ocurren no se ven venir. Recomendada al 100%.
25 de enero de 2023
25 de enero de 2023
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras haber oído muy buenas críticas de esta temporada, me decidí a verla.
Sin embargo, es muy básica más allá de contar la vida de unos nuevos ricos en un resort como cualquier otro.
No entiendo la nota que tiene ( demasiado alta) que sin embargo la segunda temporada sí merece, pero no más allá de un 7.
Los personajes: ninguno me ha llamado la atención por su forma de actuar.
Música: es lo único que me ha gustado, por lo pegadiza y acorde con el tema, el hotel y la vida tranquila.
Ya hemos visto en más ocasiones historias de ricos que viven el día a día pensando en qué se van a gastar el dinero. El personaje del marido de la luna de miel es el típico arrogante de la alta sociedad sin empatía por nada.
Más allá de eso, mejor la segunda temporada.
Sin embargo, es muy básica más allá de contar la vida de unos nuevos ricos en un resort como cualquier otro.
No entiendo la nota que tiene ( demasiado alta) que sin embargo la segunda temporada sí merece, pero no más allá de un 7.
Los personajes: ninguno me ha llamado la atención por su forma de actuar.
Música: es lo único que me ha gustado, por lo pegadiza y acorde con el tema, el hotel y la vida tranquila.
Ya hemos visto en más ocasiones historias de ricos que viven el día a día pensando en qué se van a gastar el dinero. El personaje del marido de la luna de miel es el típico arrogante de la alta sociedad sin empatía por nada.
Más allá de eso, mejor la segunda temporada.
22 de noviembre de 2022
22 de noviembre de 2022
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Wow, cómo me ha sorprendido! ¡No me esperaba que me fuese a gustar tanto!
Los actores están todos excelentes, pero sobre todo destaco a Murray Bartlett. Armond, su personaje, es el gerente del resort. Le gusta tocar las pelotas cuando algún huésped tiene algún problema.
Armond rebosa carisma en cada escena en donde aparece.
Los demás personajes también son sublimes, todos con sus problemas y dilemas.
La localización, que es en Hawái, resulta muy acertada y original. Enseguida te sientes atrapado en esas vistas paradisíacas y en esos lujosos rincones del hotel.
Respecto a la fotografía, la paleta de colores elegida conecta muy bien con la localización. Esos colores amarillentos y anaranjados te transportan hasta Hawái.
La banda sonora me parece espectacular. Esos cantos corales al estilo hawaiano son gloria bendita, se te ponen los pelos como escarpias.
Cuando todo empieza, crees que la serie va a ir por el lado del género noir, ya que hay un asesinato por resolver. Pero cuando van pasando los primeros capítulos, te das cuenta de que es una comedia mezclada con drama.
La trama del asesinato tiene su importancia, ya que le da a la serie cierto suspense e intriga. La trama no sería lo mismo sin este suspense. Pero lo más destacable son la relaciones entre los personajes, sus ambiciones e intereses, su psicología y su forma de actuar y pensar.
Y es genial, porque la serie tiene momentos muy buenos. Te puede hacer reír, llorar, sentir rabia, impotencia, pena y alegría en tan sólo 6 capítulos.
La serie en general tiene un tono inocente y divertido que me encanta. Pero cuando se tiene que poner seria, se pone seria.
Y lo hace muy bien, porque hace que su visionado no sea pesado y sea en su lugar agradable y ameno.
Parece mentira que en una época donde lo tenemos todo a nuestro alcance, lo que menos tenemos es estabilidad emocional. Creo que todo eso lo ha causado lo material, el dinero, la tecnología, las comodidades, etc.
No sabemos como enfrentarnos a los problemas porque somos débiles. Lo tenemos todo a nuestro alcance.
Nos cuesta admitir las verdades y nos cuesta reaccionar. Estamos faltos de autoconsciencia. Necesitamos criticar y analizar lo que está mal en nosotros.
Pero lo triste es que en vez de eso miramos hacia otro lado como si nada hubiera pasado y nos reímos de todo aquel que haga la mínima crítica. Así nos protegemos y nos escudamos, pero en el fondo somos personas débiles, esclavos de lo material y de las apariencias.
No nos conformamos con lo que tenemos, queremos más y más. Más aún de lo que ya tenemos.
Hablo de redes sociales, de tener mucho estatus pero a la vez tener mucho vacío interior, de aparentar lo que no eres, de darle prioridad a ganar dinero en vez de a ser feliz, de estar sufriendo y no hacer nada porque estás en tu burbuja de comodidad.
¿Por qué no mandar todo eso a la mierda y centrarse única y exclusivamente en vivir y tener experiencias que te aporten algo en la vida?
Admiro la gente capaz, la gente con ganas de comerse el mundo. La gente con ganas de experimentar cosas, de probar cosas nuevas y de tener experiencias nunca antes vividas.
Parece mentira, pero lo que más admiro de una persona son las ganas de cagarla y equivocarse que pueda tener. Porque la vida está para eso, para cagarla y aprender de ello. Pero es que ahora la gente le tiene miedo a cagarla, por lo tanto es un pez que se muerde la cola. Van a seguir igual.
La sociedad hoy en día me aburre, me da la sensación de que la gente que me encuentro son copias unos de otros. No abunda la gente original fiel a sus propios principios, todo son apariencias y mentiras. Sobre todo me pasa con la gente joven, y eso que soy muy joven. A mi edad me siento más cómodo hablando con gente más mayor.
Ellos tienen experiencia y saben de lo que va la vida, no un niñato que lo único que entiende es de fiestas y de qué alcohol sube más.
Tengo mucho miedo a la gente de mi generación, porque me veo en un futuro incierto conviviendo con gente con problemas mentales y sociales, y lo peor, gente egoísta y cerrada de mente que se ofende con todo y no acepta la mínima crítica. Irónicamente se supone que hoy en día en general tenemos más libertad que nunca, pero creo que antes no se juzgaba y se tachaba de algo tan rápido como hoy.
Y creo que esto la serie lo retrata muy bien pero a modo satírico.
Los actores están todos excelentes, pero sobre todo destaco a Murray Bartlett. Armond, su personaje, es el gerente del resort. Le gusta tocar las pelotas cuando algún huésped tiene algún problema.
Armond rebosa carisma en cada escena en donde aparece.
Los demás personajes también son sublimes, todos con sus problemas y dilemas.
La localización, que es en Hawái, resulta muy acertada y original. Enseguida te sientes atrapado en esas vistas paradisíacas y en esos lujosos rincones del hotel.
Respecto a la fotografía, la paleta de colores elegida conecta muy bien con la localización. Esos colores amarillentos y anaranjados te transportan hasta Hawái.
La banda sonora me parece espectacular. Esos cantos corales al estilo hawaiano son gloria bendita, se te ponen los pelos como escarpias.
Cuando todo empieza, crees que la serie va a ir por el lado del género noir, ya que hay un asesinato por resolver. Pero cuando van pasando los primeros capítulos, te das cuenta de que es una comedia mezclada con drama.
La trama del asesinato tiene su importancia, ya que le da a la serie cierto suspense e intriga. La trama no sería lo mismo sin este suspense. Pero lo más destacable son la relaciones entre los personajes, sus ambiciones e intereses, su psicología y su forma de actuar y pensar.
Y es genial, porque la serie tiene momentos muy buenos. Te puede hacer reír, llorar, sentir rabia, impotencia, pena y alegría en tan sólo 6 capítulos.
La serie en general tiene un tono inocente y divertido que me encanta. Pero cuando se tiene que poner seria, se pone seria.
Y lo hace muy bien, porque hace que su visionado no sea pesado y sea en su lugar agradable y ameno.
Parece mentira que en una época donde lo tenemos todo a nuestro alcance, lo que menos tenemos es estabilidad emocional. Creo que todo eso lo ha causado lo material, el dinero, la tecnología, las comodidades, etc.
No sabemos como enfrentarnos a los problemas porque somos débiles. Lo tenemos todo a nuestro alcance.
Nos cuesta admitir las verdades y nos cuesta reaccionar. Estamos faltos de autoconsciencia. Necesitamos criticar y analizar lo que está mal en nosotros.
Pero lo triste es que en vez de eso miramos hacia otro lado como si nada hubiera pasado y nos reímos de todo aquel que haga la mínima crítica. Así nos protegemos y nos escudamos, pero en el fondo somos personas débiles, esclavos de lo material y de las apariencias.
No nos conformamos con lo que tenemos, queremos más y más. Más aún de lo que ya tenemos.
Hablo de redes sociales, de tener mucho estatus pero a la vez tener mucho vacío interior, de aparentar lo que no eres, de darle prioridad a ganar dinero en vez de a ser feliz, de estar sufriendo y no hacer nada porque estás en tu burbuja de comodidad.
¿Por qué no mandar todo eso a la mierda y centrarse única y exclusivamente en vivir y tener experiencias que te aporten algo en la vida?
Admiro la gente capaz, la gente con ganas de comerse el mundo. La gente con ganas de experimentar cosas, de probar cosas nuevas y de tener experiencias nunca antes vividas.
Parece mentira, pero lo que más admiro de una persona son las ganas de cagarla y equivocarse que pueda tener. Porque la vida está para eso, para cagarla y aprender de ello. Pero es que ahora la gente le tiene miedo a cagarla, por lo tanto es un pez que se muerde la cola. Van a seguir igual.
La sociedad hoy en día me aburre, me da la sensación de que la gente que me encuentro son copias unos de otros. No abunda la gente original fiel a sus propios principios, todo son apariencias y mentiras. Sobre todo me pasa con la gente joven, y eso que soy muy joven. A mi edad me siento más cómodo hablando con gente más mayor.
Ellos tienen experiencia y saben de lo que va la vida, no un niñato que lo único que entiende es de fiestas y de qué alcohol sube más.
Tengo mucho miedo a la gente de mi generación, porque me veo en un futuro incierto conviviendo con gente con problemas mentales y sociales, y lo peor, gente egoísta y cerrada de mente que se ofende con todo y no acepta la mínima crítica. Irónicamente se supone que hoy en día en general tenemos más libertad que nunca, pero creo que antes no se juzgaba y se tachaba de algo tan rápido como hoy.
Y creo que esto la serie lo retrata muy bien pero a modo satírico.
6 de agosto de 2024
6 de agosto de 2024
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Han sido varias las oportunidades que le he dado a "The White Lotus" debido a su enorme repercusión. Y es que fue a la tercera oportunidad donde me arme de valor y conseguí terminar una pasable primera temporada.
Los personajes apenas me atrapaban, pero es que las historias carecían de un mínimo de interés. Además todo se centraba en que los ricos son estúpidos y poco más. Que esta claro que la esencia de la primera temporada es esa, pero las diferentes líneas argumentales no sostenían para nada todo esto.
Pero con la segunda temporada se me abrió el cielo. Iba con bajas expectativas pensando que iba a ser aún peor que la primera, pero nada más lejos de la realidad. Y aunque la segunda entrega no es una obra de arte, si te atrapa con personajes mucho mejor construidos, con historias que te tienen con la intriga hasta el final (aquí si tenías ganas de ver como se resolvía todo y no como en la primera temporada) y con una Italia de fondo que le da un encanto particular.
En líneas generales la primera temporada "The White Lotus" salvo algunos momentos salvables, esta muy sobrevalorada, mientras que la segunda temporada, si proporciona entretenimiento y ganas de ver más y más capítulos.
Nota 1º temporada: 5
Nota 2º temporada: 7,25
Nota final: 6,15/10
Los personajes apenas me atrapaban, pero es que las historias carecían de un mínimo de interés. Además todo se centraba en que los ricos son estúpidos y poco más. Que esta claro que la esencia de la primera temporada es esa, pero las diferentes líneas argumentales no sostenían para nada todo esto.
Pero con la segunda temporada se me abrió el cielo. Iba con bajas expectativas pensando que iba a ser aún peor que la primera, pero nada más lejos de la realidad. Y aunque la segunda entrega no es una obra de arte, si te atrapa con personajes mucho mejor construidos, con historias que te tienen con la intriga hasta el final (aquí si tenías ganas de ver como se resolvía todo y no como en la primera temporada) y con una Italia de fondo que le da un encanto particular.
En líneas generales la primera temporada "The White Lotus" salvo algunos momentos salvables, esta muy sobrevalorada, mientras que la segunda temporada, si proporciona entretenimiento y ganas de ver más y más capítulos.
Nota 1º temporada: 5
Nota 2º temporada: 7,25
Nota final: 6,15/10
18 de marzo de 2025
18 de marzo de 2025
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
'The White Lotus' me interesó desde el momento en que salió sobre todo porque en su reparto se encontraban Alexandra Daddario, y especialmente Sydney Sweeney. Eso es así, no lo voy a negar. Sin embargo han pasado casi cuatro años desde entonces, y de hecho ya se está estrenando la tercera temporada.
'The White Lotus' es una serie interesante, eso es innegable. Sin embargo en las críticas encuentro que los espectadores lo que buscan es que ataquen a los ricos por ser ricos, observo mucha envidia.
Las intenciones de Mike White no sé cuáles son, no sé si él se encuentra en ese grupo que odian a los ricos por el simple hecho de serlo. Viendo el desarrollo de la serie es evidente que le gusta mucho tratar temas sociales, aunque no se posiciona totalmente, y eso está bien. Queremos ver una serie, no propaganda ni adoctrinamiento.
Por supuesto en esta serie para el gran público los ricos generan menos empatía que los "pobres" (o los normales, entiendo por pobre otra cosa), sin embargo eso no significa que sus comportamientos o pensamientos sean peores o más censurables. Personalmente opino mejor de muchos ricos de esta serie que de algunos "pobres". Vamos a ello.
Desde luego hay personajes absolutamente insoportables, en un principio quizás no, pero poco a poco al final se acaban salvado dos o tres y con matices.
Los dos huéspedes que más se salvan, y con mucha diferencia son Rachel (Alexandra Daddario) y Mark (Steve Zahn). Son personajes con miedos, dudas y que todo lo que hacen es con buena intención y en mi opinión con buen criterio*. Rachel es una buena persona, que recibe palos por todos lados pese a que siempre quiere resultar agradable, casi todos los personajes con los que interactúa acaban siendo desagradables con ella, y tiene que aguantar a un marido (Shane, un excelente Jake Lacy) que en su luna de miel está más pendiente del entorno que de su mujer, y a Kitty (Molly Shannon), que es fácilmente el personaje más odioso de la serie. Mark es un personaje distinto, también buena persona, también sufridor, y también rodeado de una familia "caprichosa". Su esposa (Connie Britton) no es una mala persona, ni mucho menos, y tiene pensamientos razonables, sin embargo a veces tiene comportamientos "complicados", y por eso no la pongo en el mismo grupo que Mark y Rachel.
Desde el primer momento me parecieron despreciables las dos chicas jóvenes: Paula (Brittany O'Grady) y Olivia (Sydney Sweeney). Ambas maltratan a Quinn (Fred Hechinger), el hermano probablemente autista de Olivia. El caso de Paula es el de la clásica victimista que va de oprimida por los blancos, pero vive igual o mejor que ellos, y siente un rencor muy profundo hacia ellos. El caso de Olivia es el de la rica privilegiada que va de progre, pero que no está dispuesta a renunciar a su situación social, y que siempre tiene que quedar por encima, incluso de su amiga, encaprichándose de sus novios, por ejemplo.
El mejor personaje sin duda es Armond (excelente Murray Bartlet), el gerente del hotel. Es un tipo con muchos defectos, tramposo (la estafa de la suite), drogadicto... pero aún así consigue caerte bien con su carisma.
Personalmente toda la trama de Tanya (Jennifer Coolidge) me resulta la peor de la serie, no me interesa mucho el personaje, aunque sí reconozco que tiene buenas escenas como la del barco "romántico".
Ya he visto un par de capítulos de la segunda temporada, y de momento parece que los personajes me caen mejor, y que tiene tramas con potencial. Pero de esta primera temporada de TWL no puedo decir mucho más que resulta interesante en su premisa, con buena ambientación y buenas interpretaciones. Pero tampoco me parece imprescindible de ver. Es divertida, pero poco más. Se agradece que sólo sean 6 episodios, no necesita ni más ni menos.
Lo mejor: El dúo Armond-Shane.
'The White Lotus' es una serie interesante, eso es innegable. Sin embargo en las críticas encuentro que los espectadores lo que buscan es que ataquen a los ricos por ser ricos, observo mucha envidia.
Las intenciones de Mike White no sé cuáles son, no sé si él se encuentra en ese grupo que odian a los ricos por el simple hecho de serlo. Viendo el desarrollo de la serie es evidente que le gusta mucho tratar temas sociales, aunque no se posiciona totalmente, y eso está bien. Queremos ver una serie, no propaganda ni adoctrinamiento.
Por supuesto en esta serie para el gran público los ricos generan menos empatía que los "pobres" (o los normales, entiendo por pobre otra cosa), sin embargo eso no significa que sus comportamientos o pensamientos sean peores o más censurables. Personalmente opino mejor de muchos ricos de esta serie que de algunos "pobres". Vamos a ello.
Desde luego hay personajes absolutamente insoportables, en un principio quizás no, pero poco a poco al final se acaban salvado dos o tres y con matices.
Los dos huéspedes que más se salvan, y con mucha diferencia son Rachel (Alexandra Daddario) y Mark (Steve Zahn). Son personajes con miedos, dudas y que todo lo que hacen es con buena intención y en mi opinión con buen criterio*. Rachel es una buena persona, que recibe palos por todos lados pese a que siempre quiere resultar agradable, casi todos los personajes con los que interactúa acaban siendo desagradables con ella, y tiene que aguantar a un marido (Shane, un excelente Jake Lacy) que en su luna de miel está más pendiente del entorno que de su mujer, y a Kitty (Molly Shannon), que es fácilmente el personaje más odioso de la serie. Mark es un personaje distinto, también buena persona, también sufridor, y también rodeado de una familia "caprichosa". Su esposa (Connie Britton) no es una mala persona, ni mucho menos, y tiene pensamientos razonables, sin embargo a veces tiene comportamientos "complicados", y por eso no la pongo en el mismo grupo que Mark y Rachel.
Desde el primer momento me parecieron despreciables las dos chicas jóvenes: Paula (Brittany O'Grady) y Olivia (Sydney Sweeney). Ambas maltratan a Quinn (Fred Hechinger), el hermano probablemente autista de Olivia. El caso de Paula es el de la clásica victimista que va de oprimida por los blancos, pero vive igual o mejor que ellos, y siente un rencor muy profundo hacia ellos. El caso de Olivia es el de la rica privilegiada que va de progre, pero que no está dispuesta a renunciar a su situación social, y que siempre tiene que quedar por encima, incluso de su amiga, encaprichándose de sus novios, por ejemplo.
El mejor personaje sin duda es Armond (excelente Murray Bartlet), el gerente del hotel. Es un tipo con muchos defectos, tramposo (la estafa de la suite), drogadicto... pero aún así consigue caerte bien con su carisma.
Personalmente toda la trama de Tanya (Jennifer Coolidge) me resulta la peor de la serie, no me interesa mucho el personaje, aunque sí reconozco que tiene buenas escenas como la del barco "romántico".
Ya he visto un par de capítulos de la segunda temporada, y de momento parece que los personajes me caen mejor, y que tiene tramas con potencial. Pero de esta primera temporada de TWL no puedo decir mucho más que resulta interesante en su premisa, con buena ambientación y buenas interpretaciones. Pero tampoco me parece imprescindible de ver. Es divertida, pero poco más. Se agradece que sólo sean 6 episodios, no necesita ni más ni menos.
Lo mejor: El dúo Armond-Shane.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
* A excepción de Rachel, que al final vuelve con su marido, pese a saber que este la empequeñece y no deja que sea libre, aunque la mantenga en una jaula de oro.
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