Preciosa película, muy bien llevada en todos sus aspectos y con dos actuaciones realmente buenas.

El ambiente mimado de todas las escenas, ya sean interiores... exteriores... de estudio.. o como fueran.

El desgarro que se produce en el corazón llega hasta el ojo del espectador de una manera como pocas veces se puede ver.

Excelentes escenas en el tramo final de la película que hacen comprender lo mas oculto de los sentimientos humanos.

Los secundarios ayudan y de que manera... Walter Matau y la abnegada esposa... dan buena cuenta de los enrevesados hilos de esta telaraña.

No conocía el cine de Richard Quine... pero si todas son como esta....

Muy buena película.

Aunque no soy amigo de ver películas románticas, una inoportuna ciática que me ha tenido varios días imposibilitado en casa y aburrido ya de tanto internet (no veo la tele), veo esta peli, que se la había comprado mi mujer, y me digo: "Hombre, Kirk Douglas y Mathau, no puede ser mala" y me pongo a verla sin muchas esperanzas. Y al final de los 120 minutos exclamo: "Ya no se hacen cosas así".

Una historia de adulterio que hoy día hubiera supuesto mil excusas para escenas de cama y que solo transcurre con la espalda de Kim Novak como lo más excitante, es capaz de mantenerme despierto e interesado. ¡Una simple historia de adulterio!

Y todo se debe a una espléndida puesta en escena, a unos actores de los que ya no hay y a una intriga especial. El director juega con los sentimientos del espectador que no sabe, en ningún momento, a qué carta quedarse. Cada escena está medida, cada palabra del diálogo está perfectamente calculada y colocada en su sitio. No sobra nada. No falta nada.

El tema principal de la película es el adulterio, la madre de la protagonista fue adúltera y su hija no se lo perdona, la misma protagonista fue violada (eso dice ella) por un desconocido pero el arquitecto le deja bien claro que ella quería....y ahora , otro adulterio. Sí, muy enamorados, pero adulterio.

Y, pese a que hoy día, el adulterio es una minucia, la película no está anticuada.

Y aunque el final es previsible, tengo la intriga de saber de qué manera lo resuelve el director: muy bien.

Se te queda un buen sabor de boca y, lo que yo digo siempre, si una película te tiene sentado dos horas a la butaca sin removerte, y encima con ciática......es que es buena.

Excelente melodrama dirigido por un Richard Quine en el mejor momento de su carrera que añade a una atractiva trama un punto de osadía y un toque de modernidad francamente destacables. Estamos en 1960, el proceso de liberación de la mujer que estallará definitivamente a lo largo de la década se halla todavía en fase embrionaria, y en estas a alguien se le ocurre contarnos una historia de adulterio. Nada menos.

Larry (Kirk Douglas) es un arquitecto de prestigio, un señor que construye casas, pero que no duda ni un momento en destruir un hogar, el suyo propio, cuando se cruza en su camino la bella Maggie (Kim Novak), madre de uno de los compañeros de clase de su hijo. Ambos iniciarán poco a poco un romance peligroso y clandestino exponiéndose a la consecuente reprobación social (atención al papel de Walter Matthau , breve pero que sin embargo deja un gran poso.)

Tanto Douglas como Novak bordan sus respectivos papeles como no podía ser de otra forma, y la química que se establece entre ellos es impactante. Resulta todo un acierto utilizar la belleza salvaje de Novak para personificar a la mujer en un momento crítico de su vida en el que teme perder su poder de atracción ante el sexo opuesto. Es evidente la carga erótica de algunas escenas, nada sutil por cierto y sin necesidad de recurrir a las secuencias de cama y de sexo con las que sin duda nos habría abrumado cualquier director que se hubiese atrevido a rodar esta historia en nuestros días.

Casi lo mejor del film es la ausencia de moralina final. Quine se la ahorra en una película que quizá se prestaba a ello, aunque sólo hubiese servido de mera justificación. El espectador queda finalmente libre de condenar o aceptar la actitud de los dos amantes según su criterio.

Para mí, la mejor película sobre el adulterio. Quizá si se hiciera ahora un "remake" abundarían las escenas de sexo, pero no por ello tendría más fuerza ni más veracidad, al contrario.

Creo que Kirk Douglas está espléndido, como siempre, en el papel del arquitecto casado que se enamora de la nueva vecina. Esta es interpretada por Kim Novak, que no es de mis actrices favoritas, pero que pienso que está pasable.

Me habría gustado que Barbara Rush, la esposa del arquitecto, hubiera tenido más presencia, porque la encuentro estupenda, sobre todo cuando rechaza a Walter Matthau (actor que siempre me encanta). Es en ese momento cuando adquiere la certeza de lo que venía sospechando: que su marido la engaña.

Es una pena que una gran película como esta tenga una versión española (Doblaje) con el sonido defectuoso que hace perder en muchas ocasiones el diálogo integro, cuando precisamente es un film de diálogo sobresaliente.La versión de este film en el DVD visionado es al que me refiero, pues esta producción tiene diferentes doblajes en años distintos. Concretamente me baso en el realizado por muy buenos profesionales en Barcelona, pero será por el paso del tiempo u otros motivos, el caso es que se sufre en la versión doblada con el sonido, por esto es preferible el inglés con subtítulos para el que lo.necesite.
Con respecto al film poco que decir de todo lo ya expuesto por otros usuarios en esta sección con los cuales estoy completamente de acuerdo en los elogios, así como la gran belleza de Kim Novak y el espléndido Cinemascope auténtico con el que está fotografiado el film y muy bien utilizado en todas sus posibilidades.
Las interpretaciones son sobresalientes, así como la dirección muy acertada de Richard Quine.
Como curiosidad el final de esta historia es completamente distinto al de la novela en que esta basado el guión.