Gigantes de acero
5.8
20,779
Ciencia ficción. Acción
En un futuro no muy lejano el boxeo es robótico: en los combates ya no se enfrentan seres humanos, sino robots humanoides, sofisticadas máquinas diseñadas para luchar. Charlie Kenton, un antiguo púgil que casi llegó a alcanzar la gloria, está pasando una mala racha como promotor de combates. Un día, encuentra un viejo robot desechado y, al comprobar que es un gran boxeador, decide entrenarlo.
12 de noviembre de 2016
12 de noviembre de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Confieso que he llorado con esta película. Eran lágrimas de incredulidad, vergüenza y asco (sobre todo asco), pero he llorado. Mentes más lúcidas que la mía definirían Real steel como un refritoboot de Rocky, Luna de papel y Yo el halcón en un futuro próximo, un futuro escalofriante por varios motivos:
1. El buscador de internet hegemónico es Bing.
2. Los niños, supongo que por algún tipo de toxina medioambiental, son seres rubios, marisabidillos, repelentes y que a pesar de razonar como cuarentones bailan como Abraham Mateo y dicen cosas como "superguay".
3. Las adultos, por motivos análogos, son retardados lastimosos incapaces de encadenar un par de razonamientos coherentes.
4. La tecnología ha avanzado tanto que cuenta, como grandes hitos, que Bing sea el buscador hegemónico y que robots de tres metros se zurren con cierto donaire. Por lo demás nada parece haber cambiado, salvo que a los Pegaso les hacen dos ventanucos en el frontal para que los camioneros puedan ver mejor el asfalto.
Yo, que soy poco lúcido, definiré Real Steel como un gran montón de m*. Y a Shawn Levy como un director de m*. Y al agente de Hugh Jackman como un m*. Me explicaré:
1. Las historias de padres que defraudan a sus hijos por perderse sus partidos de baseball (o por desecharlos como si fueran escoria) son más viejas que la tos. Incluso las historias de padres que compensan diez años de abandono negligente arrastrando a sus vástagos por atroces competiciones de robots asesinos, como ya nos mostró de forma magistral Matt Groening con su legendario episodio del "Chief Knock-A-Homer".
2. Las historias de boxeadores que nacieron para perder pero que consiguen su momento de gloria a base de pundonor son igual de viejas. Aquí, de forma repugnante y muy acorde con estos tiempos cobardes en los que no se puede decir una palabra más alta que otra, usar términos que tengan la mínima connotación de nada y permitir que los niños vean sangre, asistimos a combates violentísimos convertidos en una fiesta de risas y horario infantil tan solo porque son robots los que se destrozan. (Inciso: a pesar de que millones de padres irresponsables y meapilas crean que esta violencia es aceptable y superior moralmente a la que, oh pobres de nosotros, vimos en los 80, lo único que genera son estúpidos que bailan como Abraham Mateo y piensan que al partirle la cabeza a alguien sólo van a salir cables y aceite de motor, sin mayores consecuencias).
3. Las historias mediocres suelen estar dirigidas por tipos mediocres, por eso del equilibrio cósmico y la simetría de la teoría de cuerdas. Y Shawn Levy está a mil j* millas de la mediocridad, que es con lo que siempre fantaseó tumbado en su catre allá en Canadá. En varias ocasiones he tenido que parar la película para que mi mente contudida pudiera recomponer lo que estaba viendo: una película de Michael Bay para niños (aún para más niños, o para niños menos inteligentes) en la que los únicos recursos cinematográficos que parece conocer este terrorista son el plano contrapicado, el plano suave contrapicado con travelling constante alrededor de los personajes y el plano aéreo (uno picado pero más alto) alrededor de los personajes. En el resto de las clases de la Escuela de Cine de Québec para Jóvenes Especiales el señor Levy se debió marcar unas partidas de Texas Hold'em muy ricas. Eso sí, no tiene la decencia de poner un buen gran angular del trasero de Evangeline Lilly, como hubiera hecho el señor Bay, su maestro y mentor.
Y así ad nauseam... Mal guión, malas interpretaciones, mal montaje, mala banda sonora (Danny Elfman...¿qué c* estás haciendo?), sentimientos de baratillo, banalización de la violencia, el horror...
1. El buscador de internet hegemónico es Bing.
2. Los niños, supongo que por algún tipo de toxina medioambiental, son seres rubios, marisabidillos, repelentes y que a pesar de razonar como cuarentones bailan como Abraham Mateo y dicen cosas como "superguay".
3. Las adultos, por motivos análogos, son retardados lastimosos incapaces de encadenar un par de razonamientos coherentes.
4. La tecnología ha avanzado tanto que cuenta, como grandes hitos, que Bing sea el buscador hegemónico y que robots de tres metros se zurren con cierto donaire. Por lo demás nada parece haber cambiado, salvo que a los Pegaso les hacen dos ventanucos en el frontal para que los camioneros puedan ver mejor el asfalto.
Yo, que soy poco lúcido, definiré Real Steel como un gran montón de m*. Y a Shawn Levy como un director de m*. Y al agente de Hugh Jackman como un m*. Me explicaré:
1. Las historias de padres que defraudan a sus hijos por perderse sus partidos de baseball (o por desecharlos como si fueran escoria) son más viejas que la tos. Incluso las historias de padres que compensan diez años de abandono negligente arrastrando a sus vástagos por atroces competiciones de robots asesinos, como ya nos mostró de forma magistral Matt Groening con su legendario episodio del "Chief Knock-A-Homer".
2. Las historias de boxeadores que nacieron para perder pero que consiguen su momento de gloria a base de pundonor son igual de viejas. Aquí, de forma repugnante y muy acorde con estos tiempos cobardes en los que no se puede decir una palabra más alta que otra, usar términos que tengan la mínima connotación de nada y permitir que los niños vean sangre, asistimos a combates violentísimos convertidos en una fiesta de risas y horario infantil tan solo porque son robots los que se destrozan. (Inciso: a pesar de que millones de padres irresponsables y meapilas crean que esta violencia es aceptable y superior moralmente a la que, oh pobres de nosotros, vimos en los 80, lo único que genera son estúpidos que bailan como Abraham Mateo y piensan que al partirle la cabeza a alguien sólo van a salir cables y aceite de motor, sin mayores consecuencias).
3. Las historias mediocres suelen estar dirigidas por tipos mediocres, por eso del equilibrio cósmico y la simetría de la teoría de cuerdas. Y Shawn Levy está a mil j* millas de la mediocridad, que es con lo que siempre fantaseó tumbado en su catre allá en Canadá. En varias ocasiones he tenido que parar la película para que mi mente contudida pudiera recomponer lo que estaba viendo: una película de Michael Bay para niños (aún para más niños, o para niños menos inteligentes) en la que los únicos recursos cinematográficos que parece conocer este terrorista son el plano contrapicado, el plano suave contrapicado con travelling constante alrededor de los personajes y el plano aéreo (uno picado pero más alto) alrededor de los personajes. En el resto de las clases de la Escuela de Cine de Québec para Jóvenes Especiales el señor Levy se debió marcar unas partidas de Texas Hold'em muy ricas. Eso sí, no tiene la decencia de poner un buen gran angular del trasero de Evangeline Lilly, como hubiera hecho el señor Bay, su maestro y mentor.
Y así ad nauseam... Mal guión, malas interpretaciones, mal montaje, mala banda sonora (Danny Elfman...¿qué c* estás haciendo?), sentimientos de baratillo, banalización de la violencia, el horror...
9 de marzo de 2012
9 de marzo de 2012
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
No se preocupen, de legendaria no tiene nada, ni lo bien cuidada que parece es tal, un tópico de protagonista en ruina con humor generalizado, nada de road movie, poco de estimulante, mucho de irritante, hasta el punto de ver una secuencia de violencia animal en la que todos queremos que el toro se cargue a la máquina... es infantil, por más que introduzca deudas del boxeo y custodias de cualquier otro drama, ni siquiera el negocio y los tratos tienen profundidad, tampoco es que la relación padre hijo tenga mucha moral.
No hay sabor texano, la mezcla musical es aceptable, pero nada del género fantástico, "Acero puro" es tan pura que está sólo formada por chatarra, el mando de opciones y combinaciones no presenta ningún detalle de algún tipo de ingenieria o videojuego, la película vive del ambiente de las luchas, no llega a ser clandestina en las primeras pero sí estilo pop en las grandes, como se esperaba, va introduciendo las historias de pasados y lecciones de vida, pero tampoco llega a encontrar la humanidad en el fósil, eso sí, de ahí nace la mejor relación de la cinta.
El robot con ojos de la Pixar genera algo de vitalidad para creer en el videojuego, no llega a enganchar del todo nunca, pero ya se siente bailar y boxear, termina de arrancar tarde porque es larga, pero aparecen ofertas y dilemas, una pelea, una noche más uo o ooooo...
La pelea de David y Goliat, el escenario típico, buen montaje en torno al G2 y destacar el sonido de Zeus, pero como el de "Transformers" es mejor pues ni eso, el guerrero del vertedero consigue un "sí que puedes papi", tiene una segunda oportunidad, hacer sudar al coloso de los puños ametralladora de nitroso, todo sea por reirme viendo a Jackman dando piñas al aire, el campeón del pueblo en otra americanada sobre superhéroes o super yo que sé, cambien de canal, curiosa mezcla con el hip hop que ha seguido el mismo camino que predice la película que seguirá el boxeo.
No hay sabor texano, la mezcla musical es aceptable, pero nada del género fantástico, "Acero puro" es tan pura que está sólo formada por chatarra, el mando de opciones y combinaciones no presenta ningún detalle de algún tipo de ingenieria o videojuego, la película vive del ambiente de las luchas, no llega a ser clandestina en las primeras pero sí estilo pop en las grandes, como se esperaba, va introduciendo las historias de pasados y lecciones de vida, pero tampoco llega a encontrar la humanidad en el fósil, eso sí, de ahí nace la mejor relación de la cinta.
El robot con ojos de la Pixar genera algo de vitalidad para creer en el videojuego, no llega a enganchar del todo nunca, pero ya se siente bailar y boxear, termina de arrancar tarde porque es larga, pero aparecen ofertas y dilemas, una pelea, una noche más uo o ooooo...
La pelea de David y Goliat, el escenario típico, buen montaje en torno al G2 y destacar el sonido de Zeus, pero como el de "Transformers" es mejor pues ni eso, el guerrero del vertedero consigue un "sí que puedes papi", tiene una segunda oportunidad, hacer sudar al coloso de los puños ametralladora de nitroso, todo sea por reirme viendo a Jackman dando piñas al aire, el campeón del pueblo en otra americanada sobre superhéroes o super yo que sé, cambien de canal, curiosa mezcla con el hip hop que ha seguido el mismo camino que predice la película que seguirá el boxeo.
15 de marzo de 2012
15 de marzo de 2012
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Por qué un trozo de acero puede despertar tantos sentimientos a la vez?
Recomiendo la película por constancia, fuerza de voluntad, cabezoneria y dedicación.
Para las personas que son capaces de seguir adelante aunque su camino esté minado día a día.
Al principio un poco floja, pero va subiendo el tono de la trama hasta explosionar en un final... teneis que verla.
Recomiendo la película por constancia, fuerza de voluntad, cabezoneria y dedicación.
Para las personas que son capaces de seguir adelante aunque su camino esté minado día a día.
Al principio un poco floja, pero va subiendo el tono de la trama hasta explosionar en un final... teneis que verla.
29 de marzo de 2012
29 de marzo de 2012
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El típico concurso americano de padre e hijo con robot a la gran pantalla.
Una cinta entretenida aunque previsible, pero que termina gustando. Con Jackman, un actor que me gusta bastante que ejerce el papel principal y una Evangeline Lilly a la que le va el papel como anillo al dedo y una interpretación bastante loable. Unos efectos convincentes y una historia algo típica aunque cambiando a boxeadores por robots pero aun así es entretenida y acaba gustando.
Para mi la mejor cinta del director hasta el momento.
Me ha dejado un poco con ganas de ver una película de Jackman como boxeador.
Lo mejor: Los robots, están bastante bien conseguidos.
Lo peor: Es previsible y tiene cosas como: ¿ 2020 y un micro con cable ?
Las frases: Hasta que no estas en la lona no acaba el combate.
Mejor escena: El baile.
Otras cintas del director: Recién casados, Doce en casa y Noche loca.
Una cinta entretenida aunque previsible, pero que termina gustando. Con Jackman, un actor que me gusta bastante que ejerce el papel principal y una Evangeline Lilly a la que le va el papel como anillo al dedo y una interpretación bastante loable. Unos efectos convincentes y una historia algo típica aunque cambiando a boxeadores por robots pero aun así es entretenida y acaba gustando.
Para mi la mejor cinta del director hasta el momento.
Me ha dejado un poco con ganas de ver una película de Jackman como boxeador.
Lo mejor: Los robots, están bastante bien conseguidos.
Lo peor: Es previsible y tiene cosas como: ¿ 2020 y un micro con cable ?
Las frases: Hasta que no estas en la lona no acaba el combate.
Mejor escena: El baile.
Otras cintas del director: Recién casados, Doce en casa y Noche loca.
6 de enero de 2012
6 de enero de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El film peca de un exceso de sensiblería y golpes emocionales ya vistos unas cuantas veces (amén de la típica historia hollywoodense), con un niño precoz mucho más maduro que su padre irresponsable y superficial, a tal punto que parece que ambos hubieran intercambiado mentes y cuerpos el uno con el otro.
Sin dudas, lo mejor y superlativo son los efectos digitales, tan perfectos que convencen de que los robots están “ahí”. La técnica cada vez mejor y más cercana a la realidad, no así el arte de crear contenidos.
Un film de Disney que los más pequeños disfrutarán en grande.
Sin dudas, lo mejor y superlativo son los efectos digitales, tan perfectos que convencen de que los robots están “ahí”. La técnica cada vez mejor y más cercana a la realidad, no así el arte de crear contenidos.
Un film de Disney que los más pequeños disfrutarán en grande.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here