El tormento y el éxtasis
1965 

7.1
3,770
Drama
Renacimiento italiano, principios del siglo XVI (Cinquecento). Cuando el papa Julio II (Rex Harrison) encarga a Miguel Ángel (Charlton Heston) que pinte el techo de la Capilla Sixtina, el artista rechaza el trabajo. El Papa lo obliga a aceptarlo, pero Miguel Ángel destruye su obra y huye de Roma. Cuando, por fin, reanuda el proyecto, éste se convierte en un enfrentamiento de férreas voluntades, avivado por constantes diferencias ... [+]
16 de marzo de 2012
16 de marzo de 2012
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante película de época, con toda la grandilocuencia de dos actores espléndidos y el agradable tono cartón piedra de aquellas películas de los 60, que en España tienen un especial encanto por el magnífico doblaje que se les hacían. Aún hoy en día, el pulso mantenido por Miguel Ángel, genial artista del Renacimiento y el terrible y autoritario Julio II, es una cita ineludible de las televisiones en Semana Santa.
No obstante, superando el épico duelo de Heston y Harrison, efectivamente, la cinta es muy poco arriesgada. La atribulada y atormentada personalidad de Miguel Ángel, aquel artista irrepetible, sufre la mutilación de que se invente una poco creíble y forzada historia de amor con una hija de Lorenzo El Magnífico. Como bien advierte una crítica previa, Miguel Ángel era homosexual y, aunque tal vez para la moral de la época hubiera sido demasiado pedir, existían otros recursos para no entrar en el tema de forma directa, pero sí insinuarlo y, al menos, ahorrarnos el romance de rigor.
Curiosamente Julio II, de quien siemprese rumoreó que tuviera las mismas debilidades terrenales que su odiado predecesor, Alejandro VI, parece perdonado de esos pecados y es presentado como Papa autoritario pero justo, noble y colérico, pero en el fondo un padre para todos sus hijos. Por supuesto, este Papa, guerrero y hábil y diplomático sagaz, era mucho más complicado en la realidad histórica y, el aprecio que le tuvo Miguel Ángel, se debe costatar en con quién le asoció en la Capilla Sixtina (por otro lado, uno de esos monumentos que paralizan el alma).
De cualquier forma, perdonando la forma de presentar a Rafael y su brillante pintura, "El tormento y el éxtasis", basada en una novela histórica, es un agradable y eficaz pasatiempo con un reparto eficaz y cimentado por dos protagonistas soberbios que justifican la entrada.
Recomendable pieza renacentista, incluso con sus licencias.
No obstante, superando el épico duelo de Heston y Harrison, efectivamente, la cinta es muy poco arriesgada. La atribulada y atormentada personalidad de Miguel Ángel, aquel artista irrepetible, sufre la mutilación de que se invente una poco creíble y forzada historia de amor con una hija de Lorenzo El Magnífico. Como bien advierte una crítica previa, Miguel Ángel era homosexual y, aunque tal vez para la moral de la época hubiera sido demasiado pedir, existían otros recursos para no entrar en el tema de forma directa, pero sí insinuarlo y, al menos, ahorrarnos el romance de rigor.
Curiosamente Julio II, de quien siemprese rumoreó que tuviera las mismas debilidades terrenales que su odiado predecesor, Alejandro VI, parece perdonado de esos pecados y es presentado como Papa autoritario pero justo, noble y colérico, pero en el fondo un padre para todos sus hijos. Por supuesto, este Papa, guerrero y hábil y diplomático sagaz, era mucho más complicado en la realidad histórica y, el aprecio que le tuvo Miguel Ángel, se debe costatar en con quién le asoció en la Capilla Sixtina (por otro lado, uno de esos monumentos que paralizan el alma).
De cualquier forma, perdonando la forma de presentar a Rafael y su brillante pintura, "El tormento y el éxtasis", basada en una novela histórica, es un agradable y eficaz pasatiempo con un reparto eficaz y cimentado por dos protagonistas soberbios que justifican la entrada.
Recomendable pieza renacentista, incluso con sus licencias.
4 de septiembre de 2021
4 de septiembre de 2021
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las últimas superproducciones que podrían englobarse en lo que denominamos como drama histórico ( completamente imposible que hoy en día se haga algo así), se trata de la adaptación de una novela biográfica de Irving Stone en la que se nos cuenta la vida de Miguel Angel Buonarrotti, más concretamente, el período en el que el Papa Julio II le encargó realizar los frescos que engalanan los techos de la capilla Sixtina y que se convertirían en obra cumbre del Renacimiento italiano.
A ver, yo no soy maestro ni tengo ni puñetera idea de esas cosas pero, si lo fuera, les aseguro que no perdería el tiempo tratando de embutir en la cabeza de mis alumnos asépticos textos sobre el Renacimiento que, a la salida al recreo, ya habrán olvidado. Yo, simplemente, les pondría esta película. Un rincón del vago de lo más ilustrativo.
La peli comienza como un pequeño documental en el que se nos hace un sucinto repaso de la vida de Miguel Angel y de sus obras escultóricas más importantes.
Y luego ya, comienza la dramatización propiamente dicha.
Rex Harrison en el papel de Julio II y Charlton Heston en el de Miguel Ángel encarnan un duelo interpretativo de altura, donde sus férreas personalidades chocarán al punto de rozar la enemistad, y donde una voluntad querrá doblegar a la otra. Una al servicio de la Iglesia y otra al servicio del Arte. Las dos, al servicio de Dios.
Miguel Ángel percibirá como un castigo la orden de adornar la cúpula de la capilla Sixtina con los frescos de los doce apóstoles. ! El es escultor, no pintor!.
Carol Reed nos va a recrear magníficamente todo el proceso creativo del artista. La infinita angustia que supone ,la falta de inspiración y motivación. La necesidad de una idea que ilumine el camino.
Cuando después de muchas luchas y arrebatos de cólera, Miguel Ángel encuentre la inspiración, acometerá el sólo la titánica labor, mucho más gigantesca que lo que el Papa le había encargado, en un proceso de dolor y sufrimiento pero también de éxtasis y de luz.
Para todos los profanos, es muy interesante también ver cómo se aplicaba la técnica del fresco, cómo poco a poco, esos techos vacíos se van llenando de poderosas imágenes, así como otros aspectos como por ejemplo, el trabajo que realizaban en las canteras de mármol y cómo extraían los enormes bloques que luego reatas de veinte bueyes apenas podían mover.
Algunos otros personajes históricos también salen, aunque de refilón, como el pintor Rafael o el arquitecto del Papa Bramante o los Médici que fueron sus protectores.
El conjunto es una película interesantísima que se ve con sumo gusto y curiosidad. Las obras duermen en reposo. El creador sólo las saca a la luz.
A ver, yo no soy maestro ni tengo ni puñetera idea de esas cosas pero, si lo fuera, les aseguro que no perdería el tiempo tratando de embutir en la cabeza de mis alumnos asépticos textos sobre el Renacimiento que, a la salida al recreo, ya habrán olvidado. Yo, simplemente, les pondría esta película. Un rincón del vago de lo más ilustrativo.
La peli comienza como un pequeño documental en el que se nos hace un sucinto repaso de la vida de Miguel Angel y de sus obras escultóricas más importantes.
Y luego ya, comienza la dramatización propiamente dicha.
Rex Harrison en el papel de Julio II y Charlton Heston en el de Miguel Ángel encarnan un duelo interpretativo de altura, donde sus férreas personalidades chocarán al punto de rozar la enemistad, y donde una voluntad querrá doblegar a la otra. Una al servicio de la Iglesia y otra al servicio del Arte. Las dos, al servicio de Dios.
Miguel Ángel percibirá como un castigo la orden de adornar la cúpula de la capilla Sixtina con los frescos de los doce apóstoles. ! El es escultor, no pintor!.
Carol Reed nos va a recrear magníficamente todo el proceso creativo del artista. La infinita angustia que supone ,la falta de inspiración y motivación. La necesidad de una idea que ilumine el camino.
Cuando después de muchas luchas y arrebatos de cólera, Miguel Ángel encuentre la inspiración, acometerá el sólo la titánica labor, mucho más gigantesca que lo que el Papa le había encargado, en un proceso de dolor y sufrimiento pero también de éxtasis y de luz.
Para todos los profanos, es muy interesante también ver cómo se aplicaba la técnica del fresco, cómo poco a poco, esos techos vacíos se van llenando de poderosas imágenes, así como otros aspectos como por ejemplo, el trabajo que realizaban en las canteras de mármol y cómo extraían los enormes bloques que luego reatas de veinte bueyes apenas podían mover.
Algunos otros personajes históricos también salen, aunque de refilón, como el pintor Rafael o el arquitecto del Papa Bramante o los Médici que fueron sus protectores.
El conjunto es una película interesantísima que se ve con sumo gusto y curiosidad. Las obras duermen en reposo. El creador sólo las saca a la luz.
22 de abril de 2023
22 de abril de 2023
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas históricas que deberían guardarse en museos y periódicamente mostrarse en colegios, institutos y universidades.
Esta película nos muestra la gestión y realización de la pintura de la Capilla Sixtina por Miguel Angel, obra cumbre del renacimiento y del arte, y artista grande entre los mejores.
Se aprende mucho viéndola y calma muchas curiosidades que el ser humanos históricamente ha tenido sobre esta pintura y esta sala.
Chalton Heston y Rex Harrison inconmensurables, pero me ha encantado la realización.
Una joya.
Esta película nos muestra la gestión y realización de la pintura de la Capilla Sixtina por Miguel Angel, obra cumbre del renacimiento y del arte, y artista grande entre los mejores.
Se aprende mucho viéndola y calma muchas curiosidades que el ser humanos históricamente ha tenido sobre esta pintura y esta sala.
Chalton Heston y Rex Harrison inconmensurables, pero me ha encantado la realización.
Una joya.
21 de marzo de 2023
21 de marzo de 2023
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Maravillosa película. Un gran descubrimiento para mi. La conocía pero no creía que iba a ser tan buena como es. Buen comienzo con una descripción general de Miguel Ángel y su obra en perspectiva cronológica. Luego la presentación de la trama. Rex Harrison simplemente magistral, y Charlton Heston muy contenido en su papel pero brillante.
La historia es bien conocida: la brillante pugna intelectual entre Miguel Ángel y el Papa Julio II por construir la Capilla Sixtina según las ideas e intereses de cada uno de ellos. De la confrontación de intereses surge una batalla en toda regla por el control de crear y por posición de los artistas en la subordinación al poder político, en aquel caso papal.
Los diálogos son buenos pero no especialmente brillantes. Sin embargo la música es espectacular. Alex North consigue otra, -cuántas van-, obra de arte.
Quizá le falte un mejor desarrollo final, ya que parece que cae irremisiblemente en un sólo desenlace posible, difícilmente comprobable. La muy buena idea inicial de presentar la película siguiendo un guión de las obras del Florentino quizá hubiera merecido un epílogo de similar entidad, exponiendo en una cierta visión panorámica su vida y obra
Llama mucho la atención, a mi por lo menos me parece notable, la muy bien tratada capacidad de aislamiento del autor para concertarse únicamente en el arte, renunciando expresamente a familia, amigos, hijos y amores mundanos. Es una idea recurrente en artistas, escritores y genios, pero en una película no lo había visto con tanta claridad. Kafka también vivía de esa forma su capacidad creativa, aunque en su caso de una manera más enfermiza, delirante y poco afortunada. En Miguel Ángel es claramente una opción personal más allá de los estímulos mundanos que pudieran espolear su carácter o su corazón.
A diferencia de lo que pudiera pensarse no estamos en presencia de una película religiosa, antes al contrario. Lo religioso funciona como atrezo, como tramoya, como complemento, pero no es material principal de la película, más allá de dos conversaciones cerradas en sí mimas y que no tienen especial significación en el desarrollo y desenlace de la película.
La historia es bien conocida: la brillante pugna intelectual entre Miguel Ángel y el Papa Julio II por construir la Capilla Sixtina según las ideas e intereses de cada uno de ellos. De la confrontación de intereses surge una batalla en toda regla por el control de crear y por posición de los artistas en la subordinación al poder político, en aquel caso papal.
Los diálogos son buenos pero no especialmente brillantes. Sin embargo la música es espectacular. Alex North consigue otra, -cuántas van-, obra de arte.
Quizá le falte un mejor desarrollo final, ya que parece que cae irremisiblemente en un sólo desenlace posible, difícilmente comprobable. La muy buena idea inicial de presentar la película siguiendo un guión de las obras del Florentino quizá hubiera merecido un epílogo de similar entidad, exponiendo en una cierta visión panorámica su vida y obra
Llama mucho la atención, a mi por lo menos me parece notable, la muy bien tratada capacidad de aislamiento del autor para concertarse únicamente en el arte, renunciando expresamente a familia, amigos, hijos y amores mundanos. Es una idea recurrente en artistas, escritores y genios, pero en una película no lo había visto con tanta claridad. Kafka también vivía de esa forma su capacidad creativa, aunque en su caso de una manera más enfermiza, delirante y poco afortunada. En Miguel Ángel es claramente una opción personal más allá de los estímulos mundanos que pudieran espolear su carácter o su corazón.
A diferencia de lo que pudiera pensarse no estamos en presencia de una película religiosa, antes al contrario. Lo religioso funciona como atrezo, como tramoya, como complemento, pero no es material principal de la película, más allá de dos conversaciones cerradas en sí mimas y que no tienen especial significación en el desarrollo y desenlace de la película.
4 de octubre de 2013
4 de octubre de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para mi, Miguel Ángel es sin duda el ARTISTA del renacimiento, un genio que abarcó pintura, arquitectura y por encima de todo la escultura. Si hubiese una máquina del tiempo que me permitiese viajar hasta esa época, sin duda querría ver a este maestro trabajando, haciendo surgir la magia del mármol y plasmando el cielo en sus pinturas. Y esta película me ha permitido verlo.
Cuando entras en la Capilla Sixtina, es como si te transportases a otro lugar. Tanto el enorme fresco del juicio final como el fantástico techo te observan directamente. Desde arriba, la creacion, desde el fondo el final. Su grandiosidad te hace sentir tremendamente pequeño, pero te pierdes tanto en esa belleza que no te planteas la dificultad que conllevó su creación.
Cuando entras en la Capilla Sixtina, es como si te transportases a otro lugar. Tanto el enorme fresco del juicio final como el fantástico techo te observan directamente. Desde arriba, la creacion, desde el fondo el final. Su grandiosidad te hace sentir tremendamente pequeño, pero te pierdes tanto en esa belleza que no te planteas la dificultad que conllevó su creación.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La relación de amor-odio entre el Papa Julio II y Miguel Ángel tuvo como resultado una de las obras más impresionantes de la historia de la humanidad. El duro proceso de creación con la construcción de un andamio enorme, la dificultad de tener que pintar cada figura boca arriba, mientras la pintura va cayendo, la pasión que llega hasta a enfermar, y los tremendos altibajos de presupuesto.
La película refleja muy bien la situación de mecenazgo que vivían los artistas y sus dificultades para poder trabajar dignamente. Muchas veces se valoraba el poder en función de los artistas a los que se protegía, y ésto provocaba una lucha por ser mejores entre los propios artistas, que dió como resultado que muchos de los mejores artistas conviviesen en este momento histórico en Italia, Rafael de Sanzio, Tiziano, Leonardo da Vinci, Botticelli y el propio Miguel Angel.
Le quitaría a la película la forzada historia de amor que nos quieren imponer, pues creo que había mejores maneras de involucrar a la familia Medicis en la historia, pero en general he disfrutado enormemente, principalmente por las soberbias interpretaciones de Heston y Harrison.
La película refleja muy bien la situación de mecenazgo que vivían los artistas y sus dificultades para poder trabajar dignamente. Muchas veces se valoraba el poder en función de los artistas a los que se protegía, y ésto provocaba una lucha por ser mejores entre los propios artistas, que dió como resultado que muchos de los mejores artistas conviviesen en este momento histórico en Italia, Rafael de Sanzio, Tiziano, Leonardo da Vinci, Botticelli y el propio Miguel Angel.
Le quitaría a la película la forzada historia de amor que nos quieren imponer, pues creo que había mejores maneras de involucrar a la familia Medicis en la historia, pero en general he disfrutado enormemente, principalmente por las soberbias interpretaciones de Heston y Harrison.
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