Carol
7.0
23,112
Romance. Drama
Nueva York, años 50. Therese Belivet (Rooney Mara), una joven dependienta de una tienda de Manhattan que sueña con una vida mejor, conoce un día a Carol Aird (Cate Blanchett), una mujer elegante y sofisticada que se encuentra atrapada en un matrimonio infeliz. Entre ellas surge una atracción inmediata, cada vez más intensa y profunda, que cambiará sus vidas para siempre. (FILMAFFINITY)
14 de febrero de 2016
14 de febrero de 2016
21 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Carol es una película que continuamente parece que va a romper y no lo termina de hacer en ningún momento. A partir de esa premisa, y por la decepción que me produce el que no se haya sabido aprovechar una muy buena historia se puede entender mi nota.
La película en sí está bien rodada, la ambientación es la idónea, tanto Mara como Blanchett hacen un papel muy digno (aunque en mi opinión no para recibir un Oscar teniendo en cuenta la competencia) y el tema tratado es muy interesante.
El pero (y más que un pero es un PERO) radica en la superficialidad con la que se trata la historia y del poco enganche que produce en el que la ve. Salvo la parte final en la cual la película despega un poco y se empieza a entender e incluso admirar algo a Carol, en el resto de la película cuesta conectar con ella. Por como está contada la historia me cuesta creer que se hayan enamorado, que quiera a su hija o que no sea más que una pobre rica caprichosa. Tampoco me parece que el desarrollo de los personajes sea el suficiente, qué pasa con su marido o con su hija, por qué lleva un arma consigo... En definitiva acaba siendo una película estrecha: calienta, calienta y calienta para luego no hacer nada. Y por nada es nada, ya que te vas del cine con la sensación de que la historia se podría haber resuelto en 15 minutos y señal de ello es que cuando miré el reloj (mala señal que lo haga cuando estoy en el cine) ya había transcurrido una hora y aún no se había avanzado.
Se ha librado de la nota mínima por Rooney Mara,actriz que me encanta, y por la resolución del conflicto con el marido con la hija (lo único muy salvable de la película).
La película en sí está bien rodada, la ambientación es la idónea, tanto Mara como Blanchett hacen un papel muy digno (aunque en mi opinión no para recibir un Oscar teniendo en cuenta la competencia) y el tema tratado es muy interesante.
El pero (y más que un pero es un PERO) radica en la superficialidad con la que se trata la historia y del poco enganche que produce en el que la ve. Salvo la parte final en la cual la película despega un poco y se empieza a entender e incluso admirar algo a Carol, en el resto de la película cuesta conectar con ella. Por como está contada la historia me cuesta creer que se hayan enamorado, que quiera a su hija o que no sea más que una pobre rica caprichosa. Tampoco me parece que el desarrollo de los personajes sea el suficiente, qué pasa con su marido o con su hija, por qué lleva un arma consigo... En definitiva acaba siendo una película estrecha: calienta, calienta y calienta para luego no hacer nada. Y por nada es nada, ya que te vas del cine con la sensación de que la historia se podría haber resuelto en 15 minutos y señal de ello es que cuando miré el reloj (mala señal que lo haga cuando estoy en el cine) ya había transcurrido una hora y aún no se había avanzado.
Se ha librado de la nota mínima por Rooney Mara,actriz que me encanta, y por la resolución del conflicto con el marido con la hija (lo único muy salvable de la película).
14 de febrero de 2016
14 de febrero de 2016
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Denso ejercicio de estilo, de enorme contención y constante belleza.
Una historia de amor difícil. Contada a través de gestos y miradas, de pocas palabras, llena de elegancia y virtuosismo.
Dos enormes actrices que interpretan dos personajes opuestos, clásicos; el juego de seducción entre la persona con experiencia y superior clase social y la más joven y pobre. El embrujamiento conocido. A lo que hay que añadir lo prohibido; la relación lésbica como lugar de peligro, de aislamiento y oprobio social.
Es el recorrido de una pasión, desde su inicio, detalladamente narrada, esmerada y profusamente.
A su favor, las dos bellas e inspiradas actrices y todo el ornato que arropa la trama. En su contra, el quizás exceso de hieratismo y pomposidad, esa impresión de estar continuamente postergando y prometiendo algo muy grande que no acaba de llegar nunca. Una gelidez expresiva que debiera esconder grandes tesoros, pero que probablemente decepcione al comprobarse que no había nada nuevo ni misterioso finalmente, que era más o menos lo mismo de siempre. De ahí cierta sensación, con el pasar de los minutos, de fatiga y repetición, de estancamiento y aparatosidad. Todo lo cual no mancha ni enturbia una hermosa película, inteligente, cuidada y muy bien hecha.
Una historia de amor difícil. Contada a través de gestos y miradas, de pocas palabras, llena de elegancia y virtuosismo.
Dos enormes actrices que interpretan dos personajes opuestos, clásicos; el juego de seducción entre la persona con experiencia y superior clase social y la más joven y pobre. El embrujamiento conocido. A lo que hay que añadir lo prohibido; la relación lésbica como lugar de peligro, de aislamiento y oprobio social.
Es el recorrido de una pasión, desde su inicio, detalladamente narrada, esmerada y profusamente.
A su favor, las dos bellas e inspiradas actrices y todo el ornato que arropa la trama. En su contra, el quizás exceso de hieratismo y pomposidad, esa impresión de estar continuamente postergando y prometiendo algo muy grande que no acaba de llegar nunca. Una gelidez expresiva que debiera esconder grandes tesoros, pero que probablemente decepcione al comprobarse que no había nada nuevo ni misterioso finalmente, que era más o menos lo mismo de siempre. De ahí cierta sensación, con el pasar de los minutos, de fatiga y repetición, de estancamiento y aparatosidad. Todo lo cual no mancha ni enturbia una hermosa película, inteligente, cuidada y muy bien hecha.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Al final las dos apuestan por su relación y, en el fondo, por asumir su esencia, su deseo y necesidad. Carol renuncia a sus privilegios, situación social y, sobre todo, a la custodia de la hija. Therese parece que se deja de rodeos y titubeos y acaba diciendo por primera vez sí de verdad, tomando ella misma la iniciativa, no aceptando simplemente las proposiciones de los demás como solía hacer hasta ese momento. Quizás la única diferencia decisiva entre las dos sea la edad, lo ya vivido, Carol está de vuelta y Therese recién empieza.
Therese es un personaje interesante, inquietante, fascinante, sin hacer, observadora, introspectiva, siempre dudando, con un carácter y una fuerza que ni ella misma sospecha. Carol es más convencional o tópica, la niña bien con marido torpe que lleva una vida de "mantenida" que no soporta y que se acaba "liberando".
En cualquier caso, pienso que los dos personajes están solo apuntados, sabiamente esbozados. Pero me hubiera gustado menos preciosismo formal y un poco más de chicha psicológica. Yo lo hubiera agradecido.
Therese es un personaje interesante, inquietante, fascinante, sin hacer, observadora, introspectiva, siempre dudando, con un carácter y una fuerza que ni ella misma sospecha. Carol es más convencional o tópica, la niña bien con marido torpe que lleva una vida de "mantenida" que no soporta y que se acaba "liberando".
En cualquier caso, pienso que los dos personajes están solo apuntados, sabiamente esbozados. Pero me hubiera gustado menos preciosismo formal y un poco más de chicha psicológica. Yo lo hubiera agradecido.
6 de febrero de 2016
6 de febrero de 2016
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
La edición española de “Carol” (“The Price of Salt” en inglés) incluía un prólogo, fechado el 24 de mayo de 1989, y un prefacio, de octubre de 1983, ambos muy breves, donde la propia autora, Patricia Highsmith, entre otras cosas, transmitía sus dudas sobre la vigencia de esta obra. El tiempo ha demostrado que no ha quedado anticuada, a pesar de que en la actualidad en nuestra sociedad soplan otros vientos, y el tema de la homosexualidad haya dejado de ser tabú, pero en ella prevalecen sus sentimientos. También Highsmith nos cuenta que la inspiración para esta historia surgió en las Navidades de 1948 en Nueva York, antes de que fuera publicada “Extraños en un tren”. Al estar algo deprimida y económicamente mal, estuvo de dependienta en unos grandes almacenes, en la sección de juguetes, durante dos semanas y media. La visión que tuvo al conocer a una sofisticada clienta le hizo mella, tanto, que puede debido, o potenciado, por la fiebre que empezaba a padecer, ya que contrajo la varicela, se convirtió en el arranque de “Carol”, una novela alejada de la etiqueta de escritora de “novelas Harper de suspense” (“Harper & Bros” era su editorial) y que tanta fama merecidamente le proporcionó. En 1951 ya estaba escrita y tras varios problemas de censura, se publicó y fracasó en sus ediciones de tapa dura, aunque sorpresivamente se convirtió un éxito en su edición de bolsillo y el resto ya es historia.
He creído conveniente largar esta chapa porque creo que su director, Todd Haynes, ha captado perfectamente este ambiente de ensueño, navideño nostálgico, casi febril, respetando la atmósfera de su autora. Y por seguir enumerando sus aciertos, que han ido buen conjuntados, podemos citar su maravilloso vestuario, (¡el abrigo rojo que luce Carol es precioso!, dicho sea de paso), la estupenda banda sonora, su hermosa fotografía, su dirección artística o una buena utilización del sonido, por ejemplo. Haynes tiene gusto y saber imprimir ciertos momentos de poesía. Sus actrices hacen un buen trabajo: Rooney Mara hay momentos en que nos evoca a la belleza de la magnífica Jean Simmons, y Blanchett, cuya fuente de inspiración parece que haya sido el look de Gena Rowlands en la década de los setenta, aunque algo anacrónico, todo lo mencionado bien. Incluso, en este año tan flojo, uno de los peores en los “Oscars”, “Carol” debía haber figurado como mejor película entre sus nominaciones con más razón que otras.
Pero también hay cosas en ella que no terminan de funcionar. No se trata de la mejor película de Todd Haynes, director que me gusta mucho y que puede resultar entrañable como en “Superstar: The Karen Carpenter Story”, oscuro como en “Poison (Veneno)” o innovador y desconcertante como en “Safe”, todos estos films bastante desconocidos e infravalorados. En “Carol” sigue la línea de su notable y preciosista “Lejos del cielo”, pero con resultados inferiores. Ese lirismo a lo Douglas Sirk que él era capaz, ha dado paso a una contención mayor, cayendo en una frialdad a la que no nos tenía acostumbrados. Parece una rígida película inglesa dirigida por el Ivory más frío y menos lúcido. El maquillaje y peluquería parece que se ha volcado con Blanchett, aunque ella disponía de “escuadrón” propio para sus estilismos, porque no sé cómo han dejado pasar los agujeros en las orejas por los “piercings” de Rooney Mara. Pero me temo que Blanchett al ser coproductora, se le ha consentido que haya construido un personaje gélido, más parecida a una espía del telón de acero que a una señora de la alta burguesía. Hay momentos en el film que el personaje de Carol (Blanchett) le dice a Therese que parece que venga del espacio, cuando realmente la alienígena parece ella. Y ojo, me da mucho miedo que se sumerja en el error en el que muchos actores ya han caído y prosiga toqueteándose la cara. De ella no me lo esperaba, y sus retoques en pómulos me resultan demasiado artificiales. Su labor como actriz es eficaz, pero su personaje me resulta demasiado artificial, en momentos hasta impostada.
Comentar un detalle curioso del que me acabo de enterar, y es que la acción se desarrolla entre 1951 y 1953. En los almacenes donde trabaja Therese, ya se anuncian que venden equipos estereofónicos, pero es algo que no ocurre hasta un año después, en 1954. Cosas que tiene el puntillismo informativo y que choca, que habiendo sido tan minuciosos para algunas cosas, que hayan descuidado ciertos detalles.
He creído conveniente largar esta chapa porque creo que su director, Todd Haynes, ha captado perfectamente este ambiente de ensueño, navideño nostálgico, casi febril, respetando la atmósfera de su autora. Y por seguir enumerando sus aciertos, que han ido buen conjuntados, podemos citar su maravilloso vestuario, (¡el abrigo rojo que luce Carol es precioso!, dicho sea de paso), la estupenda banda sonora, su hermosa fotografía, su dirección artística o una buena utilización del sonido, por ejemplo. Haynes tiene gusto y saber imprimir ciertos momentos de poesía. Sus actrices hacen un buen trabajo: Rooney Mara hay momentos en que nos evoca a la belleza de la magnífica Jean Simmons, y Blanchett, cuya fuente de inspiración parece que haya sido el look de Gena Rowlands en la década de los setenta, aunque algo anacrónico, todo lo mencionado bien. Incluso, en este año tan flojo, uno de los peores en los “Oscars”, “Carol” debía haber figurado como mejor película entre sus nominaciones con más razón que otras.
Pero también hay cosas en ella que no terminan de funcionar. No se trata de la mejor película de Todd Haynes, director que me gusta mucho y que puede resultar entrañable como en “Superstar: The Karen Carpenter Story”, oscuro como en “Poison (Veneno)” o innovador y desconcertante como en “Safe”, todos estos films bastante desconocidos e infravalorados. En “Carol” sigue la línea de su notable y preciosista “Lejos del cielo”, pero con resultados inferiores. Ese lirismo a lo Douglas Sirk que él era capaz, ha dado paso a una contención mayor, cayendo en una frialdad a la que no nos tenía acostumbrados. Parece una rígida película inglesa dirigida por el Ivory más frío y menos lúcido. El maquillaje y peluquería parece que se ha volcado con Blanchett, aunque ella disponía de “escuadrón” propio para sus estilismos, porque no sé cómo han dejado pasar los agujeros en las orejas por los “piercings” de Rooney Mara. Pero me temo que Blanchett al ser coproductora, se le ha consentido que haya construido un personaje gélido, más parecida a una espía del telón de acero que a una señora de la alta burguesía. Hay momentos en el film que el personaje de Carol (Blanchett) le dice a Therese que parece que venga del espacio, cuando realmente la alienígena parece ella. Y ojo, me da mucho miedo que se sumerja en el error en el que muchos actores ya han caído y prosiga toqueteándose la cara. De ella no me lo esperaba, y sus retoques en pómulos me resultan demasiado artificiales. Su labor como actriz es eficaz, pero su personaje me resulta demasiado artificial, en momentos hasta impostada.
Comentar un detalle curioso del que me acabo de enterar, y es que la acción se desarrolla entre 1951 y 1953. En los almacenes donde trabaja Therese, ya se anuncian que venden equipos estereofónicos, pero es algo que no ocurre hasta un año después, en 1954. Cosas que tiene el puntillismo informativo y que choca, que habiendo sido tan minuciosos para algunas cosas, que hayan descuidado ciertos detalles.
6 de febrero de 2016
6 de febrero de 2016
17 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Carol" me ha parecido tan sublime, tan sugerente, tan estética, tan perfecta que ahora, una vez vista, me da mucha más rabia que no esté nominada a mejor película y sí, por ejemplo, "Marte" (?) o “La gran apuesta”, que es la representación más característica de lo que es una película esencialmente masculina: no hay ni una sola mujer protagonista o secundaria (de hecho, las dos o tres que aparecen son sólo haciendo labores de azafatas o presentadoras de los hombres de negocios, los verdaderos “héroes”) y básicamente la trama consiste en hombres de Wall Street, los amos del mundo, midiéndose los penes entre ellos para saber quién es más listo y más ganador. Que esta película esté nominada y no “Carol” lanza el mensaje (ya apuntado en otros comentarios sobre el machismo recalcitrante de la Academia) de que lo importante es el mundo de los hombres, lo que ellos hacen, a lo que se dedican, y no un romance entre dos mujeres, eso no es nada importante en comparación con las estratagemas económicas de los dueños del mundo, por favor, a quién puede interesarle eso… Pero quienes han decidido estas nominaciones no ven que en realidad hay más valentía, dignidad y épica en esa última mirada entre Carol y Therese que en todas las argucias y tejemanejes de los lobos de Wall Street.
6 de febrero de 2016
6 de febrero de 2016
29 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
Leo las críticas sobre esta película y no salgo de mi asombro. Es imposible que hayamos visto la misma película, porque nada de lo que dicen de ella lo he podido ver hoy, en una sesión de cine insufrible.
Vale, pues voy a ser un bicho raro, pero esta película no hay por donde cogerla.
1. ¿Amor?, ¿Pasión? ¿Emoción? ¿Sensibilidad?. No hay ni un ápice de estos sentimientos en las dos horas (eternas) que dura esta terrible experiencia. Es una película gélida, lejana, sin ningún tipo de feeling entre las dos protagonistas.
2. No hay historia, ni diálogos inolvidables (ni olvidables), ni denuncia, ni compromiso, ni palabras bellas, ni banda sonora, ni imágenes sugerentes, ni miradas, ni gestos cómplices, ni actores ni actrices.
3. La estética es rígida, ñoña, la fotografía desteñida, con unos planos de principiante, sin sentido de la estética.
4. La lentitud es artificial y falsa y llevan a un aburrimiento soberano.
5. La Blanche sobreactúa de forma mecánica e intolerable.
6. Las escenas se superponen sin orden ni concierto y aparecen escenas, de repente, sin justificar y sin relación ninguna con la anterior.
7. El intento de copiar escenas de películas clásicas de cine negro, es penoso y ridículo
8. ¿Dónde está ese reflejo,del que hablan, del Nueva York de los años 50?
9. La escena de la pistola es para echarse a llorar y la de la Mara pintando un rectángulo en la pared te hace soltar una carcajada de "gota que colma el vaso"
No hay posibilidades de hacer un "spoiler" porque no hay nada que contar. La película es el mayor spoiler que he encontrado en mis años y años de cine.
Vale, pues voy a ser un bicho raro, pero esta película no hay por donde cogerla.
1. ¿Amor?, ¿Pasión? ¿Emoción? ¿Sensibilidad?. No hay ni un ápice de estos sentimientos en las dos horas (eternas) que dura esta terrible experiencia. Es una película gélida, lejana, sin ningún tipo de feeling entre las dos protagonistas.
2. No hay historia, ni diálogos inolvidables (ni olvidables), ni denuncia, ni compromiso, ni palabras bellas, ni banda sonora, ni imágenes sugerentes, ni miradas, ni gestos cómplices, ni actores ni actrices.
3. La estética es rígida, ñoña, la fotografía desteñida, con unos planos de principiante, sin sentido de la estética.
4. La lentitud es artificial y falsa y llevan a un aburrimiento soberano.
5. La Blanche sobreactúa de forma mecánica e intolerable.
6. Las escenas se superponen sin orden ni concierto y aparecen escenas, de repente, sin justificar y sin relación ninguna con la anterior.
7. El intento de copiar escenas de películas clásicas de cine negro, es penoso y ridículo
8. ¿Dónde está ese reflejo,del que hablan, del Nueva York de los años 50?
9. La escena de la pistola es para echarse a llorar y la de la Mara pintando un rectángulo en la pared te hace soltar una carcajada de "gota que colma el vaso"
No hay posibilidades de hacer un "spoiler" porque no hay nada que contar. La película es el mayor spoiler que he encontrado en mis años y años de cine.
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