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Agárralo como puedas 33 1/3: El insulto final

Comedia La noche de los Oscar, ¿quién ganará?, ¿quién perderá?, y por favor, ¿puede alguien quitar a ese imbécil del escenario? ¡Esperen! No se trata de un imbécil normal y corriente. Es el Teniente Frank Drebin, destrozando la ceremonia para detener un plan terrorista que podría ser su final... Y va a convertirse en el principio de toda una locura. (FILMAFFINITY)
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Críticas 36
Críticas ordenadas por utilidad
29 de junio de 2008
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras la dudosa segunda parte, esta tercera entrega consigue convencer al espectador pero sin llegar a alcanzar a la primera parte de la absurda saga. Se elevan las situaciones absurdas y se recupera el humor en general que hizo de agárralo como puedas una de las sagas por excelencia del humor absurdo de los años ’80.
Se usan recursos ya clásicos de la saga, como el travelling paralelo que muestra una suma de situaciones absurdas en segundo plano que componen los momentos mas divertidos de la película. Leslie Nielsen está como siempre y cierra la saga convincentemente en un papel que sería inconcebible si él no lo interpretara.
La entrega de los Oscar es la parte más destacable de esta película, aunque guarda mas de un punto cómico previo que hará más amena la película (cosa que tambien se ve ayudada por su corta duración).
Última entrega de una de las sagas más importantes del humor absurdo de todos los tiempos. Es la suma pura de Nielsen+Zucker+Abrahams que emana absurdez por los cuatro costados pero que no tiene la frescura de su primera parte.
NeoJ
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17 de julio de 2012
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con Agárralo como puedas 33 1/3 se pone fin a la que es, probablemente, la mejor saga del cine de humor que se ha visto jamás. Más floja que las dos anteriores, sigue teniendo algún que otro momento memorable.

El debutante Peter Segal toma el relevo de David Zucker, que se encarga en esta ocasión de las labores de producción además de colaborar con el guion. El trabajo de Segal intenta no dejar de lado lo que las dos primeras partes nos habían mostrado, pero para su desgracia no lo consigue. Cierto es que siguen habiendo algunos diálogos realmente desternillantes, aunque la mayor parte del metraje tiene cierto gusto a refrito, ese que queda cuando toda la chicha se ha agotado, algo normal teniendo en cuenta que las dos primeras películas son de una genialidad deslumbrante. Aunque esta última película de trilogía es, como las otras dos, mejor que la mayoría de comedias que han llegado después, está varios escalones por debajo de sus predecesoras. Tal vez, el hecho de que Segal no haga un trabajo demasiado bueno (más allá de que el listón estaba muy alto) es que se le dan mejor las comedias más ligeras en las que no prime tanto el juego de imágenes y palabras.

Leslie Nielsen se pone de nuevo en la piel del ya eterno Frank Drebin y vuelve a dejar muestras de su infinita capacidad para el humor visual. Priscilla Presley, cuyo personaje evoluciona bastante (a peor) está correcta, al igual que un O.J. Simpson que, más allá de todos sus problemas, demuestra en esta trilogía (más que en ninguna otra parte en su carrera) ser un cómico más que decente. Fantástico de nuevo George Kelly en un personaje del que parece disfrutar muchísimo. La peculiar pareja madre - hijo formada por Pia Zadora y Fred Walch rinde a un gran nivel. Por último, destacar la aparición de aquella belleza que fue Anna Nicole Smith, con un personaje de relativa importancia. Además, están los múltiples cameos.

Resumiendo, que es gerundio: Agárralo como puedas 33 1/3 deja claro que hasta las mejores fórmulas tienen fecha de caducidad. Hay que hacer algo más que dejarse llevar por una buena idea. Buenas ideas las hay a montones, pero películas capaces de transmitirlas, no tantas. Las dos primeras fueron capaces de hacerlo y esta, a pesar de poner mucha voluntad, se queda a mitad de camino... salvo en la escena de la ceremonia.
Grijander
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19 de marzo de 2009
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mi entender no existen películas que hayan podido igualar desde entonces a las agárralo como puedas, las aterriza como puedas o la inconmensurable Top Secret. No hace falta predisposición ninguna a la risa acompañada de llanto para ver las películas del señor Leslie Nielsen, su expresión facial, su mirada absurda y los actores y secuencias que lo acompañan, así como los hilarantes guiones, producen una carcajada casi continua. No importa cuántas veces se vean, se vuelve a caer, son como las cosquillas. Una recomendación es verla con cuanta más gente mejor.

Un saludo.
Victor M Lazaro
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10 de enero de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todo este tipo de películas reciben siempre malas notas, cuando son auténticas joyas del estilo. Esta, en concreto, es una absoluta maravilla. No todas las películas tienen que tomarse en serio a sí mismas para poder recibir una puntuación superior al 7.

Larga vida a Leslie Nielsen.
mikigrao
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8 de septiembre de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vamos a verle por última vez en quizás la misión más importante de su carrera. Rescató a la hija de un millonario, salvó a la ciudad de violentos extorsionadores, evitó la muerte de la reina de Inglaterra y por si fuera poco evitó un complot contra el Medio Ambiente...¡pero eso no es nada para él!

Parecía que a mitad de los '90 se estaban acabando las ideas para este tipo de cine absurdo que tan bien funcionó en la década anterior. Y es que estaba claro que la comedia había cambiado, que el cine había cambiado, sin embargo David Zucker y su troupe volvían a la carga resucitando al mítico Frank Drebin, quizás para una última aventura (aunque se planeó mucho después una 4.ª); podría ser "The Naked Gun 33⅓" el canto del cisne de esta estirpe de comedias, si bien el género continúa hasta nuestros días (mal, pero continúa). Aunque si algo nos extraña a los fans es que el sr. Zucker, así como su hermano Jerry o Jim Abrahams, no ocupan la silla del director, ni siquiera su longevo colaborador Pat Proft...
En lugar de eso le ceden el puesto, o quizás fue decisión de Paramount, a un debutante neoyorkino llamado Peter Segal que empezaría con éxito en la televisión y acabaría especializándose en el género con cosas como "Tommy Boy", "Ejecutivo Agresivo" o la (terrible) secuela de "El Profesor Chiflado". Una ya memorable secuencia de apertura donde se parodia la no menos memorable secuencia de la estación de "Los Intocables" (y que se quería usar en la primera "The Naked Gun") nos da una pista del exceso al que apunta los responsables del film.

En efecto, en cuanto a ésto, ha tenido mucha importancia en la evolución de estas "spoof movies" desde la seminal "Aterriza como Puedas", y a estas alturas está claro que el deseo del quinteto Zucker/Abrahams/Zucker/Proft/Segal es rebasar el límite de dicho exceso en cada secuencia, por eso los "gags" visuales ahogan la pantalla hasta la extenuación. También es cierto que, en comparación con la anterior entrega, el guión parece afinar el ingenio de los diálogos, las interacciones entre personajes y su caracterización, empezando por Frank y Jane, cuya otrora relación de amor-odio sólo era un pretexto para los chistes sin gracia.
Ahora Leslie Nielsen y Priscilla Presley, cuya química sigue haciendo saltar chispas en pantalla, profundizan en aspectos más dramáticos y creíbles de sus personajes al ponerles en una situación de ruptura matrimonial y reconciliación. Además tenemos al bueno de Fred Ward en un villano, Rocco, (un millón de veces) más carismático que el de Robert Goulet; sorprende el hecho de que Zucker y Proft expongan a este villano y su malévolo plan y luego se centren exclusivamente en Frank y los personajes de su entorno, convertido en un insatisfecho agente retirado y hecho a la vida hogareña cual madraza de familia numerosa (las bromas sobre esta situación dejan ver lo inagotable del talento de Nielsen).

Mientras tanto, Jane ejerce ahora (no sabemos por qué) de abogada, y harta de la obsesión de Frank por regresar a la brigada le abandona momentáneamente; el guión también evita las complejas intrigas anteriores y prepara rápido los resortes narrativos; básicamente se sostiene sobre dos grandes actos (que son los correspondientes a la prisión y a la ceremonia de los Oscar) unidos por los "gags" y el drama romántico entre la pareja. Otro acierto es que esta vez Jane deja de ser la dama en apuros y colabora con Frank en la resolución del caso, quedando Ed y Nordberg al margen.
Dichos actos acumulan un gran número de bromas, excesivas en todo su delirante absurdo, el primero burlándose de los dramas carcelarios al estilo de "La Gran Evasión" o "Fuga de Alcatraz" (lo más divertido: el problema para deshacerse de la arena del túnel); el segundo y por lo que será recordada esta 3.ª parte es esa ceremonia donde lo disparatado se lleva a límites inenarrables, dejando los guionistas y el director todo el prestigio y la elegancia de Hollywood por los suelos con maliciosos guiños al espectador y a la propia industria. Por debajo del legendario clímax que era el partido de baseball, la sucesión de demenciales chistes y burlas durante esa entrega de Oscars supera claramente a la conferencia sobre las energías renovables.

Admirable es que el equipo pudiera contar con la ayuda de verdaderas estrellas parodiándose sin vergüenza. ¿Cómo pasar por alto intervenciones tan buenas como las de James Earl Jones, Elliott Gould, Olympia Dukakis, Mariel Hemingway y por supuesto la gran Raquel Welch?; impagable la mujer en su lucha cuerpo a cuerpo con un Nielsen que deja claro durante esta larga secuencia por qué es uno de los mejores actores cómicos de todos los tiempos (y si aún hay dudas presten atención a sus escenas en el banco de esperma).
Así como también es difícil olvidar a la preciosa playmate de monumentales atributos Anna N. Smith (otra muestra del exceso de la película) y a R. Lee Ermey en una pequeña aparición como guardia de la prisión. Segal hace gala de un buen pulso para distribuir la sucesión de "gags", pero pese a todas sus virtudes y las buenas críticas, parece ser que el film no resultó tan lucrativo en taquilla como los previos (y eso que invirtieron mucho más dinero); estaban empezando a decaer este tipo de comedias, y "The Naked Gun 33⅓" es sin duda el broche de oro perfecto, no sólo para una franquicia, sino para el periodo en el que se realizaron las mejores comedias absurdas.

Geniales, por cierto, las referencias a "Thelma y Louise" (y el ahínco con el que se satiriza el sentimiento misándrico que ya empezaba a hacerse eco en la sociedad de la época, bromas que el equipo jamás hubiese hecho hoy en día).
Unos genios visionarios estos tipos.
Chris Jiménez
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