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Cleopatra

Drama El victorioso general Julio César se ve obligado a visitar Egipto para evitar la guerra civil provocada por la falta de entendimiento entre Cleopatra y su hermano Tolomeo, que comparten el poder en Egipto. César, cautivado por la inteligencia y belleza de la joven, la proclama reina indiscutible de Egipto, y tras el nacimiento de su hijo, Cesarión, la convierte en su esposa. (FILMAFFINITY)
Críticas 60
Críticas ordenadas por utilidad
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6
3 de abril de 2016
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película para analizarla correctamente, Habría que dividirla en 2 partes, es decir por un lado la estancia de Cesar en Egipto y por otro lado, la relación entre Marco Antonio y Cleopatra.
La primera parte sigue el rigor histórico, casi a la perfección, recreando todos los acontecimientos que se dieron durante el paso de Cesar por Egipto, narrando hechos históricos como la visita de Cesar a la tumba de Alejandro Magno, enlazado con el encuentro que este tuvo con su estatua en Hispania, también esta metida con calzador en la trama la extraña aflicción que sufría Cesar y este ocultaba, así como también las capacidades intelectuales de Cleopatra, durante esta parte todo discurre bien hasta el tema de Cesarion en donde los guionistas, si que se fueron por las ramas, tratándolo los hechos como algo que no fue.
La segunda parte tras la muerte de Cesar, el testamento, el II triumvirato, y el enfrentamiento entre Octavio y Marco Antonio, decae bastante, tal vez porque el elenco formado por Richard Burton como Maco Antonio y Roddy McDowall como Octavio, esta falto de carisma y se ven eclipsados por la interpretación de Rex Harrsion como Julio Cesar durante la primea parte de la película, de hecho de esta segunda pare lo único que destacaria es la batalla naval de Accio, que esta recreada casi a la perfección y es una maravilla visual como se recrea su transcurso.
En definitiva, en esta cinta Joseph L. Mankiewicz, no escatimo en decorados,vestuario y detalles visuales, la fotografia es una maravilla y claro esta, que fue una superproducción de la época y esta basada en recrear el lado mas bello e irresistible de una Cleopatra, interpretada por Elizabeth Taylor para el recuerdo, aunque la historia ha demostrado que Cleopatra destacaba mas por su personalidad, ingenio e intelecto al parecer por encima de la media, mas que por la belleza resaltada en el largometraje.
9
19 de noviembre de 2013
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una Pelicula que dura 4 horas y aún te parecen poco. Un montaje deslumbrante desde el principio hasta el final. Por supuesto la mejor Cleopatra de las habidas y por haber. Fabulosa interpretación de los tres grandes, Elizabeth Taylor, Richard Burton, Rex Harrison. Tanto en tierra como en mar se despliegan unas vistas únicas. Unos ejércitos reales. Unas batallas verídicas, sin exageraciones. Algo que te queda para siempre.
8
6 de abril de 2012 5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Julio Cesar (Rex Harrison) está acabando de librar una victoriosa batalla contra el rebelde Pompeyo () que consigue huir a Egipto, un reino tampoco pacificado debido a la disputa que tiene el faraón Ptolomeo (Richard O´ Sullivan) con su hermana Cleopatra (Elizabeth Taylor). Durante los años ausencia del Cesar, Marco Antonio (Richard Burton) está al cargo de Roma.

Joseph L. Mankiewicz (La Huella) llegó a nivel de superproducción la tragedia de la princesa Cleopatra, Marco Antonio y así como la anterior caída de Julio Cesar a manos del senador Bruto (y que ya había puesto detrás de las cámaras a Louis Calhern, James Mason y Marlon Brando en su shakeasperiana obra maestra diez años atrás).

Cuatro horas segmentadas en dos (normal en éstos filmes épicos de larga duración) para ver como una mujer fue capaz de desestabilizar una civilización de hombres poderosos y que constituyeron el fin de una República y el inicio de un Imperio. Elizabeth Taylor fue la actriz indicada para personificar el papel de la princesa egipcia en sus dos historias de amor que vive durante el metraje de la película. El “glamour” que ya por sí exhalaba la actriz inglesa en su sola presencia fue apoyado por unos pomposos decorados y un vestuario preparado al detalle.

Ni que decir que la pareja de mosa en el Hollywood de entonces estaba compuesta por Elizabeth Taylor y su amor de toda la vida, Richard Burton que, pocos años después de ésta esplendida película, se enfrentaría a un duelo de parejas en “¿Quién teme a Virginia Woolf?” (Who´s Afraid of Virginia Woolf?, 1966) de Mike Nichols.
8
10 de abril de 2013 5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No ha habido caso igual: una película que trascendió lo puramente cinematográfico, convirtiéndose en un azaroso culebrón con repercusiones sociales, políticas y económicas, que salpicó al mundo durante los tres primeros años de la década de los sesenta. La historia es compleja, plagada de sucesos rocambolescos, tragedias incluso (el director de producción murió de infarto durante el rodaje), dimisiones, expulsiones, actos de sabotaje, huelgas, avatares de todo tipo, imposible de resumir aquí. Baste recordar que todo comenzó con la pretensión de la Fox de conseguir un gran éxito comercial que sacara a la compañía de una prolongada crisis. Se acababan de estrenar dos películas “de romanos” con descomunal éxito: “Ben-Hur” y “Espartaco”. La Fox se fijó en la “Cleopatra” de 1934 y se propuso hacer un remake que la curara de sus penurias. A partir de entonces se inició un rosario de turbulencias: el presupuesto de 2 millones se convirtió en 44; Elizabeth Taylor enfermó gravemente, obligando a interrumpir el rodaje en varias ocasiones; los escenarios iniciales, construidos en Inglaterra, tuvieron que trasladarse a los estudios Cinecittá de Roma, después de haberse filmado algunas escenas; el reparto original fue totalmente modificado; los gastos se dispararon, el rodaje se volvió caótico, incontrolado, la compañía estuvo al borde de la ruina total; antes de final, se despidió al productor y alma del proyecto, el gran Walter Wanger. Todo ello aderezado, además, con el sonado romance Taylor-Burton, quienes acabaron separándose de sus respectivas parejas y casándose. Cuando, tras casi tres años, Joseph L. Mankiewicz tuvo lista su obra, en dos películas de tres horas cada una, llegó el sustituto de Wanger, Darryl F. Zanuck, se negó a que surgieran dos filmes y ordenó un nuevo montaje que cortaba en más de dos horas el original, naturalmente con la oposición de Mankiewicz, estrenándose una copia de algo más de tres horas. Posteriormente se ha logrado ampliar el metraje a 243 minutos para su edición en DVD. Ahora se afanan por rescatar esas dos horas perdidas, ya que el soporte audiovisual moderno sí permite otros formatos más largos y flexibles. Pero tal vez sea tarde y parte del material puede haberse perdido.
Mankiewicz trabajó duramente en la considerada “la película más cara de la Historia”, escribiendo la casi totalidad del guión, aparte de dirigir, y al final sufrió la terrible decepción de tener que contemplar una obra mutilada. Perdió parte de su salud y, hasta su muerte, manifestó la aversión que le producía el resultado final. Con todo, fue un grandioso éxito y aunque al principio no logró recuperar los 44 millones, a los pocos años sí lo consiguió.
¿Qué es “Cleopatra” tras todo aquel maremágnum? Pues, naturalmente, un gran película, en donde brillan excepcionales interpretaciones (sobre todo la de Rex Harrison, que compone un Julio César inolvidable), diálogos magistrales, intimistas e inteligentes, una sutil y aguda crítica del poder político (generador de miserias para los desfavorecidos), escenas espectaculares, una música inspiradísima de Alex North, los retratos profundos y carismáticos de tres personajes históricos que se dejan llevar por sus pasiones, un trabajo magistral de Mankiewicz, que nos lega momentos sublimes, como el desfile de la llegada de Cleopatra a Roma o el travelling final. Es, al mismo tiempo, una crónica histórica y una historia de amor a tres bandas.
¿Qué imposibilita que sea una obra maestra? Pues, en mi opinión, la salvaje mutilación y manipulación a la que fue sometida (que ha impedido que conozcamos la película tal y como Mankiewicz la creó), la visión maniqueísta, convencional e idealizadora que da del mundo antiguo y algunos errores históricos, no graves.
No obstante, pese a todo, “Cleopatra” es una fascinante obra, genialmente dirigida, con elegantes planos, magníficas secuencias, grandiosas escenas coloristas de exteriores e interesantes diálogos. Confiemos que algún día se restaure en su totalidad y podamos, al fin, disfrutar la película tal y como fue concebida.
10
4 de marzo de 2015 5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No soy entendido en esto del cine, es decir, de aspectos técnicos ni idea. Ello no quiere decir que no me guste el cine, de hecho me encanta. He oído hablar muchas veces de Cleopatra, entiéndase la película que aquí nos ocupa, pero nunca la había visto. Una vez vista he de decir que me ha encantado. Su música, su ambientación, sus protagonistas, su vestuario, su historia, sus diálogos, me ha gustado todo.
Es increíble, que sin tener los medios técnicos con los que se cuentan hoy en día, se pudiera rodar una película de esa categoría, digna de ser reproducida en las salas cines actuales, ya que tiene que ser una pasada verla de esa forma.
Debería de haber salas de cine museo para que todo el mundo pudiera disfrutar con esta película y con otras tantas que por el mero hecho de ser antigüas son descartadas. Siempre queda el consuelo de verla en casa.
Por último decir, "que ni todo lo viejo es malo ni todo lo nuevo es bueno ni todo lo viejo es bueno ni todo lo nuevo es malo".
Un saludo
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