Cleopatra
1963 

7.2
9,901
Drama
El victorioso general Julio César se ve obligado a visitar Egipto para evitar la guerra civil provocada por la falta de entendimiento entre Cleopatra y su hermano Tolomeo, que comparten el poder en Egipto. César, cautivado por la inteligencia y belleza de la joven, la proclama reina indiscutible de Egipto, y tras el nacimiento de su hijo, Cesarión, la convierte en su esposa. (FILMAFFINITY)
26 de agosto de 2010
26 de agosto de 2010
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película más antigua que he visto. Y es que claro, si a los veinte años uno ha visto Troya, Gladiator, y todas las superproducciones épicas de la década, se acaba acostumbrando a los efectos digitales de las pelis modernas, y la verdad, al ver una peli de imagen y sonido antiguo le suena pobre, cutre, ridículo, deprimente...
Sin embargo, al haber agotado el género épico-histórico moderno, uno mira para atrás.
Y presa de su afición a la historia de la antigüedad, mira las antiguas pelis de romanos en FA. Y, sin saber porqué, le llama Cleopatra. Y se dice: "mucha gente dice que están chulas pese a la antigüedad..."
Y le pregunta a su madre:"la vi con quince años en el cine, no la recuerdo casi, pero recuerdo que sí me gustó, y Elizabeth Taylor estaba guapísima."
Aquí le pica el gusanillo. Poco tiempo después, pasea por un centro comercial y se la encuentra: en estuche metálico y tan sólo vale 7 Eurillos. Esa misma noche la pone. Menuda voz antigua y deprimente del narrador.
Entonces la pongo en inglés subtitulado, algo poco habitual en mí, pero es que el doblaje español de las pelis antiguas... me deprime, con lo buenos que son ahora los doblajes... ¿a quién ponían en ese entonces a doblar las pelis?
Entonces empieza lo bueno. Un actor para mí desconocido interpreta a Julio César. Menuda presencia magnética, literalmente llena la pantalla desde el primer instante, que carisma, atrae sobre si toda la atención, realmente magnífico. Ya nunca lo olvidaré, se llama Rex Harrison y estoy deseando volverle a ver en pantalla. Durante dos horas, transcurre la primera parte de la historia, la referida a Cleopatra y César. Dos maravillosas horas, de las que pocas veces el cine proporciona. Puesta en escena de proporciones mayestáticas, un vestuario digno de conservarse en un museo junto a los Picassos, Goyas, Sorollas, etc. y un drama de personajes con diálogos de gran belleza e inteligencia sublime y profunda cultura. Sin embargo, lo mejor de toda la función, es Elizabeth Taylor. Ya ha quedado inmortalizada en mi mente para toda mi vida. Es capaz de hacerle sombra a Harrison con una fuerza y sensibilidad realmente estremecedoras. Borda un papelón, no hay palabras, hay que verla, es tan intensa su interpretación como inusual su belleza. Parece la mismísima Isis. Así, la primera parte es de diez, perfecta. 120 maravillosos minutos, ni uno de sobra. Majestuosa. Destaca por su espectacularidad la entrada a roma de Cleopatra y Cesarión, no hay palabras.
La segunda parte de la peli va en "spoiler", aunque no destripo nada.
Sin embargo, al haber agotado el género épico-histórico moderno, uno mira para atrás.
Y presa de su afición a la historia de la antigüedad, mira las antiguas pelis de romanos en FA. Y, sin saber porqué, le llama Cleopatra. Y se dice: "mucha gente dice que están chulas pese a la antigüedad..."
Y le pregunta a su madre:"la vi con quince años en el cine, no la recuerdo casi, pero recuerdo que sí me gustó, y Elizabeth Taylor estaba guapísima."
Aquí le pica el gusanillo. Poco tiempo después, pasea por un centro comercial y se la encuentra: en estuche metálico y tan sólo vale 7 Eurillos. Esa misma noche la pone. Menuda voz antigua y deprimente del narrador.
Entonces la pongo en inglés subtitulado, algo poco habitual en mí, pero es que el doblaje español de las pelis antiguas... me deprime, con lo buenos que son ahora los doblajes... ¿a quién ponían en ese entonces a doblar las pelis?
Entonces empieza lo bueno. Un actor para mí desconocido interpreta a Julio César. Menuda presencia magnética, literalmente llena la pantalla desde el primer instante, que carisma, atrae sobre si toda la atención, realmente magnífico. Ya nunca lo olvidaré, se llama Rex Harrison y estoy deseando volverle a ver en pantalla. Durante dos horas, transcurre la primera parte de la historia, la referida a Cleopatra y César. Dos maravillosas horas, de las que pocas veces el cine proporciona. Puesta en escena de proporciones mayestáticas, un vestuario digno de conservarse en un museo junto a los Picassos, Goyas, Sorollas, etc. y un drama de personajes con diálogos de gran belleza e inteligencia sublime y profunda cultura. Sin embargo, lo mejor de toda la función, es Elizabeth Taylor. Ya ha quedado inmortalizada en mi mente para toda mi vida. Es capaz de hacerle sombra a Harrison con una fuerza y sensibilidad realmente estremecedoras. Borda un papelón, no hay palabras, hay que verla, es tan intensa su interpretación como inusual su belleza. Parece la mismísima Isis. Así, la primera parte es de diez, perfecta. 120 maravillosos minutos, ni uno de sobra. Majestuosa. Destaca por su espectacularidad la entrada a roma de Cleopatra y Cesarión, no hay palabras.
La segunda parte de la peli va en "spoiler", aunque no destripo nada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La segunda parte es referente a Antonio y Cleopatra. La verdad es que aquí es donde puede verse el daño que se le infringió al con toda seguridad supremo libreto original de Mankiewicz.
Los secundarios quedan totalmente apartados, centrándose casi exclusivamente en Antonio y Cleopatra. Sobre todo me hubiera gustado que se desarrollara a la Madre Cleopatra y se desarrollase un papel para Cesarión, algo más que aparecer sentado en el trono mientras dirige su madre. Además, de Octavia, Apolodoro o Sosígenes no se nos muestra prácticamente nada. Si sabremos de Octavio, caracterizado con cierta profundidad aunque a mí me resulto soso como personaje.
Finalmente, Burton está muy entregado pero la verdad es que le falta carisma, resulta demasiado teatral, y sus monólogos excesivos. Además, sin ir buscando estricto rigor histórico, un Antonio tan noble y heroico no me lo creo ni aunque quiera. En esta parte, eché muchísimo de menos a Rex Harrison. Y es aquí donde pierde un poco de fuelle y puede empezar a cansar. Pero tras la batalla de Actium recobra la intensidad de la primera parte hasta desembocar en un final de gran poder emotivo. Destaco de esta parte sobre todo el reencuentro de Antonio y Cleopatra tras Actium y todos y cada uno de los instantes desde que se desaloja el Palacio de Alejandría hasta el final, un señor final:
"Y dijo el romano: ¿crees que ha hecho bien, tu señora?- Y la esclava contestó: Claro que sí, ha hecho muy bien, tal y como corresponde a la última de tan noble estirpe de soberanos."
JAJAJAJA, ¿la estirpe ptolemaica noble?; querrá decir incestuosa y corrupta... pero bueno, el cine es ficción.
Así, Cleopatra acaba de convertirse en una de mis pelis favoritas, pues sus virtudes son tan grandes que compensan de sobras sus defectos. Y además me ha enseñado una buena lección: al menos en V.O.S; las pelis antiguas no deprimen, y además pueden llegar a ser infinitamente buenas sin alardes tecnológicos de última hora. A la próxima, Ben-Hur.
Los secundarios quedan totalmente apartados, centrándose casi exclusivamente en Antonio y Cleopatra. Sobre todo me hubiera gustado que se desarrollara a la Madre Cleopatra y se desarrollase un papel para Cesarión, algo más que aparecer sentado en el trono mientras dirige su madre. Además, de Octavia, Apolodoro o Sosígenes no se nos muestra prácticamente nada. Si sabremos de Octavio, caracterizado con cierta profundidad aunque a mí me resulto soso como personaje.
Finalmente, Burton está muy entregado pero la verdad es que le falta carisma, resulta demasiado teatral, y sus monólogos excesivos. Además, sin ir buscando estricto rigor histórico, un Antonio tan noble y heroico no me lo creo ni aunque quiera. En esta parte, eché muchísimo de menos a Rex Harrison. Y es aquí donde pierde un poco de fuelle y puede empezar a cansar. Pero tras la batalla de Actium recobra la intensidad de la primera parte hasta desembocar en un final de gran poder emotivo. Destaco de esta parte sobre todo el reencuentro de Antonio y Cleopatra tras Actium y todos y cada uno de los instantes desde que se desaloja el Palacio de Alejandría hasta el final, un señor final:
"Y dijo el romano: ¿crees que ha hecho bien, tu señora?- Y la esclava contestó: Claro que sí, ha hecho muy bien, tal y como corresponde a la última de tan noble estirpe de soberanos."
JAJAJAJA, ¿la estirpe ptolemaica noble?; querrá decir incestuosa y corrupta... pero bueno, el cine es ficción.
Así, Cleopatra acaba de convertirse en una de mis pelis favoritas, pues sus virtudes son tan grandes que compensan de sobras sus defectos. Y además me ha enseñado una buena lección: al menos en V.O.S; las pelis antiguas no deprimen, y además pueden llegar a ser infinitamente buenas sin alardes tecnológicos de última hora. A la próxima, Ben-Hur.
6 de julio de 2021
6 de julio de 2021
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es imposible resumir en un espacio reducido, a no ser que sea un libro entero y bien grueso, la cascada de anécdotas, sabotajes, escándalos, saqueos y contratiempos que envolvieron a esta versión de “Cleopatra”, una de las más caras superproducciones de toda la historia del cine. El motivo del título de mi comentario no es otro que he hecho las paces con esta mastodóntica versión que firma Joseph L. Mankiewicz. Me parecía un film interesante, pero al disfrutar de su versión de sus cuatro horas, con gran calidad de imagen y sonido, me ha convencido más porque se me ha hecho más comprensible. Y no porque fuera un film críptico, de hecho aún hay momentos que avanza con altibajos, pero su montaje alteró su guión en muchos momentos y en detrimento de los personajes. Da una gran sensación de paz el reconciliarse con una espinita clavada, porque Mankiewicz me gusta y porque “Cleopatra” ha sido vilipendiada a límites extremos. Sus diferentes montajes con duraciones abreviadas, o para ser más exactos, sus amputaciones, no le beneficiaron, como en su día, Elizabeth Taylor llegó a vociferar en la rueda de prensa: “Han suprimido el corazón, la esencia,volcándose en las escenas de batallas”. Y le sobraba razón.
Al margen dejaremos el presupuesto que iba aumentando con el paso de los años (porque fueron dos años), los cambios de reparto y director, e incluso los decorados en el Reino Unido que fueron abandonados porque se rodó fuera de allí. Taylor terminaba su contrato con la Metro y la Fox la quería para su papel protagonista, en el que se barajaron nombres como el de Marilyn Monroe, Joan Collins, Audrey Hepburn, Brigitte Bardot, Kim Novak, Sophia Loren o la que parecía que tenía más posibilidades, Susan Hayward. Pero Walter Wagner, productor de la película, convenció a Skouras, presidente de la Fox, de la elección de Taylor que pedía el oro y el moro: 125.000 dólares por cuatro meses de rodaje, 50.000 más por cada semana adicional, 3.000 en gastos semanales, transportes gratuitos, copia en 16 milímetros para ella de todo el material, rodar la película en el sistema de pantalla gigante TODD-AO, del cual era propietaria, ya que enviudó de Michael Todd (el judío que le enseñó el mundo de las joyas y el sexo) y rodar fuera de Estados Unidos para evitar problemas con el fisco. Un contrato que la convirtió en multimillonaria.
Marea el número de cifras que terminó costando la película. Como ejemplo mencionar lo que era solamente el vestuario para Taylor: 60 vestidos, cuyo coste superaban los 250.000 dólares, incluyendo el traje confeccionado con hilo de oro de 24 kilates.
Mankiewicz (impuesto por la Taylor) confiesa que fue uno de los peores rodajes que padeció y que casi acaba con su vida. Hasta Rex Harrison se ofreció a renunciar su sueldo con el fin de intentar paliar el desastre, cosa que su director agradeció pero que le pidió que nunca más lo ofreciera ya que poco podía ayudar. Ambos se hicieron muy amigos y volverían a coincidir en “Mujeres en Venecia”. “Cleopatra” fue la número uno ese año en el que el romance entre Taylor y Richard Burton, una pareja de cine, nunca mejor dicho, ambos casados pero no entre sí, levantó una oleada de comentarios imparable pero que, a la larga, perjudicó sus posibles nominaciones al Oscar y el que Zanuck optara por cortar la película sobre todo en las escenas iniciales. No sé si algún día podremos ver lo que era el proyecto original: seis horas divididas en dos películas. “César y Cleopatra” donde Harrison y Taylor son los protagonistas y “Marco Antonio y Cleopatra” donde Harrison da paso a Burton con Taylor, y que la mayoría de sus escenas son las que integran el metraje conocido y en el que la pasión entre ambos se palpa.
Aunque fue la película más taquillera de 1963 constaba como un fracaso, ya que le resultó imposible que fuera rentable, cosa que consigue con el paso de los años en sus pases televisivos y la venta en video y demás soportes. En segundo lugar del “ranking” se situó “El mundo está, loco, loco, loco” y en tercer lugar, la británica y sorpresa del año (la que se llevaría los Oscars principales) “Tom Jones”. La Fox se situó al borde de la bancarrota, pero el bestial éxito de “Sonrisas y lágrimas” (con cifras que hasta siete años después con “El padrino” ninguna película conseguiría) hizo que la Fox resurgiera de entre sus cenizas, pudo tapar sus deudas e invertir en tres musicales: “El extravagante Doctor Dolittle” (con Rex Harrison), “La estrella (Star!)” con Julie Andrews y “Hello Dolly”, la única que resultó ser un éxito. Esto, sumado a otra superproducción que, aunque fuera, tras “Hawaii”, la segunda más taquillera de 1966, le pasó como a “Cleopatra”, le fue imposible amortizar su presupuesto y que solo con el paso del tiempo resultó rentable: “La Biblia (en su principio)”, de John Huston, hizo que la Fox, si exceptuamos la saga del "planeta de los simios", hasta “The French Connection, contra el imperio de la droga”, volviese a estar de nuevo en apuros sin un film que fuera un exitazo y barriera en los "Oscars". Creo que me estoy desviando de “Cleopatra”, aunque he intentado no repetirme con información que otros usuarios previamente ya han aportado.
Por falta de espacio prosigo en el espacio del spoiler sin destripar nada.
Al margen dejaremos el presupuesto que iba aumentando con el paso de los años (porque fueron dos años), los cambios de reparto y director, e incluso los decorados en el Reino Unido que fueron abandonados porque se rodó fuera de allí. Taylor terminaba su contrato con la Metro y la Fox la quería para su papel protagonista, en el que se barajaron nombres como el de Marilyn Monroe, Joan Collins, Audrey Hepburn, Brigitte Bardot, Kim Novak, Sophia Loren o la que parecía que tenía más posibilidades, Susan Hayward. Pero Walter Wagner, productor de la película, convenció a Skouras, presidente de la Fox, de la elección de Taylor que pedía el oro y el moro: 125.000 dólares por cuatro meses de rodaje, 50.000 más por cada semana adicional, 3.000 en gastos semanales, transportes gratuitos, copia en 16 milímetros para ella de todo el material, rodar la película en el sistema de pantalla gigante TODD-AO, del cual era propietaria, ya que enviudó de Michael Todd (el judío que le enseñó el mundo de las joyas y el sexo) y rodar fuera de Estados Unidos para evitar problemas con el fisco. Un contrato que la convirtió en multimillonaria.
Marea el número de cifras que terminó costando la película. Como ejemplo mencionar lo que era solamente el vestuario para Taylor: 60 vestidos, cuyo coste superaban los 250.000 dólares, incluyendo el traje confeccionado con hilo de oro de 24 kilates.
Mankiewicz (impuesto por la Taylor) confiesa que fue uno de los peores rodajes que padeció y que casi acaba con su vida. Hasta Rex Harrison se ofreció a renunciar su sueldo con el fin de intentar paliar el desastre, cosa que su director agradeció pero que le pidió que nunca más lo ofreciera ya que poco podía ayudar. Ambos se hicieron muy amigos y volverían a coincidir en “Mujeres en Venecia”. “Cleopatra” fue la número uno ese año en el que el romance entre Taylor y Richard Burton, una pareja de cine, nunca mejor dicho, ambos casados pero no entre sí, levantó una oleada de comentarios imparable pero que, a la larga, perjudicó sus posibles nominaciones al Oscar y el que Zanuck optara por cortar la película sobre todo en las escenas iniciales. No sé si algún día podremos ver lo que era el proyecto original: seis horas divididas en dos películas. “César y Cleopatra” donde Harrison y Taylor son los protagonistas y “Marco Antonio y Cleopatra” donde Harrison da paso a Burton con Taylor, y que la mayoría de sus escenas son las que integran el metraje conocido y en el que la pasión entre ambos se palpa.
Aunque fue la película más taquillera de 1963 constaba como un fracaso, ya que le resultó imposible que fuera rentable, cosa que consigue con el paso de los años en sus pases televisivos y la venta en video y demás soportes. En segundo lugar del “ranking” se situó “El mundo está, loco, loco, loco” y en tercer lugar, la británica y sorpresa del año (la que se llevaría los Oscars principales) “Tom Jones”. La Fox se situó al borde de la bancarrota, pero el bestial éxito de “Sonrisas y lágrimas” (con cifras que hasta siete años después con “El padrino” ninguna película conseguiría) hizo que la Fox resurgiera de entre sus cenizas, pudo tapar sus deudas e invertir en tres musicales: “El extravagante Doctor Dolittle” (con Rex Harrison), “La estrella (Star!)” con Julie Andrews y “Hello Dolly”, la única que resultó ser un éxito. Esto, sumado a otra superproducción que, aunque fuera, tras “Hawaii”, la segunda más taquillera de 1966, le pasó como a “Cleopatra”, le fue imposible amortizar su presupuesto y que solo con el paso del tiempo resultó rentable: “La Biblia (en su principio)”, de John Huston, hizo que la Fox, si exceptuamos la saga del "planeta de los simios", hasta “The French Connection, contra el imperio de la droga”, volviese a estar de nuevo en apuros sin un film que fuera un exitazo y barriera en los "Oscars". Creo que me estoy desviando de “Cleopatra”, aunque he intentado no repetirme con información que otros usuarios previamente ya han aportado.
Por falta de espacio prosigo en el espacio del spoiler sin destripar nada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Aunque sea el espacio del spoiler no destripo nada.
No puedo evitar dejar de mencionar su impresionante dirección artística, el vestuario o la fotografía, que junto a los efectos especiales, fueron las categorías que sumaron cuatro Oscars y que ninguna otra película se los pudo arrebatar. Es indudable que sin un truco digital, tanta solemnidad y magnificencia, ya rara vez se podrá repetir en cualquier producción en la actualidad. El envoltorio es uno de los más atractivos de la historia del cine, una pasada que ha ido ganando tras los años transcurridos. Injusto es que a Alex North no le dieran el Oscar por su banda sonora. El eterno nominado nunca fue ganador, a excepción de un Oscar honorífico en 1986, pero tanto por “Cleopatra” como por “Bajo el volcán” fueron dos ocasiones que la Academia pudo aprovechar, pero sobre todo aquí, se lo robaron descaradamente. También mencionar el fallo de su productora al proponer (y negarse a rectificar) como actor de reparto, y no principal, a Roddy McDowall. Fue la gran ocasión que pudo afianzar a este actor, así como el dejar fuera del grupo de nominados a Martin Landau, que hasta décadas después, no fue reconocido.
Magnificencia, en una palabra: lujo. Sus detractores podrán decir que hasta despilfarro, pero con gusto exquisito. No quiero que me dé un ataque de nostalgia ni tampoco depresión por llegar a la conclusión a la que antes llegábamos. La superproducción de “Cleopatra” es irrepetible, como lo es “Ben- Hur” en la versión de Wyler o “Los diez mandamientos” en cualquiera de las versiones de De Mille y otras muchas del pasado siglo. Parece ser que nadie lucha por rescatar ese cine que embelesaba a la muchedumbre y que aún sigue hechizando. Desde creadores a los mismísimos productores que tiran más por el cutrerío que por el arte, incluyo también montajes teatrales u operísticos. Si el público no los exige y se conforman con oropel de saldo, nos darán birrias y mierda para comer. En nosotros está el tener formación, paladar y memoria, al menos para recordar lo que no queremos olvidar, porque aún sigue ejerciendo mucha fascinación. Y eso es básicamente el cine de Hollywood.
Puntualizar por último: Liz es el nombre con que la prensa le bautizó. Es como Paquirrín o Rociíto, para entendernos. Como bien aclaraba en muchas ocasiones su gran amigo Rock Hudson ella detestaba eso de Liz. Elizabeth, siempre Elizabeth, sobre todo para los amigos.
No puedo evitar dejar de mencionar su impresionante dirección artística, el vestuario o la fotografía, que junto a los efectos especiales, fueron las categorías que sumaron cuatro Oscars y que ninguna otra película se los pudo arrebatar. Es indudable que sin un truco digital, tanta solemnidad y magnificencia, ya rara vez se podrá repetir en cualquier producción en la actualidad. El envoltorio es uno de los más atractivos de la historia del cine, una pasada que ha ido ganando tras los años transcurridos. Injusto es que a Alex North no le dieran el Oscar por su banda sonora. El eterno nominado nunca fue ganador, a excepción de un Oscar honorífico en 1986, pero tanto por “Cleopatra” como por “Bajo el volcán” fueron dos ocasiones que la Academia pudo aprovechar, pero sobre todo aquí, se lo robaron descaradamente. También mencionar el fallo de su productora al proponer (y negarse a rectificar) como actor de reparto, y no principal, a Roddy McDowall. Fue la gran ocasión que pudo afianzar a este actor, así como el dejar fuera del grupo de nominados a Martin Landau, que hasta décadas después, no fue reconocido.
Magnificencia, en una palabra: lujo. Sus detractores podrán decir que hasta despilfarro, pero con gusto exquisito. No quiero que me dé un ataque de nostalgia ni tampoco depresión por llegar a la conclusión a la que antes llegábamos. La superproducción de “Cleopatra” es irrepetible, como lo es “Ben- Hur” en la versión de Wyler o “Los diez mandamientos” en cualquiera de las versiones de De Mille y otras muchas del pasado siglo. Parece ser que nadie lucha por rescatar ese cine que embelesaba a la muchedumbre y que aún sigue hechizando. Desde creadores a los mismísimos productores que tiran más por el cutrerío que por el arte, incluyo también montajes teatrales u operísticos. Si el público no los exige y se conforman con oropel de saldo, nos darán birrias y mierda para comer. En nosotros está el tener formación, paladar y memoria, al menos para recordar lo que no queremos olvidar, porque aún sigue ejerciendo mucha fascinación. Y eso es básicamente el cine de Hollywood.
Puntualizar por último: Liz es el nombre con que la prensa le bautizó. Es como Paquirrín o Rociíto, para entendernos. Como bien aclaraba en muchas ocasiones su gran amigo Rock Hudson ella detestaba eso de Liz. Elizabeth, siempre Elizabeth, sobre todo para los amigos.
16 de noviembre de 2008
16 de noviembre de 2008
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sugerente, sensual, entretenida... Y larga. A pesar de su duración es un clásico inminente. Dicen que fue un fracaso porque su recaudación no superó al coste del film, pero... ¿Acaso no es uno de los más caros de la historia? También hay que ver que en la época en que se estrenó, el público pedía comida diferente, diversiones diferentes, y cine diferente. A nadie le interesaba ya ver la vida de una reina egipcia, preferian ver a elegantes mujeres desayunando en joyerias y a sensuales rubias haciendo volar sus faldas en rejillas del metro. Pero sin duda Cleopatra marcó un antes y un después, y sin duda contribuyó a ello la gran publicidad personal que la Taylor añadió.
9 de mayo de 2011
9 de mayo de 2011
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Probablemente nos encontremos ante una de las mayores superproducciones de la historia del cine, y es que esta película es una de las grandes.
No sólo hay que destacar la excelente y soberbia actuación de Elizabeth Taylor, sino que todo el conjunto de actores dotan a la película de una calidad insuperable. Los increíbles escenarios transportan al vidente directamente a tiempos remotos, tiempos en que la espada de cada soldado era su mejor amiga. Cada diálogo, cada mirada, cada gesto está logrado al límite.
En lo que se refiere a la fiabilidad histórica, es sumamente rigurosa en este aspecto, soy especialista en historia antigua (Próximo oriente, egipto, grecia y roma) y puedo subrayarlo.
Por todo este conjunto de características podría afirmar que es probablemente una de las mejores películas de la gran cantidad que he visto de este género.
Lo mejor: Todo.
Lo peor: Que hoy en día no se hagan grandes películas como esta.
Atentamente:
Francesco Villodre
No sólo hay que destacar la excelente y soberbia actuación de Elizabeth Taylor, sino que todo el conjunto de actores dotan a la película de una calidad insuperable. Los increíbles escenarios transportan al vidente directamente a tiempos remotos, tiempos en que la espada de cada soldado era su mejor amiga. Cada diálogo, cada mirada, cada gesto está logrado al límite.
En lo que se refiere a la fiabilidad histórica, es sumamente rigurosa en este aspecto, soy especialista en historia antigua (Próximo oriente, egipto, grecia y roma) y puedo subrayarlo.
Por todo este conjunto de características podría afirmar que es probablemente una de las mejores películas de la gran cantidad que he visto de este género.
Lo mejor: Todo.
Lo peor: Que hoy en día no se hagan grandes películas como esta.
Atentamente:
Francesco Villodre
26 de febrero de 2011
26 de febrero de 2011
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta cinta, todo un clásico del mundo cinematográfico cuenta la vida de Cleopatra VII (69-30 a. de C.) la última reina de Egipto de la dinastía de los Lágidas.
Para empezar el reparto es excelente, encabezado por Elizabeth Taylor cuya belleza brilla más que en ninguna otra película que haya hecho; y si a ésto le añades talento y personalidad logras un papel mítico. El reparto también lo engrosa el excelente Rex Harrison, cuyo glamour y presencia llega a eclipsar hasta al propio Richard Burton, el segundo amante. El retrato que se hace aquí tanto de César como de Antonio son de dos hombres extremadamente poderosos y ambiciosos, que tendrán mucho que ver en la vida de Cleopatra. Los exteriores son perfectos, y muy elaborados, se que tuvieron que parar su rodaje varias veces, por la salud de Taylor entre otros motivos, lo cuál muestra el mérito y el tesón de intentar sacar adelante tamaña producción. El vestuario es de lo mejor en el mundo de cine, con pelucas y vestidos increíbles de conseguir para ella, y excelente colorido para todo el elenco de actores y actrices.
La película arranca cuando Cayo Julio César llega a Egipto para establecer el orden político allí y se encuentra con todo un complot. A partir de aquí comenzará todo el periplo de esta historia. Antes de ver la película hay que ser consciente de todo lo que fueron para Cleopatra César y Antonio en la realidad histórica. César le dio el poder y a su hijo y Antonio y ella vivieron una de las más hermosas historias de amor. Pero lo que pase o no en la película se tiene que ver. En fin, toda una maravilla a nivel tanto artístico como técnico, con una entrada en Roma impresionante, y cómo no el morbo crece por la historia de amor de Burton, impecable y convincente hay que decir, y Taylor que acabó en boda. Que disfrutéis.
Para empezar el reparto es excelente, encabezado por Elizabeth Taylor cuya belleza brilla más que en ninguna otra película que haya hecho; y si a ésto le añades talento y personalidad logras un papel mítico. El reparto también lo engrosa el excelente Rex Harrison, cuyo glamour y presencia llega a eclipsar hasta al propio Richard Burton, el segundo amante. El retrato que se hace aquí tanto de César como de Antonio son de dos hombres extremadamente poderosos y ambiciosos, que tendrán mucho que ver en la vida de Cleopatra. Los exteriores son perfectos, y muy elaborados, se que tuvieron que parar su rodaje varias veces, por la salud de Taylor entre otros motivos, lo cuál muestra el mérito y el tesón de intentar sacar adelante tamaña producción. El vestuario es de lo mejor en el mundo de cine, con pelucas y vestidos increíbles de conseguir para ella, y excelente colorido para todo el elenco de actores y actrices.
La película arranca cuando Cayo Julio César llega a Egipto para establecer el orden político allí y se encuentra con todo un complot. A partir de aquí comenzará todo el periplo de esta historia. Antes de ver la película hay que ser consciente de todo lo que fueron para Cleopatra César y Antonio en la realidad histórica. César le dio el poder y a su hijo y Antonio y ella vivieron una de las más hermosas historias de amor. Pero lo que pase o no en la película se tiene que ver. En fin, toda una maravilla a nivel tanto artístico como técnico, con una entrada en Roma impresionante, y cómo no el morbo crece por la historia de amor de Burton, impecable y convincente hay que decir, y Taylor que acabó en boda. Que disfrutéis.
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