Cleopatra
1963 

7.2
9,880
Drama
El victorioso general Julio César se ve obligado a visitar Egipto para evitar la guerra civil provocada por la falta de entendimiento entre Cleopatra y su hermano Tolomeo, que comparten el poder en Egipto. César, cautivado por la inteligencia y belleza de la joven, la proclama reina indiscutible de Egipto, y tras el nacimiento de su hijo, Cesarión, la convierte en su esposa. (FILMAFFINITY)
13 de diciembre de 2013
13 de diciembre de 2013
5 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es tan larga, que una vez ha terminado, una no tiene ganas ni de hablar de ella ni de preguntarle a quien tiene al lado qué le ha parecido, porque eso supondría alargar las cuatro horas y cinco minutos que dura. Es tan larga, que ni durmiéndote se te hace corta. Tan larga, que prefiero no pensar demasiado en ella. Fijaos que empecé a verla cuando brillaba el sol y terminó cuando era noche cerrada.
El caso es que acaba. Por fin. Mankiewicz hizo aquella preciosa obra de teatro filmada de «Julio César» y es normal que yo no pudiera dejar de comparar una con otra, al menos durante las primeras dos horas, que se centran en la trama de Cleopatra con César, historia que siempre me ha parecido como de otro mundo, como que no es posible que dos personajes tan legendarios coincidieran en el tiempo y en el espacio. Sin embargo, coincidieron, y de tal forma que no se quedó en una simple anécdota, sino que desembocaría en guerras, vástagos y, por supuesto, en la relación que verdaderamente ha trascendido como ejemplo de romanticismo: la de Marco Antonio y Cleopatra.
Curiosamente, con esta película se inició otra historia trascendente en el mundillo del artisteo: la de los matrimonios entre Richard Burton y Elisabeth Taylor. Ambos atractivos y con personajes tan apasionados, veo lógico que se enamoraran. La bella egipcia se yergue como protagonista absoluto de la película, y todo va en función de lo que le ocurra a ella, que es toda una mujer de carácter, ambiciosa, orgullosa, inteligente y enamorada. Marco Antonio, por el contrario, aparece algo gris, limitado quizá por su retardado protagonismo, y el propio Richard Burton sólo brilla en puntuales momentos, como en ese casi monólogo sobre el volver a morir, cerca de la estatua del difunto César y ante una Cleopatra por los suelo.
La puesta en escena y ambientación, en especial los modelazos de Tylor, tienen el poderío de lo real y físico, pero por algún motivo de esos la película peca de insensible y distante, y de ahí que los minutos pesen y se alarguen. Demasiado pomposa y sin imaginación, puedes verla si te armas de paciencia.
El caso es que acaba. Por fin. Mankiewicz hizo aquella preciosa obra de teatro filmada de «Julio César» y es normal que yo no pudiera dejar de comparar una con otra, al menos durante las primeras dos horas, que se centran en la trama de Cleopatra con César, historia que siempre me ha parecido como de otro mundo, como que no es posible que dos personajes tan legendarios coincidieran en el tiempo y en el espacio. Sin embargo, coincidieron, y de tal forma que no se quedó en una simple anécdota, sino que desembocaría en guerras, vástagos y, por supuesto, en la relación que verdaderamente ha trascendido como ejemplo de romanticismo: la de Marco Antonio y Cleopatra.
Curiosamente, con esta película se inició otra historia trascendente en el mundillo del artisteo: la de los matrimonios entre Richard Burton y Elisabeth Taylor. Ambos atractivos y con personajes tan apasionados, veo lógico que se enamoraran. La bella egipcia se yergue como protagonista absoluto de la película, y todo va en función de lo que le ocurra a ella, que es toda una mujer de carácter, ambiciosa, orgullosa, inteligente y enamorada. Marco Antonio, por el contrario, aparece algo gris, limitado quizá por su retardado protagonismo, y el propio Richard Burton sólo brilla en puntuales momentos, como en ese casi monólogo sobre el volver a morir, cerca de la estatua del difunto César y ante una Cleopatra por los suelo.
La puesta en escena y ambientación, en especial los modelazos de Tylor, tienen el poderío de lo real y físico, pero por algún motivo de esos la película peca de insensible y distante, y de ahí que los minutos pesen y se alarguen. Demasiado pomposa y sin imaginación, puedes verla si te armas de paciencia.
24 de noviembre de 2024
24 de noviembre de 2024
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta superlativa superproducción no se encuentra entre mis favoritas de aquel cine de romanos (y en él englobo a todo el cine histórico sobre La Edad Antigua) que tanto éxito tuviese en "La Era de El Tecnicolor". Ah, eso sí, la belleza de Elizabeth Taylor es espectacular; casi tanto (o quizá más) que la fastuosa escena (ya emblemática del cine) del recorrido de Cleopatra, en su descomunal carroza, por las calles de Roma...
..Y quizá, aludir también, a la actuación de Rex Harrison en el papel de Julio César. Y... poco más.
Trata, someramente, los trasiegos palaciegos de la venenosa dinastía tolemaica en el trono de Egipto, las intrigas políticas en la ciudad de Roma, la ambición de sus dirigentes, su ansia de poder... y se centra en el romanticismo y en el morbo de una historia de amor que transcurre paralelamente entre sus principales intérpretes y primordiales personajes (Burton-Taylor, Marco Antonio-Cleopatra).
Resumiendo, a pesar de su gigantesco presupuesto, de su impresionante puesta en escena, de su fama mundialmente reconocida, personalmente prefiero otras muchas, aun cuando más modestas, viejas películas de romanos; cuya lista (las de mi predilecciones) es tan larga que no referiré aquí...
..Y quizá, aludir también, a la actuación de Rex Harrison en el papel de Julio César. Y... poco más.
Trata, someramente, los trasiegos palaciegos de la venenosa dinastía tolemaica en el trono de Egipto, las intrigas políticas en la ciudad de Roma, la ambición de sus dirigentes, su ansia de poder... y se centra en el romanticismo y en el morbo de una historia de amor que transcurre paralelamente entre sus principales intérpretes y primordiales personajes (Burton-Taylor, Marco Antonio-Cleopatra).
Resumiendo, a pesar de su gigantesco presupuesto, de su impresionante puesta en escena, de su fama mundialmente reconocida, personalmente prefiero otras muchas, aun cuando más modestas, viejas películas de romanos; cuya lista (las de mi predilecciones) es tan larga que no referiré aquí...
10 de diciembre de 2024
10 de diciembre de 2024
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo que me suele pasar con estas películas clásicas tan famosas por su influencia histórica es que no puedo estar de acuerdo con que sean creaciones de calidad total, obras maestras o maravillas indudables del séptimo arte.
Este caso concreto puede ser uno de los más flagrantes que me han pasado al tratarse de, si no la mayor superproducción de la historia de Hollywood, una de las mayores sin ninguna duda. Se trata del ejemplo sumo de poder de la 20th Century Fox. Por supuesto que el despliegue técnico es apabullante con unos escenarios de altísimo nivel, cientos de extras, escenografía top, iluminación, fotografía, un vestuario impresionante, una banda sonora excelsa muy bien insertada, una Elisabeth Taylor maravillosa, maquillaje, etc... Pero el montaje, el guión final, ay el guión! Mankiewitz, un experto en sacar a los personajes lo mejor de sí mismos, acabaría exhausto el rodaje, de hecho, se rodaron escenas para montar dos películas pero finalmente se "condensó" todo en esas cuatro horas que acaban siendo algo incómodas de seguir más aun cuando se pretende dar tanta información la cual, al final, da la sensación de estar sacada hacia delante lo mejor posible. En otras palabras, la película acaba languideciendo debido al ritmo argumental tan cargado, con tantos saltos y, pienso, montada de forma que todo lo rodado cupiese en una sola sesión.
La primera parte con Julio César es muy entretenida y creo que bastante bien desarrollada, con pausa, con un Rex Harrison en el papel de Julio César buenísimo. Se ve cómo poco a poco la relación entre él y Cleopatra se desarrolla, la elocuencia de ella, el mítico viaje a Roma, la evolución de la República romana, etc. Se podría decir que esta "primera película" respira grandiosidad y calidad.
Sin embargo, la segunda parte, la de Marco Antonio, es más precipitada con unos saltos temporales demasiado acusados y sin apenas desarrollar. Muy al contrario de lo que pasa con la primera parte de César, la relación de amor/odio entre Cleopatra y Antonio no se comprende bien. Los sucesos son difíciles de interiorizar y queda todo en una trama algo deslabazada. Me parece que esta "segunda película" es un tanto irregular sobre todo en lo que a ritmo argumental y de montaje se refiere a pesar del buen trabajo de Taylor y Burton, conducidos finamente bajo la batuta de Mankiewitz (quienes químicamente funcionaban a la perfección al convertirse en pareja durante el propio rodaje).
Total, cuatro horas de visionado que, como digo a nivel técnico es de lo mejor que se produjo en los años 60, pero que argumentalmente, y a pesar de que parece es bastante fiel a lahistoria documentada, me deja frío e incluso agotado por el extenso metraje y ese aparente desconcierto en el montaje. Lo siento por los puristas.
Este caso concreto puede ser uno de los más flagrantes que me han pasado al tratarse de, si no la mayor superproducción de la historia de Hollywood, una de las mayores sin ninguna duda. Se trata del ejemplo sumo de poder de la 20th Century Fox. Por supuesto que el despliegue técnico es apabullante con unos escenarios de altísimo nivel, cientos de extras, escenografía top, iluminación, fotografía, un vestuario impresionante, una banda sonora excelsa muy bien insertada, una Elisabeth Taylor maravillosa, maquillaje, etc... Pero el montaje, el guión final, ay el guión! Mankiewitz, un experto en sacar a los personajes lo mejor de sí mismos, acabaría exhausto el rodaje, de hecho, se rodaron escenas para montar dos películas pero finalmente se "condensó" todo en esas cuatro horas que acaban siendo algo incómodas de seguir más aun cuando se pretende dar tanta información la cual, al final, da la sensación de estar sacada hacia delante lo mejor posible. En otras palabras, la película acaba languideciendo debido al ritmo argumental tan cargado, con tantos saltos y, pienso, montada de forma que todo lo rodado cupiese en una sola sesión.
La primera parte con Julio César es muy entretenida y creo que bastante bien desarrollada, con pausa, con un Rex Harrison en el papel de Julio César buenísimo. Se ve cómo poco a poco la relación entre él y Cleopatra se desarrolla, la elocuencia de ella, el mítico viaje a Roma, la evolución de la República romana, etc. Se podría decir que esta "primera película" respira grandiosidad y calidad.
Sin embargo, la segunda parte, la de Marco Antonio, es más precipitada con unos saltos temporales demasiado acusados y sin apenas desarrollar. Muy al contrario de lo que pasa con la primera parte de César, la relación de amor/odio entre Cleopatra y Antonio no se comprende bien. Los sucesos son difíciles de interiorizar y queda todo en una trama algo deslabazada. Me parece que esta "segunda película" es un tanto irregular sobre todo en lo que a ritmo argumental y de montaje se refiere a pesar del buen trabajo de Taylor y Burton, conducidos finamente bajo la batuta de Mankiewitz (quienes químicamente funcionaban a la perfección al convertirse en pareja durante el propio rodaje).
Total, cuatro horas de visionado que, como digo a nivel técnico es de lo mejor que se produjo en los años 60, pero que argumentalmente, y a pesar de que parece es bastante fiel a lahistoria documentada, me deja frío e incluso agotado por el extenso metraje y ese aparente desconcierto en el montaje. Lo siento por los puristas.
11 de abril de 2022
11 de abril de 2022
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Han pasado muchos años y han cambiado muchos los gustos, es decir, que una película como ésta, sería un auténtico fracaso comercial, es una película totalmente pasada de moda en todos los aspectos.
Hay películas de este mismo género, que hoy en día se ven muy bien, como Quo Vadis, Los 10 Mandamientos, Ben-Hur...y unas cuantas películas más de esta época, pero no he podido con Cleopatra.
Por su duración, sería perfecta para verla como una miniserie de Netflix, la verdad que así la he visto, por capítulos, o mejor dicho, por partes, y es que se hacía insoportable verla de una vez.
Me la puse con esta intención, dividirla por varias partes mientras cenaba, pero incluso así ha sido difícil de verla.
La película no fluye, cada escena esta muy bien tratada, sobre todo en escenografía, está claro donde se ha invertido todo el dinero, en trajes y decoración, y ahí está todo, el argumento es caótico y sobre todo, tedioso, avance de una manera muy lenta, y aunque hay mucho dinero invertido en las escenas, todo es plano y aburrido.
Es posible que pertenezco a otra generación, que este tipo de cine no interesa, que está pasado de moda, pero hay otras películas épicas de la época, que funcionan hasta hoy en día como clásicos del género.
Las actuaciones son correctas, pero todo resulta muy artificial, todas las escenas y actuaciones son de otra época, en la que se actuaba de otra manera y se dirigía de otra manera.
Tambiém se siente que Mankiewicz se siente perdido, no sabe hacer este tipo de películas y se nota.
Sin duda, hubiese funcionado como una miniserie de Netflix.
Hay películas de este mismo género, que hoy en día se ven muy bien, como Quo Vadis, Los 10 Mandamientos, Ben-Hur...y unas cuantas películas más de esta época, pero no he podido con Cleopatra.
Por su duración, sería perfecta para verla como una miniserie de Netflix, la verdad que así la he visto, por capítulos, o mejor dicho, por partes, y es que se hacía insoportable verla de una vez.
Me la puse con esta intención, dividirla por varias partes mientras cenaba, pero incluso así ha sido difícil de verla.
La película no fluye, cada escena esta muy bien tratada, sobre todo en escenografía, está claro donde se ha invertido todo el dinero, en trajes y decoración, y ahí está todo, el argumento es caótico y sobre todo, tedioso, avance de una manera muy lenta, y aunque hay mucho dinero invertido en las escenas, todo es plano y aburrido.
Es posible que pertenezco a otra generación, que este tipo de cine no interesa, que está pasado de moda, pero hay otras películas épicas de la época, que funcionan hasta hoy en día como clásicos del género.
Las actuaciones son correctas, pero todo resulta muy artificial, todas las escenas y actuaciones son de otra época, en la que se actuaba de otra manera y se dirigía de otra manera.
Tambiém se siente que Mankiewicz se siente perdido, no sabe hacer este tipo de películas y se nota.
Sin duda, hubiese funcionado como una miniserie de Netflix.
2 de junio de 2010
2 de junio de 2010
12 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
El intento de mezclar cine-espectáculo y tragedia shakespiriana se saldó con el rodaje más accidentado de la historia de Hollywood y con cuatro horas de insufrible tostón en el que un calzonazos llamado Marco Antonio hace todo lo que le ordena la viuda de su antiguo jefe Julio César, una manipuladora muy listilla llamada Cleopatra. Y es que para mí esa historia de amor que se intenta vender en esta película como una especie de "Romeo y Julieta" no es más que la historia de un tonto y una lista, acompañada eso sí, de un colosal espectáculo visual. Insuficiente.
Lo mejor: Elizabeth Taylor y los decorados
Lo peor: Todo lo demás
Lo mejor: Elizabeth Taylor y los decorados
Lo peor: Todo lo demás
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