Koyaanisqatsi: Una vida fuera de equilibrioDocumental
7.8
5,231
Documental
Realizado entre los años 1975 y 1982, "Koyaanisqatsi" -primera parte de lo que sería luego una trilogía formada por Koyaanisqatsi (1982), Powaqqatsi (1988) y Naqoyqatsi (2002)- es un singular documental que refleja la colisión entre dos mundos obligados a convivir: por un lado la vida de los hombres en la sociedad moderna, la vida urbana y occidental, llena de tecnología, ciencia y consumismo. Por otro la naturaleza y el medio ambiente ... [+]
1 de noviembre de 2016
1 de noviembre de 2016
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estas son las películas que realmente creo yo,aportan al cine diferente y alternativo,sin ningún tipo de pomposidad filosófica,lo cual esta claramente a la vista:imágenes sin ningún tipo de acotación o diálogo,la cuestión esta entre la película y nosotros,en el medio,todo lo que pueda surgir.
El film se permite una narrativa con muchos saltos de ritmo,y planos tan poco convencionales que me atrevo a decir,no serían admitidos por las grandes películas del mercado.
La música,aunque repetitiva y monótona,jamás llega al punto de saturar,es verdaderamente apacible y encantadora,hasta hipnótica.
La propuesta cumple con su prometido.Las imágenes nos invitan a detenernos en ciertos detalles cotidianos,dándonos cuenta que nuestra creación no es más que una serie de patrones mecanizados,automáticos,incapaces de romper el molde y la continuidad.
Con más de un visionado,esta película es más impactante de lo que parece.
El film se permite una narrativa con muchos saltos de ritmo,y planos tan poco convencionales que me atrevo a decir,no serían admitidos por las grandes películas del mercado.
La música,aunque repetitiva y monótona,jamás llega al punto de saturar,es verdaderamente apacible y encantadora,hasta hipnótica.
La propuesta cumple con su prometido.Las imágenes nos invitan a detenernos en ciertos detalles cotidianos,dándonos cuenta que nuestra creación no es más que una serie de patrones mecanizados,automáticos,incapaces de romper el molde y la continuidad.
Con más de un visionado,esta película es más impactante de lo que parece.
1 de mayo de 2015
1 de mayo de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Un trabajo innovador y poesía subjetiva para el alma"
La consciencia humana se ve entusiasmada a autoexaminarse mediante un vistazo de lo que le rodea. Koyaanisqatsi arrasa gracias a la exquisita articulación de sus tomas, reverberando con precisas composiciones musicales, y termina por ofrecernos una joya que se glorifica por su simpleza capaz de abofetear a cualquier escéptico.
Sea cine, plaza, teatro u hogar, el espectador de este film -apelando al fiel espectador que ofrece siempre calidad de atención a las películas que observa- podrá salir seguro de que existe una infinidad de fenómenos transmitiéndose en todo tiempo-espacio, escapando por la indiferencia de una sociedad que ha desviado sus facultades a otros ámbitos totalmente apartados de la consciencia humana.
Todo este cuerpo, que impresiona por denotarse con características arbitrarias a la visión predestinada que le rendimos a nuestro entorno, nos hace reconsiderar sobre la infinitud de fenómenos que se escapan de nuestra percepción "por mera distracción"
La consciencia humana se ve entusiasmada a autoexaminarse mediante un vistazo de lo que le rodea. Koyaanisqatsi arrasa gracias a la exquisita articulación de sus tomas, reverberando con precisas composiciones musicales, y termina por ofrecernos una joya que se glorifica por su simpleza capaz de abofetear a cualquier escéptico.
Sea cine, plaza, teatro u hogar, el espectador de este film -apelando al fiel espectador que ofrece siempre calidad de atención a las películas que observa- podrá salir seguro de que existe una infinidad de fenómenos transmitiéndose en todo tiempo-espacio, escapando por la indiferencia de una sociedad que ha desviado sus facultades a otros ámbitos totalmente apartados de la consciencia humana.
Todo este cuerpo, que impresiona por denotarse con características arbitrarias a la visión predestinada que le rendimos a nuestro entorno, nos hace reconsiderar sobre la infinitud de fenómenos que se escapan de nuestra percepción "por mera distracción"
9 de septiembre de 2016
9 de septiembre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un documental en el que no dicen una sola palabra con banda sonora de un músico minimalista.
¿Dónde me he metido?
No. Koyaanisqatsi es infinitamente más que eso. Es la pura narración visual realizada con una maestría que es solo superada por el trabajo y el esfuerzo que puso Godfrey Reggio en su realización.
La dinámica de producción moderna, sin parangón en la historia, la sobrepoblación, la búsqueda del beneficio como máximo objetivo, el consumismo desenfrenado, el terrible papel que tiene la intocable Ciencia en la militarización del mundo, y bajo todo eso, la destrucción de planeta Tierra y la devastación de sus recursos, y de cómo estamos completamente de acuerdo con esta situación, con esta espiral autodestructiva. Koyaanisqatsi nos hace reflexionar sobre todo eso a través de una sola palabra, el mismo título de la película, que significa “vida fuera del equilibrio” en idioma Hopi, un grupo de nativos americanos que fueron diezmados, como tantos otros, en nombre del progreso.
Cuando uno ve esos planos acelerados de gente, y le recuerdan como se mueven las abejas en sus panales, cuando uno ve una máquina de salchichas transformarse en una escalera mecánica, o el derrumbe del Pruitt-Igoe, entre otros edificios, intercalado con zonas y barrios deprimidos de (seguramente) Estados Unidos, solo para después pasar a las grandes ciudades, donde se vive una vida dinámica, alrededor de grandes y brillantes edificios, deteniéndose un momento en las vidas de los engranajes de esa sociedad, simples planos mantenidos de las caras de esa gente para que podamos contemplarlos al menos una vez, dado que en un mundo en constante frenesí, no hay tiempo ni para eso.
Máquinas. Máquinas construyendo otras máquinas. Máquinas destruyendo vida. Máquinas.
Un cohete, la conquista espacial, uno de los dioses más importantes dentro de la mitología del Progreso, explotando en pleno vuelo, solo quedando un fragmento que cae, en llamas, de nuevo a la Tierra, igual que cuando Ícaro quiso volar demasiado cerca del Sol.
Una hora y veintiséis minutos. Esta es nuestra sociedad.
KOYAANISQATSI
ko·yaa·nis·qatsi (from the Hopi language), n.
1.Crazy life. 2. Life in turmoil. 3. Life out of balance. 4. Life disintegrating. 5. A state of life that calls for another way of living.
¿Dónde me he metido?
No. Koyaanisqatsi es infinitamente más que eso. Es la pura narración visual realizada con una maestría que es solo superada por el trabajo y el esfuerzo que puso Godfrey Reggio en su realización.
La dinámica de producción moderna, sin parangón en la historia, la sobrepoblación, la búsqueda del beneficio como máximo objetivo, el consumismo desenfrenado, el terrible papel que tiene la intocable Ciencia en la militarización del mundo, y bajo todo eso, la destrucción de planeta Tierra y la devastación de sus recursos, y de cómo estamos completamente de acuerdo con esta situación, con esta espiral autodestructiva. Koyaanisqatsi nos hace reflexionar sobre todo eso a través de una sola palabra, el mismo título de la película, que significa “vida fuera del equilibrio” en idioma Hopi, un grupo de nativos americanos que fueron diezmados, como tantos otros, en nombre del progreso.
Cuando uno ve esos planos acelerados de gente, y le recuerdan como se mueven las abejas en sus panales, cuando uno ve una máquina de salchichas transformarse en una escalera mecánica, o el derrumbe del Pruitt-Igoe, entre otros edificios, intercalado con zonas y barrios deprimidos de (seguramente) Estados Unidos, solo para después pasar a las grandes ciudades, donde se vive una vida dinámica, alrededor de grandes y brillantes edificios, deteniéndose un momento en las vidas de los engranajes de esa sociedad, simples planos mantenidos de las caras de esa gente para que podamos contemplarlos al menos una vez, dado que en un mundo en constante frenesí, no hay tiempo ni para eso.
Máquinas. Máquinas construyendo otras máquinas. Máquinas destruyendo vida. Máquinas.
Un cohete, la conquista espacial, uno de los dioses más importantes dentro de la mitología del Progreso, explotando en pleno vuelo, solo quedando un fragmento que cae, en llamas, de nuevo a la Tierra, igual que cuando Ícaro quiso volar demasiado cerca del Sol.
Una hora y veintiséis minutos. Esta es nuestra sociedad.
KOYAANISQATSI
ko·yaa·nis·qatsi (from the Hopi language), n.
1.Crazy life. 2. Life in turmoil. 3. Life out of balance. 4. Life disintegrating. 5. A state of life that calls for another way of living.
14 de junio de 2017
14 de junio de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sabía que esperar. Esperaba ver un documental estilo Nat Geo, pero artístico. Sin embargo, cuando estaba visionando el filme me di cuenta de que tenía mucho que ofrecer. Impresiona por sus majestuosas tomas y conduce al espectador a la reflexión.
En mi interpretación este filme nos muestra la evolución que el ser humano ha tenido en el transcurso de la historia. De pasar de vivir en la naturaleza a apoderarse de ella y transformarla a su antojo. Este hecho es mostrado en los contrastes entre la naturaleza y la civilización actual. La tomas realizadas en la naturaleza son de gran lirismo y evocan armonía. Mientras que la tomas realizadas en la ciudad evocan el ritmo agitado con se vive en la actualidad y las transformaciones sufridas a causa del ser humano. El mensaje al final del filme nos hace reflexionar sobre nosotros y en qué estamos convirtiendo nuestro planeta. Merece la pena ver este documental.
En mi interpretación este filme nos muestra la evolución que el ser humano ha tenido en el transcurso de la historia. De pasar de vivir en la naturaleza a apoderarse de ella y transformarla a su antojo. Este hecho es mostrado en los contrastes entre la naturaleza y la civilización actual. La tomas realizadas en la naturaleza son de gran lirismo y evocan armonía. Mientras que la tomas realizadas en la ciudad evocan el ritmo agitado con se vive en la actualidad y las transformaciones sufridas a causa del ser humano. El mensaje al final del filme nos hace reflexionar sobre nosotros y en qué estamos convirtiendo nuestro planeta. Merece la pena ver este documental.
31 de diciembre de 2017
31 de diciembre de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
esta "película-documental" me ha ayudado a salir de mi zona de confort cinematográfico. He de reconocer que los primeros minutos me han parecido densos, pero a medida que avanza la película te atrapa cada vez más. Esta película muestra claramente la diferencia entre dos mundos, el hombre y la naturaleza. Da mas protagonismo al primer mundo, mostrando la gran diferencia (NO SE SI ESTO ES SPOILER, AÚN ASI)...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Muestra la gran diferencia de los dos mundos desde el minuto uno con la tranquilidad de la naturaleza, junto las imágenes y la banda sonora, y el continuo movimiento del hombre. Tanto la música, como la velocidad de movimiento, como las imágenes, te dan un mensaje que no hace falta pensar demasiado para que recibas lo que el director intenta transmitirte. Recomiendo con creces que quien vea esta critica, vea la película.
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