Celda 211
7.7
123,045
Thriller. Drama
El día en que Juan (Alberto Ammann) empieza a trabajar en su nuevo destino como funcionario de prisiones, se ve atrapado en un motín carcelario. Decide entonces hacerse pasar por un preso más para salvar su vida y para poner fin a la revuelta, encabezada por el temible Malamadre (Luis Tosar). Lo que ignora es que el destino le ha preparado una encerrona. (FILMAFFINITY)
6 de noviembre de 2009
6 de noviembre de 2009
39 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
Luis Tosar por aquí, Luis Tosar por allá, Luis Tosar a la izquierda, Luis Tosar a la derecha...Lo están inflando?No, OLE LOS HUEVOS TOREROS DE LUIS TOSAR!!. En serio, es el actor español por excelencia, podría irse a Hollywood e incluso a Marte a rodar lo que le viniese en gana. En cambio se queda, se pone a las manos de un amante del cine como Daniel Monzón,(cuyas críticas me apasionaban siendo un enano pre-pueril cinéfilo empedernido) y firman junto a un equipo de lujo una de las mejores películas patrio de la última década.
"Celda 211" es un auténtico mimo al cine y una verdadera bofetada al espectador, demuestra como tocar un gran número de temas desde diferentes perspectivas sin caer en un metraje excesivo con cabos sueltos. Los personajes están muy bien creados, el protagonista "Juan, el funcionario", demuestra que tiene tanto que perder que haría cualquier cosa por sobrevivir, en cambio "Malamadre" su antagonista, es todo lo contrario pero aún así mantiene ese "sentido común" que nos hace personas. Rodada con un estilo realista y directo, este filme dará mucho que hablar, aunque gracias a su crudeza, el silencio en la sala era sepulcral.
Los secundarios, quizás pequen de estereotipados pero eso sí, muy bien caracterizados. Desde el primer segundo nos sentimos encarcelados, y es ahí donde empieza una "aventura" llena de acción, suspense y desesperanza, donde el humano saca a flote su verdadero instinto de supervivencia.
No recuerdo haber oído ninguna pieza musical, algo muy razonable cuando tu única compañera es la soledad, las voces son estremecedoras están cuidadísimas, destacando a "Luis Zahera" cuya primera aparición aterra a cualquiera. Me alegro mucho de haber invertido mi tiempo y dinero en esta película, y digo esta frase porque en época de crisis muchos sólo quieren saber si merece la pena, en este caso mi respuesta es rotunda: "POR SUPUESTO QUE SÍ"
"Celda 211" es un auténtico mimo al cine y una verdadera bofetada al espectador, demuestra como tocar un gran número de temas desde diferentes perspectivas sin caer en un metraje excesivo con cabos sueltos. Los personajes están muy bien creados, el protagonista "Juan, el funcionario", demuestra que tiene tanto que perder que haría cualquier cosa por sobrevivir, en cambio "Malamadre" su antagonista, es todo lo contrario pero aún así mantiene ese "sentido común" que nos hace personas. Rodada con un estilo realista y directo, este filme dará mucho que hablar, aunque gracias a su crudeza, el silencio en la sala era sepulcral.
Los secundarios, quizás pequen de estereotipados pero eso sí, muy bien caracterizados. Desde el primer segundo nos sentimos encarcelados, y es ahí donde empieza una "aventura" llena de acción, suspense y desesperanza, donde el humano saca a flote su verdadero instinto de supervivencia.
No recuerdo haber oído ninguna pieza musical, algo muy razonable cuando tu única compañera es la soledad, las voces son estremecedoras están cuidadísimas, destacando a "Luis Zahera" cuya primera aparición aterra a cualquiera. Me alegro mucho de haber invertido mi tiempo y dinero en esta película, y digo esta frase porque en época de crisis muchos sólo quieren saber si merece la pena, en este caso mi respuesta es rotunda: "POR SUPUESTO QUE SÍ"
17 de enero de 2010
17 de enero de 2010
36 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pienso que "Celda 211" debería de ser a partir de ahora todo un referente para el cine español, porque tiene que convertirse, como ya existen otros claro está, en el espejo en el que se miren nuestras próximas películas. Y es que debemos hacer cine de calidad por encima de cualquier otra cosa, apostando por buenas historias que estén amparadas por una dirección magistral y sobre todo, por interpretaciones memorables.
En esto debería consistir el cine y sólo de esta manera, conseguiremos llevar espectadores a nuestras salas para ver trabajos españoles.
Dicho esto, comentar que "Celda 211" es una descarga de adrenalina continua, donde Luis Tosar se come literalmente la pantalla con una interpretación para el recuerdo. Pero a su alrededor, un puñado de buenos actores hilvanan una historia inteligente y muy bien llevada, ante la que no podrás ni parpadear, porque la acción es frenética.
Para mí ha sido una muy grata sorpresa esta película, donde a partir de sólidos diálogos y personajes contundentes, se va desarrollando una trama que no dejará a nadie indiferente, porque además, a medida que van ocurriendo las distintas situaciones, el espectador se ve obligado a pensar y a tomar partido ante lo que se le ofrece.
Como digo, este último trabajo de Daniel Monzón es un buen ejemplo para ese gran número de películas lamentables que año tras año, se empeñan en ensuciar lo que debería de ser el buen nombre del cine español. Ya está bien de tanta basura y de tanta tomadura de pelo.
Que cunda el ejemplo y apoyemos ahora con nuestra presencia en las salas, esta profesional e interesante manera de entender el séptimo arte.
En esto debería consistir el cine y sólo de esta manera, conseguiremos llevar espectadores a nuestras salas para ver trabajos españoles.
Dicho esto, comentar que "Celda 211" es una descarga de adrenalina continua, donde Luis Tosar se come literalmente la pantalla con una interpretación para el recuerdo. Pero a su alrededor, un puñado de buenos actores hilvanan una historia inteligente y muy bien llevada, ante la que no podrás ni parpadear, porque la acción es frenética.
Para mí ha sido una muy grata sorpresa esta película, donde a partir de sólidos diálogos y personajes contundentes, se va desarrollando una trama que no dejará a nadie indiferente, porque además, a medida que van ocurriendo las distintas situaciones, el espectador se ve obligado a pensar y a tomar partido ante lo que se le ofrece.
Como digo, este último trabajo de Daniel Monzón es un buen ejemplo para ese gran número de películas lamentables que año tras año, se empeñan en ensuciar lo que debería de ser el buen nombre del cine español. Ya está bien de tanta basura y de tanta tomadura de pelo.
Que cunda el ejemplo y apoyemos ahora con nuestra presencia en las salas, esta profesional e interesante manera de entender el séptimo arte.
17 de noviembre de 2009
17 de noviembre de 2009
50 de 74 usuarios han encontrado esta crítica útil
No entiendo tanto elogio de verdad. No se si es por aquello de "pa' ser española está bien" o qué, pero es que, en serio, no se a cuento de qué tanta alabanza porque esto si fuera un producto americano, más de uno que la pone por las nubes diría que es del montón. Y no está mal, pero no es para tanto.
Pero si está lleno de clichés made in USA, el protagonista, un bueno gilipollas, un moñas sin carisma y nada creíble, con la vida y la mujer perfecta que de repente vive una situación límite y ha de lidiar con el tipo más duro del lugar que por supuesto en cosa de cinco minutos se hace su mejor amigo.
Pero si está lleno de clichés made in USA, el protagonista, un bueno gilipollas, un moñas sin carisma y nada creíble, con la vida y la mujer perfecta que de repente vive una situación límite y ha de lidiar con el tipo más duro del lugar que por supuesto en cosa de cinco minutos se hace su mejor amigo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La mujer, en fin, esa alma cándida, que embarazada se mete en medio de una multitud exaltada y violenta, algo que haríamos todos, claro, y que muere a manos de un funcionario que es muy maloso. Los demás funcionarios y autoridades son, por supuesto, unos ineptos, unos corruptos y unos gilipollas que ni siquiera saben negociar, además dejaron al prota dentro de la cárcel.
Nada, al final nos quieren convencer de que unos son los buenos y otros los malos, asignándoles a unos y otros conductas ejemplares y reprobables para que el espectador de bien no se sienta mal por identificarse con una panda de maleantes.
No cuela, es una americanada, para lo bueno y para lo malo, es entretenida y Tosar lo borda, pero no deja de ser convencional en la forma en la que se enfoca la trama y la psicología de los personajes.
Nada, al final nos quieren convencer de que unos son los buenos y otros los malos, asignándoles a unos y otros conductas ejemplares y reprobables para que el espectador de bien no se sienta mal por identificarse con una panda de maleantes.
No cuela, es una americanada, para lo bueno y para lo malo, es entretenida y Tosar lo borda, pero no deja de ser convencional en la forma en la que se enfoca la trama y la psicología de los personajes.
2 de noviembre de 2009
2 de noviembre de 2009
27 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es la primera vez que Daniel Monzón se sumerge en el mundo carcelario. Buena parte de la acción de ‘El robo más grande jamás contado’ transcurría entre barrotes, eso sí, desde un tono muy diferente al que hoy nos atañe. Algo que por otra parte ilustra muy bien la carrera de un director que hace del constante cambio de género entre proyecto y proyecto uno de sus estandartes. Así, si con la preparación del robo del Guernica se nos mostraba una visión de las cárceles cómica y obviamente bastante poco fidedigna, todo lo contrario sucede con ‘Celda 211’, película trepidante que se apoya en su casi inquebrantable realismo para inyectar en el patio de butacas terror y adrenalina en estado puro.
Consciente de las exigencias del guión, es de agradecer que Monzón vaya directo al grano. Las presentaciones son escuetas pero suficientes y sin casi sin enterarnos, ya nos veremos envueltos en el terrible sublevamiento. A partir de ahí, el peor día en la vida de Juan; las horas más largas sufridas por el cuerpo penitenciario; el -sanguinario- momento de gloria de los reclusos... llámese como se quiera, pero todo ello se traduce en un formidable e intensísimo espectáculo. Viendo el entorno y las circunstancias que envuelven la historia, podría pronosticarse que el filme va a ir por los derroteros del retrato social o de la crítica política. Efectivamente nos encontramos con estos elementos, pero al fin y al cabo, todo apunta a algo más puro; más simple, pero no por ello más fácil de llevar a cabo. De lo que se trata aquí es de entretener al espectador agarrándole del cuello, sin apenas darle tregua.
El mérito de que este objetivo se cumpla (buena prueba de ello es que las casi dos horas de metraje se hacen efímeras) está compartido a partes iguales por el sólido guión y la cada vez más experta tarea -en lo técnico y lo artístico- de Daniel Monzón como realizador. El texto basado en la novela de Francisco Pérez Gandul y firmado por Jorge Guerricaechevarría y el propio cineasta sabe jugar muy bien sus cartas, asfixiándonos cada vez más, dibujando muy bien a los personajes y, salvo algún detalle algo cogido por los pelos, consigue que la trama avance sin vacilar y sin fisuras destacables. Por su parte, Monzón da sentido a este monumental caos, planificándolo, estructurándolo y sobretodo retratándolo sin ningún tipo de rubor para acabar confirmando que (a pesar del torpe uso de los flashbacks, que más que dar respiro, cortan el innegablemente excelente ritmo narrativo) estamos ante una gran película.
Consciente de las exigencias del guión, es de agradecer que Monzón vaya directo al grano. Las presentaciones son escuetas pero suficientes y sin casi sin enterarnos, ya nos veremos envueltos en el terrible sublevamiento. A partir de ahí, el peor día en la vida de Juan; las horas más largas sufridas por el cuerpo penitenciario; el -sanguinario- momento de gloria de los reclusos... llámese como se quiera, pero todo ello se traduce en un formidable e intensísimo espectáculo. Viendo el entorno y las circunstancias que envuelven la historia, podría pronosticarse que el filme va a ir por los derroteros del retrato social o de la crítica política. Efectivamente nos encontramos con estos elementos, pero al fin y al cabo, todo apunta a algo más puro; más simple, pero no por ello más fácil de llevar a cabo. De lo que se trata aquí es de entretener al espectador agarrándole del cuello, sin apenas darle tregua.
El mérito de que este objetivo se cumpla (buena prueba de ello es que las casi dos horas de metraje se hacen efímeras) está compartido a partes iguales por el sólido guión y la cada vez más experta tarea -en lo técnico y lo artístico- de Daniel Monzón como realizador. El texto basado en la novela de Francisco Pérez Gandul y firmado por Jorge Guerricaechevarría y el propio cineasta sabe jugar muy bien sus cartas, asfixiándonos cada vez más, dibujando muy bien a los personajes y, salvo algún detalle algo cogido por los pelos, consigue que la trama avance sin vacilar y sin fisuras destacables. Por su parte, Monzón da sentido a este monumental caos, planificándolo, estructurándolo y sobretodo retratándolo sin ningún tipo de rubor para acabar confirmando que (a pesar del torpe uso de los flashbacks, que más que dar respiro, cortan el innegablemente excelente ritmo narrativo) estamos ante una gran película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Pero no se puede analizar ‘Celda 211’ sin una mención especial a Malamadre. ¿Querían un personaje extremadamente memorable? Ahí lo tienen... y ahí lo tendrán durante mucho tiempo. Algo muy gordo debería pasar para que el gran Luis Tosar, dominador de todos los registros imaginables, no ganara este año, como mínimo, su tercer Goya. Porque hace helar la sangre, porque su voz cavernosa y su sola presencia hacen que todo el mundo calle, porque es violento pero listo (en este aspecto, da gusto oír a esta auténtica metralleta del ingenio más popular)... porque está al mando. Es el monstruo, el que bajo su aparentemente imprevisible agresividad esconde infinitas estrategias para seguir siendo el rey. Rey de la jungla, de un infierno poblado por machos alfa, siempre dispuestos a apuñalarse por la espalda los unos a los otros. Un paisaje dantesco de hormigón, metal y cristales rotos. Un panorama extremo donde sólo sobreviven las personas más extremas. Así es ‘Celda 211’, uno de los mayores logros del cine español de los últimos años.
27 de noviembre de 2009
27 de noviembre de 2009
70 de 117 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una peli que prometía, que se inicia bien, pero que conforme avanza va desinflándose con escenas y tramas nada creibles y poco rigurosas. Pasados los primeros momentos tienes la sensación de haberte trasladado de la butaca del cine al sillon de tu casa y estar viendo una serie de televisión. Muy bien Luis Tosar, pero se hace tan poco creible las comunicaciones con el exterior del funcionario, lo de la carga policial, las entradas de los negociadores, etc. que su personaje se va diluyendo pese a la fuerza y a su gran actuación.
Lo dicho, una buena idea pero muy mal desarrollada. Decepción ante las expectativa creadas.
Lo dicho, una buena idea pero muy mal desarrollada. Decepción ante las expectativa creadas.
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