La FortunaMiniserie
5.9
3,461
Serie de TV. Aventuras. Thriller
Miniserie de 6 episodios. Álex Ventura, un joven e inexperto diplomático, se ve convertido sin proponérselo en el líder de una misión que pondrá a prueba todas sus convicciones: recuperar el tesoro submarino robado por Frank Wild, un aventurero que recorre el mundo saqueando el patrimonio común de las profundidades del mar. Conformando un singular equipo con Lucía, una funcionaria de armas tomar, y Jonas Pierce, un brillante abogado ... [+]
11 de noviembre de 2021
11 de noviembre de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La factura de la miniserie es impecable. Tenemos un reparto internacional, con muchas localizaciones, y está filmada en español e inglés a partes iguales.
Nos lleva al desconocido mundo de la búsqueda de pecios por parte de cazatesoros sin escrúpulos, metidos en un mundo de tecnología y lucha jurídica y política para poder saquear todo lo que pillan en el fondo del mar. Aunque el tema sea bastante interesante en principio, hay que reconocer que esta vez Alejandro Amenábar no ha logrado ser absolutamente original. Aunque no sea demasiado recordada ni se pueda decir que la copia con descaro, ya teníamos la similar “La carta esférica”, tanto la novela de Pérez-Reverte como su película con Carmelo Gómez y Aitana Sánchez-Gijón.
Es un acierto que “La fortuna” solo sea una miniserie, para no cansar o aburrir demasiado. El relato es interesante y nos enseña cosas de un mundillo que se dio a conocer al gran público por el caso “Odyssey”.
Los actores y la realización cumplen con creces. Llama la atención la disparidad de la pareja protagonista, con un tímido Alejandro y una temperamental Lucía, en su investigación para pararle los pies al ambicioso personaje de Stanley Tucci. El director aprovecha estos personajes para volver a poner en el tapete las típicas discrepancias de ideologías que tenemos en nuestro país.
Tampoco falta la crítica bastante clara a la dejadez de nuestros políticos, especialmente en el ámbito de la cultura, tan importante y tan minusvalorada.
Amenábar no tiene nada que demostrar en su carrera a estas alturas, y todo lo que hace es bueno en mayor o menor medida. Sin embargo, hay que reconocer que aquí está algo por debajo de lo que puede dar de sí. El propio director lo reconoció en una entrevista reciente, pues le apetecía hacer algo relativamente más relajado y menos intenso, a pesar de que para él sea su primera serie y que haya rodado en varios países (bueno, eso puede ser truco, la verdad) y con actores de muchas procedencias.
Y es que, aunque la historia podría haber optado por una mayor dosis de aventura (algo levemente atisbado en los flashbacks del barco hundido), no deja de ser una investigación relativamente tranquila en la que abundan los diálogos y la pura política, y el ritmo decae en algunos momentos, aunque tampoco tenga un tratamiento demasiado profundo o dramático de sus personajes para detenerse en ellos.
Aun así, sin duda merece la pena verla, y gracias a que es corta, no es una serie que se deba dejar pasar, aunque no sea de los mejores trabajos de este gran director.
Nos lleva al desconocido mundo de la búsqueda de pecios por parte de cazatesoros sin escrúpulos, metidos en un mundo de tecnología y lucha jurídica y política para poder saquear todo lo que pillan en el fondo del mar. Aunque el tema sea bastante interesante en principio, hay que reconocer que esta vez Alejandro Amenábar no ha logrado ser absolutamente original. Aunque no sea demasiado recordada ni se pueda decir que la copia con descaro, ya teníamos la similar “La carta esférica”, tanto la novela de Pérez-Reverte como su película con Carmelo Gómez y Aitana Sánchez-Gijón.
Es un acierto que “La fortuna” solo sea una miniserie, para no cansar o aburrir demasiado. El relato es interesante y nos enseña cosas de un mundillo que se dio a conocer al gran público por el caso “Odyssey”.
Los actores y la realización cumplen con creces. Llama la atención la disparidad de la pareja protagonista, con un tímido Alejandro y una temperamental Lucía, en su investigación para pararle los pies al ambicioso personaje de Stanley Tucci. El director aprovecha estos personajes para volver a poner en el tapete las típicas discrepancias de ideologías que tenemos en nuestro país.
Tampoco falta la crítica bastante clara a la dejadez de nuestros políticos, especialmente en el ámbito de la cultura, tan importante y tan minusvalorada.
Amenábar no tiene nada que demostrar en su carrera a estas alturas, y todo lo que hace es bueno en mayor o menor medida. Sin embargo, hay que reconocer que aquí está algo por debajo de lo que puede dar de sí. El propio director lo reconoció en una entrevista reciente, pues le apetecía hacer algo relativamente más relajado y menos intenso, a pesar de que para él sea su primera serie y que haya rodado en varios países (bueno, eso puede ser truco, la verdad) y con actores de muchas procedencias.
Y es que, aunque la historia podría haber optado por una mayor dosis de aventura (algo levemente atisbado en los flashbacks del barco hundido), no deja de ser una investigación relativamente tranquila en la que abundan los diálogos y la pura política, y el ritmo decae en algunos momentos, aunque tampoco tenga un tratamiento demasiado profundo o dramático de sus personajes para detenerse en ellos.
Aun así, sin duda merece la pena verla, y gracias a que es corta, no es una serie que se deba dejar pasar, aunque no sea de los mejores trabajos de este gran director.
1 de febrero de 2022
1 de febrero de 2022
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Partiendo del indudable talento de Amenabar como contador de historias, su fuerte, el guion, cojea de manera estrepitosa en esta producción. Y no solo eso, las actuaciones no son nada redondas, plana la de Mel y solo pasable la de Polvorosa. A todo ello no añade nada el pésimo doblaje, algo que no tendría que ser hándicap si (por dios, que estamos en 2022) se hubiera rodado en sus idiomas originales. Las escenas de los personajes de habla inglesa o de los españoles en tierras americanas carece de toda frescura con la 'traducción' al castellano. En fin, del ambiente de telefilm de sobremesa para tv solo lo libran algunas escenas llenas de recursos por donde parece que se ha ido todo el presupuesto.
22 de octubre de 2021
22 de octubre de 2021
18 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
No acabo de entender qué ha llevado a Amenábar a tratar de adaptar en “LA FORTUNA” un comic relativamente poco conocido ("El tesoro del Cisne Negro", de Paco Roca y Guillermo Corral) en lugar de centrarse directamente en narrar el caso real en el que se basa el comic, el de la fragata "Nuestra Señora de las Mercedes" (ver spoiler para más datos) y que sólo puede calificarse de fascinante.
Como puede deducirse del párrafo anterior y del spoiler, la realidad del caso "Nuestra Señora de las Mercedes" supera con mucho a la fantasía contenida en las 200 páginas del cómic referido, que sólo recoge una parte del asunto. Pero Amenábar ha preferido tirar por lo fácil y recrear un cómic que como mucho daba para una película de dos horas, estirándolo hasta las más de cinco horas que suman los seis episodios de "LA FORTUNA" y que habrían sido ideales para recrear lo que realmente ocurrió en el caso de “La Mercedes”.
¿El resultado? Una suerte de aventurilla tintinera donde los eficientes diplomáticos, técnicos y juristas españoles que protagonizaron el caso real quedan reducidos al tópico de la chapuza hispana, donde la acción política y jurídica del Gobierno español se convierte en caricatura y donde todo pasa por el esfuerzo de la parejita protagonista (flojillo el joven Álvaro Mel en su papel de inocentón diplomático "junior" que va madurando; bastante mal Ana Polvorosa, en un papel que la supera; regular Karra Elejalde en su papel de ministro de Cultura histriónico) y de un abogado negro "mu listo" (Clarke Petters) enfrentado a un señor “mu malo" (Stanley Tucci). Todo muy simplificado. Todo muy elemental.
Quizás porque Amenábar era consciente de que su serie de seis episodios no tenía más contenido que el de un telefilm alemán de sobremesa, decidió que era preciso "adobar" el guion con una supuesta dosis de "realismo" que se ha traducido en que los actores españoles hablan en español entre ellos y los estadounidenses en inglés, llegando al absurdo de que cuando españoles y estadounidenses coinciden en una escena hablan en inglés aunque estén en España y todos menos uno sean españoles. Se ve que no había traductores a mano. Menos mal que no hay por medio alemanes, húngaros, o rusos (aunque sí surcoreanos) porque entonces habría que haber retitulado la serie como "La Torre de Babel". Total, que de los 52 minutos que dura cada episodio, entre 20 y 30 te los pasas leyendo subtítulos. Y eso en el mejor de los casos, porque en el quinto episodio apenas hay algo más de 5 minutos de idioma español. Delirante.
Yo lo siento mucho por Amenábar y por los amantes de la versión original, pero la realidad es que el doblaje cinematográfico no solo impera en España, sino en Alemania, Francia, Italia, Chequia, Austria, Suiza, Hungría… y en todos los países iberoamericanos. Y si se busca algo de “realismo”, hace décadas que la industria audiovisual tiene más que resuelto cómo lidiar con esta cuestión. Sin ir más lejos, ahí está la brillante secuencia de "La caza del Octubre Rojo" en la que Sean Cornery pasa de hablar ruso a inglés/español.
Pero es que además, esta “polémica” está superada desde la aparición del DVD y varias versiones de audio, como ocurre actualmente con los servicios de streaming. No había ninguna necesidad de espantar al espectador medio de “LA FORTUNA” dándole la paliza con los subtítulos. Esto es ficción, no un documental.
Yo, cuando quiero “realismo lingüístico”, me pongo “La Pasión de Cristo", de Mel Gibson, con su inacabable curso intensivo de arameo y latín.
ACTUALIZACIÓN 23-12-2021: La serie ha sido doblada al castellano en su totalidad y puede verse en dos versiones. Lamentablemente, está decisión llega tarde.
Como puede deducirse del párrafo anterior y del spoiler, la realidad del caso "Nuestra Señora de las Mercedes" supera con mucho a la fantasía contenida en las 200 páginas del cómic referido, que sólo recoge una parte del asunto. Pero Amenábar ha preferido tirar por lo fácil y recrear un cómic que como mucho daba para una película de dos horas, estirándolo hasta las más de cinco horas que suman los seis episodios de "LA FORTUNA" y que habrían sido ideales para recrear lo que realmente ocurrió en el caso de “La Mercedes”.
¿El resultado? Una suerte de aventurilla tintinera donde los eficientes diplomáticos, técnicos y juristas españoles que protagonizaron el caso real quedan reducidos al tópico de la chapuza hispana, donde la acción política y jurídica del Gobierno español se convierte en caricatura y donde todo pasa por el esfuerzo de la parejita protagonista (flojillo el joven Álvaro Mel en su papel de inocentón diplomático "junior" que va madurando; bastante mal Ana Polvorosa, en un papel que la supera; regular Karra Elejalde en su papel de ministro de Cultura histriónico) y de un abogado negro "mu listo" (Clarke Petters) enfrentado a un señor “mu malo" (Stanley Tucci). Todo muy simplificado. Todo muy elemental.
Quizás porque Amenábar era consciente de que su serie de seis episodios no tenía más contenido que el de un telefilm alemán de sobremesa, decidió que era preciso "adobar" el guion con una supuesta dosis de "realismo" que se ha traducido en que los actores españoles hablan en español entre ellos y los estadounidenses en inglés, llegando al absurdo de que cuando españoles y estadounidenses coinciden en una escena hablan en inglés aunque estén en España y todos menos uno sean españoles. Se ve que no había traductores a mano. Menos mal que no hay por medio alemanes, húngaros, o rusos (aunque sí surcoreanos) porque entonces habría que haber retitulado la serie como "La Torre de Babel". Total, que de los 52 minutos que dura cada episodio, entre 20 y 30 te los pasas leyendo subtítulos. Y eso en el mejor de los casos, porque en el quinto episodio apenas hay algo más de 5 minutos de idioma español. Delirante.
Yo lo siento mucho por Amenábar y por los amantes de la versión original, pero la realidad es que el doblaje cinematográfico no solo impera en España, sino en Alemania, Francia, Italia, Chequia, Austria, Suiza, Hungría… y en todos los países iberoamericanos. Y si se busca algo de “realismo”, hace décadas que la industria audiovisual tiene más que resuelto cómo lidiar con esta cuestión. Sin ir más lejos, ahí está la brillante secuencia de "La caza del Octubre Rojo" en la que Sean Cornery pasa de hablar ruso a inglés/español.
Pero es que además, esta “polémica” está superada desde la aparición del DVD y varias versiones de audio, como ocurre actualmente con los servicios de streaming. No había ninguna necesidad de espantar al espectador medio de “LA FORTUNA” dándole la paliza con los subtítulos. Esto es ficción, no un documental.
Yo, cuando quiero “realismo lingüístico”, me pongo “La Pasión de Cristo", de Mel Gibson, con su inacabable curso intensivo de arameo y latín.
ACTUALIZACIÓN 23-12-2021: La serie ha sido doblada al castellano en su totalidad y puede verse en dos versiones. Lamentablemente, está decisión llega tarde.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hundida por un ataque inglés en 1804, los restos de “La Mercedes” fueron expoliados en 2007 por la empresa estadounidense Odissey Marine Exploration, pero España pudo recuperar ese tesoro en 2012 tras una serie de sentencias judiciales favorables a nuestro país en los tribunales de EEUU. La sentencia de 2012 tuvo como guinda otra en 2013 que obligaba a Odissey a cargar con buena parte de las costas del proceso judicial. La consecuencia fue que no sólo España recuperó el tesoro, sino que Odissey prácticamente entró en bancarrota y tuvo que vender en 2015 buena parte de sus activos a otra empresa y cambiar su actividad principal.
Por supuesto, parte de las piezas recuperadas se exhiben en museos españoles y varias campañas arqueológicas recientes realizadas por el Museo Nacional de Arqueología Subacuática, el Instituto Español de Oceanografía y la Armada han permitido recuperar las piezas más valiosas y conocer el estado del pecio, constatando que Odyssey había recogido monedas con un barrido del fondo marino que dañó gravemente los restos del barco.
Por supuesto, parte de las piezas recuperadas se exhiben en museos españoles y varias campañas arqueológicas recientes realizadas por el Museo Nacional de Arqueología Subacuática, el Instituto Español de Oceanografía y la Armada han permitido recuperar las piezas más valiosas y conocer el estado del pecio, constatando que Odyssey había recogido monedas con un barrido del fondo marino que dañó gravemente los restos del barco.
30 de diciembre de 2021
30 de diciembre de 2021
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un proceso de descomposición es aquel en el que se produce la reducción de un organismo vivo a formas más simples de la materia. Intervienen la autolisis y la putrefacción.
En esta serie, tras una idea y puesta en escena interesante, intervienen otro tipo de procesos igual de dañinos.
Entonces sobra todo el añadido. Sobra Ana Polvorosa. Sobran chistes. Sobran amoríos. Sobran situaciones hilarantes. Sobra degradar el planteamiento para agradar al público general. Al final son muchas cosas las que sobran. Demasiadas.
Lo que falta es un hilo conductor serio que respete los acontecimientos tal y como suceden. Hacer al espectador reflexionar sobre la problemática que se plantea. Esto por si sólo da para una buena serie, película y novela.
Pero los procesos de descomposición son así. En este caso dan lugar a una reacción irreversible.
En esta serie, tras una idea y puesta en escena interesante, intervienen otro tipo de procesos igual de dañinos.
Entonces sobra todo el añadido. Sobra Ana Polvorosa. Sobran chistes. Sobran amoríos. Sobran situaciones hilarantes. Sobra degradar el planteamiento para agradar al público general. Al final son muchas cosas las que sobran. Demasiadas.
Lo que falta es un hilo conductor serio que respete los acontecimientos tal y como suceden. Hacer al espectador reflexionar sobre la problemática que se plantea. Esto por si sólo da para una buena serie, película y novela.
Pero los procesos de descomposición son así. En este caso dan lugar a una reacción irreversible.
15 de noviembre de 2021
15 de noviembre de 2021
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me esperaba un poco más de desarrollo, quizás una serie hubiera sido mejor que una miniserie ya que es un dilema que da para hablar mucho más que seis capítulos, hay que decir que en cuanto a la producción, es muy buena, cuando salen personajes de otra época, el vestuario no esta nada mal. Y el reparto, el reparto tiene mucho futuro y pasado: a mi Álvaro Mel me ha encantado y creo que en un futuro cercano me gustaría verle en otras series y películas. Y en cuanto a lo de "pasado" me refiero a verdaderos y verdaderas profesionales como lo son Ana Polvorosa, que pudimos ver en Aida o a Clarke Peters que pudimos ver en The Wire.
En conclusión, podríamos dejarlo en un no esta mal pero tampoco perfecto.
En conclusión, podríamos dejarlo en un no esta mal pero tampoco perfecto.
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