PersépolisAnimación
2007 

7.8
44,876
Animación. Drama
Narra la conmovedora historia de una niña iraní desde la revolución islámica hasta nuestros días. Cuando los fundamentalistas toman el poder, forzando a las mujeres a llevar velo y encarcelando a miles de personas, y mientras tiene lugar la guerra entre Irak e Irán, Marjane descubre el punk, ABBA y Iron Maiden. Cuando llega a la adolescencia sus padres la envían a Europa, donde conoce otra cultura que nada tiene que ver con la de su ... [+]
4 de noviembre de 2007
4 de noviembre de 2007
16 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Persépolis es un film de dibujos basados en las novelas gráficas de Marjene Satrapi, en el que nos cuentan la historia real de la propia Marjene, una niña iraní que creció en el Irán de la Revolución Islámica.
En plena represión del pueblo, Marjene descubre el punk, a Iron Maiden y otros grupos prohibidos por el régimen. Con 14 años sus padres la envían a una escuela en Viena donde descubre, entre otras cosas el amor, el sexo y los desengaños. Marjene vuelve a Irán, donde todo sigue igual, así que después de una pequeña depresión, Marjene se destapa y comienza a hablar sin tapujos del Gobierno y lo critica sin complejos. El futiro de Marjene parecía lejos de Irán, ...Francia la esperaba.
La primera novela gráfica de Marjene Satrapi, Persépolis (2000), cuenta los 10 primeros años de su vida hasta el derrocamiento del Shá y el comienzo de la guerra entre Irak e Iran. Un año más tarde sacó la segunda parte de Persépolis, en la que describía la guerra y sus añosde adolescencia previos a su marcha a Viena. Sus dos siguientes tomos contaban su exilio en Austria hasta su vuelta a Irán.
Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud le dan un toque muy expresionista su obra y le ponen un humor ingenioso que hacen que Persépolis sea una rareza animada muy original que entusiasma de principio a fin.
Francia presenta esta obra original para los Oscars y nosotros "El orfanato". Para mi no hay color, Persépolis es aire fresco.
En plena represión del pueblo, Marjene descubre el punk, a Iron Maiden y otros grupos prohibidos por el régimen. Con 14 años sus padres la envían a una escuela en Viena donde descubre, entre otras cosas el amor, el sexo y los desengaños. Marjene vuelve a Irán, donde todo sigue igual, así que después de una pequeña depresión, Marjene se destapa y comienza a hablar sin tapujos del Gobierno y lo critica sin complejos. El futiro de Marjene parecía lejos de Irán, ...Francia la esperaba.
La primera novela gráfica de Marjene Satrapi, Persépolis (2000), cuenta los 10 primeros años de su vida hasta el derrocamiento del Shá y el comienzo de la guerra entre Irak e Iran. Un año más tarde sacó la segunda parte de Persépolis, en la que describía la guerra y sus añosde adolescencia previos a su marcha a Viena. Sus dos siguientes tomos contaban su exilio en Austria hasta su vuelta a Irán.
Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud le dan un toque muy expresionista su obra y le ponen un humor ingenioso que hacen que Persépolis sea una rareza animada muy original que entusiasma de principio a fin.
Francia presenta esta obra original para los Oscars y nosotros "El orfanato". Para mi no hay color, Persépolis es aire fresco.
3 de diciembre de 2007
3 de diciembre de 2007
13 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
La versión cinematográfica del cómic homónimo es un auténtico diamante, los dibujos de estilo naif son a la par sofisticados y llenos de fuerza. El film derrocha humor, sensibilidad e inteligencia por los cuatro costados. Es de lo mejor que he visto en mucho tiempo.
13 de agosto de 2008
13 de agosto de 2008
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
* Otra de esas muestras de animación que van despojando al género de la manida denominación de “dibujitos animados”. Un film basado en un afamado comic, que da a la animación una dimensión y alcance inusual, y casi incomprendido en occidente. El cine de animación como vehículo artístico y de expresión total.
* “Persépolis” es una obra autobiográfica de Marjane Satrapi, que aquí dirige junto a Vincent Paronnaud un film en blanco y negro, de un calado artístico e intelectual enorme, que me ha emocionado y hecho reflexionar continuamente.
* Obra personalísima, no tanto en cuanto a que plasme la visión política y social de la autora, sino más bien porque en su trabajo Satrapi imprime su experiencia vital total, y su vivencia íntegra, ligada o no a las circunstancias de su vida y su país. “Persépolis” despliega ante nosotros la vida confesa de esta mujer, combinando sus diferentes inquietudes, en un alarde de sensibilidad, tacto y saber hacer; echando sobre su pasado una mirada irónica, alegre, crítica, melancólica, emotiva, rabiosa…, sabiendo en cada momento el trato que dar a cada episodio, a cada recuerdo, a cada imagen.
* Es una animación de lo más sencilla, supuestamente del todo cumplidora con el diseño del comic; con algunos arranques surrealistas, otros impactantes, detallistas, y con un sempiterno tono tenebroso y turbio, entristecido, que no logra dejarnos ni en los momentos más cómicos, porque toda la comicidad del film se vuelca sobre circunstancias cuando menos desagradables o penosas: una forma de digerir el pasado.
* Como digo, la película es una serie de miradas a la vida de Satrapi, alguien que desde la niñez ya apuntaba maneras: la perpetua rebeldía, la indignación ante las injusticias, la sensibilidad exacerbada, el continuo descontento, la lucha interna, la inquietud… Miradas certeras, dolientes, burlonas, apenadas, o reivindicativas, siempre según la situación lo requiera, sin ninguna salida de tono, ningún arrebato brusco o desatinado: un film en clave emocional, íntimo; una invitación al mundo interior de Marjane, pero a lomos del relato de la historia reciente de Irán. Una película para emocionarse con las transformaciones del mundo contemporáneo, y su influencia sobre cada uno de nosotros.
* “Persépolis” es una obra autobiográfica de Marjane Satrapi, que aquí dirige junto a Vincent Paronnaud un film en blanco y negro, de un calado artístico e intelectual enorme, que me ha emocionado y hecho reflexionar continuamente.
* Obra personalísima, no tanto en cuanto a que plasme la visión política y social de la autora, sino más bien porque en su trabajo Satrapi imprime su experiencia vital total, y su vivencia íntegra, ligada o no a las circunstancias de su vida y su país. “Persépolis” despliega ante nosotros la vida confesa de esta mujer, combinando sus diferentes inquietudes, en un alarde de sensibilidad, tacto y saber hacer; echando sobre su pasado una mirada irónica, alegre, crítica, melancólica, emotiva, rabiosa…, sabiendo en cada momento el trato que dar a cada episodio, a cada recuerdo, a cada imagen.
* Es una animación de lo más sencilla, supuestamente del todo cumplidora con el diseño del comic; con algunos arranques surrealistas, otros impactantes, detallistas, y con un sempiterno tono tenebroso y turbio, entristecido, que no logra dejarnos ni en los momentos más cómicos, porque toda la comicidad del film se vuelca sobre circunstancias cuando menos desagradables o penosas: una forma de digerir el pasado.
* Como digo, la película es una serie de miradas a la vida de Satrapi, alguien que desde la niñez ya apuntaba maneras: la perpetua rebeldía, la indignación ante las injusticias, la sensibilidad exacerbada, el continuo descontento, la lucha interna, la inquietud… Miradas certeras, dolientes, burlonas, apenadas, o reivindicativas, siempre según la situación lo requiera, sin ninguna salida de tono, ningún arrebato brusco o desatinado: un film en clave emocional, íntimo; una invitación al mundo interior de Marjane, pero a lomos del relato de la historia reciente de Irán. Una película para emocionarse con las transformaciones del mundo contemporáneo, y su influencia sobre cada uno de nosotros.
8 de abril de 2008
8 de abril de 2008
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y mira que lo siento, es divertida, la animación es al tiempo sencilla y aguda, y el guión, glorioso. Estoy deseando hacerme con el cómic homónimo que le sirve de base, y con la otra obra de la autora, "Bordados" que, según me han dicho, cuenta la historia de la abuela a través de una conversación de café.
Es, en suma, totalmente recomendable.
El personaje protagonista y sus amistades me recuerdan al ambiente de los revolucionarios "de salón" sudamericanos de Bryce Echenique en "La vida exagerada de Martín Romaña", y la decepción de los que ponen su fé en los cambios revolucionarios como vía para mejorar un país debería enseñarse en las escuelas.
Sólo le niego el nueve, por ahora, porque, entre tantas películas buenas, he reservado los sobresalientes para las películas que me sorprenden, y que cito o creo que citaré en el futuro como fuente de referencia. Y por ahora no es el caso.
Pero, quién sabe, quizás en el futuro cambie de opinión.
Lo único que puedo decir es que la veré unas cuantas veces más para darle la oportunidad, porque se lo merece ...
Es, en suma, totalmente recomendable.
El personaje protagonista y sus amistades me recuerdan al ambiente de los revolucionarios "de salón" sudamericanos de Bryce Echenique en "La vida exagerada de Martín Romaña", y la decepción de los que ponen su fé en los cambios revolucionarios como vía para mejorar un país debería enseñarse en las escuelas.
Sólo le niego el nueve, por ahora, porque, entre tantas películas buenas, he reservado los sobresalientes para las películas que me sorprenden, y que cito o creo que citaré en el futuro como fuente de referencia. Y por ahora no es el caso.
Pero, quién sabe, quizás en el futuro cambie de opinión.
Lo único que puedo decir es que la veré unas cuantas veces más para darle la oportunidad, porque se lo merece ...
13 de marzo de 2014
13 de marzo de 2014
18 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Persépolis triunfó en todo el mundo occidental. Era muy fácil. Nuestro ombliguismo europeísta iba muy acorde con el tono de la película que dirigió la activista Marjane Satrapi, y que recibió todo el apoyo (y más) del gobierno de Francia. La película fue seleccionada por la academia francesa para representar al país dentro de la categoría de film de animación y los premios que recibió el año 2007 son innumerables, incluyendo el premio del jurado en el festival de Cannes. Ahora bien, ¿Es casualidad que una película declaradamente política triunfara con tanto furor?
Porque decididamente, Persépolis es una película política. Mejor dicho, es un panfleto político realizado por el mundo occidental en un ejercicio automasturbatorio que pretende elevar nuestras supuestas grandes libertades en detrimento de otros países, como los que conforman el eje del mal, que curiosamente por aquel 2007, fecha en la que se realizó Persépolis, estaban en el punto de mira de todos los gobiernos occidentales, con los Estados Unidos a la cabeza. Decididamente, el film se inscribe en la tónica de otros films, como 300 (realizado sólo un año antes que Persépolis, en el 2006) que recogen un tono fácil y popular y que pretende educar (o adoctrinar, según como se escriba) al público masivo y tratado como ganado que asiste a las salas de cine. Y es que la invasión por conseguir el dichoso petróleo (¿Se acuerdan? Al final resulta que no había armas de destrucción masiva…Pero quítenme de allá esos muertos…) Se tenía que respaldar con muchos medios, y más allá de las campañas orquestadas por los medios de comunicación, el cine, como el mejor arte propagandista del siglo XX e inicios del XXI también tuvo su papel. En este sentido, y pese a que sólo han pasado siete años desde la realización del film, sus costuras se han deshilvanado y han quedado más visibles que nunca. En plena crisis mundial, en que el mundo occidental parece estar en un momento crítico, justo cuando hemos descubierto las mentiras de nuestros líderes y la sociedad parece haber despertado ante la somnolencia a la que estábamos sujetos, películas como Persépolis han quedado como testimonios hipócritas de una sociedad que prefería espantar sus propios fantasmas echando exorcismos en países lejanos y dominados por la barbarie.
Que conste que el autor que firma el escrito no está a favor ni de buen grado con las atrocidades que se cometen en países fundamentalistas como el de Irán, pero desde luego el atufo político del film huele a kilómetros de distancia. Pero además, lejos de la mejor tradición política de la Riefenstahl, Persépolis es una película cinematográficamente con muy poco interés.
La vida de nuestra joven protagonista queda retratada por diversos flashbacks que nos muestran gran parte de su infancia. Bien, los flashbacks y sueños de nuestra protagonista están descaradamente realizados para ser lo más fácilmente accesibles. La película de hecho está realizada con el tono más simple posible, con tal de que llegue a cualquier tipo de público. La narración del film parece sacada de una redacción realizada por unos chavales de la Eso. Los sueños están construidos de manera insultantemente idiota para que a nadie se le escape, con la utilización de la voz en off de nuestra protagonista que nos destripa de manera discursiva los intereses de la película. Esto es así y esto otro así, y la película no deja tiempo para abrir un debate, porque parece que estamos ante la verdad absoluta que no tiene motivo a cuestionarse. Por eso, hablar de una poética en la película resulta totalmente erróneo. De hecho, el film es mucho más discursivo que pretendidamente poético. Los debates del films parecen sacados igualmente de una clase de la Logse. Fijémonos sino en la manipulación que realiza la película sobre los personajes, el maniqueísmo al que llega el film situando a un extremo y a otro buenos y malos sin que nunca haya un análisis serio sobre cómo se comporta la sociedad iraní (personajes malutos como la profesora, o las mujeres que quieren llevar a la niña ante el comité cuando la ven con un pin de Michael Jackson y que se comportan como clichés andantes).
Artísticamente, el film no vale absolutamente nada. La comparación que más duele es poner al lado de Persépolis una película como Vals con Bashir, que no sólo tiene un trasfondo mucho más humano y sincero que Persépolis, sino que además tiene una animación mucho mejor elaborada. Con un pretendido tono minimalista, el film opta por un tono blanco y negro que resulta monótono y que no consigue ni un mínimo de intensidad. Dibujos fáciles y con un tono austero, que supuestamente ayudan a apoyar el mensaje principal de la película (ósea, que estamos aviados).
http://neokunst.wordpress.com/2014/03/13/persepolis/
Porque decididamente, Persépolis es una película política. Mejor dicho, es un panfleto político realizado por el mundo occidental en un ejercicio automasturbatorio que pretende elevar nuestras supuestas grandes libertades en detrimento de otros países, como los que conforman el eje del mal, que curiosamente por aquel 2007, fecha en la que se realizó Persépolis, estaban en el punto de mira de todos los gobiernos occidentales, con los Estados Unidos a la cabeza. Decididamente, el film se inscribe en la tónica de otros films, como 300 (realizado sólo un año antes que Persépolis, en el 2006) que recogen un tono fácil y popular y que pretende educar (o adoctrinar, según como se escriba) al público masivo y tratado como ganado que asiste a las salas de cine. Y es que la invasión por conseguir el dichoso petróleo (¿Se acuerdan? Al final resulta que no había armas de destrucción masiva…Pero quítenme de allá esos muertos…) Se tenía que respaldar con muchos medios, y más allá de las campañas orquestadas por los medios de comunicación, el cine, como el mejor arte propagandista del siglo XX e inicios del XXI también tuvo su papel. En este sentido, y pese a que sólo han pasado siete años desde la realización del film, sus costuras se han deshilvanado y han quedado más visibles que nunca. En plena crisis mundial, en que el mundo occidental parece estar en un momento crítico, justo cuando hemos descubierto las mentiras de nuestros líderes y la sociedad parece haber despertado ante la somnolencia a la que estábamos sujetos, películas como Persépolis han quedado como testimonios hipócritas de una sociedad que prefería espantar sus propios fantasmas echando exorcismos en países lejanos y dominados por la barbarie.
Que conste que el autor que firma el escrito no está a favor ni de buen grado con las atrocidades que se cometen en países fundamentalistas como el de Irán, pero desde luego el atufo político del film huele a kilómetros de distancia. Pero además, lejos de la mejor tradición política de la Riefenstahl, Persépolis es una película cinematográficamente con muy poco interés.
La vida de nuestra joven protagonista queda retratada por diversos flashbacks que nos muestran gran parte de su infancia. Bien, los flashbacks y sueños de nuestra protagonista están descaradamente realizados para ser lo más fácilmente accesibles. La película de hecho está realizada con el tono más simple posible, con tal de que llegue a cualquier tipo de público. La narración del film parece sacada de una redacción realizada por unos chavales de la Eso. Los sueños están construidos de manera insultantemente idiota para que a nadie se le escape, con la utilización de la voz en off de nuestra protagonista que nos destripa de manera discursiva los intereses de la película. Esto es así y esto otro así, y la película no deja tiempo para abrir un debate, porque parece que estamos ante la verdad absoluta que no tiene motivo a cuestionarse. Por eso, hablar de una poética en la película resulta totalmente erróneo. De hecho, el film es mucho más discursivo que pretendidamente poético. Los debates del films parecen sacados igualmente de una clase de la Logse. Fijémonos sino en la manipulación que realiza la película sobre los personajes, el maniqueísmo al que llega el film situando a un extremo y a otro buenos y malos sin que nunca haya un análisis serio sobre cómo se comporta la sociedad iraní (personajes malutos como la profesora, o las mujeres que quieren llevar a la niña ante el comité cuando la ven con un pin de Michael Jackson y que se comportan como clichés andantes).
Artísticamente, el film no vale absolutamente nada. La comparación que más duele es poner al lado de Persépolis una película como Vals con Bashir, que no sólo tiene un trasfondo mucho más humano y sincero que Persépolis, sino que además tiene una animación mucho mejor elaborada. Con un pretendido tono minimalista, el film opta por un tono blanco y negro que resulta monótono y que no consigue ni un mínimo de intensidad. Dibujos fáciles y con un tono austero, que supuestamente ayudan a apoyar el mensaje principal de la película (ósea, que estamos aviados).
http://neokunst.wordpress.com/2014/03/13/persepolis/
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