Un héroe
2021 

7.0
4,194
Drama
Rahim (Amir Jadidi) está en la cárcel por una deuda que no ha podido devolver. Durante un permiso de dos días, trata de convencer a su acreedor (Mohsen Tanabandeh) para que retire su reclamación de desembolso de una parte del pago. Pero las cosas no irán como tenía previsto. (FILMAFFINITY)
17 de marzo de 2022
17 de marzo de 2022
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La capacidad de Farhadi para hacer, película tras película, un análisis total, integral, del ser humano y de la sociedad que le alberga es difícilmente explicable.
EL PASADO, EL VIAJANTE, la impactante NADER Y SÍMIN, UNA SEPARACIÓN, son mucho más que películas, son estudios minuciosos, tremendamente incómodos en ocasiones, sobre el comportamiento del ser humano, la causalidad y la casualidad, cómo nuestros actos traen consecuencias y cómo éstas afectan a quienes nos rodean.
Su película rodada en España, TODOS LO SABEN, con un elenco magnífico, si bien es notable no alcanza a estas nombradas, seguramente porque la acción y la trama no suceden en Irán: le falta ese conocimiento y cómo lo transmite a través de imágenes y diálogos.
Sin duda, su nivel de compromiso con o contra el país que le vio nacer no sea quizás tan profundo, ni muchísimo menos, que el de su compatriota y colega, Mohammad Rasoulof, actualmente en espera de entrar en prisión, condenado formalmente por el Gobierno de su país por contarnos cómo es la justicia allí.
Pero eso es otro tema, no juzguemos a los creadores por su valentía o compromiso, vayamos directamente a su obra. Y la de Farhadi es inmensa en su complejidad y reveladora, al mismo tiempo, en su sencillez.
Los personajes de Farhadi podían ser nuestros vecinos, interpretados por actores muy convincentes, con una cámara que les acompaña en su devenir por una vida en la que las tragedias son hechos cotidianos que han de resolver. En esta película vemos a un hombre condenado a prisión por una deuda que intenta negociar con su acreedor para poder salir de la cárcel y poder cancelarla.
Los actos y las decisiones que toma, más allá de su pureza o su oportunidad, van convirtiendo cada problema en uno nuevo y cada decisión en una situación límite que lleva al protagonista y a sus seres queridos a situaciones límites. El espectador llega a dudar sobre quién tiene razón en ese litigio entre deudor y acreedor, cuando en la hora anterior a ese momento todo estaba más que claro.
La mezquindad, el odio, las redes sociales y su utilización en una sociedad como la iraní, el lugar de la mujer y de la familia en esa sociedad. Todo es tratado con profundidad y con una mirada cercana por este cineasta que, sin duda, trasciende a su tiempo y a su origen.
No dejen de verla, una pequeña obra de arte.
EL PASADO, EL VIAJANTE, la impactante NADER Y SÍMIN, UNA SEPARACIÓN, son mucho más que películas, son estudios minuciosos, tremendamente incómodos en ocasiones, sobre el comportamiento del ser humano, la causalidad y la casualidad, cómo nuestros actos traen consecuencias y cómo éstas afectan a quienes nos rodean.
Su película rodada en España, TODOS LO SABEN, con un elenco magnífico, si bien es notable no alcanza a estas nombradas, seguramente porque la acción y la trama no suceden en Irán: le falta ese conocimiento y cómo lo transmite a través de imágenes y diálogos.
Sin duda, su nivel de compromiso con o contra el país que le vio nacer no sea quizás tan profundo, ni muchísimo menos, que el de su compatriota y colega, Mohammad Rasoulof, actualmente en espera de entrar en prisión, condenado formalmente por el Gobierno de su país por contarnos cómo es la justicia allí.
Pero eso es otro tema, no juzguemos a los creadores por su valentía o compromiso, vayamos directamente a su obra. Y la de Farhadi es inmensa en su complejidad y reveladora, al mismo tiempo, en su sencillez.
Los personajes de Farhadi podían ser nuestros vecinos, interpretados por actores muy convincentes, con una cámara que les acompaña en su devenir por una vida en la que las tragedias son hechos cotidianos que han de resolver. En esta película vemos a un hombre condenado a prisión por una deuda que intenta negociar con su acreedor para poder salir de la cárcel y poder cancelarla.
Los actos y las decisiones que toma, más allá de su pureza o su oportunidad, van convirtiendo cada problema en uno nuevo y cada decisión en una situación límite que lleva al protagonista y a sus seres queridos a situaciones límites. El espectador llega a dudar sobre quién tiene razón en ese litigio entre deudor y acreedor, cuando en la hora anterior a ese momento todo estaba más que claro.
La mezquindad, el odio, las redes sociales y su utilización en una sociedad como la iraní, el lugar de la mujer y de la familia en esa sociedad. Todo es tratado con profundidad y con una mirada cercana por este cineasta que, sin duda, trasciende a su tiempo y a su origen.
No dejen de verla, una pequeña obra de arte.
10 de marzo de 2022
10 de marzo de 2022
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La colección de películas de Farhady, como las de Loach y muchos más, no dejan de ser la excusa para mostrar al mundo como es su país .........Irán.
En todas ellas a partir de un conflicto más bien vecinal, más bien cotidiano , a veces irrelevante, a veces brutal, se desarrollan las historias, bien contadas y adornadas por fabulosas interpretaciones, sin demasiada espectacularidad, no hace falta, y con una puesta en escena justita, quizás, parte de la táctica de dar una imagen del país más bien de color amarillo arena y con una tonalidad constante todo el tiempo que dura la cosa.
A mi la verdad es que la imagen de la vieja Persia no me produce un desencuentro excesivo si a estas películas me remito, supongo que Farhadi intenta dar una visión admisible de esa dictadura para no caer en prohibiciones. Pero a buen entendedor ..........no lo vemos pero nos imaginamos que la forma de vida por allá no debe ser nada agradable para los europeos ni occidentales.
Al parecer en Irán hay organizaciones humanitarias que velan por los derechos de los presos, es más, hasta puedes evitar una horca si pagas un dinerillo......... tan malos no son los del penitenciario. Las chavalas por momentos lanzan cabellos al sol pero enseguida vuelven a taparlo no vaya a ser que las metan en la cárcel, hay cuernos y relaciones sexuales fuera del matrimonio y hasta internet, capado, se sobreentiende, pero internet al fin y al cabo. Está bien este viaje a oriente a conocer de primera mano y de ellos mismos, los intelectuales, como gira por aquellos lares el planeta.
Hace bien Farhadi en volver a hacer lo que sabe hacer y tras aquel intento, en mi opinión fallido, (por lo comercial ) a base de un elenco de actores latinos ( españoles y argentinos) que atraían gentes a las salas pero no admiración ni gusto por el cine.
Esperemos seguir gozando del director si los Ayatolas de turno no le cortan antes las alas.
En todas ellas a partir de un conflicto más bien vecinal, más bien cotidiano , a veces irrelevante, a veces brutal, se desarrollan las historias, bien contadas y adornadas por fabulosas interpretaciones, sin demasiada espectacularidad, no hace falta, y con una puesta en escena justita, quizás, parte de la táctica de dar una imagen del país más bien de color amarillo arena y con una tonalidad constante todo el tiempo que dura la cosa.
A mi la verdad es que la imagen de la vieja Persia no me produce un desencuentro excesivo si a estas películas me remito, supongo que Farhadi intenta dar una visión admisible de esa dictadura para no caer en prohibiciones. Pero a buen entendedor ..........no lo vemos pero nos imaginamos que la forma de vida por allá no debe ser nada agradable para los europeos ni occidentales.
Al parecer en Irán hay organizaciones humanitarias que velan por los derechos de los presos, es más, hasta puedes evitar una horca si pagas un dinerillo......... tan malos no son los del penitenciario. Las chavalas por momentos lanzan cabellos al sol pero enseguida vuelven a taparlo no vaya a ser que las metan en la cárcel, hay cuernos y relaciones sexuales fuera del matrimonio y hasta internet, capado, se sobreentiende, pero internet al fin y al cabo. Está bien este viaje a oriente a conocer de primera mano y de ellos mismos, los intelectuales, como gira por aquellos lares el planeta.
Hace bien Farhadi en volver a hacer lo que sabe hacer y tras aquel intento, en mi opinión fallido, (por lo comercial ) a base de un elenco de actores latinos ( españoles y argentinos) que atraían gentes a las salas pero no admiración ni gusto por el cine.
Esperemos seguir gozando del director si los Ayatolas de turno no le cortan antes las alas.
17 de marzo de 2022
17 de marzo de 2022
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reciente película del iraní Asghar Farhadi, que mezcla verdad y mentira, bondad y maldad, acierto y yerro: de nuevo una obra moral. Temática que roza incluso a Kaffka, pero que finalmente nos damos cuenta de que estamos en Irán, en una cultura diferente y con códigos distintos a los occidentales.
Farhadi nos cuenta una de esas historias con secreto en la trastienda, casi thriller psicológico y llevada con la claridad de lo cotidiano.
Rahim (Amir Jadidi) es un hombre bueno que ha salido de la cárcel por una deuda impagada, en un permiso de dos días, para ver a su hijo, a su hermana y a su prometida. Pero en esos días sus acciones bondadosas y honestas le acarrearán desastre y maledicencia.
Durante el tal permiso, trata de convencer a su acreedor (Mohsen Tanabandeh) para que retire la reclamación de una parte del pago. Pero recibe una negativa por respuesta.
La cosa es así: su novia encuentra un bolso con monedas de oro. Una vez que va a pagar la deuda que le asfixia con esas monedas, decide devolver el dinero a su propietaria. Esto lo convierte en un héroe, aunque pronto vemos que ese reconocimiento tendrá mal final.
Es una panorámica y un retrato brillante de los agobios de la sociedad iraní, donde todos están pendientes de los demás. Un pobre hombre contra un sistema tan denso como persecutorio y en un callejón sin salida.
Farhadi muestra de nuevo su capacidad para levantar sobre la rutina diaria, una intriga tan agobiante como precisa. Cada pieza de este puzle está pensada y conduce a la siguiente, con un ritmo sostenido y una filmografía con temple.
Obra profunda, humana y sensible, rodada en la ciudad de Shiraz, a pie de calle. El personaje, un hombre atrapado por situaciones adversas que incluso hacen dudar entre lo ético o lo conveniente, lo justo, y las consecuencias y equívocos que ello ocasiona.
El espectador, en un punto, puede llegar a dudar de su propio criterio con relación a lo que ve: dilemas morales para los cuales cada uno debe decidir con buen juicio, una solución.
En este filme nada es blanco ni negro. Una buena acción puede acarrear consecuencias funestas, porque la bondad tiene su propia agenda, y a veces confunde el beneficio propio, con la generosidad hacia la comunidad.
El protagonista Rahim, hombre gafado y endeudado, tras tener en sus manos un tesoro encontrado casualmente, decide devolverlo en favor de su reputación. Esto precipita su camino a la perdición. De “héroe” pasa a villano empujado por el camino del error. Toma decisiones son impulsivas y contradictorias, le dan y le quitan, tanto de forma arbitraria, como dictada por un feroz sistema político, social y religioso.
Rahim es interpretado genialmente por Jadidi, víctima presa de una desesperación disfrazada de sonrisa perenne, un hombre desamparado que teme perder su buen nombre. De héroe del pueblo en radio, TV y otros medios, pasa al linchamiento público. Su acreedor, un prestamista cínico, está muy bien llevado por el actor Tanabandeh.
En suma, cinta que analiza la sociedad iraní, sus miserias y una forma de hacer justicia que intimida.
Farhadi nos cuenta una de esas historias con secreto en la trastienda, casi thriller psicológico y llevada con la claridad de lo cotidiano.
Rahim (Amir Jadidi) es un hombre bueno que ha salido de la cárcel por una deuda impagada, en un permiso de dos días, para ver a su hijo, a su hermana y a su prometida. Pero en esos días sus acciones bondadosas y honestas le acarrearán desastre y maledicencia.
Durante el tal permiso, trata de convencer a su acreedor (Mohsen Tanabandeh) para que retire la reclamación de una parte del pago. Pero recibe una negativa por respuesta.
La cosa es así: su novia encuentra un bolso con monedas de oro. Una vez que va a pagar la deuda que le asfixia con esas monedas, decide devolver el dinero a su propietaria. Esto lo convierte en un héroe, aunque pronto vemos que ese reconocimiento tendrá mal final.
Es una panorámica y un retrato brillante de los agobios de la sociedad iraní, donde todos están pendientes de los demás. Un pobre hombre contra un sistema tan denso como persecutorio y en un callejón sin salida.
Farhadi muestra de nuevo su capacidad para levantar sobre la rutina diaria, una intriga tan agobiante como precisa. Cada pieza de este puzle está pensada y conduce a la siguiente, con un ritmo sostenido y una filmografía con temple.
Obra profunda, humana y sensible, rodada en la ciudad de Shiraz, a pie de calle. El personaje, un hombre atrapado por situaciones adversas que incluso hacen dudar entre lo ético o lo conveniente, lo justo, y las consecuencias y equívocos que ello ocasiona.
El espectador, en un punto, puede llegar a dudar de su propio criterio con relación a lo que ve: dilemas morales para los cuales cada uno debe decidir con buen juicio, una solución.
En este filme nada es blanco ni negro. Una buena acción puede acarrear consecuencias funestas, porque la bondad tiene su propia agenda, y a veces confunde el beneficio propio, con la generosidad hacia la comunidad.
El protagonista Rahim, hombre gafado y endeudado, tras tener en sus manos un tesoro encontrado casualmente, decide devolverlo en favor de su reputación. Esto precipita su camino a la perdición. De “héroe” pasa a villano empujado por el camino del error. Toma decisiones son impulsivas y contradictorias, le dan y le quitan, tanto de forma arbitraria, como dictada por un feroz sistema político, social y religioso.
Rahim es interpretado genialmente por Jadidi, víctima presa de una desesperación disfrazada de sonrisa perenne, un hombre desamparado que teme perder su buen nombre. De héroe del pueblo en radio, TV y otros medios, pasa al linchamiento público. Su acreedor, un prestamista cínico, está muy bien llevado por el actor Tanabandeh.
En suma, cinta que analiza la sociedad iraní, sus miserias y una forma de hacer justicia que intimida.
22 de marzo de 2022
22 de marzo de 2022
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Asghar Farhadi es el único director que ha conseguido llevarse dos veces el Óscar a la mejor película internacional en los últimos 50 años, un mérito más que importante dado el nivel y competitividad de dicha sección. Con esta película sigue demostrando que su manejo de la intriga y el suspense está a la altura del mismísimo Hitchcock.
Hay dos cosas que siempre me han parecido las señas de identidad de Asghar Farhadi y que en esta película se pueden volver a confirmar. Por un lado la capacidad de gestionar la intriga que tiene este director, generando a partir de una mínima premisa toda una bola de nieve argumental de las que es difícil escapar. El segundo aspecto, pero no por ello menos importante, es la capacidad tan fascinante para abrir esa ventana cinematográfica que nos permite contemplar la realidad social de su país, un Irán bastante lejano de los tópicos occidentales que pueblan nuestro subconsciente y que enmarca perfectamente las historias que nos quiere contar.
Lo mejor: La capacidad que tiene Asghar Farhadi para tejer sus historias con todo tipo de fibras y el vigor y la fuerza del resultado final.
Lo peor: Algunos dicen que es algo reiterativo con "Nader y Simin" o "El viajante", a mí me gusta más verlas todas como parte de una fascinante trilogía...
www.aluCINEando.com
Hay dos cosas que siempre me han parecido las señas de identidad de Asghar Farhadi y que en esta película se pueden volver a confirmar. Por un lado la capacidad de gestionar la intriga que tiene este director, generando a partir de una mínima premisa toda una bola de nieve argumental de las que es difícil escapar. El segundo aspecto, pero no por ello menos importante, es la capacidad tan fascinante para abrir esa ventana cinematográfica que nos permite contemplar la realidad social de su país, un Irán bastante lejano de los tópicos occidentales que pueblan nuestro subconsciente y que enmarca perfectamente las historias que nos quiere contar.
Lo mejor: La capacidad que tiene Asghar Farhadi para tejer sus historias con todo tipo de fibras y el vigor y la fuerza del resultado final.
Lo peor: Algunos dicen que es algo reiterativo con "Nader y Simin" o "El viajante", a mí me gusta más verlas todas como parte de una fascinante trilogía...
www.aluCINEando.com
4 de enero de 2023
4 de enero de 2023
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Farhadi nos ilumina una vez más a través de una historia cuotidiana, de dónde surgen una maraña de situaciones casuales comprometidas que generan dilemas morales en constante disputa. "Un héroe" es una apuesta arriesgada por desarrollarse a través de una trama compleja que parece que vaya a descarrilar en cualquier momento, por el hecho de ir sumando variables, elementos y perspectivas a su narrativa que dejan entrever algunas fisuras del guion.
Sin embargo, consigue ser verosímil, hasta en sus conclusiones, desconsoladoras y críticas. En dónde el orgullo y la honestidad están relacionados con la opinión que tenemos de nosotros mismos; la vanidad, con lo que quisiéramos que los demás pensaran de nosotros. Es una cuestión de principios, mantenerse firme en sus planteamientos. Gran parte del mérito, se le debe atribuir a Amir Jadidi, quién adapta un protagonista risueño y convincente.
Realmente, más allá de que sea una historia a la que a veces se le notan las costuras, su relato se apodera de la pantalla, sabe bien como crear una escala de tensión estimulante y a la vez honrar su credibilidad, y no es tarea fácil.
Sin embargo, consigue ser verosímil, hasta en sus conclusiones, desconsoladoras y críticas. En dónde el orgullo y la honestidad están relacionados con la opinión que tenemos de nosotros mismos; la vanidad, con lo que quisiéramos que los demás pensaran de nosotros. Es una cuestión de principios, mantenerse firme en sus planteamientos. Gran parte del mérito, se le debe atribuir a Amir Jadidi, quién adapta un protagonista risueño y convincente.
Realmente, más allá de que sea una historia a la que a veces se le notan las costuras, su relato se apodera de la pantalla, sabe bien como crear una escala de tensión estimulante y a la vez honrar su credibilidad, y no es tarea fácil.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Al parecer lo que de los hombres se dice, verdadero o falso, ocupa tanto lugar en su destino, y sobre todo en su vida, como lo que hacen.
Fantástico plano final, cuándo nuestro protagonista está cerca de ingresar a la cárcel debido a las deudas que no ha podido ni querido resolver y mientras tanto se ve un presidiario, cuya mujer le recibe tomando la libertad, y ofrece unos dulces agradecido. La rueda sigue girando.
Fantástico plano final, cuándo nuestro protagonista está cerca de ingresar a la cárcel debido a las deudas que no ha podido ni querido resolver y mientras tanto se ve un presidiario, cuya mujer le recibe tomando la libertad, y ofrece unos dulces agradecido. La rueda sigue girando.
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