El Ken Loach iraní, Asghar Farhadi se muestra autocomplaciente, sensiblero y maniqueo.
Manipula la trama, occidentalizando la historia y el drama social de un ciudadano casi ejemplar (aunque bastante ingenuo), sujeto a deudas, condenado a prisión, sometido al abuso de los medios de comunicación tras su acción benefactora y, expuesto al forzado engaño final.
Resulta todo falso, impostado, enrevesado y sometido al filtro del cine comercial condescendiente y, por supuesto, no me la creo: de héroe a villano en un santiamén.
Un estudio sobre la manipulación de los hechos a través de Internet, la hipocresía y el honor.

Nada me resulta fraudulento, superficial e insignificante en este interesante y conmovedor drama social. Lo dirige Asghar Farhadi, portador de un lenguaje humanamente complejo y poderoso, dueño de un relato cuya trascendencia, desde los primeros minutos, merece no ser cuestionada ni desatendida.

El carácter reflexivo que invade al espectador tras el visionado de 'Un héroe' no es ninguna casualidad. Hablo de un hábil manejo de la tensión, de unos personajes cuyos conflictos morales han sido definidos y desarrollados con notable delicadeza, de una visión nunca inmutable de los hechos, dispuesta a juzgar toda acción y consecuencia desde una puntual (y cada vez más atípica) escala de grises, allá donde no existen ni buenos ni malos, únicamente personas que se equivocan y avanzan como pueden. Un recordatorio vital de que la justicia, al igual que nuestro propio ser, debe seguir experimentando cambios necesarios dentro de su irremediable e inestable ambigüedad.

Es mérito del director por hacernos pensar en estos tiempos tan complicados, también de los actores por transmitir implicación y sentimiento en sus dignas interpretaciones. Si sus imágenes tuvieran la misma fuerza que sus palabras, estaríamos hablando de un hallazgo mucho mayor, sin duda.

Muy buena película iraní, el drama de un buen tipo (un buenudo) que por querer obrar bien, las cosas no salen como podían esperarse... Notable dirección, que pese al extenso metraje en ningún momento su visionado cansa al espectador, sino que lo mantiene en estado de expectativa creciente con el desarrollo del muy acertado guion. Recomendable

En su nueva película, Asghar Farhadi nos relata un pedazo de la vida de Rahim, un preso que está recluido en la cárcel por un delito menor. Debe una deuda a su acreedor y no dispone de la suma necesaria pasa saldarla. Sin recursos y aprovechando un permiso penitenciario, encontrara la ayuda que necesita de manos de su nueva pareja, una joven que trabaja en el centro de logopedia al que acude su hijo. La suerte o el azar le llevaran a tener en sus manos una bolsa llena de monedas de oro. Rahim intentara devolvérsela a su propietaria en un último intento por recobrar la libertad y restablecer su honor. Sin embargo, lo que comenzó como un acto generoso por su parte que le prometía un mejor futuro acabara convirtiéndose en su mayor pesadilla.


El director iraní es uno de mis directores favoritos. Obras anteriores como ‘’El viajante’’, ‘’Nader y Simin, una separación’’ o ‘’A propósito de Elly’’ rozan la perfección más absoluta y concentran todo lo que le pido al cine. Si bien es cierto que ‘’Un heroe’’ no está al nivel de las mencionadas, no por ello es un trabajo menor. En su nueva cinta, Farhadi nos vuelve a trasladar a la vida de una persona común y corriente a la que su entorno no deja prosperar y que debe hacer frente a una sociedad injusta. Como es habitual en su cine, la realidad de su país queda reflejada de forma cruel y dolorosa. Rahim es un hombre generoso y algo torpe que lo único que desea es tener una segunda oportunidad para comenzar de nuevo junto a su hijo y a su novia. A pesar de ello, será usado como títere por los altos cargos que le rodean, para los que ni él ni su drama diario significan absolutamente nada.


Farhadi esboza la figura del héroe como un prototipo necesario para que otros desarrollen sus objetivos. En la sociedad de la que habla no importa la verdadera heroicidad. Lo único importante es que las personas comunes sean explotadas para vender cierta imagen que siempre favorece a otros (los poderosos) y nunca mejora las condiciones las condiciones de vida de los más desfavorecidos. Al final ni siquiera importa si Rahim miente o dice la verdad. Lo único importante es si su relato es necesario o si por el contrario se puede prescindir de él. Los héroes y los villanos. Todos son ideales humanos creados única y exclusivamente por un propósito. Fáciles de modelar y también fáciles de derribar con un solo chasquido. A nadie parece interesarle lo mucho que Rahim ha trabajado para tener una segunda oportunidad o lo mucho que lo necesita su hijo. Sin embargo, aunque el tono gris se mantiene como una constante de la trama, Farhadi conserva cierta esperanza en su relato. Rahim acaba por comprender que le pueden robar la libertad o el futuro, pero hay algo que nadie le podrá arrebatar jamás. Nadie le podrá quitar su dignidad y su orgullo como ser humano.


Y es que al final ‘’Un héroe’’ no es más que un relato sobre la dignidad humana y sobre la capacidad de conservarla aun en las situaciones más adversas. Farhadi se rodea de un reparto excelente en el que destacan su protagonista interpretado de forma excelente por el actor Amir Jadidi y el joven actor que interpreta a su hijo. Aunque Rahim puede ser culpable de muchas cosas, no explotara sin piedad como otros la tartamudez de su propio hijo y es justamente eso lo que lo convertirá finalmente en un héroe. Aunque en el proceso la propia ‘’heroicidad’’ de la que otros querían revestirlo desaparezca. Es todo aquello de lo que no puede presumir o que no lo puede beneficiar, lo que acaba por convertirlo en un héroe, únicamente para aquellos que lo conocen realmente. No para el público en general. Los verdaderos héroes siempre pasan desapercibidos en la historia de la humanidad. Ignorados por el conjunto de la sociedad, solo unos pocos acaban por conocer la grandeza de sus decisiones.

Lo que más resaltaría de esta película es que, a pesar de los múltiples conflictos morales que afloran en la historia, no es ni melodramática ni maniquea. Todo lo contrario, no hay ni buenos ni malos: todos tienen su parte de razón. Las posturas de todos los personajes resultan comprensibles y creíbles, al menos en un país como Irán. Y cada uno de los conflictos morales que retrata nos hace pensar.

El retrato de la sociedad iraní es interesantísimo. Toca, aunque en algún caso sea de pasada, muchos temas, todos ellos interesantes: la importancia de la familia, la importancia del honor y la respetabilidad, la tremenda influencia de las redes sociales (incluso en un país como Irán), como se puede utilizar la imagen de un menor (el hijo tartamudo del protagonista) para conseguir simpatías y apoyos, como una persona puede ir a la cárcel por no pagar una deuda, como el que una persona sea ejecutada por asesinato o no puede depender de que pueda pagar una indemnización, la situación de la mujer, etc.

La interpretación de prácticamente todos los actores, incluyendo los niños, es soberbia, y la ambientación buenísima.