La verdad que con muy poco logra funcionar. Es una historia muy básica que de entrada te atrapa gracias a la empatía con los personajes (Darín y Cámara), que logran traspasar la pantalla en cada escena.

En ocasiones la excepción confirma la regla. ¿Y por qué digo esto? Porque por lo general una puntuación en filmaffinity superior o igual a 6 significa que la película merece la pena verse, y cuando ya está por encima de 7 es casi imprescindible. Más aún cuando el número de votos es elevado.
En este caso la excepción confirma la regla, pues esta película es lamentable. Ni el guión, ni las actuaciones, ni la fotografía, ni el ritmo, ni nada. Una película llena de tópicos y mal rodada. Es posible que no merezca una sola estrella, sino 4 ó 5, ... pero siendo tan elevado el número de puntuaciones altas que ha recibido (y que fueron lo que me sentó delante de la pantalla ante ella), creo que merecía una puntuación y una crítica como ésta para intentar abrir los ojos a algún que otro desafortunado que, como yo, sienta la tentación de considerarla.

La vi solo porque estaba Darín. Es que las peli de enfermedades son un golpe bajo y un forcejeo deshonesto para hacernos sentir mal. Ellos dirán que para hacernos reflexionar. Pero conmigo no lo consiguieron, ya que Darín no fue creíble (como actores somos todos Julio Cesares) y tampoco me pareció ver un increscendo de situaciones emotivas. La nota es que hubiera sido más agradable si le ponían otra pareja al "boludo". El "gilipollas" al final se confirmó como un tipo desagradable. Ya venía haciendo todo lo posible por hacerse el corojudo y el frío. Lo de Javier Cámara ya está bien, que como hijo de la dueña rica le han dado de comer bastante. Así como las pelis son cosas que no suceden en la vida, tampoco los actores deberían ser tan anodinos. Y su personaje al final resultó ser el de un mediocre tipo.

Pues nada que no salimos del cine sensiblero, que no podemos contar una historia mínimamente digna sin que te saquen enfermedades o la guerra civil, pero bueno así esta el patio.

Hipertérrita toda la película, empalice con el perro que lo veía sufrir la veces que estaba despierto, como yo.

Que una historia de cáncer aburra es un mérito a la altura de pocos.

Diálogos chocantes por lo claro y directo que es el personaje que interpreta Ricardo Darín.
Entrentenida, para pasar un rato, nada profunda aunque el tema del cáncer es serio.
Los dos actores pricipales son excelentes y se refleja en la interpretación.