Tapas
2005 

6.3
27,713
Comedia. Drama
Varias historias se entrelazan en un barrio de trabajadores de una gran ciudad. El miedo a la soledad de Mariano y Conchi, dos jubilados; la esperanza y tristeza de Raquel, mujer de mediana edad que vive su amor vía Internet; la incertidumbre del futuro de César y Opo; o el descubrimiento que hace Lolo gracias a Mao, su nuevo cocinero, que le muestra que hay otro mundo más allá de su bar. (FILMAFFINITY)
5 de septiembre de 2009
5 de septiembre de 2009
14 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Volvemos a maldecir a Altman por inventarse las historias cruzadas y maldecimos más todavía a todos aquellos que se aprovechan del tirón y la moda de estas historias. Un filme costumbrista, casi social pero inexplicablemente rodado con efectismos y falsificaciones emocionales. Todo sabe a falso en esta historia de barrio (ahora que Aida lleva unos años triunfando) donde los personajes deambulan de un lado para otro sin saber muy bien porque y para que.
En un intento de querer tener profundidad, de saber reflejar los sentimientos humanos de la gente de la calle, Corbacho y Cruz se pierden en la superficialidad que dan una música machacona muy mal utilizada, unos actores dirigidos pésimamente y una realización cuanto menos televisiva. No entiendo porque se empeñan en querer hacernos todo tan real cuando ellos mismos, con sus torpes maniobras, nos distancian de la historia hasta el extremo de que parezca un piloto de una serie cancelada.
Porque eso es lo que parece. Es la única forma de entender el porque del nulo desarrollo de personajes (algunos tan planos que dan entre risa y pena). A estos dos les han sonado las campanas del cine social y no saben donde. Parece que se toman más esfuerzo en que parezca una película “bonita” y “compasiva” que en que lo sea.
Esto es lo que pasa cuando le dan una cámara al cómico de turno (sin gracia) para “representar la realidad de lo que pasa en la calle”. Uno entra en desesperación a medida que pasan los minutos porque se pregunta, ¿Y esto ganó en el festival de Málaga?
No entiendo como se puede tener un reparto de tanta calidad y echarlo todo a perder. Ángel de Andrés, con lo pedazo de actor que es, repite su personaje de Manos a la obra. Rubén ochandiano parece anclado en personajes con sexualidad ambigua o simplemente con sexualidad como único elemento a destacar de su personalidad. La anciana de Cuéntame que no recuerdo como se llama, lo mismo que de Andrés, repite su personaje de Cuéntame. La única que sobresale del resto es Elvira Mínguez, que da una lección de cómo hay que tomarse un personaje como este. Con contención a pesar de estar destruida por dentro.
En resumen, otra película española que pierde la oportunidad de destacar entre el resto (lo cual no es muy difícil) por su autocomplacencia y su nulo sentido cinematográfico.
PD: Que alguien me explique la utilización de cameos de famosos (famosillos) como El follonero en momentos de máxima tensión dramatica. ¿No había otro momento más intrascendente en el que meter a tal personaje y a otros?
En un intento de querer tener profundidad, de saber reflejar los sentimientos humanos de la gente de la calle, Corbacho y Cruz se pierden en la superficialidad que dan una música machacona muy mal utilizada, unos actores dirigidos pésimamente y una realización cuanto menos televisiva. No entiendo porque se empeñan en querer hacernos todo tan real cuando ellos mismos, con sus torpes maniobras, nos distancian de la historia hasta el extremo de que parezca un piloto de una serie cancelada.
Porque eso es lo que parece. Es la única forma de entender el porque del nulo desarrollo de personajes (algunos tan planos que dan entre risa y pena). A estos dos les han sonado las campanas del cine social y no saben donde. Parece que se toman más esfuerzo en que parezca una película “bonita” y “compasiva” que en que lo sea.
Esto es lo que pasa cuando le dan una cámara al cómico de turno (sin gracia) para “representar la realidad de lo que pasa en la calle”. Uno entra en desesperación a medida que pasan los minutos porque se pregunta, ¿Y esto ganó en el festival de Málaga?
No entiendo como se puede tener un reparto de tanta calidad y echarlo todo a perder. Ángel de Andrés, con lo pedazo de actor que es, repite su personaje de Manos a la obra. Rubén ochandiano parece anclado en personajes con sexualidad ambigua o simplemente con sexualidad como único elemento a destacar de su personalidad. La anciana de Cuéntame que no recuerdo como se llama, lo mismo que de Andrés, repite su personaje de Cuéntame. La única que sobresale del resto es Elvira Mínguez, que da una lección de cómo hay que tomarse un personaje como este. Con contención a pesar de estar destruida por dentro.
En resumen, otra película española que pierde la oportunidad de destacar entre el resto (lo cual no es muy difícil) por su autocomplacencia y su nulo sentido cinematográfico.
PD: Que alguien me explique la utilización de cameos de famosos (famosillos) como El follonero en momentos de máxima tensión dramatica. ¿No había otro momento más intrascendente en el que meter a tal personaje y a otros?
12 de junio de 2005
12 de junio de 2005
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película que me ha sorpendido gratamente. Los actores están a muy buen nivel y el argumento es muy cercano. La película trata sobre varias historias que se desarrollan en un barrio tomando como eje central el Bar Lolo. Tiene muchos guiños simpáticos, aunque tiene su toque dramático. Entre tanta superproducción de turno, se agradecen películas de este estilo. Película muy recomendable.
5 de julio de 2005
5 de julio de 2005
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acabo de ver esta pelicula i al terminar me ha invadido un sentimiento de complicidad, historias cercanas que podrían suceder hoy en qualquier ciudad, a qualquiera de nosotros. Sin grandes alardes, una pelicula sencilla i directa ese es su mayor encanto. La vida transcurre en un barrio como el de qualquier ciudad y los sentimientos, las relaciones se mezclan creando esta pelicula.
1 de julio de 2013
1 de julio de 2013
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues sí, señores, para taparla para siempre. Tener la suerte de contar con los medios y dinero para hacer una película parece que es una oportunidad que viene por delante del proyecto. Debería existir una conciencia que excluyera el “ego” de los responsables de la película para que exclusivamente trabajaran en la realización de una película auténtica, innovadora, algo que fuera novedoso, sobre todo eso, que fuera buscando la originalidad. Es cierto que es muy difícil, pero por eso se deben premiar exclusivamente a aquellas películas en las que se advierta que “alguien” se lo ha currado, o sea, que se note el trabajo de un guión de calidad, de un argumento interesante. Hay que estrujarse el cerebro y si no eres capaz nada más que de llegar a cosas como esta somera tontería, pues contrata a gente, gástate los cuartos en buscar a personas con ideas buenas que hay montones que merecen una oportunidad.
Luego los tíos éstos, Corbacho y Juan Cruz, se llevan un premio y lo malo es que se lo creen y habrán quedado para hacer otra película todo orgullosos y en dos minutos decidirán que la siguiente película será de macarrillas, por ejemplo. Y siempre lo mismo: la sota, el caballo y el rey.
Deberían darse cuenta que si les dan un premio por tamaña gilipollez es porque el certamen habrá sido flojo de cojones y aquellos que les comenten lo interesante que es esta película y que están contentísimos con el premio que les han dado es que son unos pelotas y unos mamarrachos, y los responsables se lo creerán. La verdad, la puta verdad, es que el chino haciendo katas y viendo la tele mientras echa chipirones en la plancha es patético y carente de toda atención. Para eso resulta mil veces más original ver Pesadilla en la cocina. Alberto Chicote ha superado a la primera la integración del chino en la cocina española, aquí los cineastas españoles todavía están en el parvulario. Un chino haciendo katas y muy formalito, trabajador y con novia... Y el español, un cazurro. Qué tratamiento más ridículo y tópico. Entérate, en la vida real el chino engaña al español como a un chino.
Y el pobre Ángel de Andrés está penoso al máximo siendo como es un excelente actor que parece que con toda la carrera que lleva a sus espaldas está aún por descubrir como tantos otros actores nacionales. Porque eso de la puta recitándole la alineación del Depor o del equipo que sea, si alguien pensó que iba a hacer gracia es que le falta entendimiento básico o que de cine no sabe más que de oídas. Ah, y más tópicos con ese personaje a lo cazurro que se encuentra muy solo en la vida y busca al chino para ir a tomar unas copas después del trabajo poniendo copas. ¿Estarán influenciado los autores por El bazar de las sorpresas? Una idea de lo más corriente que no llega a ningún lado, que muere según nace porque no tiene ninguna originalidad. Igual que la chorrada del chaval con la otra pava que vamos, es una historia que igual se convencieron que iba a causar mella en el corazón de los espectadores y verlos en la cama y oírlos hablar es tan interesante como ver una mosca en el cristal de la ventana frotándose las manos. Bueno, con la mosca puedes tratar de averiguar qué estará tramando.
Que flamantes escenas esos primeros planos de la pareja en la cama con la almohada de fondo. ¿Dónde habré visto yo otra igual? Ah, bueno, es que es la de siempre. No hay otra. Así se aprovecha para que la tía enseñe una teta ¡qué emoción! ¿No podían haberse inventado otra cosa menos corriente? Innovación a tope. Y no digamos nada de la abuela de la familia Alcántara trapicheando con droga... Cómo espectador: ¿qué te transmite la abuela? Pues no transmite nada de nada, así es, lo único que me dice es que estoy viendo a la abuela de los Alcántara haciendo escenas artificiales a más no poder. Penosidades al por mayor. Casi cine rosa, podría decirse. A la abuela la tenían que rajar en la esquina al salir del bar, pero no, sus clientes son gente con pasta, muy respetuosos con la señora, y muy formales. La vida misma.
En definitiva, es lamentable como se desperdicia continuamente dinero para crear un cine aburrido y machacón, en perjuicio de gente desconocida que por ello y por desgracia carece de oportunidades, lo mismo que pasa en la literatura actual en los que solo venden y publican los famosillos del momento, y esto es realmente perjudicial, como esta película, porque mina el pensamiento y puede llegar a convencer a la gente que este tipo de argumentos es muy divertido y profundo… Cuando es lo más vulgar, anodino y pestilente.
Luego los tíos éstos, Corbacho y Juan Cruz, se llevan un premio y lo malo es que se lo creen y habrán quedado para hacer otra película todo orgullosos y en dos minutos decidirán que la siguiente película será de macarrillas, por ejemplo. Y siempre lo mismo: la sota, el caballo y el rey.
Deberían darse cuenta que si les dan un premio por tamaña gilipollez es porque el certamen habrá sido flojo de cojones y aquellos que les comenten lo interesante que es esta película y que están contentísimos con el premio que les han dado es que son unos pelotas y unos mamarrachos, y los responsables se lo creerán. La verdad, la puta verdad, es que el chino haciendo katas y viendo la tele mientras echa chipirones en la plancha es patético y carente de toda atención. Para eso resulta mil veces más original ver Pesadilla en la cocina. Alberto Chicote ha superado a la primera la integración del chino en la cocina española, aquí los cineastas españoles todavía están en el parvulario. Un chino haciendo katas y muy formalito, trabajador y con novia... Y el español, un cazurro. Qué tratamiento más ridículo y tópico. Entérate, en la vida real el chino engaña al español como a un chino.
Y el pobre Ángel de Andrés está penoso al máximo siendo como es un excelente actor que parece que con toda la carrera que lleva a sus espaldas está aún por descubrir como tantos otros actores nacionales. Porque eso de la puta recitándole la alineación del Depor o del equipo que sea, si alguien pensó que iba a hacer gracia es que le falta entendimiento básico o que de cine no sabe más que de oídas. Ah, y más tópicos con ese personaje a lo cazurro que se encuentra muy solo en la vida y busca al chino para ir a tomar unas copas después del trabajo poniendo copas. ¿Estarán influenciado los autores por El bazar de las sorpresas? Una idea de lo más corriente que no llega a ningún lado, que muere según nace porque no tiene ninguna originalidad. Igual que la chorrada del chaval con la otra pava que vamos, es una historia que igual se convencieron que iba a causar mella en el corazón de los espectadores y verlos en la cama y oírlos hablar es tan interesante como ver una mosca en el cristal de la ventana frotándose las manos. Bueno, con la mosca puedes tratar de averiguar qué estará tramando.
Que flamantes escenas esos primeros planos de la pareja en la cama con la almohada de fondo. ¿Dónde habré visto yo otra igual? Ah, bueno, es que es la de siempre. No hay otra. Así se aprovecha para que la tía enseñe una teta ¡qué emoción! ¿No podían haberse inventado otra cosa menos corriente? Innovación a tope. Y no digamos nada de la abuela de la familia Alcántara trapicheando con droga... Cómo espectador: ¿qué te transmite la abuela? Pues no transmite nada de nada, así es, lo único que me dice es que estoy viendo a la abuela de los Alcántara haciendo escenas artificiales a más no poder. Penosidades al por mayor. Casi cine rosa, podría decirse. A la abuela la tenían que rajar en la esquina al salir del bar, pero no, sus clientes son gente con pasta, muy respetuosos con la señora, y muy formales. La vida misma.
En definitiva, es lamentable como se desperdicia continuamente dinero para crear un cine aburrido y machacón, en perjuicio de gente desconocida que por ello y por desgracia carece de oportunidades, lo mismo que pasa en la literatura actual en los que solo venden y publican los famosillos del momento, y esto es realmente perjudicial, como esta película, porque mina el pensamiento y puede llegar a convencer a la gente que este tipo de argumentos es muy divertido y profundo… Cuando es lo más vulgar, anodino y pestilente.
15 de febrero de 2009
15 de febrero de 2009
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tenía otra idea acerca de esta película pero he de reconocer que me ha sorprendido gratamente. Combina varias historias que tienen como punto común un barrio y, más en concreto, el bar que frecuentan. Tiene momentos de casi todo, por ejemplo esa tierna historia de María Galiana, la de su marido, la del perro, etc. Golpes "duros", amor adolescente, amor de toda una vida, amor descuidado... Cotidianidad, historias narradas con mucha sencillez pero con buenas interpretaciones por parte de los actores, me parece que lo hacen muy real, que expresan lo que busca expresar. Está bien dirigida, tiene un buen ritmo, es sencilla de seguir y de conectar, es entretenida, tiene momentos de humor, momentos de ternura, de drama, de soledad, de sueños...
Creo que desde el título hasta la música del final están bien elegidos; detrás de cada persona que camina a tu lado por la calle, hay una historia.
Un gran acierto.
Creo que desde el título hasta la música del final están bien elegidos; detrás de cada persona que camina a tu lado por la calle, hay una historia.
Un gran acierto.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here