El problema de los 3 cuerposSerie
2024 

David Benioff (Creador), D.B. Weiss (Creador) ...
6.5
9,376
Serie de TV. Ciencia ficción. Fantástico
Serie de TV (2024-). 1 temporada. 8 episodios. Una decisión tomada en China en los años 60 trasciende el tiempo y el espacio, obligando a unos científicos a afrontar la peor amenaza para la humanidad en el presente. (FILMAFFINITY)
3 de abril de 2024
3 de abril de 2024
19 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Valga la redundancia, el gran, insalvable problema de «El problema de los tres cuerpos» radica en unas premisas de todo punto absurdas.
Me explico.
A nadie con unas mínimas nociones de antropología, o de historia, escapa que, si algo caracteriza al ser humano, es su tendencia a exterminar cualquier especie que le resulte no ya amenazadora, sino meramente molesta, o poco útil. Pues bien, unos alienígenas cuya única posibilidad de supervivencia pasa por instalarse en el planeta Tierra y a los que preocupa sobremanera el nivel de desarrollo tecnológico y, por ende, armamentístico que habremos alcanzado para la fecha estimada de su llegada —dentro de 400 años, nada menos—, no contentos con avisarnos con tamaña antelación, nos insultan tildándonos de insectos en los miles de millones de pantallas que pueblan nuestro mundo. Argumento: no saben mentir, pobrecitos. Corolario: tienen menos luces que un repetidor de la FP Básica. No sé qué pasará en las novelas de Liu Cixin, pero en la vida real el Departamento de Defensa de los Estados Unidos se estaría frotando las manos mientras retoma las pruebas nucleares en Alamogordo hasta aflorar el último cartucho de «E.T. The Extraterrestrial».
Quizá ello explique los escasamente halagüeños datos de audiencia con que ha sido saludada esta primera temporada. A fin y al cabo, el suscriptor de Netflix no tendrá las inquietudes intelectuales del de Filmin, pero tampoco hay por qué tratarlo de gilipollas. Tanto es así, que una eventual cancelación está sobre la mesa, lo cual supondría un tropiezo de proporciones bastante sísmicas, habida cuenta del oneroso desembolso que la plataforma californiana ha debido realizar para, primero, hacerse con los derechos del original literario —Amazon llegó a ofrecer unos insuficientes mil millones de dólares—, fichar a Benioff y Weiss después —otros 200 millones—, rodarla con los oropeles visuales de rigor y promocionarla a una escala aún mayor de lo que acostumbra.
En efecto, en una operación de marketing que ni en su día la de «Narcos» (ídem, 2015-2017), se ha creado un «hype» inmediato y artificial, una burbuja tumefacta que, cual recreación (post) moderna y «centennial» del traje nuevo del emperador, se pincha con el visionado del primer episodio. Algo similar, pero de modo no tan flagrante, sucedió con «The Last of Us» (ídem, 2023) hará cosa de un año. Signo de los tiempos líquidos que nos han caído en (mala) suerte. Volviendo a la serie que nos ocupa y por cerrar la idea: nos prometen «La guerra de los mundos» en cualquiera de sus versiones, también la radiofónica, y en cambio nos enchufan ocho horas de «Contact» (ídem, 1997), al menos en cuanto a entretenimiento; porque, además de profundamente estúpida y pródiga en incoherencias, «El problema de los tres cuerpos» resulta soberanamente aburrida. Si eso no es publicidad engañosa, que venga Dios, o los San-Ti, y lo vean.
En cuanto a su joven reparto —escrupulosamente respetuoso con las cuotas étnicas y de género y cuya mitad masculina manifiesta una inteligencia rayana en la discapacidad, y ello pese a tratarse de (supuestas) luminarias en el campo de la física—, destaca por una insipidez ciertamente desalentadora. John Bradley, único de sus integrantes agraciado con un ápice de carisma, procura quitarse de en medio lo antes posible, como si hubiera tomado súbita conciencia del disparate cósmico en que se ha dejado enrolar. Ni él mismo se explica en base a qué arcanos talentos su pueril personaje se ha hecho asquerosamente rico. Aunque sin duda lo más irritante es el sempiterno mohín de adolescente contrariada que Eiza González imprime al suyo, una improbable eminencia de la nanoingeniería a la que todo le viene mal. Sólo Jess Hong parece esforzarse por insuflar algo de dignidad a su papel, si bien el alucinado plan que concibe para infiltrarse entre los invasores no ayuda a tomársela demasiado en serio.
Me explico.
A nadie con unas mínimas nociones de antropología, o de historia, escapa que, si algo caracteriza al ser humano, es su tendencia a exterminar cualquier especie que le resulte no ya amenazadora, sino meramente molesta, o poco útil. Pues bien, unos alienígenas cuya única posibilidad de supervivencia pasa por instalarse en el planeta Tierra y a los que preocupa sobremanera el nivel de desarrollo tecnológico y, por ende, armamentístico que habremos alcanzado para la fecha estimada de su llegada —dentro de 400 años, nada menos—, no contentos con avisarnos con tamaña antelación, nos insultan tildándonos de insectos en los miles de millones de pantallas que pueblan nuestro mundo. Argumento: no saben mentir, pobrecitos. Corolario: tienen menos luces que un repetidor de la FP Básica. No sé qué pasará en las novelas de Liu Cixin, pero en la vida real el Departamento de Defensa de los Estados Unidos se estaría frotando las manos mientras retoma las pruebas nucleares en Alamogordo hasta aflorar el último cartucho de «E.T. The Extraterrestrial».
Quizá ello explique los escasamente halagüeños datos de audiencia con que ha sido saludada esta primera temporada. A fin y al cabo, el suscriptor de Netflix no tendrá las inquietudes intelectuales del de Filmin, pero tampoco hay por qué tratarlo de gilipollas. Tanto es así, que una eventual cancelación está sobre la mesa, lo cual supondría un tropiezo de proporciones bastante sísmicas, habida cuenta del oneroso desembolso que la plataforma californiana ha debido realizar para, primero, hacerse con los derechos del original literario —Amazon llegó a ofrecer unos insuficientes mil millones de dólares—, fichar a Benioff y Weiss después —otros 200 millones—, rodarla con los oropeles visuales de rigor y promocionarla a una escala aún mayor de lo que acostumbra.
En efecto, en una operación de marketing que ni en su día la de «Narcos» (ídem, 2015-2017), se ha creado un «hype» inmediato y artificial, una burbuja tumefacta que, cual recreación (post) moderna y «centennial» del traje nuevo del emperador, se pincha con el visionado del primer episodio. Algo similar, pero de modo no tan flagrante, sucedió con «The Last of Us» (ídem, 2023) hará cosa de un año. Signo de los tiempos líquidos que nos han caído en (mala) suerte. Volviendo a la serie que nos ocupa y por cerrar la idea: nos prometen «La guerra de los mundos» en cualquiera de sus versiones, también la radiofónica, y en cambio nos enchufan ocho horas de «Contact» (ídem, 1997), al menos en cuanto a entretenimiento; porque, además de profundamente estúpida y pródiga en incoherencias, «El problema de los tres cuerpos» resulta soberanamente aburrida. Si eso no es publicidad engañosa, que venga Dios, o los San-Ti, y lo vean.
En cuanto a su joven reparto —escrupulosamente respetuoso con las cuotas étnicas y de género y cuya mitad masculina manifiesta una inteligencia rayana en la discapacidad, y ello pese a tratarse de (supuestas) luminarias en el campo de la física—, destaca por una insipidez ciertamente desalentadora. John Bradley, único de sus integrantes agraciado con un ápice de carisma, procura quitarse de en medio lo antes posible, como si hubiera tomado súbita conciencia del disparate cósmico en que se ha dejado enrolar. Ni él mismo se explica en base a qué arcanos talentos su pueril personaje se ha hecho asquerosamente rico. Aunque sin duda lo más irritante es el sempiterno mohín de adolescente contrariada que Eiza González imprime al suyo, una improbable eminencia de la nanoingeniería a la que todo le viene mal. Sólo Jess Hong parece esforzarse por insuflar algo de dignidad a su papel, si bien el alucinado plan que concibe para infiltrarse entre los invasores no ayuda a tomársela demasiado en serio.
22 de marzo de 2024
22 de marzo de 2024
19 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adaptar una obra de este calibre es bastante difícil y yo diría que lo que ha producido Netflix es cuanto menos irregular. La primera parte de la serie en cuanto a trama yo diría que es correcta, es coherente con el primer libro, quitando ciertas cosas pues la serie se ha occidentalizado por decirlo de alguna manera, cosa que en parte entiendo y por otra parte me parece un error y me inclino más por esta opción.
Los primeros cinco episodios es la adaptación del primer libro titulado "el problema de los tres cuerpos" y los otros tres episodios de la primera temporada son la adaptación del segundo libro y a la lo largo de la temporada hay cosas relacionadas incluso con el tercer libro. Y el resultado es mejorable.
Yo veo un bajón importante a partir del sexto capítulo incluido, quizás sea por como es el segundo libro o que la premisa no me llama lo suficiente la atención en ese sentido y creo que esta planteado de manera muy aburrida.
Un gran problema es que los personajes en general me parecen muy planos y prácticamente después de haber visto toda la temporada entera no me se el nombre de ninguno, lo cual es un error porque una serie tiene la capacidad de desarrollar más a sus personajes en comparación con una película y aquí no lo logra.
Un problema de los tiempos que corren es el formato a adaptar, y creo que para una historia como esta se podría haber hecho en varias películas de unas 3 horas como máximo pero no más, se que el último libro es un poco caótico respecto a los dos anteriores y quizás ese podría justificar una película dividida en dos partes, pero no lo que hemos tenido. Si bien ha tenido mi atención los primeros episodios, conforme avanza se desinfla como un globo.
Los primeros cinco episodios es la adaptación del primer libro titulado "el problema de los tres cuerpos" y los otros tres episodios de la primera temporada son la adaptación del segundo libro y a la lo largo de la temporada hay cosas relacionadas incluso con el tercer libro. Y el resultado es mejorable.
Yo veo un bajón importante a partir del sexto capítulo incluido, quizás sea por como es el segundo libro o que la premisa no me llama lo suficiente la atención en ese sentido y creo que esta planteado de manera muy aburrida.
Un gran problema es que los personajes en general me parecen muy planos y prácticamente después de haber visto toda la temporada entera no me se el nombre de ninguno, lo cual es un error porque una serie tiene la capacidad de desarrollar más a sus personajes en comparación con una película y aquí no lo logra.
Un problema de los tiempos que corren es el formato a adaptar, y creo que para una historia como esta se podría haber hecho en varias películas de unas 3 horas como máximo pero no más, se que el último libro es un poco caótico respecto a los dos anteriores y quizás ese podría justificar una película dividida en dos partes, pero no lo que hemos tenido. Si bien ha tenido mi atención los primeros episodios, conforme avanza se desinfla como un globo.
8 de abril de 2024
8 de abril de 2024
22 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Serie aburridíiiiisima, sin más. Empieza más o menos bien, con un argumento interesante, pero es que a partir del capítulo tercero se diluye completamente pasando a ser una serie gazmoña.
Empezamos con unos científicos que no se los cree nadie. La tía buena con ética de bolsillo y un grupito de compañeros ¿científicos también? que, resulta que son los que van a solucionar todo el problema, no hay gente en el universo más válida que ellos, aunque no se les vea en toda la serie estar en un laboratorio ni estar con cosas de científicos.
Es una serie para gente cortita y ñoña.
Empezamos con unos científicos que no se los cree nadie. La tía buena con ética de bolsillo y un grupito de compañeros ¿científicos también? que, resulta que son los que van a solucionar todo el problema, no hay gente en el universo más válida que ellos, aunque no se les vea en toda la serie estar en un laboratorio ni estar con cosas de científicos.
Es una serie para gente cortita y ñoña.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El último elegido, el protagonista de color, parece todo menos científico. Parece un fumeta de barrio marginal sin ningun tipo de conocimiento. No te lo crees.
La solución de poner las bombas atómicas en el espacio para propusar el cohete o lo que sea eso es absurda y, bueno, lo de mandar un cerebro, así sin más, al espacio parece de los Simpsons. Y lo mejor es la científica que se despide de su empresa y se va a sanear fuentes en paises del tercer mundo. Yo es que no daba crédito.
No puedo entender que alguien disfrute con esta tontería.
La solución de poner las bombas atómicas en el espacio para propusar el cohete o lo que sea eso es absurda y, bueno, lo de mandar un cerebro, así sin más, al espacio parece de los Simpsons. Y lo mejor es la científica que se despide de su empresa y se va a sanear fuentes en paises del tercer mundo. Yo es que no daba crédito.
No puedo entender que alguien disfrute con esta tontería.
22 de marzo de 2024
22 de marzo de 2024
24 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es "El problema de los tres cuerpos", es algo basado en "El problema de los tres cuerpos". Sin ser una trilogía "redonda" las tres novelas merecían una mejor adaptación. Para pasar el rato no está mal, pero si te han gustado las novelas te decepcionará.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Cambian personajes, lugares, situaciones, relaciones, la linea temporal..., como digo en la zona sin spoilers, no es "El problema de los tres cuerpos", es algo basado en "El problema de los tres cuerpos".
28 de junio de 2024
28 de junio de 2024
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las cosas que más critico de «El problema de los tres cuerpos» es su falta de credibilidad. La historia que plantea Liu Cixin es bastante inverosímil, a todos los niveles, pero la serie consigue ser aún más absurda, dominada además por la agenda ideológica típica de Netflix.
No solo han cambiado las razas, que puede excusarse con el hecho de que la acción trascurre en Reino Unido y no en China (igualmente, podrían haberse buscado la vida para respetar la identidad de los personajes originales, pero tampoco puedes porque no sería diverso…); sino que también cambias el sexo o modificas todo el carácter para ser políticamente correcto. El policía Da Shi, por ejemplo, es un personaje curioso, diferente; un borde y un bruto de cuidado, un filósofo de la vida, práctico y pragmático; aquí lo han aguado y lo han convertido en un simple empleado de la organización de turno con drama de viudez y con hijo gay, que hay que cumplir la cuota. Pues así todo.
El problema científico real de los tres cuerpos no aporta nada a la historia; no importa que sean tres cuerpos o siete, o que el problema sea cualquier otro. No se puede resolver, ni la historia va de que se resuelva, así que ¿por qué tanto misterio? La parte de ciencia ficción ni te planteas si es fiable o no, porque tampoco importa ante tamaño cúmulo de estupideces.
En spoiler doy detalles del guion, prepárate.
No solo han cambiado las razas, que puede excusarse con el hecho de que la acción trascurre en Reino Unido y no en China (igualmente, podrían haberse buscado la vida para respetar la identidad de los personajes originales, pero tampoco puedes porque no sería diverso…); sino que también cambias el sexo o modificas todo el carácter para ser políticamente correcto. El policía Da Shi, por ejemplo, es un personaje curioso, diferente; un borde y un bruto de cuidado, un filósofo de la vida, práctico y pragmático; aquí lo han aguado y lo han convertido en un simple empleado de la organización de turno con drama de viudez y con hijo gay, que hay que cumplir la cuota. Pues así todo.
El problema científico real de los tres cuerpos no aporta nada a la historia; no importa que sean tres cuerpos o siete, o que el problema sea cualquier otro. No se puede resolver, ni la historia va de que se resuelva, así que ¿por qué tanto misterio? La parte de ciencia ficción ni te planteas si es fiable o no, porque tampoco importa ante tamaño cúmulo de estupideces.
En spoiler doy detalles del guion, prepárate.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
-Las condiciones para la vida inteligente en un planeta con tres soles sin ninguna estabilidad atmosférica y climática es más que improbable. De hecho, cuando le convenga a la historia el planeta disfrutará de una era estable que les permite avanzar científicamente.
Por cierto, en el capítulo dos dentro del juego se ven los tres soles… No sé qué hay que adivinar.
-Está tan poco pensada esta raza alienígena que ni sabemos cómo son… Tranqui, el autor tampoco lo sabe.
-Una señora que trabaja en una base secreta buscando vida alienígena recibe un mensaje alienígena y lo esconde…
-Recibo un mensaje alienígena en el que se me advierte del peligro para la humanidad si contactamos con ellos… y respondo pensando que son buena gente.
-Desconozco absolutamente todo de los San-Ti, pero por algún motivo me convenzo de que nos van a ayudar y creo una organización donde otros se convencen de lo mismo sin ninguna prueba o muestra de nada. Es que no tiene ningún puñetero sentido.
-Que empiecen a matar personas se ve que no es un indicio de las malas intenciones de los San-Ti y a Ye Wenjie le pilla por sorpresa que quieran aniquilarnos.
-Quieren aniquilarnos… pero porque somos mentirosos, ojo. Los San-Ti han mandado unos sofones espías para controlarnos, pero no conocen la mentira y los malos somos nosotros.
-El juego de Tres cuerpos, ¿lo construye Mike Evans con tecnología alienígena que generosamente nos han donado los San-Ti? ¿Dónde están esas instalaciones? ¿Quiénes lo fabrican?
-Queremos adeptos para nuestro movimiento y los captamos a través del juego. Cuando vemos a alguien muy listo, le contamos nuestro credo e intenciones, a ver si está de acuerdo. Si no, lo matamos. Fácil.
-La gente escucha lo de los San-Ti y sus intenciones de invasión y dicen «ok, fantástico». ¿Qué puede salir mal si no sabemos nada de esta civilización?
-A todo esto, ¿para qué quieren adeptos? ¿Por qué seleccionan los más inteligentes si no están haciendo nada…?
-¿Por qué Señor habla con Mike y no con Ye Wenjie? Es la comandante del movimiento y no tiene ni idea del contenido de las conversaciones…
-Estoy a millones de años luz… pero resulta de lo más fácil enviar unos protones a la Tierra. Clavao, oye.
-Somos una civilización superior con una tecnología de la leche y nuestro plan maestro es frenar el avance científico de la Tierra, pero no a través de una guerra o algo similar, sino alterando los experimentos para que los científicos lumbreras dejen de investigar y, de paso, se suiciden. Y si no basta con eso, los amenazamos con una cuenta atrás, a ver si cuela, para que no soporten la presión y dejen de trabajar, o se suiciden. Si tampoco basta, llamamos a nuestra sicaria Tatiana, una joven de cincuenta kilos de peso con un cuchillo. O todo a la vez, no queda claro.
En serio...
-A unos científicos los matamos, pero a otros los captamos… Vete tú a saber por qué.
-Somos los alienígenas malos y os contamos todos nuestros planes, y hasta os hablamos de los sofones, que sepáis lo que está pasando. Sin miedo a nada.
-El Proyecto Escalera: le sacamos el cerebro a una persona viva y lo criogenizamos para mandarlo al espacio, suponiendo que los San-Ti lo recogerán y tendrán la capacidad para reconstruir de alguna forma a la persona. No hay palabras.
-Suponiendo que eso sucediera, ¿cómo enviará la información sobre los San-Ti esa persona reconstruida? Misterio. La respuesta del personaje es: «ya se las apañará». Es que no tengo palabra, repito.
-Con los sofones son capaces de manipular las estrellas… pero no pueden cargarse a una persona, a Saul, sin ir más lejos. De hecho, permiten que los humanos hagan sus investigaciones y sus planes para detenerlos. Sin miedo. ¿Por qué aplican la cuenta atrás a unos sí y a otros no…?
-¿Por qué narices tanto interés en Saul? ¿Es que saben que es un máquina que hará algo grandioso en el futuro…? ¿Son adivinos o qué córcholis?
Y tantas cosas más, pero me quedo sin espacio.
Por cierto, en el capítulo dos dentro del juego se ven los tres soles… No sé qué hay que adivinar.
-Está tan poco pensada esta raza alienígena que ni sabemos cómo son… Tranqui, el autor tampoco lo sabe.
-Una señora que trabaja en una base secreta buscando vida alienígena recibe un mensaje alienígena y lo esconde…
-Recibo un mensaje alienígena en el que se me advierte del peligro para la humanidad si contactamos con ellos… y respondo pensando que son buena gente.
-Desconozco absolutamente todo de los San-Ti, pero por algún motivo me convenzo de que nos van a ayudar y creo una organización donde otros se convencen de lo mismo sin ninguna prueba o muestra de nada. Es que no tiene ningún puñetero sentido.
-Que empiecen a matar personas se ve que no es un indicio de las malas intenciones de los San-Ti y a Ye Wenjie le pilla por sorpresa que quieran aniquilarnos.
-Quieren aniquilarnos… pero porque somos mentirosos, ojo. Los San-Ti han mandado unos sofones espías para controlarnos, pero no conocen la mentira y los malos somos nosotros.
-El juego de Tres cuerpos, ¿lo construye Mike Evans con tecnología alienígena que generosamente nos han donado los San-Ti? ¿Dónde están esas instalaciones? ¿Quiénes lo fabrican?
-Queremos adeptos para nuestro movimiento y los captamos a través del juego. Cuando vemos a alguien muy listo, le contamos nuestro credo e intenciones, a ver si está de acuerdo. Si no, lo matamos. Fácil.
-La gente escucha lo de los San-Ti y sus intenciones de invasión y dicen «ok, fantástico». ¿Qué puede salir mal si no sabemos nada de esta civilización?
-A todo esto, ¿para qué quieren adeptos? ¿Por qué seleccionan los más inteligentes si no están haciendo nada…?
-¿Por qué Señor habla con Mike y no con Ye Wenjie? Es la comandante del movimiento y no tiene ni idea del contenido de las conversaciones…
-Estoy a millones de años luz… pero resulta de lo más fácil enviar unos protones a la Tierra. Clavao, oye.
-Somos una civilización superior con una tecnología de la leche y nuestro plan maestro es frenar el avance científico de la Tierra, pero no a través de una guerra o algo similar, sino alterando los experimentos para que los científicos lumbreras dejen de investigar y, de paso, se suiciden. Y si no basta con eso, los amenazamos con una cuenta atrás, a ver si cuela, para que no soporten la presión y dejen de trabajar, o se suiciden. Si tampoco basta, llamamos a nuestra sicaria Tatiana, una joven de cincuenta kilos de peso con un cuchillo. O todo a la vez, no queda claro.
En serio...
-A unos científicos los matamos, pero a otros los captamos… Vete tú a saber por qué.
-Somos los alienígenas malos y os contamos todos nuestros planes, y hasta os hablamos de los sofones, que sepáis lo que está pasando. Sin miedo a nada.
-El Proyecto Escalera: le sacamos el cerebro a una persona viva y lo criogenizamos para mandarlo al espacio, suponiendo que los San-Ti lo recogerán y tendrán la capacidad para reconstruir de alguna forma a la persona. No hay palabras.
-Suponiendo que eso sucediera, ¿cómo enviará la información sobre los San-Ti esa persona reconstruida? Misterio. La respuesta del personaje es: «ya se las apañará». Es que no tengo palabra, repito.
-Con los sofones son capaces de manipular las estrellas… pero no pueden cargarse a una persona, a Saul, sin ir más lejos. De hecho, permiten que los humanos hagan sus investigaciones y sus planes para detenerlos. Sin miedo. ¿Por qué aplican la cuenta atrás a unos sí y a otros no…?
-¿Por qué narices tanto interés en Saul? ¿Es que saben que es un máquina que hará algo grandioso en el futuro…? ¿Son adivinos o qué córcholis?
Y tantas cosas más, pero me quedo sin espacio.
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