Astérix y Obélix: Al servicio de Su Majestad
Comedia. Aventuras
Llevado por su afán de gloria, César decide invadir la misteriosa isla de Britania (Gran Bretaña). La victoria es rápida y casi total, pues un pequeño poblado resiste y se niega a rendirse. Cordelia, la reina de los britanos, decide enviar a Buentórax, su oficial más leal, a buscar ayuda a la Galia, donde una pequeña aldea es famosa por su obstinada resistencia a los romanos. En la aldea, Astérix y Obélix se esfuerzan inútilmente en ... [+]
10 de mayo de 2013
10 de mayo de 2013
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vamos a ser claros, la pelicula no es ninguna obra maestra y desde luego, si la hubiese visto en el cine no se llevaría un 4 ni harto de vino, pero bueno, la cosa es que lei las criticas por aqui y... Me entró curiosidad, supongo que por eso no me pareció tan mala, porque fui con las expectativas bastante bajas.
Vamos con las cosas claras, la pelicula es mala, si, pero dentro de que es mala, al menos conserva apices de humor y una historia que a pesar de haberse sacado de la manga a los Normandos, no se desvia mucho del comic en cuanto a historia se refiere, la misión es la misma aunque desde luego hay personajes que sobran, y mucho.
Para todos aquellos que hablais del "pijillo afeminado", deciros que los guionistas no se lo han sacado de la manga, es Gudurix, el sobrino de Abraracurcix y SI que sale en el cómic de Asterix y los Normandos. Aun asi hay muchas cosas que no coinciden con este Gudurix, en el comic no es ningun bardo, aqui si, tampoco es ningun seductor, aqui si, en fin, en lo único que se parece es en que es un cobarde.
Personajes como la gobernanta o la reina me hicieron reir, otros me dieron pena. A destacar un Asterix que se preocupa de pronto por sentar la cabeza y casarse, cosa que yo nunca vi no sólo en "Asterix en Bretaña", sino en ningún cómic de este, un Gudurix que aunque fiel sobre el papel se convierte en una verdadera molestia en pantalla.
Destacar que a mi si me hizo gracia la forma de reflejar a los Ingleses y su exageradisimo acento, qué sé yo porque, es inefable pero me hizo gracia.
Es muy dificil combinar 2 comics de Astérix y que estos queden bien, en Spoiler dejo algunos de los comics que yo creo que si que podrian funcionar:
Vamos con las cosas claras, la pelicula es mala, si, pero dentro de que es mala, al menos conserva apices de humor y una historia que a pesar de haberse sacado de la manga a los Normandos, no se desvia mucho del comic en cuanto a historia se refiere, la misión es la misma aunque desde luego hay personajes que sobran, y mucho.
Para todos aquellos que hablais del "pijillo afeminado", deciros que los guionistas no se lo han sacado de la manga, es Gudurix, el sobrino de Abraracurcix y SI que sale en el cómic de Asterix y los Normandos. Aun asi hay muchas cosas que no coinciden con este Gudurix, en el comic no es ningun bardo, aqui si, tampoco es ningun seductor, aqui si, en fin, en lo único que se parece es en que es un cobarde.
Personajes como la gobernanta o la reina me hicieron reir, otros me dieron pena. A destacar un Asterix que se preocupa de pronto por sentar la cabeza y casarse, cosa que yo nunca vi no sólo en "Asterix en Bretaña", sino en ningún cómic de este, un Gudurix que aunque fiel sobre el papel se convierte en una verdadera molestia en pantalla.
Destacar que a mi si me hizo gracia la forma de reflejar a los Ingleses y su exageradisimo acento, qué sé yo porque, es inefable pero me hizo gracia.
Es muy dificil combinar 2 comics de Astérix y que estos queden bien, en Spoiler dejo algunos de los comics que yo creo que si que podrian funcionar:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
- Obelix & Compañia + La residencia de los Dioses
-El Escudo Arverno + La vuelta a la Galia
-Asterix Legionario + Asterix y los Godos
-El regalo del Cesar + Asterix y Latraviata.
De momento no se me ocurren más... Opinad al respecto.
-El Escudo Arverno + La vuelta a la Galia
-Asterix Legionario + Asterix y los Godos
-El regalo del Cesar + Asterix y Latraviata.
De momento no se me ocurren más... Opinad al respecto.
25 de abril de 2020
25 de abril de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ganas de llorar es lo que sientes cuando ves esta película.
Las adaptaciones de los excelentes comics de Astérix y Obélix no son muy buenas, ni siquiera las versiones animadas alcanzan el punto de humor, sátira y tópicos finamente construidos de Uderzo y Goscinny.
Las de actores de carne y hueso son bastante más decepcionantes con una extraña mezcla entre las tramas del comic y chistes enfocados al gran público y la cultura pop (por ejemplo "el imperio contrataca" de Astérix y Cleopatra o Schumaker en los JJOO).
Sólo se salva la primera, Astérix y Obélix contra Cesar, a pesar de que combina de forma irregular tramas de varios tomos como El Adivino o Astérix Legionario. Pero encontramos algo del espíritu original.
En las sucesivas películas este espíritu se fue diluyendo hasta encontrarnos con esta vergüenza. Es que ni siquiera Gerard Depardieu, que encarna un Obélix más que aceptable en todas las películas a pesar de que no se parece demasiado al Obélix de los comics, puede levantar esto.
El comic en el que supuestamente se basa es excelente, de los mejores en mi opinión: Astérix en Bretaña. Astérix y Obélix tienen que viajar a las islas británicas a echar una mano a los britanos contra los romanos (atacan a la hora del agua hervida de las 5; al final del comic Panoramix les regala la planta del té. En la película Panoramix es sustituido por un indio que trae el té y que solo sirve como excusa para más tópicos) que les están conquistando el país. El comic es una hilarante y brillante sátira sobre los tópicos británicos y el chovinismo a través de un viaje lleno de aventuras: el té, el rugby, el acento, la comida, el canal de la mancha... Hilaban muy fino los franceses Uderzo y Goszinny sobre sus vecinos (e históricos enemigos) los ingleses.
También incluyen alguna subtrama de Astérix y los Normandos, un comic igualmente bueno en el que Astérix y Obélix tienen que cuidar de un pariente de Lutecia y combatir a los duros normandos que están buscando sentir el miedo.
En esta película cogen todo eso, se lo dan a comer a un cerdo gonorreico y luego recogen los excrementos, los queman y con lo que queda hacen un guion. El resultado: un guion nefasto sin pies ni cabeza, chistes malísimos, tópicos sin nada de sutileza, personajes arruinados (empezando por Astérix y sobre todo Obélix), un vestuario absurdo (sólo hay que ver a la Reina), personajes inventados tontísimos (como la reina y su ayudanta), un ritmo aburridísimo... en fin un despropósito total. Si buscan hacerla mal a propósito no les sale tan mala.
El hecho de que hayan mezclado varios comic es ya una constante en estas adaptaciones pero ya puestos podían haber metido los 24 tomos y a la porra, si total no van a respetar para nada la trama, ¿qué más da?
En resumen una película tristísima y mal hecha. Nada que ver con el verdadero espíritu de los comics y su tono de humor y diversión y sus personajes y trama bien construidos.
Si has leído los comics de Astérix y Obélix: no la veas, decepción total, no se parece en nada.
Si no has leído los comics de Astérix y Obélix: no la veas, decepción total como película en sí.
Si estás leyendo esto por la razón que sea: no la veas.
P.D.: Una de las razones por las que he escrito esta crítica es porque he leido entre las supuestamente especializadas la de Fausto Fernandez de Fotogramas que dice:
"Inteligentemente fiel al cómic, de mesurada espectacularidad en el uso del 3D y los efectos especiales, "Astérix y Obélix: Al servicio de su majestad" es la más lograda de la saga, junto a la primera que firmara Claude Zidi. Goce absoluto para los fans comiqueros".
Nada, absolutamente nada, de lo que dice ahí es cierto y en palabras de Luke Skywalker: Increíble. Cada palabra que has dicho está equivocada.
No tiene nada que ver con el comic y desde luego no es inteligente, los efectos especiales son mediocres, es la peor de la saga y ningun "fan comiquero" va a disfrutar nada porque no hay nada disfrutable. Que triste.
Las adaptaciones de los excelentes comics de Astérix y Obélix no son muy buenas, ni siquiera las versiones animadas alcanzan el punto de humor, sátira y tópicos finamente construidos de Uderzo y Goscinny.
Las de actores de carne y hueso son bastante más decepcionantes con una extraña mezcla entre las tramas del comic y chistes enfocados al gran público y la cultura pop (por ejemplo "el imperio contrataca" de Astérix y Cleopatra o Schumaker en los JJOO).
Sólo se salva la primera, Astérix y Obélix contra Cesar, a pesar de que combina de forma irregular tramas de varios tomos como El Adivino o Astérix Legionario. Pero encontramos algo del espíritu original.
En las sucesivas películas este espíritu se fue diluyendo hasta encontrarnos con esta vergüenza. Es que ni siquiera Gerard Depardieu, que encarna un Obélix más que aceptable en todas las películas a pesar de que no se parece demasiado al Obélix de los comics, puede levantar esto.
El comic en el que supuestamente se basa es excelente, de los mejores en mi opinión: Astérix en Bretaña. Astérix y Obélix tienen que viajar a las islas británicas a echar una mano a los britanos contra los romanos (atacan a la hora del agua hervida de las 5; al final del comic Panoramix les regala la planta del té. En la película Panoramix es sustituido por un indio que trae el té y que solo sirve como excusa para más tópicos) que les están conquistando el país. El comic es una hilarante y brillante sátira sobre los tópicos británicos y el chovinismo a través de un viaje lleno de aventuras: el té, el rugby, el acento, la comida, el canal de la mancha... Hilaban muy fino los franceses Uderzo y Goszinny sobre sus vecinos (e históricos enemigos) los ingleses.
También incluyen alguna subtrama de Astérix y los Normandos, un comic igualmente bueno en el que Astérix y Obélix tienen que cuidar de un pariente de Lutecia y combatir a los duros normandos que están buscando sentir el miedo.
En esta película cogen todo eso, se lo dan a comer a un cerdo gonorreico y luego recogen los excrementos, los queman y con lo que queda hacen un guion. El resultado: un guion nefasto sin pies ni cabeza, chistes malísimos, tópicos sin nada de sutileza, personajes arruinados (empezando por Astérix y sobre todo Obélix), un vestuario absurdo (sólo hay que ver a la Reina), personajes inventados tontísimos (como la reina y su ayudanta), un ritmo aburridísimo... en fin un despropósito total. Si buscan hacerla mal a propósito no les sale tan mala.
El hecho de que hayan mezclado varios comic es ya una constante en estas adaptaciones pero ya puestos podían haber metido los 24 tomos y a la porra, si total no van a respetar para nada la trama, ¿qué más da?
En resumen una película tristísima y mal hecha. Nada que ver con el verdadero espíritu de los comics y su tono de humor y diversión y sus personajes y trama bien construidos.
Si has leído los comics de Astérix y Obélix: no la veas, decepción total, no se parece en nada.
Si no has leído los comics de Astérix y Obélix: no la veas, decepción total como película en sí.
Si estás leyendo esto por la razón que sea: no la veas.
P.D.: Una de las razones por las que he escrito esta crítica es porque he leido entre las supuestamente especializadas la de Fausto Fernandez de Fotogramas que dice:
"Inteligentemente fiel al cómic, de mesurada espectacularidad en el uso del 3D y los efectos especiales, "Astérix y Obélix: Al servicio de su majestad" es la más lograda de la saga, junto a la primera que firmara Claude Zidi. Goce absoluto para los fans comiqueros".
Nada, absolutamente nada, de lo que dice ahí es cierto y en palabras de Luke Skywalker: Increíble. Cada palabra que has dicho está equivocada.
No tiene nada que ver con el comic y desde luego no es inteligente, los efectos especiales son mediocres, es la peor de la saga y ningun "fan comiquero" va a disfrutar nada porque no hay nada disfrutable. Que triste.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo peor de esta película (y mira que tiene cosas malísimas, el final con los Beatles es una patochada) es la somera estupidez de Obélix enamorándose de la asistenta de la Reina (por cierto la reina, personaje inventado en la peli, sólo sirve para hacer chistes malos y ralentizar la trama, un desastre).
Obélix está enamorado de Falbalá y punto. Bueno puede que también esté enamorado de los jabalíes asados pero ese es otro tema. No tiene ningún sentido meter esa subtrama romántica ahí, es que es realmente tonto, más cuando el cine no sabe retratar a Obélix y la mayoría del tiempo parece que tiene una deficiencia.
Obélix es una persona sencilla, que no simple, es apasionado e impetuoso y despistado pero no torpe. No es tonto, ni mucho menos, pero los guionistas no tienen la sutileza que tenía René para construir personajes, que se le va a hacer... una pena.
Obélix está enamorado de Falbalá y punto. Bueno puede que también esté enamorado de los jabalíes asados pero ese es otro tema. No tiene ningún sentido meter esa subtrama romántica ahí, es que es realmente tonto, más cuando el cine no sabe retratar a Obélix y la mayoría del tiempo parece que tiene una deficiencia.
Obélix es una persona sencilla, que no simple, es apasionado e impetuoso y despistado pero no torpe. No es tonto, ni mucho menos, pero los guionistas no tienen la sutileza que tenía René para construir personajes, que se le va a hacer... una pena.
27 de julio de 2013
27 de julio de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adaptación de los comics Asterix en Bretaña y Asterix y los normandos, esta nueva entrega carece de la chispa de las anteriores (la mejor, Asterix y Cleopatra), incluso Obelix Depardieu parece más apagado y se echa en falta a Cristian Clavier, el Asterix original.
Solo es una sucesión de chistes franceses sobre los ingleses, que aquí no son bien entendidos, porque no somos ni lo uno, ni lo otro.
Mis condolencias a Catherine Deneuve, porque debe de estar muy necesitada cuando ha accedido a intervenir en esta película.
Solo es una sucesión de chistes franceses sobre los ingleses, que aquí no son bien entendidos, porque no somos ni lo uno, ni lo otro.
Mis condolencias a Catherine Deneuve, porque debe de estar muy necesitada cuando ha accedido a intervenir en esta película.
5 de agosto de 2017
5 de agosto de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Última película hasta la fecha de las aventuras de los personajes de cómic galos adaptados con actores reales. Un film que sigue la estela de calidad de sus predecesoras siendo bastante mediocre y decepcionante en muchos aspectos de su historia y formato.
En esta ocasión se trata de una adaptación de dos cómics y dos películas de animación. Por un lado "Astérix en Bretaña" y por otro "Astérix y los vikingos" (que es una adaptación del cómic Astérix y los Normandos). Ambos son fusionados para crear una trama donde los dos personajes famosos viajan a la isla británica para intentar ayudar al pueblo de la invasión romana; y donde tendrá que enfrentarse también a unos vikingos poco avispados que se alían con los romanos porque buscan también su propio objetivo.
El film resulta bastante aburrido y decepciona en muchos aspectos; haciendo que nuevamente nos encontremos ante una historia bastante mediocre.
Es una película que para quien haya disfrutado con las anteriores de personajes reales, seguramente volverá a disfrutar ya que sigue el mismo destino. Pero para los que les parecieran insulsas y bastante decepcionantes, pues en este caso tendrán la misma opinión ya que nuevamente uno se encontrará con una trama que decepciona fotograma a fotograma.
En este caso han intentado dar una vuelta de tuerca para conseguir en mi opinión una captación mayor de público; y esta vuelta de tuerca es con los actores. Siguen manteniendo a Gérard Depardieu en el papel de Obélix; ya que este gran actor se ha convertido en la cara de este personaje. Pero en cambio el personaje de Astérix en esta ocasión es interpretado por Edouard Baer.
Pero no es la única incorporación, ya que en esta película la productora toma la artillería pesada y decide contar con la gran actriz Catherine Deneuve para dar vida a la reina de Inglaterra; con el mítico actor de "La Comedie Française" Guillaume Gallienne para dar vida al inglés que va en busca de ayuda de los galos; y del joven y popular actor entre las jóvenes Vincent Lacoste que interpreta a un miedoso y coqueto galo que está en contra de cualquier tipo de violencia.
Sinceramente las interpretaciones es lo único interesante del film, sin que resulten del todo maravillosas. Y es que cuando la historia es tan mediocre y no interesa en prácticamente nada, pues es muy difícil que atraiga en cierto modo algún aspecto más de la película.
En fin; "Astérix y Obélix: Al servicio de Su Majestad" es una película que decepciona en prácticamente todo y por consiguiente sus casi dos horas de duración resultan bastante tediosas y aburridas. Un film muy decepcionante que no convence desde el minuto uno.
En esta ocasión se trata de una adaptación de dos cómics y dos películas de animación. Por un lado "Astérix en Bretaña" y por otro "Astérix y los vikingos" (que es una adaptación del cómic Astérix y los Normandos). Ambos son fusionados para crear una trama donde los dos personajes famosos viajan a la isla británica para intentar ayudar al pueblo de la invasión romana; y donde tendrá que enfrentarse también a unos vikingos poco avispados que se alían con los romanos porque buscan también su propio objetivo.
El film resulta bastante aburrido y decepciona en muchos aspectos; haciendo que nuevamente nos encontremos ante una historia bastante mediocre.
Es una película que para quien haya disfrutado con las anteriores de personajes reales, seguramente volverá a disfrutar ya que sigue el mismo destino. Pero para los que les parecieran insulsas y bastante decepcionantes, pues en este caso tendrán la misma opinión ya que nuevamente uno se encontrará con una trama que decepciona fotograma a fotograma.
En este caso han intentado dar una vuelta de tuerca para conseguir en mi opinión una captación mayor de público; y esta vuelta de tuerca es con los actores. Siguen manteniendo a Gérard Depardieu en el papel de Obélix; ya que este gran actor se ha convertido en la cara de este personaje. Pero en cambio el personaje de Astérix en esta ocasión es interpretado por Edouard Baer.
Pero no es la única incorporación, ya que en esta película la productora toma la artillería pesada y decide contar con la gran actriz Catherine Deneuve para dar vida a la reina de Inglaterra; con el mítico actor de "La Comedie Française" Guillaume Gallienne para dar vida al inglés que va en busca de ayuda de los galos; y del joven y popular actor entre las jóvenes Vincent Lacoste que interpreta a un miedoso y coqueto galo que está en contra de cualquier tipo de violencia.
Sinceramente las interpretaciones es lo único interesante del film, sin que resulten del todo maravillosas. Y es que cuando la historia es tan mediocre y no interesa en prácticamente nada, pues es muy difícil que atraiga en cierto modo algún aspecto más de la película.
En fin; "Astérix y Obélix: Al servicio de Su Majestad" es una película que decepciona en prácticamente todo y por consiguiente sus casi dos horas de duración resultan bastante tediosas y aburridas. Un film muy decepcionante que no convence desde el minuto uno.
30 de noviembre de 2012
30 de noviembre de 2012
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el momento de su máximo esplendor, el imperio romano se extendía a lo largo y ancho del mundo conocido. En sus territorios nunca pudo llegar a decirse aquello de que jamás se ponía el sol, básicamente por la troglodítica concepción del planeta que se tenía en aquel entonces, y también porque aparentemente el mapamundi ya no daba más de sí. En este sentido, historial impoluto. ¿Seguro? ¡No! En su recuento de conquistas siempre hubo una mancha que todavía a día de hoy empaña en cierta manera el recuerdo histórico de la que indudablemente fue una de las fuerzas militares más infalibles de la historia de la humanidad. Mucho antes de que se pudiera decir que la Galia había quedada dividida en tres, existía una pequeña -minúscula- aldea en cuyo ADN estaba el engorroso -siempre visto desde el bando del invasor- gen de la resistencia impertérrita.
Dicho insignificante poblado fue el origen de incontables pesadillas por parte de romanos, y pasó justamente a la historia -imaginaria- como una de las únicas comunidades que no solamente no cedió ni un solo centímetro cuadrado de su territorio, sino que además se permitió el lujo de jugar -en el más perverso sentido de la palabra- con las fuerzas enemigas. Admirable. Eso sí, siglos después, cuando la cartografía geopolítica había conocido ya incontables cambios y la nación del pueblecito en cuestión se autoerigió en defensora universal del fair-play deportivo, unos doctores helvéti... ejem, suizos, hicieron un terrible descubrimiento. Algo que de hecho ya se sospechaba desde el principio; algo que los derrotados alegaron desde el principio, pero que nunca logró demostrarse científicamente.
Resulta que todos los logros de los irreductibles galos tendrían que ser invalidados. Todas las victorias deberían ser readjudicadas, pues los bravos guerreros no jugaron con deportividad. Resulta que, momentos antes de cada batalla, se ponían hasta las cejas de una sustancia altamente dopante que les daba una exagerada ventaja frente a los rivales. Nos tenían a todos engañados; cayó el mito. Resulta que cuando nadie miraba, un druida que formaba parte de una compleja trama de narcotráfico, preparaba un misterioso brevaje que decantaba de forma irremediable la balanza a favor de los que, en un principio, no tenían ninguna oportunidad de victoria. Muy feo... así no se hacen las cosas.
Aunque más fea aún es la manera como la industria cinematográfica está tratando a la obra magna de René Goscinny y Albert Uderzo. Lo que empezó hará ya trece años como una inofensiva -incluso sana- muestra de fuerza por parte de la cinematografía francesa (en lo referente a capacidad para manufacturar productos tecnológicamente potentes y tan efectivos en taquillas como fácilmente digeribles), ha acabado por desembocar en una infame franquicia, ofensiva a casi todos los niveles, especialmente para la inmensa comunidad que creció -y que sigue creciendo- junto a la compañía de tan entrañables personajes. 'Astérix y Obélix: Al servicio de su majestad' es el último y totalmente innecesario último ejemplo de ello. Sobrero es precisamente el calificativo que más se acerca a describir la triste realidad del filme.
Rescatando 'Astérix y Obélix en los Juegos Olímpicos', hasta la fecha última entrega fílmica de los inmortales galos, no hay que olvidar cómo terminaba ésta. Después de que se hubieran celebrado todas las competiciones deportivas (y después de que, ni falta hace decirlo, los supuestos bárbaros hicieran morder el polvo a los romanos), era hora de que desfilara por la pantalla la flor y nata del deporte francés. El exfutbolista Zinédine Zidane y el baloncestista Tony Parker se zambullían en el mundo del cómic para hacer unas cuantas filigranas con el balón, dar muestras de su nulo talento interpretativo... y alargar la película unos minutos más, quizás por aquello de que el espectador viera amortizado (al menos en lo que a tiempo se refiere) el precio de la entrada de cine. En otras palabras, no era más que relleno.
En 'Astérix y Obélix: Al servicio de su majestad' (bochornoso título que ensucia el buen nombre de uno de los mejores films de James Bond, y perdón por el ramalazo fanático) esta sensación de pérdida de tiempo impregna del primer al último fotograma. La historia, torpe mezcla de ''Astérix y Obélix en Bretaña'' y ''Astérix y Obélix y los normandos'', lejos de prestar la debida atención a los originales de Goscinny y Uderzo, coge las viñetas solamente para crear un absurdo tablero compuesto únicamente por distintas bromas (siendo las que despiertan casi-imperceptibles sonrisas en el espectador la excepción a la regla). De chiste a chiste y tiro porque me toca. No hay hilo argumental, mucho menos coherencia, simplemente un cada vez más insufrible apelotonamiento de gags. De este modo, la particular, simpática y anacrónica revisión histórica original (de la que se desprendía la clásica visión franco-chovinista del mundo, no exenta de eventuales lanzamientos de piedra sobre el propio tejado) se mantiene aquí pero interpretada, al igual que el también característico diálogo con otras obras de la cultura pop, de la peor de las maneras, esto es, como otra estúpida gracieta, más cercana a la búsqueda desesperada de la risa insustancial, que a la plasmación de la encantadora personalidad del material de base.
Dicho insignificante poblado fue el origen de incontables pesadillas por parte de romanos, y pasó justamente a la historia -imaginaria- como una de las únicas comunidades que no solamente no cedió ni un solo centímetro cuadrado de su territorio, sino que además se permitió el lujo de jugar -en el más perverso sentido de la palabra- con las fuerzas enemigas. Admirable. Eso sí, siglos después, cuando la cartografía geopolítica había conocido ya incontables cambios y la nación del pueblecito en cuestión se autoerigió en defensora universal del fair-play deportivo, unos doctores helvéti... ejem, suizos, hicieron un terrible descubrimiento. Algo que de hecho ya se sospechaba desde el principio; algo que los derrotados alegaron desde el principio, pero que nunca logró demostrarse científicamente.
Resulta que todos los logros de los irreductibles galos tendrían que ser invalidados. Todas las victorias deberían ser readjudicadas, pues los bravos guerreros no jugaron con deportividad. Resulta que, momentos antes de cada batalla, se ponían hasta las cejas de una sustancia altamente dopante que les daba una exagerada ventaja frente a los rivales. Nos tenían a todos engañados; cayó el mito. Resulta que cuando nadie miraba, un druida que formaba parte de una compleja trama de narcotráfico, preparaba un misterioso brevaje que decantaba de forma irremediable la balanza a favor de los que, en un principio, no tenían ninguna oportunidad de victoria. Muy feo... así no se hacen las cosas.
Aunque más fea aún es la manera como la industria cinematográfica está tratando a la obra magna de René Goscinny y Albert Uderzo. Lo que empezó hará ya trece años como una inofensiva -incluso sana- muestra de fuerza por parte de la cinematografía francesa (en lo referente a capacidad para manufacturar productos tecnológicamente potentes y tan efectivos en taquillas como fácilmente digeribles), ha acabado por desembocar en una infame franquicia, ofensiva a casi todos los niveles, especialmente para la inmensa comunidad que creció -y que sigue creciendo- junto a la compañía de tan entrañables personajes. 'Astérix y Obélix: Al servicio de su majestad' es el último y totalmente innecesario último ejemplo de ello. Sobrero es precisamente el calificativo que más se acerca a describir la triste realidad del filme.
Rescatando 'Astérix y Obélix en los Juegos Olímpicos', hasta la fecha última entrega fílmica de los inmortales galos, no hay que olvidar cómo terminaba ésta. Después de que se hubieran celebrado todas las competiciones deportivas (y después de que, ni falta hace decirlo, los supuestos bárbaros hicieran morder el polvo a los romanos), era hora de que desfilara por la pantalla la flor y nata del deporte francés. El exfutbolista Zinédine Zidane y el baloncestista Tony Parker se zambullían en el mundo del cómic para hacer unas cuantas filigranas con el balón, dar muestras de su nulo talento interpretativo... y alargar la película unos minutos más, quizás por aquello de que el espectador viera amortizado (al menos en lo que a tiempo se refiere) el precio de la entrada de cine. En otras palabras, no era más que relleno.
En 'Astérix y Obélix: Al servicio de su majestad' (bochornoso título que ensucia el buen nombre de uno de los mejores films de James Bond, y perdón por el ramalazo fanático) esta sensación de pérdida de tiempo impregna del primer al último fotograma. La historia, torpe mezcla de ''Astérix y Obélix en Bretaña'' y ''Astérix y Obélix y los normandos'', lejos de prestar la debida atención a los originales de Goscinny y Uderzo, coge las viñetas solamente para crear un absurdo tablero compuesto únicamente por distintas bromas (siendo las que despiertan casi-imperceptibles sonrisas en el espectador la excepción a la regla). De chiste a chiste y tiro porque me toca. No hay hilo argumental, mucho menos coherencia, simplemente un cada vez más insufrible apelotonamiento de gags. De este modo, la particular, simpática y anacrónica revisión histórica original (de la que se desprendía la clásica visión franco-chovinista del mundo, no exenta de eventuales lanzamientos de piedra sobre el propio tejado) se mantiene aquí pero interpretada, al igual que el también característico diálogo con otras obras de la cultura pop, de la peor de las maneras, esto es, como otra estúpida gracieta, más cercana a la búsqueda desesperada de la risa insustancial, que a la plasmación de la encantadora personalidad del material de base.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Por si fuera poco, se añade a la lista de crímenes el imperdonable agravante del talento desaprovechado (el de la inutilidad del 3D, por ser un clásico, ya ni se contabiliza). Más allá de la enésima constatación del pozo sin fondo en el que ha caído la carrera de Gérard Depardieu, nutre el descalabro general un reparto en el que vemos hacer el ridículo (AKA cuando la expresión ''vergüenza ajena'' se queda corta) a actores de la talla de Jean Rochefort, Catherine Deneuve o Fabrice Lucchini (éste último, para más inri, viene de protagonizar 'En la casa', una de las mejores cintas de la temporada). Todos ellos, seguramente unidos por la necesidad de añadir más efectivo a su cuenta corriente, más que salvar al barco del hundimiento (esto era una misión imposible) añaden más indignación al balance final, estando éste marcado por la seguridad de que estamos ante una película hecha con la inteligencia de Obélix y con la fuerza de Astérix (sin el empujoncito de la poción, claro está). Están locos estos galos... si creen que así les vamos a aguantar muchas más. Espera...
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here